Tomoë es la reencarnación de la diosa del agua…
Jack Manini es un historietista francés nacido en 1960. En nuestro país apenas hemos visto su trabajo ya que solamente se ha publicado S.O.S Lusitania (Harriet) donde era el dibujante de los tres números y el guionista del tercero y El peso de las nubes (Norma) con guion suyo y dibujos de Michel Chevereau, pero lleva una larga trayectoria desde mediados de los ochenta cuando vieron la luz sus primeros trabajos. Aunque comenzó su carrera como colorista pronto pasó a dibujar álbumes. De sus lápices salieron trabajos como L’archimage Robert, Mycroft Inquisitor, Estelle, Necromancy o Tout doit disparaitre en los que colaboró con distintos guionistas. Desde muy pronto comenzó a compatibilizar esos trabajo con guiones para sí mismo en obras como Arthur Cravan, Blanche Neige, Le cobaye, Je swingue ! o Les morts de rire. Además de realizar guiones para otros autores, destacando su colaboración con Michel Chevereau en obras como Catacombes, La loi du Kanun o Ko, también ha escrito guiones para Étienne Willem (La fille de l’exposition universelle), Olivier Mangin (La guerre des Amants y Jack Cool) o Marc Malès (Hollywood).
TieKo es el seudónimo de Thierry Cauquil, un dibujante francés nacido en el año 1962. Tomoë es su primera obra publicada en nuestro país. En Francia lleva publicando desde su debut en 2002 con serie Le Chant des terres con guion de JG Wallace. Posteriormente participó en diferentes álbumes de series ya comenzadas como La Cour des grands, Pirates, La Compagnie des glaces o Normandie juin 44. En 2010 dibujó la adaptación de Jean-Blaise Djian de la obra de Kipling El libro de la selva, ese mismo año dibujó junto a Ptiluc La Pire Espèce con guion de Richard Malka y Agathe André. En 2013 apareció el primero de los tres álbumes de la serie Hindenburg con guion de Patrick Cothias y Patrice Ordas que narran el accidente del dirigible.
Tomoë nos transporta al año 1461 al Japón previo a la inicio de la guerra de Onin (1467 – 1477) que tendrá gran importancia en la trama, ya que los protagonistas de la historia también lo fueron del conflicto. Sayo, la protagonista, es la única superviviente de un ataque pirata a la aldea de pescadores en la que vive. Se convertirá sin saber en una pieza clave del conflicto ya que es la única descendiente de Tomoë, la diosa del agua. Su captor Yoshinaka pretende casarse con ella para acceder al Shogunato, pero antes decide educarla junto a su hijo Oda. Entre los tres se producirá un triangulo que acabará en un conflicto. Mientras en Kioto vemos cómo la rivalidad entre Hosokawa y Yamana, cabezas de las dos familias más poderosas de país, hace temblar el poder del Shogun.
Tomoë es una historia cerrada en un solo integral, algo de agradecer ya que los autores consiguen condensar una historia larga y compleja en menos de cien páginas sin necesidad de alargarla como últimamente sucede con gran cantidad de la BD que nos llega. Manini y TieKo firman una historia en dos planos distintos que convergen al final de la historia. Una parte se centra el proceso de madurez de Tomoë y Oda y en el triangulo que se forma con Yoshinaka y la otra nos narra los distintos juegos de poder y traiciones politicas que se dan en la capital.
La historia de Tomoë y Oda nos recuerda a la de Tristán e Isolda, aunque Tomoë es un personaje mucho más fuerte y decido y el protagonismo de Oda se va diluyendo según transcurre la historia. Esta parte mezcla el proceso de aprendizaje de los dos jóvenes con el inicio de su relación, también vemos varios elementos de la mitología japonesa. Los personajes de esta parte de la historia son los mejor escritos ya que son los únicos que tienen alguna evolución. La trama de Kioto es puramente política donde vemos espías, traiciones y conspiraciones para hacerse con el poder. Aquí los personajes no sufren ninguna evolución y lo que prima es la trama. Hacia la mitad del segundo álbum la historias se entremezclan y todo se desarrolla con mayor velocidad. El guion de Manini es muy sólido y funciona muy bien, sabe mezclar las dos historias de manera que las dos mantengan el interés. Además se puede observar el gran trabajo de documentación que ha realizado. La mayor pega es que en ningún momento explica la parte sobrenatural de la obra ni los poderes de Tomoë que simplemente parecen puestos para solventar algún peligro creando una molesta sensación de Deus ex machina.
Tomoë recuerda enormemente a la BD histórica publicada en los ochenta y noventa en el mercado franco-belga, tiene el mismo equilibrio entre hechos históricos y aventura que poseían las grandes obras que aparecieron en esa época. Tomoë es un personaje fuerte y decidida a cumplir su venganza que nos recuerda a Isa o Arrane y que debe luchar contra el mundo en el que le ha tocado vivir. El resultado final es una obra digna de aquella época, tal vez la edad dorada de la BD histórica.
Con el trabajo de TieKo sucede lo mismo que con el guion, es imposible observarlo sin recordar al Julliard de Las siete vidas del Gavilán pero sin alcanzar su nivel. Un trabajo con gran limpieza de líneas y gran diseño de personajes, aunque estos tal vez resulten algo estáticos e inexpresivos. Espectacular en la escenas de acción y con un diseño de página que mezcla el clasicismo con la modernidad pero ambos al servicio de la narración. Se puede ver una trabajo realmente minucioso con una gran documentación a la hora de dibujar tanto vestimentas como armas e impedimenta. Muy destacada es la representación que hace del arte japonés cuando la narración exige contar pasajes de la historia que recuerdan a los grabados de la época. Cabe destacar también la portada que homenajea a La gran ola de Kanagawa la obra más conocida de Hokusai. El color de Dominique Osuch es funcional y descriptivo potenciando el dibujo y haciendo una gran uso de la luz que sirve para indicarnos las horas de día en las que transcurre cada escena. Un trabajo sólido al que le falta algo de brillo para ser fantástico pero que resulta muy interesante al compararlo con autores japoneses como Goseki Kojima y ver la diferencia entre sus líneas sucias con la pulcritud de TieKo.
La edición de Harriet Ediciones es muy buena, ya que cuenta con buen tamaño y una buena reproducción, además al publicarla en integral, podemos disfrutar de la obra al completo. Incluye un dossier sobre la época histórica y los personajes de la obra escritos por Julien Peltier, así como abundante material gráfico con bocetos de Tieko. La única pega es la ausencia a gran tamaño de la portada del segundo álbum. Como en todo su catálogo existe la posibilidad de adquirir la obra en Euskera.
Tomoë es un solido cómic en la mejor tradición de la BD histórica franco-belga, muy bien documentado y con gran ritmo, sin perder de vista que lo más importante es entretener. Manini y TieKo hacen una aproximación al Japón feudal muy distinta a las que nos suele llegar desde allí, en una historia que mezcla en distintas capas batallas, intrigas políticas, mitología, historias de amor y venganzas. Una destacada fusión entre BD y temática oriental.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Samuráis
Manini y TieKo nos ofrecen una historia llena de batallas e intrigas políticas en el convulso Japón del siglo XV.
Me recuerda levemente la dibujo de Isabellae, puede ser?
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