Tom Strong 4
Fecha de edición: junio de 2008
Edición original: Tom Strong Nº 20 a 25 USA
Guión: Alan Moore, Peter Hogan y Geoff Johns
Dibujo: Jerry Ordway, Chris Sprouse, John Paul Leon
Tinta: Karl Story y otros
Color: Dave Stewart, Wildstorm FX
Norma – 168 págs – 15 €
Alan Moore (Promethea, Top Ten) y Chris Sprouse (Supreme, Ocean) siguen explorando el vasto universo pulp de Tom Strong acompañados de los mejores artistas del momento. En este nuevo tomo descubriremos un mundo nativo con otro Tom Strong, unos increíbles viajes interdimensionales, a los habitantes de la luna y a unos extraños fantasmas de hielo que vuelven de entre los muertos.
Cada nuevo tomo de Tom Strong lo disfruto más que el anterior. Paso a paso, Alan Moore ha ido ampliando y asentando el entorno del personaje y, a estas alturas, con cada una de las piezas que conforman el Multiverso Strong lo suficientemente contextualizadas, el guionista empieza a hacer uso cada vez más frecuente de la que – para mí – es una de sus mayores virtudes: el control de la anticipación.
Dicho control de la anticipación, que se percibía claramente en el tomo anterior, en la historia del vaquero estelar, se torna aún más intenso en la saga de tres números que abre el presente tomo y que nos muestra cómo habría sido el mundo de Tom Strong si de la madre del personaje hubiera dependido.
Y es que, en este aspecto, Moore se asemeja al mejor Hitchcock por su manera de plantear el suspense. Porque, con él, no es que lo que vaya a pasar a continuación nos resulte inesperado, antes bien lo preveemos, pero a pesar de eso ansiamos que nos lo cuente. Para ver cómo lo cuenta y qué consecuencias se desprenden de ese hecho que nos ha movido a anticipar. Para descubrir cómo reaccionarán los protagonistas de la historia cuando se percaten de lo que nosotros ya intuimos pero que ellos no sospechan en absoluto.
Junto con esta característica, que ya por si sola garantiza el disfrute de la lectura de este tomo, la mencionada saga nos permite ahondar en la psicología y las particularidades de los padres del héroe, a los cuales sólo habíamos podido seguir durante el primer número, cuando se nos relataba su prematura muerte. Y aquí vuelve a hacerse presente esa capacidad de Moore para generar anticipación, al tiempo que se nos demuestra con cuánta planificación previa estructura sus argumentos, puesto que el estudio de los pensamientos y sentimientos de la Sra. Strong tornan explicitos algunos detalles «curiosos» que ya aparecían en la primera entrega de la serie. No os diré más, baste comentar que los padres Strong distaban de ser una pareja feliz y que la Sra. Strong demuestra ser un personaje de lo más representativo de esa feminidad constreñida de principios del Siglo XX que encontramos en obras como El amante de Lady Chatterley.
Ese es otro de los temas que resultan curiosos en esta serie: las disimuladas «desviaciones» que en la iconografía de Tom Strong se dan con respecto a los personajes clásicos en los cuales se inspira. Pero, como suele decirse, será algo que trataremos en otra ocasión.
Reseña de Tom Strong #1 por David Fernández
Reseñas de Tom Strong #1 y 2, por Toni Boix.
Reseña de Tom Strong #3 por Toni Boix
Reseña de Top Ten, por Toni Boix.
Reseña de Promethea, por José Torralba.
Tom Strong en la Wikipedia.
Tom Strong en Guiadelcomic.
Alan Moore en la Wikipedia.
Chris Sprouse en la Wikipedia.
Pero estos tomos son reediciones de las series regulares anteriores o son nuevos?
«Pero, como suele decirse, será algo que trataremos en otra ocasión.»
Justo cuando se ponía interesante… xD. Espero que esa ocasión llegue pronto.
De los mejores volúmenes de Tom Strong, gracias a esa Crisis. Con las historias «no guionizadas por Moore» incluídas.
¿Qué darán de sí esos selenitas?
Las historias son reediciones, Ángel.
Sputnik, pues esa ocasión igual será con el siguiente tomo… o igual no 😉
Coincido que el tomo ha estado genial y que los otros guionistas no han desmerecido para nada el conjunto 😀
Siempre me ha gustado Tom Strong, pero por alguna razon u otra lo he leido siempre muy de tanto en tanto. Tengo que ponerme al dia con esta coleccion, ahora en Norma.
Me acuerdo mucho del inicio de una historia (del universo ABC, no de Tom Strong, si no me equivoco) que se tenia que leer horizontalmente y verticalmente, era todo lo que ocurria en un viejo edificio a lo largo de los años en una ciudad como New York o similar. Como entraba a trabajar un pobre desgraciado a las ordenes de un mangante de la mafia y como se le iba escapanado la vida, y lo peor, ver com osu hijo seguiria sus pasos. El mafioso se reia de ellos, de su aficion poir la musica etc. Todo un prodigio de la narracion en 3 o 4 hojas, leidas a la vez de izq a der y de arriba a abajo.
No se me habria ocurrido la relacion con Hitchcock, Toni, buen articulo y la constancia de reseñar cada uno de los tomos cuando han salido a la venta 🙂
Pues no he leido esa historia que dices. Parece ingeniosamente interesante.
Una pregunta sobre los tomos que vienen ahora y que no son guionizados por Alan Moore (expeto el último número de la serie): ¿merecen la pena? Es que tal y como Norma está subiendo los precios de los tomos (Promethea ya está en 16€ y de Lost Girls mejor no hablar) miedo me da…
Lo de Lost Girls es una pasta pero… yo lo terminaré pillando, que merece la pena y lo sabemos todos.
Tom Strong me encanta, esa pinta de SuperMan de la edad de oro y joder… ¿porqué Alan Moore puede hacer estas cosas?, mi hermano y yo estamos convencido que es porque está loco (más explicación no hay).
No sé decirte, jokotrolo, porque lo estoy siguiendo por la edición de Norma y no sé cómo está lo que viene a continuación. Lo que sí puedo decirte es que las tres historias de este tomo que no son de Moore mantienen la calidad y el estilo del barbudo británico.
Sobre Lost Girls, pues la verdad es que yo tampoco he probado. He oido que necesita leerse por entero para apreciarlo en su justa medida, porque al principio parece que va a ser menos de lo que luego es. Lo típico de Moore, que parece que esté jugando y luego relaciona todos esos juegos con una propuesta de sentido que te deja boquiabierto. Conste que es comentario de alguien de fiar y buen conocedor de la obra de Moore y no mío 😀
Si no me equivoco, Planeta publicó hasta el número 22 de la colección de Tom Strong, así que este tomo tiene tres números inéditos (los números 23 a 25), ¿no?
Yo de todas formas empezaré a partir del siguiente tomo, porque soltar 16 piastras del ala por tres tebeos, por muy Tom Strong que sea…
Buah, y yo que me lo estoy comprando igualmente pese a tener el de Planeta…
Toni, cierto, la capacidad de crear férreas estructuras argumentales, la anticipación, es marca de la casa Moore, y uno de sus valores..pero ¿lo es por sí mismo o por estar acostumbrados a otro método dentro del cómic?quiero decir, lo normal es presenciar cierta improvisación en los guiones, o criterios extra argumentales (como cuando toca crossover, y ase sabe). No lo digo peyorativamente (eh, Moebius se improvisó el garaje hermético enterito, Clowes su Guante de seda…). pero frente a lo «normal» (incluso en Europa, es evidente que las sagas, de Astérix a la de Isa, se van creando sobre la marcha) nos llama la atención que Moore planifica mucho más en conjunto (como Morrison, por cierto, o Gaiman), lo que no quiere decir que hoy tenga ya escritos todos los números de todas sus series hasta el fin de los tiempos, pero ya me entiendes.
Tom Strong lo recuerdo como impactante en su arranque. Despues,una vez acostumbrado a su estética, lo fui abandonando. Quizá merezca la pena recuperarlo 🙂
Yo creo que la ferrea estructura argumental no es un valor por si mismo, pero sí que permite que surja con mayor coherencia ese otra característica, la de la anticipación intrigante, que sí considero un valor en si mismo.
Qué bueno leerte por aquí 😉 Los dos últimos tomos a mí me han gustado mucho… y también mucho más que el segundo, que imagino que fue en el que te quedaste tú.
bueno.. hace tanto ya que… no sé, tengo como diez o doce grapas.
Y no dejop de visitar ZN, conste, pero si me pongo a comentar siempre por todos los blogs que visito… 😛
Se agradece el saberlo 😀