Top Indie: Lo mejor del cómic independiente norteamericano en 2021

El anuncio de Diábolo Ediciones en el que mostraba su intención de publicar los clásicos de EC, en un nuevo formato alejado de lo visto en España, bastó para captar nuestra atención. El papel, la tapa dura y la inclusión del color, basándose en la reciente edición de Dark Horse pero mejorada con respecto a su homóloga estadounidense, fueron promesas cumplidas por la editorial española, lo cual le asegura un buen puesto en el ranking de este año.

El contenido no es para menos, pura historia del cómic norteamericano, eso sí, empañada por sucesos que hoy recordamos como vergonzosos y que dieron lugar a décadas de censura impulsada por el Comics Code Authority, no está de más recordarlo. Por eso se debe navegar en este tomo y disfrutar de su calidad, que de eso va sobrado. Nombres como Al Feldstein, Wally Wood o Harvey Kurtzman dan buena cuenta de ello en estas clásicas historias de terror de los años cincuenta.

El prólogo de John Carpenter, la inclusión de las portadas originales, los correos de los lectores, la publicidad y las historias de complemento son grandes detalles que hacen de esta edición un caramelo que saborear lentamente. Eso sí, uno con un gusto terrorífico.

Hay que recordar que, además de este tomo, Diábolo ya ha sacado a la venta un tomo de Weird Science y, en unos días, tendremos en nuestras manos el segundo volumen de esta Tales from the Crypt.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero claro, si la piedra es una fiesta ¿cómo no hacerlo? Eso es lo que nos propone este segundo volumen en edición de lujo de Clase Letal, tras Noise, noise, noise llega Fiesta Funeraria y con ella podremos revivir algunos de los mejores momentos de Saya, María, Marcus y compañía en la escuela Kings Dominion para asesinos letales.

La obra de Rick Remender y Wes Craig es de lo mejorcito que ha dado el mercado estadounidense en los últimos diez años. Es una habitual de estos tops y no es de extrañar que sus recopilatorios también lo sean. Ya el año pasado su primer volumen había entrado en lista, una edición en la que las palabras “de lujo” se quedan cortas. Tapa dura con sobrecubierta, tamaño agrandado, de 20,5 por 31,3, para poder pararnos mejor en los detalles y diseños del enorme Wes Craig, y buen papel hacen de esta edición un auténtico bombazo en el que más de uno ha caído incluso teniendo en su haber las rústicas en las que se sigue publicando la colección.

Recordemos que Clase Letal nos cuenta la historia de unos jóvenes en los años ochenta que tratan de sobrevivir en un instituto dedicado a las artes letales. Algunos de ellos vienen de grandes clanes de asesinos mientras que otros son niños de barrios bajos, pero todos ellos se van posicionando en algún grupo social, solo que aquí las peleas entre alumnos pueden causar la muerte. Una obra magnífica que está a punto de terminar en Estados Unidos.

Y es que en realidad Norma nos está impresionando con estas ediciones de lujo a gran tamaño. Hasta ahora solo las vimos, en material USA, para las de Rick Remender (Tokyo Ghost, Ciencia Oscura y la antes mencionada Clase Letal) pero ahora encontramos una obra algo diferente, Monstress. Con el mismo formato descrito un poco más arriba, tapa dura con sobrecubierta y tamaño agrandado que también nos hace disfrutar aún más el estupendo trabajo de su dibujante, Sana Takeda, uno de los motivos por los que está serie es tan impresionante como parece.

El otro gran motivo son los guiones de Marjorie Liu. Sus personajes son memorables, los diálogos enganchan y la trama, aún con muchos puntos en común con otras obras más clásicas, nos consigue sorprender con caminos nada habituales.

Ambas nos presentan un complejo mundo de alta fantasía que mezcla elementos culturales de oriente y occidente en una historia que no nos cuesta calificar de única. Humanos y otros seres mágicos se siguen enfrentando en un ambiente de posguerra medieval con toques de steampunk, donde los tejemanejes políticos están a la orden del día y dioses de otra dimensión amenazan con volver, pero lo que prima es la aventura de Maika Mediolobo y Kippa, dos mujeres atrapadas en medio del conflicto, unidas por la supervivencia y los secretos.

Monstress ha sido premiada con múltiples premios Eisner y esta nueva edición incluye los tres primeros tomos de la serie, aún abierta en Estados Unidos y con cinco volúmenes publicados en España. Supone el momento perfecto para adentrarse en ella.

Aunque no sea una sorpresa, resulta admirable comprobar cómo, con tan pocas páginas, la eterna pareja formada por Ed Brubaker y Sean Phillips, es capaz de realizar un cómic como la copa de un pino. Si el pulp siempre ha sido un término que ha descrito la obra de ambos, esta vez lo hace en mayúsculas para contarnos dos historias situadas en dos puntos temporales diferentes.

Como si de una película de Clint Eastwood se tratara, con aroma crepuscular, Max Winters se verá envuelto en un último golpe. El lejano Oeste sirve como espejo al Nueva York de finales de los años 30 para reconocer que hay cosas que nunca cambian. El viejo Winters se gana la vida como buenamente puede escribiendo las aventuras de un forajido que le es muy familiar. En el ocaso de su vida, simpatizantes nazis aparecen en el horizonte para posibilitarle cierto camino a la redención.

Una historia dentro de una historia que, en apenas 72 páginas, no puede estar mejor narrada. Como si fuesen el Rey Midas, todo lo que escriben e ilustran Brubaker y Phillips lo transforman en oro. Cansado de los golpes de la vida, la narración con voz en off del protagonista nos hace sentir los achaques de la vejez mientras recordamos su pasado.

Jacob Phillips es el responsable de poner color a los dibujos de su padre y lo hace con nota, estando a la altura de los citados monstruos del mundo de las viñetas. Violencia concentrada en una de las joyas del pasado año. No te la pierdas, o te arrepentirás toda la vida.

Hemos hablado mucho de este tomo, tanto en la web como en podcast, y lo seguiremos haciendo, porque lo que Peter Milligan y ACO han conseguido es para ello. El ya clásico autor inglés de variada trayectoria nos presenta una obra a la altura de sus mejores trabajos, que ya es decir mucho, mientras que el dibujante español lo da todo, con una narrativa espectacular, mucho juego de viñetas y un estilo envidiable, que lo convierten en el punto fuerte del cómic. Es normal que con este nivel logren colar en este top la que es la primera obra que realizan juntos.

Las grandes empresas controlan el mundo, hacen lo que quieren y no hay quien los pare, ni siquiera los países tienen fuerza para enfrentarse a ellas. Pero hay un hombre dispuesto a acabar con su tiranía, él es American Ronin. Publicada originalmente como una miniserie de cinco números, este tomo nos trae una historia de espionaje y acción. Un thriller de corte clásico con una inmensa cantidad de detalles que la modernizan, tratando temas de ciencia-ficción que fácilmente nos hacen pensar en nuestro mundo actual. Un protagonista con carisma nos lleva por una lucha contra las injusticias que parece no tener fin y con un villano muy bien construido, atractivo a la par que odioso.

La editorial AWA entró por primera vez en España este pasado 2021 de la mano de Panini y lo ha hecho por la puerta grande, a patadas y con las armas de un ronin americano.

Nada da más miedo que el odio y la discriminación, y eso lo sabe muy bien Pornsak Pichetshote. Es posible que el nombre de este tailandés-estadounidense no nos sonara mucho hasta hace poco, pero eso se debía a nuestra pura ignorancia, pues dentro de su carrera como editor se encuentran algunas de las grandes perlas de Vertigo, tales como Sandman, Sweet Tooth o Daytripper. Esta ignorancia, por supuesto, llegó a su fin con su debut como guionista en Infiel, una miniserie de terror publicada por Image Comics que cautivó a propios y a extraños, hasta el punto de que Norma Editorial abrazara el riesgo y se lanzara a publicarla en español, confiada por su gran calidad. Y no era para menos.

Infiel nos narra la historia de Aisha, una joven musulmana que debe vivir durante una temporada en casa de su suegra junto a su marido y su hija. Una convivencia que, si bien no era ya lo bastante complicada por las diferencias culturales con su familia política, se va oscureciendo debido a las presencias que moran en el edificio y que empiezan a acosar a Aisha. Bajo este planteamiento, esta miniserie publicada en un volumen único nos sumerge en una historia de terror que explora la xenofobia y el odio al diferente a través de un arquetipo clásico como es el de las casas encantadas y de un dibujo sensacional. El inteligente guion de Pichetshote cobra vida a manos de Aaron Campbell, artista visto en franquicias como Batman o La Sombra, que realiza en Infiel un auténtico despliegue a la hora de ejecutar con éxito el dificilísimo cometido de causar escalofríos en un cómic, con viñetas en las que se entremezclan estilos distintos de dibujo y salpicadas por un excelso coloreado por parte de José Villarrubia, que ejerce además como editor de la obra. Un trabajo brillante que nos ha dejado aterrados, pero también deseosos de saber más de sus autores.

Una niña ha perdido a su perro y su búsqueda la acaba llevando ante una siniestra casa situada en medio del bosque. Por la ciudad corren rumores de que allí habita una bruja que le dio de comer su ojo al diablo, se alimenta de animales atropellados, lanza hechizos con los huesos… y también come mascotas. Claro que la niña sabe que las brujas no existen, que quien viva allí no será más que una vieja loca. Así que, con el convencimiento de que en realidad no tiene nada que temer, se dispone a adentrarse en la casa, sin saber que al hacerlo su vida cambiará para siempre.

Escrita y dibujada por Kat Leyh, la historia de Snapdragon aparentemente comienza como cualquier otro relato de terror juvenil. Sin embargo, gracias a varios giros de trama, esa impresión inicial va mutando a la vez que se revelan los verdaderos temas de la obra, que destacan por la forma en que se abordan. Así, poco a poco nos adentramos en un relato tremendamente entretenido que nos engancha gracias a una propuesta original y un dibujo tan precioso como dinámico, pero que nos conquista del todo por la sensibilidad con la que trata a todos sus personajes.

Snapdragon es una obra capaz de hacer disfrutar a lectores de todas las edades y un ejemplo a seguir por la naturalidad con la que enfoca los temas que en ella se tratan. Un cómic cuya solidez lo convierte en una recomendación casi infalible, como demuestra el hecho de que se haya convertido de una de las lecturas favoritas del 2021 para los lectores españoles.

Nos hacía falta esta edición. La ópera prima de Noelle Stevenson fue publicada en castellano en 2016 por la editorial Océano. Sin embargo, su escasa presencia en territorio español y su uso de una traducción en español neutro hizo que su impacto fuera sustancialmente menor al que se merecía la obra. Por suerte, este 2021 Astiberri ha puesto remedio a la situación tras hacerse con los derechos de la autora y publicar tanto su última obra, El fuego nunca se apaga, y nuestra queridísima Nimona, con una nueva traducción a la altura (por la que hemos decidido tratar la obra como una nueva publicación y no como una reedición). Y qué queréis que os digamos, nadie nos roba tanto el corazón como esa diablilla.

Nacida originalmente como un webcómic, Nimona es el nombre de una heroína creada por Stevenson durante su carrera en el Maryland Institute College of Art, una cuya popularidad crecería hasta terminar protagonizando una larga aventura que Harper Collins cazó a tiempo para editarla en papel y arrasar en todo tipo de premios, incluido el Eisner. La serie nos cuenta las fechorías de Ballister Negrocorazón, un villano que trata de vengarse del gobierno de su reino, cuya carrera criminal se ve sacudida por la llegada a su vida de Nimona, una joven metamorfa de enorme poder que se alista como su lacaya. Nimona es una de esas obras con capacidad para enamorar a una generación, un cómic juvenil que te saca una risa tras otra con una protagonista maravillosa que, sin embargo, aprovecha por el camino para hablar de un buen puñado de cuestiones muy pero que muy serias. Noelle Stevenson es grande, y su insuperable carta de presentación no podía faltar en nuestro top.

Hace 15 años, el viaje de Owen Johnson a China con el fin de saber más sobre sus padres biológicos lo acabó conduciendo a un misterioso templo shaolin en el que los estudiantes intentan dominar «El poder del fuego», un arte hace tiempo desaparecido. De esta premisa nace un guion fluido, intenso y divertido en todo momento en el que se mezcla el género de superhéroes con elementos de clásicos como Karate Kid o Dragon Ball para dar como resultado una mezcla tan macarra como única que además está comandada por artistas de auténtico lujo.

Y es que, cuando uno se entera de que Robert Kirkman y Chris Samnee van a colaborar en una nueva serie, no necesita mucha más información para salir corriendo hacia la librería más cercana de inmediato. Si a eso se le añade el siempre gustoso color de Matt Wilson, el cóctel de talento creativo que se obtiene resulta casi intimidante y, por fortuna para los lectores, perceptible en cada una de las páginas del cómic.

Publicada por Image Comics en su edición original y por ECC Ediciones en España, El poder del fuego es una auténtica maravilla en todos los sentidos; una historia repleta de emociones fuertes que tampoco se olvida de dejar espacio para el desarrollo de unos personajes carismáticos y la mar de divertidos. Aunque todavía no sabemos si llegará a la altura de obras tan monumentales como Invencible o Los Muertos Vivientes, desde luego tiene el potencial necesario para convertirse en el nuevo gran éxito de Kirkman.

Nos ha costado sangre, sudor y lágrimas, pero al final hemos podido disfrutar en España del cierre de una de los mejores cómics de superhéroes de todos los tiempos. Los seguidores de las aventuras de Mark Grayson llevábamos mucho tiempo conteniendo el aliento y guardando muy pocas esperanzas en la publicación completa de la obra debido a la por entonces mala salud de Aleta, la editorial que tuvo la visión de hacerse con los derechos de la obra creada por Robert Kirkman y Cory Walker. Sin embargo, el tablero editorial sufrió un golpe y ECC se hizo con los derechos al completo de Skybound Entertainment, el sello de Kirkman, y además de iniciar una nueva edición propia de la serie se comportó como una señora y completó la colección continuándola desde el punto en el que quedó con su anterior adjudicataria. Así, con tres años de retraso y coincidiendo con su adaptación televisiva en Amazon, finalmente hemos podido disfrutar de la conclusión de esta maravillosa historia.

Invencible nació allá por el ya lejano 2003, un año en el que un desconocido Robert Kirkman grababa su nombre en la historia del cómic no solo con esta serie, sino también con Los Muertos Vivientes. Junto a Cory Walker primero, pero casi siempre con el espectacular Ryan Ottley al frente del dibujo, hemos vivido todo el crecimiento de Mark Grayson como superhéroe en un universo en el que, a diferencia de lo que Marvel y DC nos tienen acostumbrados, los actos tienen consecuencias reales. Una serie que ya es historia, con un final a la altura de su nombre.

No sabemos si el enésimo intento de crear un nuevo universo compartido lleno de gente con superpoderes tendrá éxito a largo plazo o no, pero sí os podemos asegurar que The Resistance, el tomo que da el pistoletazo de salida al intento de la editorial AWA, es uno de los cómics que más disfrutamos a lo largo del año pasado.

Escrita por dos autores míticos como lo son J. Michael Straczynski y Mike Deodato Jr., el tomo de The Resistance publicado por Panini Cómics en España recopila la miniserie de seis números cuya historia guarda asombrosas e inquietantes similitudes con el mundo real. En ella, se nos contará cómo un virus desconocido comienza a extenderse por todo el planeta de manera implacable hasta exterminar a la mayor parte de la humanidad y conceder poderes de variada índole a algunos de los pocos supervivientes restantes.

De este modo, Straczynski y Deodato Jr. nos presentan un drama a escala global en el que una narración medida al milímetro pone en marcha el preciso mecanismo de relojería sobre el que pretende asentarse un universo compartido entero. Y sí, en ese universo compartido hay superpoderes, pero aquí quedan en un segundo plano para beneficio de una trama que pone el foco en un desarrollo realista de la situación y los problemas sociales derivados de un trauma colectivo de semejante escala.

A lo anterior se le añade la hermosa prosa de Straczynski y el dibujo de Deodato Jr., quien se acoge con especial hincapié a su estilo fotorrealista para ofrecer un apartado gráfico apropiado para la historia que se cuenta, pero demasiado estático para el gusto de algunos lectores.

Como comentábamos, el arranque de esta nueva editorial dirigida por figuras de tanto renombre como Axel Alonso o Bill Jemas nos ha dejado con un gran sabor de boca. Si a esto le sumamos que otros dos de los cómics de AWA que nos han llegado a España este año también han gustado mucho entre la redacción de Zona Negativa (American Ronin y Bad Mother, aunque esta última al final se ha quedado fuera del top), la situación nos invita a ser optimistas y esperar con ganas las siguientes propuestas que nos lleguen.

Se hizo de rogar, pero recordaremos que 2021 fue el año en el que Panini trajo a librerías el desenlace de la estupenda Kill Or Be Killed. Una de las mejores parejas de baile en el mundo de las viñetas, Ed Brubaker y Sean Phillips, vuelven a complicarnos la vida a la hora de elegir un único cómic suyo. Si bien es cierto que en los trabajos que comparten ambos autores encontramos comunes denominadores, cada obra tiene alma propia.

Por ejemplo, que el protagonista sea un perdedor, es tónica habitual en la etapa noir de Bru. En esta ocasión, un potencial suicida (Dylan) acaba sobreviviendo a su propio plan para transformarse en un justiciero urbano. Todo esto podría sonarnos demasiado si no fuera porque Dylan escucha a un demonio en su cabeza que le obliga a matar a gente malvada.

De esta guisa, no es de extrañar que los últimos números de Kill Or Be Killed transcurran en un hospital psiquiátrico. La fina línea de la locura estará en entredicho hasta las últimas páginas, pero la acción y los tiroteos tendrán su lugar especial.

Como ha demostrado a lo largo de su carrera, el dibujo de Phillips encaja cual zapato en Cenicienta con la prosa de Brubaker. El inagotable talento de ambos genera un final (o finales) que dejarán satisfechos a todos esos amantes de los personajes con mala fortuna. Por si esto fuera poco, la propia interpretación que le demos como lectores variará el resultado. Yo no quise escribir estas líneas, pero un oscuro ser amenazó con atormentarme si no lo hacía…

La espera valió la pena y este controvertido 2021 nos trajo uno de nuestros regalos más deseados. Sin lugar a duda, Lazarus se ha convertido, por méritos propios, en una de las mejores series del panorama independiente. Como comentábamos en la reseña que podéis leer aquí, hacía dos años que habíamos podido leer el especial X+66 y más de tres del tomo cinco.

Hasta entonces, sin centrarse demasiado en el pasado, se nos proporcionaron las pinceladas suficientes para entender el marco que se nos presenta. Las guerras y las pandemias terminaron con la vida de cientos de millones de personas y las migajas se las repartieron entre unos pocos. La tensión es una constante y las escenas de acción son llevadas a cabo por Michael Lark con brillantez, sin desmerecer el trabajazo de Santi Arcas encargado de poner color al asunto. Es en estos momentos de violencia cuando los autores no se guardan nada y la brutalidad inunda las páginas. El mundo es un lugar hostil y despiadado en el que prima la incertidumbre y el espionaje industrial es uno de los crímenes más graves que se definen. La esperanza ni está, ni se le espera.

¡Qué decir de Forever! La enésima protagonista femenina de Greg Rucka con un carisma y potencial como pocas veces hemos visto. Tras un buen salto temporal, el Lazarus de la familia Carlyle deberá enfrentarse a amenazas procedentes de otras Casas, pero algo huele a podrido en su propio hogar. El cliffhanger final es la guinda a un delicioso pastel que cuenta con elementos comunes a Juego de Tronos. Intrigas políticas y traiciones familiares con tal de conseguir el tan ansiado poder. Si aún no lo habéis hecho, levantaos y leed.

Como no podía ser de otra forma, Greg Rucka aparece, nuevamente, como uno de los mejores autores del año. El tercer tomo en rústica abre un nuevo arco titulado La ascensión que pondrá contra las cuerdas a la protagonista. Es Rowan Black (aunque desconozcamos su nombre verdadero) un auténtico personajazo de esos que Rucka adora construir. Una mujer que tiene la particularidad de combinar su profesión de detective en la policía con algo que lleva encarnando varias vidas: ser bruja.

La forma de arrancar que tuvo Black Magick nos quedó pegados a sus páginas. De un aquelarre pasamos a un secuestro en el que descubríamos que algo no iba bien. Demasiadas muertes alrededor de Ro llamaron la atención de Asuntos Internos y su compañero comenzó a sospechar de ella. Sometida a una gran presión, Black irá perdiendo el control poco a poco de su inmenso poder, dejando a un lado la responsabilidad.

Nicola Scott hace un trabajo encomiable en el dibujo, explotando al máximo las expresiones de sus personajes. El color sepia utilizado funciona a las mil maravillas y solo es interrumpido por otras tonalidades cuando la ocasión lo merece.

Las brujas y sus cazadores parecen librar una guerra sin fin, pero algo ha cambiado. Seres procedentes del averno parecen querer jugar la partida y ser jueces de la misma. Cada número de Black Magick se devora e un santiamén por muchas guardas que el cómic tenga. Los cliffhangers están a la orden del día y la tensión presenta un constante in crescendo. Si te gustan las tramas policiacas con tintes fantásticos, no lo dudes, esta es tu serie. Eso sí, para romper el hechizo de la impaciencia, deberás lanzar el conjuro de la resignación…

Faithless es simultáneamente la serie más cachonda y la serie más siniestra que uno puede encontrar en las estanterías. Y una de las mejores. Si en el primer tomo la joven Faith, iniciaba una relación con el diablo y su hija, una relación que le garantiza un inigualable frenesí sexual y una creatividad sin parangón, en el segundo tomo, publicado el año pasado, la artista empieza a ser consciente de quiénes son sus amantes… y le abre sus brazos al mal. Aunque con ello se encamine a su perdición.

Brian Azzarello y Maria Llovet continúan desarrollando una de las historias más inspiradas de su carrera. Un relato sin tabús, que aborda temas poco habituales en el indie americano, con momentos que conjugan un erotismo sublime con un terror que hiela la sangre. Al hacerse más evidente la naturaleza del diablo y su hija, del mundo al que Faith ha entrado, los dos autores dejan de lado cualquier atisbo de moderación que tuviesen en el primer volumen. El segundo acto de Faithless es más explícito, más retorcido, más desafiante, más repulsivo. Más fascinante. Lo que no ha cambiado respecto al primer volumen, claro está, son los excelentes diálogos de Azzarello, naturales y concisos, ya que le bastan pocas palabras para explorar ideas complejas. Y el impresionante dibujo de Llovet. Sin ella, este cómic no sería posible. Sensual, único, bello, escalofriante… no hay suficientes adjetivos para describir el tremendo impacto que tiene su trabajo sobre el lector y la obra. Cada página suya está dotada de un enorme poderío visual, de una capacidad de transmitir ideas y sensaciones que pocos rivales encuentra.

Este segundo volumen concluye con un cliffhanger de los buenos, de esos que animan a leer la continuación, Faithless III, con la que concluirá la serie. Tendremos que esperar hasta mediados de este 2022 para saber qué le ha sucedido a Faith. No obstante, incluso sin cliffhanger de por medio en la redacción estaríamos contando los días hasta la publicación de ese tercer volumen. Una serie con una calidad tan alta incita a leer una o más continuaciones.

Nos gustan los monstruos gigantes, eso es así. Cuando supimos que James Harren estaba trabajando en una serie propia dentro de Skybound Entertainment, teníamos claro que como mínimo el dibujo nos atraparía. El co-creador de Rumble ya nos había enamorado con las aventuras de Rathraq y su plétora de enemigos demoniacos, pero nos quedaba la duda de cómo se defendería como escritor. La respuesta ha sido un tremendo puñetazo en la jeta, más o menos del tamaño de un camión. Porque Ultramega es una cosa grandiosa.

Editada en España por ECC apenas un mes después que en EEUU, la serie nos lleva hasta una Tierra en momentos complicados debido a un virus espacial recién llegado que convierte a sus víctimas en horrorosos y gigantescos kaijus. La única línea de defensa de la humanidad son los Ultramega, guerreros dotados con el poder de hacerse igual de enormes y encargados de mantener a raya a las peligrosas bestias. Partiendo de este aparentemente simple argumento, Harren comienza a retorcer su universo y a llevarnos por caminos insospechados que mezclan el género post-apocalíptico con los monstruos y la ciencia-ficción, todo ello ilustrado con una grandiosidad y un dinamismo como solo este artista podría lograr, acompañado por el siempre brillante color de Dave Stewart. Ciudades arrasadas, criaturas grotescas y combates colosales son solo la punta del iceberg de Ultramega, un trabajo que nos ha enamorado por completo en la redacción y que nos podemos esperar a ver cómo continúa después de su inesperado final. Podéis tener claro que James Harren ha llegado para quedarse.

Sabíamos que esta serie estaba siendo todo un bombazo en el mercado norteamericano y las inevitables bromas iniciales en torno a su título en español no impidieron que una euforia similar se desatara en el mercado español a su llegada. Con guion de James Tynion IV, dibujo de Werther Dell’edera y color de Miquel Muerto, Hay algo matando niños ha sido el cómic independiente de moda de este 2021.

Esta serie de aventuras con toques de terror no solo supone la consolidación de BOOM! Studios como una de las editoriales más potentes del mercado norteamericano en la actualidad, sino también la consolidación de James Tynion IV como uno de los guionistas más punteros de la industria, y es que, si bien ya era considerado por muchos como un guionista de alto nivel, lo cierto es que hasta ahora le faltaba esa obra de referencia que diera la campanada en todos los sentidos.

Hay algo matando niños es una serie que atrapa al lector desde sus primeras páginas gracias a sus grotescos giros de guion y a un ambiente hechizante que nos invita a descubrir los misterios que se esconden tras estas páginas. Reflejo de todos estos elementos es el personaje de Erica Slaughter, una de las protagonistas de la historia cuyo característico diseño llevó a Planeta Cómic a regalar su pañuelo a aquellos lectores que se hicieran con la primera edición del segundo tomo.

Con un prometedor inicio que augura un enorme potencial, todo apunta a que estamos ante una serie que llegará a una cifra de entregas bastante alta que ya cuenta, incluso, con un spin-off titulado House of Slaughter (que todavía no ha llegado al mercado español). Si a eso le sumamos la noticia de una futura adaptación televisiva por parte de Netflix, el panorama de este cómic no puede pintar más brillante.

Su publicación se ha hecho esperar durante casi una década, pero el reinicio de Las Tortugas Ninja que IDW Publishing puso en marcha en 2011 por fin está disponible en español de la mano de ECC Ediciones; y quienes hayan seguido la serie hasta el momento habrán podido comprobar que la editorial española va a por todas con esta apuesta con la que se atreve a publicar ni más ni menos que un tomo de unas 200 páginas cada dos meses, aproximadamente.

Al timón de la serie nos encontramos al propio cocreador de la Tortugas, Kevin Eastman, y a Tom Waltz, quienes se han encargado de trazar las líneas de una extensa trama original con el objetivo de ofrecernos la que posiblemente sea la mejor historia protagonizada por los ninjas adolescentes más famosos del mundo hasta la fecha.

El potencial de esta franquicia por fin se explota como se merecía con una gran historia repleta de personajes tridimensionales, conflicto emocional bien desarrollado y momentos climáticos capaces de dejar con la boca abierta. A esto se le suma un apartado gráfico que, pese al baile de dibujantes entre tomo y tomo, consigue mantenerse a un buen nivel en todo momento y ofrece una interesante revisión tanto de los diseños más icónicos como de la estética general de la franquicia, que recupera un poco de ese estilo callejero de la serie original sin perder de vista el dinamismo y la espectacularidad.

Perfecto tanto para los fans más veteranos como para nuevos lectores, este entretenidísimo espectáculo nos presenta a unas Tortugas Ninja más en forma que nunca y recuerda a sus lectores por qué estos personajes se hicieron populares en casi todos los rincones del globo. Eso sí, tened en cuenta que la serie, incluso al acelerado ritmo de publicación actual, va para largo.