2020 será un año que no podrán olvidar Claudio Cerdan y Sergio Carrera, y es que mientras para muchos será el año del Covid – para ellos obviamente también – en su memoria dudo que puedan olvidar que también fue el año que lanzaron el crowfunding de Toxic Detective y que vieron su sueño de mecenazgo cumplido sobrepasando los 7.700€ necesarios para que viese la luz con más de doscientas aportaciones.
No quisieron que su sueño quedase en ver publicado su proyecto y una vez vio la luz se volcaron en redes sociales para llegar al máximo posible de clientes potenciales, acción de vital importancia en un mercado tan saturado de obras excelentes – y otras no tanto – que pueden terminar enterrando obras tan meritorias como esta. Que el cómic contase con frases promocionales a cargo de devoradores famosos de viñetas como el director de cine y presentador de televisión Santiago Segura o el chef y presentador de televisión Alberto Chicote, confesos devoradores de viñetas, o autores como Mark Waid, Eduardo Risso, Raule o Bill Reinhold les dedicasen también lindas palabras puso en el radar de muchos clientes potenciales esta obra, y menos mal, parafraseando a Claudio decía dejaba en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: “Os contaré algo que seguro que ya sabéis. #ToxicDetective llegó a las tiendas hace una semana. La avalancha de cómics mensuales hacen que las novedades tengan preferencia en las librerías. ¿Qué significa esto? Que puede que la semana que viene ya no lo tengan a la venta.Al ser una edición modesta con tirada pequeña, lo normal es que pronto empiecen las devoluciones y ya solo se pueda obtener bajo pedido, pero si funciona bien quizá los libreros lo aguanten. Por tanto, si os interesa nuestro cómic, compradlo cuanto antes y ganamos todos.” Da que pensar e insisto, es una pena que proyectos, y autores de un altísimo nivel no lleguen a cumplir su objetivo por la competencia que tienen en las librerías.
Volviendo a lo que realmente nos importa, ¿Qué es Toxic Detective? Estamos ante una historia de género noir y acción que perfectamente podría tratarse de un capítulo más del Criminal de Ed Brubaker y Sean Phillips y no desentonaría para nada por la calidad de su historia. Tenemos a un protagonista misterioso con una rara enfermedad que lleva por nombre sensibilidad química múltiple (SQM) y que convierte el hecho de salir a la calle y verse rodeado de bacterias y toxicidad en un episodio de supervivencia para el enfermo al perder la tolerancia a la sustancias químicas que conviven con el medio ambiente. Pero nuestro protagonista ha de salir, se ha de enfrentar a la vida real, ha de bajar a las sucias calles porque su interés amoroso, quien casualmente tiene la misma enfermedad, ha desaparecido de forma misteriosa. Es en el momento en que pone los pies en la calle que la acción alcanza momentos de auténtico vértigo, enfrentamientos, suciedad, … es en ese momento cuando el lector es consciente de que por desgracia lo que Claudio Cerdán y Sergio Carrera nos proyectan en las viñetas es terriblemente cercano a nuestra realidad, o al menos a una realidad que preferimos no ver ni sufrir.
Si el escritor de libros como “Cien años de perdón” (Versátil, 2014) o “La última palabra de Juan Elías”, Claudio Cerdán, sorprende por lo interesante y atractiva de la trama, por lo intenso de las escenas y lo afilado de los diálogos de los personajes. La labor del dibujante argentino Sergio Carrera no se queda atrás, en el se ven detalles del Alex Maleev que nos dejó boquiabiertos en Daredevil por su trazo sucio y un control absoluto del juego de luces y sombras, también encontramos cierto parecido a Tony Harris en los rostros de determinados personajes o situaciones, pero más allá de intentar buscar parecidos a autores creo que la voz de Sergio es lo suficiente propia y reconocible como para ofrecer un producto final con una personalidad apabullante y un nivel espectacular.
La edición en tapa dura y a tamaño cómic europeo hace que la obra destaque en las estanterías, una cuidada edición con un precio ajustado de 19,95€ que además de la historia cuenta a modo de extras con pin-ups de autores de primerísimo nivel como Renato Guedes, Vicente Cifuentes, Julián Tottino Tedesco, Eduard Torrents, Max Fiumara, Dani Goye, Claudio Sanchez Viveros o Edgar Max además de una introducción a cargo de David Galán Galindo, un texto de Claudio Cerdán desgranando detalles interesantes del proyecto, de la enfermedad SQM o de ciertos paralelismos con el Covid dándose la circunstancia de que la obra fue ideada mucho antes de que el virus cambiase nuestras vidas. También incluye varios bocetos a modo de making-of y un emotivo texto final de Sergio Carrera dedicando el proyecto a su padre y un listado final con todos los mecenas que han hecho posible este proyecto.
Toxic Detective es de esas obras que dejan poso y esperemos que sirva para lanzar la carrera de Claudio Cerdán y Sergio Carrera, con ella han tirado abajo las puertas y ahora solo falta que tengan un poco de suerte y o bien alguna editorial patria apueste por este tándem creativo – creedme es apuesta ganadora – o bien, se lancen con un nuevo crowfunding para su próximo proyecto. De una forma o de otra ahí estaremos para hacernos eco, se han ganado a pulso que pongamos la atención en cualquier próximo proyecto en el que aparezca su nombre.
Lo mejor
• El guión de Claudio Cerdán con un trama bien hilvanada y unos diálogos espectaculares.
• El impresionante trabajo de Sergio Carrera a quien a buen seguro muy pronto se lo rifarán las grandes editoriales.
Lo peor
• Sin ánimo de buscar fisuras en una historia notable quizás el cierre es algo apresurado o habría necesitado de alguna página más redondearlo.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Brillante
Toxic Detective resulta una obra espectacular a cargo de Claudio Cerdán y Sergio Carrera en la que nos sumergen en un mundo tan real como sucio.