Top ZNIndie: Lo mejor del cómic independiente norteamericano en 2020

Lo de las ediciones gigantescas, con colores espectaculares, con papel de tanto gramaje que casi cuesta pasar las páginas y con esas preciosas tapas duras cuyo lomo queda tan bien en las estanterías está genial; pero a veces, hay quien prefiere leer y ya está. Leer muchas cosas buenas, quizá no tan, tan bonitas, pero sí notablemente más baratas. A veces, viene bien dejar los cómics ultralujosos a un lado y optar por una edición más económica que te permita leer hasta hartarte sin que tu cartera acabe agonizando. Y si encima esa edición económica trae de vuelta una de las mejores obras de la historia del cómic independiente norteamericano para que todo el mundo pueda acceder a ella con mayor facilidad, lo único que queda es maldecir a las estúpidas mostrorratas por haber tardado tanto en volver.

Bone, el aclamadísimo clásico de Jeff Smith, combina de forma magistral la épica y el humor para dar como resultado una memorable epopeya que rebosa fantasía. Bone no recibía una nueva edición en tierras españolas desde 2011, pero eso ha cambiado con la llegada de este nuevo formato integral de Astiberri. Resalta sobremanera la brutal relación entre el número de páginas a todo color, 1376, y su precio, 45 €. Dicha relación supone uno de sus mayores atractivos y también uno de los principales motivos de crítica por parte de algunos lectores que no se fían mucho de la resistencia de un producto así. Sí, sabemos que puede asustar un poquito al verlo, pero, al menos por nuestra parte, y sin haber intentado mojar, serrar, quemar o lanzar el tomo por un vórtice hacia el Inframundo, por ahora aguanta como un «hueso» duro de roer.

No podía faltar en nuestro top una de las mejores ediciones que han salido este año, sobre una de las mejores historias que nos está brindando Image en la actualidad, a saber, Clase Letal. Con un inmenso tamaño, de 20,5 por 31,3, para que podamos disfrutar del increíble trabajo de Wes Craig, desde Norma Editorial se nos presenta una reedición de auténtico lujo como pocas veces hemos visto en nuestro país. Papel de calidad, sobrecubierta llamativa para quien le guste y aquellos que prefieran un toque más fino en sus estanterías se pueden quedar con esa elegante cubierta en tapa dura que oculta. Una edición igual que la vista en Ciencia Oscura con un precio bastante competitivo para el tipo de tomo que tenemos en nuestras manos, de hecho sale más barato que la edición en rústica del mismo material. La editorial ha prometido más tomos de este tipo además de los dedicados a la figura de Rick Remender (recordemos que también se editó así Tokyo Ghost) y nosotros nos alegramos, aunque se reservan solo para aquellos dibujantes con calidad suficiente como para poder ser disfrutados a gran tamaño, y sin duda Craig es uno de ellos. ¿Qué no conocéis Clase Letal?, ¡Mal hecho!, esta es la mejor forma de iniciarse. Sigan leyendo, porque no es la única vez que veremos a esta serie en este top.

Ed Brubaker y Sean Phillips, Sean Phillips y Ed Brubaker. Pocos equipos creativos han existido con tal nivel de compenetración y excelencia en el mundo del cómic como el formado por estos dos titanes de las viñetas. Siempre acompañados por una fina neblina de humo de cigarrillos sin filtro y un revólver dentro del bolsillo de una desgastada gabardina, este dúo nos ha regalado a lo largo de años y años una producción literaria envidiable entre las que se encuentran algunas de las mejores obras de género negro. Una sociedad que parece que aún está muy lejos de poner punto y final a sus andanzas viendo todos sus nuevos proyectos. Es lógico pues que si vemos reeditada una de sus grandes obras, nos veamos obligados a señalarla una vez más como lo mejor del año.

The Fade Out es probablemente una de las colaboraciones más majestuosas de Phillibaker. Publicada originalmente como una miniserie de 12 números, la obra nos sumerge en medio del Hollywood dorado de los años 40 para narrarnos las desventuras de un guionista que, tras una alocada fiesta angelina, se despierta en un piso junto al cuerpo sin vida de una de las actrices más importantes del estudio para el que trabaja. Una nueva incursión de la pareja de autores en el noir, teñida por las ostentosas luces de la Meca del Cine durante la época más legendaria de su historia. Una obra imprescindible que vuelve a estar disponible en formato deluxe integral y que sirve como perfecto regalo navideño.

Garth Ennis es muy bueno, pero cuando decide mezclarse con la guerra, es el mejor. El legendario guionista británico lo ha vuelto a hacer, y con Sara, de la mano del espectacular Steve Epting, nos ha regalado una de las historias más emocionantes del año. Además, en este caso hablamos de un regalo doble, pues con esta obra Panini inicia la publicación de los títulos de TKO Studios, una de las más recientes editoriales estadounidenses que más está llamando la atención gracias a obras como Sentient o esta misma que aquí nos ocupa.

Publicada originalmente en 2018, Sara nos pone en la piel de una francotiradora soviética que se encuentra en el gélido frente frenando el implacable avance de los nazis en su patria. Inspirada en la figura de Liudmila Pavlichenko, la historia que Ennis y Epting orquestan es una brillante clase magistral sobre cómo abordar el género bélico, con un relato emocionante y descarnado en el que guionista y dibujante demuestran un vasto conocimiento sobre la guerra. Un relato en el que, como es habitual en la producción del norirlandés, la acción y la tensión es genial, pero todo gira alrededor de la humanidad de sus soldados y la inhumanidad de aquellos que gobiernan y dictan quién debe partir al frente a morir por unos ideales vacíos. Puede que Ennis divida a los fans con su versión macarra y bestia, pero cuando se pone el uniforme de soldado no hay nadie que esté a su nivel.

Vault Comics nacía en 2016 como una editorial familiar, en 2019 Hidra comenzaba la publicación de sus obras en España, con Fearscape, y prometía que veríamos más. Es cierto que en este ya finalizado 2020 solo pudimos ver una, ¡pero vaya una! Costas Salvajes entra en nuestro top como una bala y de forma más que merecida, suponiendo una de las grandes sorpresas del año.

Publicada originalmente como una miniserie de cinco números, these savage shores narra una singular historia sobre un vampiro que se ve obligado a emigrar desde Londres a Calicut, pero lo que allí se encuentra no es lo que esperaba. Colonialismo, política, tradición, guerra y amor nos hacen dar una vuelta por la India, a finales del siglo XVIII, de la mano de Ram V, (Liga de la Justicia Oscura, Paradiso) que ofrece un guion maravilloso de principio a fin, y de Sumit Kumar (Batman, Ruin of Thieves) que realiza un trabajo muy fino, con una narrativa de corte clásico y un trazo hermoso. No es la primera vez que estos dos autores trabajan juntos y esperemos que no sea la última.

Desde que nos enamorara para siempre con su obra maestra Piruetas, la publicación de una nueva obra de Tillie Walden es una cita marcada a fuego en nuestro calendario. La autora de Austin es una fuerza de la naturaleza a la hora de crear cómics en los que la belleza es tanto explícita como implícita, y aunque su corta edad a veces nos haga pensar en ella como una promesa, la realidad es que ya se ha convertido en uno de los autores más destacados del cómic. Ediciones La Cúpula continúa trayéndonos sus trabajos con mimo y puntualidad, y este año le ha tocado el turno a ¿Me estás escuchando?, su último trabajo dentro de First Second Books en el que la artista realiza un nuevo álbum brillante lleno de intimidad.

Como si fueran dos versiones de ella misma, Walden nos relata el encuentro de Bea y Lou. Bea es una adolescente huyendo de su hogar por motivos ocultos, y tras toparse con Lou, una mujer conocida de su madre sumida en un viaje de autodescubrimiento, ambas comienzan juntas un viaje en el que por avatares del destino terminan buscando el hogar de un gato perdido cuyo pueblo de origen no aparece en los mapas. Walden se arroja así de nuevo al realismo mágico de sus primeras obras para contarnos una historia sobre soledad y superación, en la que las heridas pueden ser provocadas por dolorosos y fugaces traumas o por el imperceptible desgaste. Un poema lleno de color y preciosas imágenes oníricas que le ha valido a la autora un premio Eisner y dos nominaciones.

Así fue y será. Como si fuera un gran palíndromo, Matadero Cinco no tiene comienzo ni tiene final. En 1969, Kurt Vonnegut publicó esta nóvela satírica que con los años acabaría convirtiéndose en un clásico de culto de la ciencia ficción. George Roy Hill, director de El Golpe o Dos Hombres y un destino, se puso detrás de las cámaras en 1972 para realizar una adaptación que consiguió el Premio del Jurado en el Festival de Cannes. A pesar de su potencial, han tenido que pasar varias décadas para ver la historia de Billy Pilgrim en viñetas. La espera ha merecido la pena. Con los últimos latidos del fatídico 2020 este ejemplar editado por Astiberri, de manera maravillosa, llegó a librerías generando gran expectación.

El tándem formado por Ryan North y Albert Monteys roza la perfección en esta obra que se antoja imprescindible para todos los amantes del noveno arte. Tras ser abducido por una especie extraterrestre procedente del planeta Tralfamadore, la anodina vida del protagonista dará un giro de 180 grados. Este hecho tan insólito permitirá a Billy un viaje constante de idas y venidas a través del flujo temporal. De manera indeterminada, visitaremos distintos momentos clave en la vida del protagonista. La Segunda Guerra Mundial, en general, y el bombardeo de Dresde, en particular, son los eventos que dan nombre a esta auténtica joya que merece estar en toda colección que se precie. El artista catalán, tras Universo! y Solid State, completa su particular trilogía sci-fi, consagrándose como uno de los dibujantes más en forma del panorama internacional.

Los cómics que leemos no crecen de los árboles (bueno, el papel sobre el que se imprimen sí, pero ya nos entendéis). Detrás de cada grapa o tomo que nos llevamos a las manos se esconden incontables horas de trabajo por parte de sus creadores. Incontables horas de trabajo —habitualmente solitario— que algunos solo son capaces de sobrellevar gracias a la promesa de lo que ese trabajo supondrá algún día para los demás. En cierto sentido, su obra no es más que un emocional grito al vacío que espera desesperadamente que alguien lo escuche. En La soledad del dibujante, Adrian Tomine nos habla sobre este fenómeno y las implicaciones que conlleva a través de sus experiencias personales.

Estamos ante un ejercicio de brutal honestidad en el que el autor reflexiona sobre su propia trayectoria de dibujante de cómics desde una perspectiva crítica que resalta sus defectos e inseguridades, aunque siempre con un enternecedor fondo de humanidad. La soledad del dibujante transmite un mensaje tan significativo que su lectura resulta extremadamente recomendable para todo escritor, dibujante o artista de cualquier tipo que se preocupe activamente por su labor creativa. Y además, la edición, como si de una libretilla sobre la que se han dibujado unos cuantos garabatos se tratase, es una delicia que encaja a la perfección con el espíritu de la obra.

Pues sí, lo dijimos antes y aquí está, la serie más votada de este top es Clase Letal. Rick Remender y Wes Craig repiten en este top en parte gracias a la calidad de su reedición, mencionado más arriba, pero también por su interior. Pasan los años pero esta serie nos sigue encandilando, de hecho en este 2020 solo ha visto la luz un tomo en España, el octavo, pero eso no hace que retroceda, solo hay que ver su comienzo donde Craig demuestra un manejo de la narrativa envidiable, unos diseños muy potentes y un trazo que dista mucho de ser habitual a día de hoy.

Los años pasan poco a poco en la escuela de artes mortales King’s Dominion, nuevos alumnos llegan y viejos vuelven, pero la trepidante historia de Marcus, María y Saya consigue tener a los redactores de Zona Negativa enganchados cual yonkis a su dosis, esperando que el noveno tomo asome la patita pronto por estos lares. Decir que es una historia única se queda corto. Una fantasía basada en vivencias reales, una obra con las que muchos se pueden identificar solo con salir un poco del imaginario, pero que además consigue atrapar con su acción. Vamos, todo un imprescindible del cómic actual.

La serie creada por Matt Fraction y Chip Zdarsky no podía faltar en este top ya que las aventuras lúbricas y sexualmente ilustrativas de la peculiar parhea formada Suzie y Jon, capaces de parar el tiempo cuando mantienen relaciones íntimas, han pasado con nosotros la friolera de siete años, despidiéndose con un muy adecuado número, caprichosamente rebautizado como el 69, el pasado octubre de 2020. La cabecera de Image Comics ha hecho las delicias de sus fans, también en nuestro país gracias a los tomos publicados por Astiberri mientras íbamos conociendo cada vez más las personalidades del dúo protagonista huyendo de la castradora Policía del Sexo.

Recordemos que entre la publicación del tomo 5 al 6 en Estados Unidos pasaron dos largos e interminables años, los mismos que ojalá nosotros no tengamos que esperar para despedir por todo lo alto una de las series independientes más originales, divertidas y atrevidas de los últimos tiempos con los imaginativos guiones de Fraction y el delicioso trazo de Zdarsky, dos autores con una química ¿sexual? desbordante cuando colaboran juntos. Si nada se tuerce dentro de poco podremos disfrutar al completo de una serie indispensable dentro del cómic estadounidense actual que ojalá deje una notable influencia en muchos otros proyectos de la misma naturaleza que hereden su desinhibido discurso.

La combinación de policial y terror sobrenatural es una que por vieja y repetida no deja de funcionar. Y si a esta la interpretan y llevan a cabo la dupla autoral de Greg Rucka y Nicola Scott, el resultado es todavía mejor. Eso interpretamos buena parte de este equipo indie de Zona Negativa al leer el segundo tomo de Black Magick que vio la luz en nuestro idioma a comienzos de este 2020.

Con El Despertar II se redondea el arco argumental introductorio que presenta a Rowan Black, detective y heredera de un extenso linaje de brujas, siendo atravesada de repente por las dos facetas de su vida que se pondrán en tensión. Esto es manejado de manera muy efectiva por el guionista, sosteniendo el suspenso y el interés cautivo a lo largo de los capítulos valiéndose de los tópicos del género para utilizarlos a su favor. El arte acuarelado de la dibujante con sus colores mágicos en digital hacen todavía mejor a este cómic,sumando al drama de la historia y al disfrute visual.

Seguramente hablaremos de Black Magick también a lo largo de 2021 tras continuar su andadura en la publicación original de Image Comics y con un tercer tomo pronto a salir, tan necesario desde el momento en que se leen las últimas páginas de este volumen y con tanto por desarrollar en este universo místico.

No sabemos si será por las atractivas tramas que se le ocurren, su capacidad para escribir a personajes con los que el lector empatice o esa manía tan obscena que tiene de terminar cada número con un cliffhanger de los que te dislocan la mandíbula, pero el caso es que Brian K. Vaughan arrasa con cada nueva obra que saca. Con Paper Girls, el autor superventas se subió al carro de la nueva fiebre ochentera que brotaba alrededor del mundo y, acompañado de un maestro del dibujo como lo es Cliff Chiang, nos trajo esta apasionante serie.

Paper Girls mezcla nostalgia, misterio y ciencia ficción para contarnos la historia de cuatro repartidoras de periódicos que se topan por sorpresa con la noticia más importante de todos los tiempos. El cómic cuenta con un total de 30 números; no obstante, su descompresión narrativa y lo mucho que engancha la hace apta para zampársela prácticamente de una sentada, si se tienen un día entero libre y muchas ganas de leer. Publicada originalmente por Image Comics, la serie ha concluido este año en España de la mano de Planeta Cómic, tanto en su formato de grapa individual como en el de tomos recopilatorios.

John Layman es un autor que huye de convencionalismos con un estilo único. Solo por eso, cualquier cómic que lleve su firma merece una oportunidad. Outer Darkness es una refrescante space opera con tintes de terror cósmico cuya mejor virtud es su ritmo endiablado. El capitán Joshua Rigg y una tripulación compuesta por personajes de lo más variopinto son quienes realizan este viaje estelar a bordo de la nave Caronte. Gracias al peculiar dibujo de Afu Chan, Layman consigue que la lectura de este Outer Darkness resulte ser un auténtico chute lisérgico. Con bastante mala baba, el humor negro utilizado en el cómic nos sacará más de una sonrisa.

Publicado en España por Planeta Cómic, este producto del sello Skybound está orientado a un público adulto. Sangre, desmembramientos, sacrificios, exorcismos, posesiones… cualquier cosa que se os pase por la cabeza y otras que no os podéis imaginar (como tener un Dios ancestral como motor para la nave), Layman las mete en la coctelera y agita con fuerza para servirnos un menú deliciosamente imprevisible. Aunque es una mala noticia saber que la vida de Outer Darkness va a ser más breve de lo que podíamos esperar (tan solo 12 números), no menos cierto es que esto puede atraer a potenciales compradores indecisos. ¿Queréis un motivo más? Chew, la joya de la corona de John Layman, comparte universo en un cruce, a priori, imposible titulado simplemente Outer Darkness Chew. Cuenta con 3 números. No va más.

Evidentemente había una serie que no nos podía faltar este año, un hito en la historia del cómic moderno cuyo éxito propició el cambio del mercado, el primer paso al estallido actual del cómic independiente, el “cómo hacerse rico con un cómic en blanco y negro vendiendo los derechos, en tu posesión, a la televisión”. Evidentemente no podía faltar Los muertos vivientes.

Era julio de 2019 y en las estanterías de las librerías estadounidenses aparecía de golpe el último número de The Walking Dead, sin previo aviso, como le gusta hacer a su creador, Robert Kirkman, con muchas de sus obras. Llegó de forma inesperada y con un final muy cerrado, muy bien hilado, que dejaba una historia completa en 193 números. Este imprescindible del cómic actual, dibujado primero por Tony Moore y luego, en su mayoría, por Charlie Adlard, es de sobra conocida por todos como la mayor historia de zombis del noveno arte, aunque quedarse solo con eso nos sabe a poco. En este 2020, desde Planeta Cómics, hemos podido disfrutar de ese final en dos formatos, el tomo recopilatorio habitual y el integral de gran tamaño, hemos hablado de él entre nosotros, en dos podcasts y en textos, y la sensación es buena, muy buena. Ahora solo nos queda estar atentos a las nuevas series de Robert Kirkman, a las series que ya están en marcha y a la nueva edición de Los Muertos Vivientes, con ECC al mando de su publicación en España.

¿Existe mejor equipo en el panorama indie que el formado por Jeff Lemire y Andrea Sorrentino? Primero se ganaron nuestros corazones con su colaboración en Green Arrow, de lo poco destacable del relanzamieto de DC Comics a comienzos de la pasada década; posteriormente tomaron las riendas de Old Man Logan, justificando con su notable trabajo una cuestionable decisión de Marvel; y tras una breve pausa en la que desarrollaban otros trabajos, se han puesto manos a la obra con una interesante serie del Joker para DC y con Gideon Falls, de las mejores series en el catálogo de Image.

En los primeros números de Gideon Falls seguíamos a dos personajes bien distintos entre sí, un cura católico y un joven ermitaño, cuyos caminos estaban destinados a cruzarse por obra y gracia de un misterioso granero negro cuya presencia presagia solo desgracias. Este año la serie nos ha dado el encuentro que estábamos esperando ver, aunque no como imaginábamos, y también episodios cargados de imágenes surrealistas que solo Sorrentino es capaz de concebir. Hemos podido obtener respuestas a algunos interrogantes y muchas, pero muchas sorpresas. La serie ha tomado una dirección hacía la épica y la ciencia ficción que los primeros números no dejaban entrever, un cambio que podría haber mermado la calidad de la serie. Afortunadamente Lemire no pierde de vista qué hizo especial a los primeros números de la serie, no deja de lado los temas que exploraba, y el dibujo de Sorrentino continúa impresionando y transmitiendo sensaciones de confusión y desasosiego como muy pocos pueden hacerlo. Gideon Falls es de todo menos predecible, es tan solo una de las series del año.

Y se acabó. Tras cinco años de aventuras y dolor a lo largo y ancho del multiverso, las andanzas de la Liga Anarquista de Científicos llegan a su fin. En esta década de esplendor que ha vivido el cómic independiente estadounidense, sin duda alguna Rick Remender ha sido uno de los mayores culpables del éxito sin igual de Image Comics. El guionista californiano ha sido (y sigue siendo) una inagotable fuente de historias en las que siempre consigue conmovernos y sorprendernos a partes iguales, pero en los últimos años ha habido dos series en concreto que nos han cautivado: la ya mencionada Clase Letal y la que aquí nos ocupa, Ciencia Oscura.

Hace cinco años que conocimos a Grant McKay y a su equipo de dimensionautas, atrapados en un incesante salto entre realidades tras la avería de El Pilar, un artilugio capaz de transportar a sus usuarios al punto deseado del multiverso. A lo largo de nueve tomos hemos vivido una montaña rusa de emociones mientras sufríamos por el destino de nuestros pobres protagonistas mientras los hilos del multiverso se iban enredando más y más cada vez hasta poner en peligro la misma existencia. Este año Norma Editorial le ha puesto el punto y final a la serie, un último tomo en el que, con algún borrón concreto, Remender ha conseguido poner un broche de oro a una historia con sus picos y sus valles, pero que ha contado siempre con un dibujo absolutamente descomunal por parte de Mateo Scalera. El italiano nos ha deslumbrado con su desbordante imaginación, y su fantástico nivel no ha bajado del sobresaliente a lo largo de todos estos años. Ahora es el momento perfecto para ponerse al día con esta fantástica serie, a ser posible en la edición de lujo de Norma para enamorarse aún más de su dibujo, y disfrutar del artículo que le dedicamos hace poco.

A nadie se le escapa que Black Hammer es una de las mejores series superheróicas de los últimos años no pertenecientes a una de las dos grandes editoriales estadounidenses y una de las colecciones más extensas y exitosas del actual catálogo de Dark Horse Comics. Su pertenencia al género es tan poco ortodoxa como podría esperarse de un dúo de autores tan atípicos como el guionista Jeff Lemire y el dibujante Dean Ormston que empezando por la reclusión de seis ex superhéroes en una peculiar granja diez años después de haber salvado a Spiral City a manos del Anti-Dios.

Distintos arcos, spin offs o crossovers con la Liga de la Justicia Americana protagonizados por personajes como Abraham Slam, Golden Gail, Talky Walky, Barbalien, Coronel Weird, Libélula o roles más secundarios nacidos de la mente de dos autores que han conseguido crear un universo ficcional rico en matices y perfiles psicológicos, con el que rinden continuado tributo a las distintas eras de un medio como el del cómic por el que profesan reconocida admiración, confirman la calidad y el largo recorrido de Black Hammer un microcosmos en viñetas que, aunque no lo parezca, todavía tiene mucho que decir y numerosas historias que contar. Ahí estaremos al pie del cañón junto a Lemire y Ormston mientras sean capaces de mantener el alto nivel de su creación.

Y terminamos el top de este nuestro desventurado 2020 con un poco de calorcito para el corazón entre tantos jarros de agua fría. Susan, Esther y Daisy vuelven para enfrentarse a un final de segundo año universitario que les pondrá las cosas más complicadas que nunca en este octavo tomo de Giant Days. La entrañable serie de John Allison mantiene su nivel habitual, narrando magistralmente escenas que convierten lo cotidiano en lo más extraordinario del mundo y le muestran al lector la magia que aguarda tras cada pequeño gesto. En este caso, las tres protagonistas brillan como de costumbre mientras ven cómo su amistad se pone a prueba; algo duro para ellas, pero delicioso para los lectores que disfrutamos de sus espontáneas y divertidas formas de afrontarlo todo.

Desde el inicio de su publicación en España en 2017, Giant Days se ha mantenido como una encarecida recomendación que hacerle a prácticamente cualquier persona —lea habitualmente cómics o no— que, por rango de edad o situación personal, pueda sentirse directamente identificada con las protagonistas de esta historia. En la mayoría de casos, la respuesta es abrumadoramente positiva y deriva en que lectores de todo tipo se enganchen a una serie que no solo sabe cómo divertir estupendamente, sino que además está narrada con la delicadeza y el tacto necesarios para llegar con intensidad al corazón de su público. Para muchos, además de ser una obra muy divertida, también es una historia que se queda contigo, acompañándote con el paso del tiempo, casi como un buen amigo; y no hay demasiadas series capaces de dejar un calado así.