Top Ten: Batman, The Animated Series

Pese a que las adaptaciones de imagen real a la gran pantalla son un campo todavía por explorar, plagado de tantos aciertos como fracasos, la simbiosis entre el comic y las series de animación está tan arraigada que estas últimas se han convertido prácticamente en un género en si mismo. Tanto es así, que es muy probable que los más viejos del lugar recordéis con cariño ejemplos como la serie de animación clásica de Superman o el Amazing Spider-Man de los 80 así como otras de méritos más discutibles como Spider-Man y sus Asombrosos Amigos o los Superamigazos mientras que otros más jovenes probablemente os habréis criado con otras como cualquiera de las tres recomendables series animadas de los X-Men, Iron Man y su cañera segunda temporada (aquella con la que os salió pelo en el pecho mientras escuchábais su intro), la Liga de la Justicia Ilimitada, los todavía candentes Vengadores: Los Héroes más Poderosos de la Tierra, las diferentes encarnaciones de los Jóvenes Titanes y la Young Justice o cualquiera de las series de Spider-Man de las que hemos podido disfrutar desde los noventa hasta la fecha actual (dejando bien claro que dentro de «cualquiera» quedan automáticamente excluidas la cosa aquella en tres dimensiones que produjo la MTv y, por supuesto, Spider-Man Ilimitado).

Eso por no hablar de otras que reinventaban completamente el marco de los personajes ya fuera trasladándolos a un entorno completamente nuevo entre los que podíamos encontrar desde dimensiones alternativas a futuros lejanos (hablamos de Phantom 2040, por supuesto). Y mejor dejemos las series cuyas fuentes de inspiración beben directamente del comic como fue el caso de la añorada Buffy Cazavampiros de Josh Whedon, porque si no podríamos escribir toda una encíclica en relación con este tema.

Pero si hay una serie que marcó historia haciendo de las series de animación basadas en comics de superhéroes algo más que una curiosidad fue sin duda Batman: The Animated Series, donde dos genios del talento de Paul Dini y Bruce Timm rehacieron completamente el universo del Señor de la Noche para crear un mundo irresistiblemente noir embebido por el espíritu del cine de los años cuarenta y cincuenta con el que en numerosas ocasiones llegaron a superar la fuente original. Aprovechando el estreno del cierre de la trilogía fílmica de Christopher Nolan inspirada en el Caballero Oscuro, tiramos de la nostalgia para rememorar algunos de los mejores de estos capítulos gracias a los que disfrutamos de una visión tan personal e interesante como la que actualmente podemos saborear gracias al director de Memento.

No están todos los que son y probablemente más de uno tengáis los vuestros propios. No dudéis en exponerlos sin ningún tipo de tapujo evitando soltar cualquier suerte de SPOILER sobre el último estreno en nuestras pantallas, que para eso ya tenéis el post de nuestro compañeros Juan Peña. Dicho todo, entremos en materia con nuestra selección:

15. Baby Doll: Centrada en una antigua estrella infantil -claramente inspirada en Shirley Temple- con un extraño desorden fisiológico que le impide crecer, en este episodio podemos encontrar a grandes rasgos las principales características del Batman de Dini y Timm destacando especialmente por un acertado contraste entre el carácter ligero y colorista del cartoon clásico con una lóbrega vuelta de tuerca que los arrastra hasta los domios del cine de terror, ciencia ficción y noir psicológico de los últimos años del cine en blanco y negro. Un mundo de tonos oscuros netos cubierto por una perenne capa de antiguedad en el que dormitan juguetes rotos deformados con el paso del tiempo esperando a reclamar su venganza contra esa sociedad severa e implacable a la que culpan de sus penas.



14. La Conspiración de la Capa y la Capucha: Josiah Wormwood es un implacable mercenario conocido por trazar meticulosas trampas que desafían incluso a la más escurridiza de las víctimas. Con un historial sin tacha como carta de presentación, es contratado por un jefe criminal de Gotham con un objetivo muy particular: Arrebatarle a Batman su capa y su capucha. Relato ejemplar para tener una imagen muy clara de la capacidad de la serie para crear fascinantes historias autoconclusivas de apenas 20 minutos de duración.



13. Sueños en la Oscuridad: Es una noche como otra cualquiera en el Asilo Arkham. Los doctores revisan uno tras uno a los pacientes hasta llegar a uno con una patología muy especial. ¿Su nombre? Batman. Con este contundente arranque nos dejaría pegados al asiento uno de los mejores enfrentamientos entre el Señor de la Noche y el Espantapájaros cuyo legado puede palparse incluso en la primera entrega del Batman de Nolan.



12. Alas de Piel / Terror en el Cielo: La serie empezó su andadura con un capítulo con una cinemática brillante con el que dejó bien claras sus virtudes. Dessde esos cielos de Gotham teñidos en rojo y amarillo hasta los ambientes lóbregos por los que se movía el señor de la noche hasta unos villanos con un fuerte componente trágico que parecían salidos de un relato de terror gótico. Sin que nunca haya sido una amenaza excesivamente destacable en los comics (o un servidor nunca lo ha leído como tal), Dini y Timm consiguieron convertir al alterego del Doctor Kirk Langstrong en un brutal paradigma del mito del Doctor Jekyll & Myster Hyde. Si el capítulo de su presentación puso el listón muy alto, su secula demostro que los logros de este equipo no eran mera flor de un día y que nos encontrábamos ante una serie in crescendo.



11. El Hombre que Mató a Batman: Sidney es un delincuente timorato y apocopado con muchas papeletas para convertirse en carnaza anónima dentro de las continuas guerras entre clanes mafiosos. Con una vida miserable y una torpeza única para los negocios del crimen, su suerte cambiará por completo cuando accidentalmente se convierta en el hombre que mató a Batman. Con sus manos empapadas por la sangre del señor de la noche, la leyenda de este criminal de poca monta crecerá entre el hampa atrapándolo en una situación que lo excede por completo.



10. Corazón de Acero / Alma de Silicio: La creación de vida artificial a través de la robótica y el conflicto innerente de convivir con una nueva especie nacida por nuestra mano y obra ha sido un tema largamente explorado en la ficción por medio de sus diferentes plataformas. Desde Frankenstein hasta Metrópolis o Isaac Asimov, en la serie de animación se convertiría en el tema central de una saga de dos números más una posterior secuela. Y si la saga original ya planteaba buenas maneras gracias a un agradable sabor a serie B de ciencia ficción clásica, la secuela lo superaría con creces por medio de la trágica historia de aquel Batman robótico determinado a demostrar que era el auténtico Batman.



9. Amor Loco: Aunque la historia nació originalmente en otro medio, serí imposible hablar de Batman: The Animated Series sin referirnos a él. Escrito por Dini para la colección de comics inspirada en la serie de animación, fue posteriormente trasladada a la pequeña pantalla con una fidelidad cuasi impecable. El creador de la serie se adentraba en el personaje de su creación Harley Quinn, narrándonos tanto su pasado como su complicada relación cuasi fanática con Joker. Una divertidísima historia en la que la sicaria y ¿amante? de Joker intenta ganarse empecinadamente el aprecio del desquiciado payaso del crimen aunque para ello tenga que acabar con la vida de Batman.

8. Corazón de Hielo: Paul Dini y Bruce Timm parecieron aprender a la perfección la lección de Tim Burton teniendo muy claro que no había porque limitarse a seguir al pie de la letra aquello que habíamos leído en los cómics cuando existe la posibilidad de coger los conceptos fundacionales y elevarlos a una nueva dirección mucho más interesante. Un modus operandi que aplicaron a la hora de reciclar a muchos de los antiguos villanos del señor de la noche con resultados tan loables como el que nos ocupa. Hasta que pusieron sus manos sobre él, Mister Freeze no fue más que un científico loco del montón con una pistola capaz de congelar a la gente. Gracias a la serie, Victor Fries se revindicó como una figurá trágica como un experto en criogenización obstinado en salvar la vida de su esposa. Como una suerte de relato de navidad triste con cierto ramalazo entre Walt Disney y el mito de Orfeo, el gélido villano se convirtió por primera vez en un personaje a considerar. O al menos, hasta que Joel Schumacher y Arnold Schwarzenager volvieron a hundirlo en la miseria.



7. Un Favor para el Joker: Charles Collins es un tipo corriente con una vida no más especial que la de cualquier otro hasta que tiene la desgracia de cruzarse en el camino del Joker. Conduciendo imprudentemente mientras se dirige a su trabajo, Charles comete la temeridad de insultar a quien no debía quedando irremediablemente atrapado en las garras del payaso, quien decide perdonarle la vida con la promesa de que cuando menos se lo espere, lo visitará para que le devuelva el favor. Todo un clásico dentro de los nada desdeñables capitulos protagonizados por el Joker de Mark Hammil en el que se nos ofrecía una magnífico retrato de la retorcida mente del villano a través de las miserias de un hombre normal y su familia para escapar indemnes de sus diabólicas y absolutamente gratuitas maquinaciones.



6. Dos Caras: Episodio en dos partes mediante el que los creadores de la serie se adentraron en la mente del fiscal del distrito Harvey Dent durante su proceso de transformación en Dos Caras para ofrecernos uno de los primeros -y más interesantes- acercamientos a los desordenes mentales que se haya hecho desde la animación. Tan aterrador como trágico, la caída en los infiernos del implacable defensor de la justicia de los tribunales de Gotham dejaría huella en los espectadores de la época convirtiéndose inmediatamente en uno de los clásicos de la serie. Y si con esto no os basta, también os podemos dejar con un pequeño bocado de las piezas musicales compuestas por Shirley Walker para el capítulo, una muestra más del mimo con el que estaba cuidado cada uno de los elementos de la serie. Cuidado con las imágenes que pueden tener spoilers del episodio.



5. Casa y Jardín: Tras una larga carrera como criminal, Hiedra Venenosa decide retirarse para disfrutar de una idílica vida junto a su agente de la condicional y sus dos hijos. Un amargo relato sobre la imposibilidad de la redención y los sueños rotos con un marcado ahorma a los años cincuenta de esos que dejan huella irremediablemente en el espectador. Perturbador como él solo, resulta francamente difícil pensar en un relato que defina mejor la naturaleza de la complicada villana o mejor retrato de cualquier villana en general.



4. Cara de Barro / Avalancha de Barro: Si con Corazón de Hielo Dini y Timm consiguieron convertir a un pintoresco villano arraigado en la Silver Age en una fascinante figura trágica, con el tríptico protagonizado por Cara de Barro llevaron estos logros un paso más allá. Fusionando las distintas versiones del villano para dar vida a un personaje completamente nuevo, el duo convirtió a Matt Hagen en una suerte de Fantasma de la Ópera moderno. Un actor de Hollywood que, tras vivir tiempos mejores, haría tratos con quien no debía para mantener su aspecto convirtiéndose en la monstruosa aberración que conocemos. Con la voz del imprescindible Ron Perlman para darle todavía más fuerza, el personaje protagonizaría algunos de los mejores episodios de la serie gracias a su combinación entre una desgarradora historia centrada en el drama de Hagen y unas cualidades cinemáticas que le permitieron brindarnos varios enfrentamientos para el recuerdo.



3. Casi le Pillo: Clásico indiscutible de la serie, en el podíamos ver a cinco de los más implacables enemigos de Batman reunidos en torno a una mesa de póker mientras cada uno de ellos narraba distintos enfrentamientos con el señor de la noche en los que casi lograron acabar con la vida del jurado protector de Gotham. Nuff said. Un relato de los que crean afición con un final inolvidable que por justicia debería estar incluido entre los grandes clásicos del personaje en cualquier medio que se precie.



2. La Máscara del Fantasma: El Batman de Tim Burton, el Batman de Christopher Nolan y la Máscara del Fantasma. La sota, caballo y rey de las adaptaciones fílmicas del personaje entre las que probablemente se encuentre tres de los mejores acercamientos que haya tenido Batman en toda su historia. En el caso de la que nos ocupa, Dini y su equipo dieron el do de pecho para convertir una historia tanm mediocre como Año Dos en un apabullante relato sobre la venganza incidiendo directamente en el legado del señor de la noche. Un misterioso asesino enmascarado está acabando uno tras otro con los principales jefes criminales de Gotham y las culpas no tardan en caer sobre Batman. Con la histeria contr el justiciero de la capucha apoderándose de toda la ciudad, Bruce Wayne deberá enfrentarse a un pasaje oculto de su pasado mientras todas las pistas conducen irrevocablemente a un catastrófico clímax final que pondrá patas arriba todo su mundo. Con un equipo en estado de gracia entre los que destacaría un Mark Hammmil absolutamente pletórico, llevaría horas y horas destacar todas las virtudes de la cinta, desde la mejor banda sonora que se haya compuesto nunca para una película de Batman hasta su magnética historia con momentos tan poderosos como el de la fotografía o el espectacular final. En resumidas cuentas, si todavía no la habéis visto no cabe en cabeza alguna que os hagáis llamar aficionados del personaje.

1. Perchance to Dream: Pese a que dentro de los gustos personales cada aficionado puede tener una cierta predilección hacia un capítulo u otro de una serie, existen algunos casos en los que un capítulo concreto alcanza tal grado de significancia que se convierte de forma casi unánime en la referencia para la práctica mayoría de los seguidores de la misma. Así por ejemplo, es imposible mencionar Buffy sin citar Silencio de la misma forma que es imposible referirse al Principe de Bell Air sin recordar los desmadres de las últimas temporadas con el accidentado viaje de Will y Carlton a Las Vegas a la cabeza. En lo referente a Batman: The Animated Series es muy probable que haya disparidad a la hora de elegir el mejor episodio, pero también es muy seguro que la mayoría coincidáis que el que aquí nos atañe probablemente esté entre los mejores. Bruce Wayne despierta en su mansión como cualquier otro día cuando le asalta la sensación de que algo va terriblemente mal. ¿Por qué Alfred no parece saber nada sobre su identidad de Batman cuando él le hace referencia? ¿Cómo es posible que haya desaparecido la Batcueva? La respuesta a tal misterio puede ser una bomba que amenaza con demoler los últimos restos de su cordura.

También podríamos citar otros cuantos como aquel Cierra los Ojos al Mal en la que un divorciado ladrón con traje de invisibilidad se convertía en el «amigo imaginario» de su hija, Versiones Contradictorias con ese sabor puramente Kurosawa, la entrañable Leyendas del Caballero Oscuro, episodios tan ejemplares como La Fiebre del Arañazo del Gato y La Luna del Hombre Lobo o esa joya dedicada al impagable Alfred de la serie como fue El León y el Unicornio. Y seguro que nos olvidamos de unas cuantos más, pero esas os los dejamos ya a vosotros.