Fin de ciclo.
«No hay tiempo para otros planes. El destino de Inglaterra está en sus manos.»
El segundo álbum finalizo con los protagonistas emprendiendo el viaje de vuelta a Inglaterra desde la península del Yucatán tras haber conseguido contralar al Cancerbero de los Dioses. Mara había conseguido arrebatarle el control sobre la criatura a Jonas ya que espera un hijo suyo y su sangre está ligada al niño. Ahora el ejercito inglés posee un arma capaz de derrotar a cualquier enemigo. Sin embargo, temen que el dominio que Mara ejerce sobre él finalice cuando el bebe nazca y el control sobre la criatura pase al recién nacido.
Como ha sucedido en cada uno de los álbumes que componen la historia estamos ante una serie bien escrita y con una trama interesante que gana mucho al ser leída de una sola vez, pero que no es un dechado de originalidad, ni en sus planteamientos, ya que contiene todo lo que podemos esperar a una historia de este tipo con acción trepidante, triángulos amorosos, traiciones y venganzas, ni en sus personajes en los que vemos los arquetipos del género como el joven que emprende una viaje iniciático que le convertirá en un héroe, un pícaro con el corazón de oro, maestros que terminan por ser villanos, etc. Pero es algo que no es óbice para disfrutar de una lectura entretenidísima, en la que, aunque el desarrollo de la historia no nos depare apenas sorpresas sí que es muy honesta y coherente con lo que nos habían contado en los álbumes previos. El resultado poco que envidiar a muchas de las historias de género procedentes del mercado francófono que nos trae habitualmente Yermo, aunque de manera sorprendente haya pasado bastante desapercibida.
Si en la historia encontramos muchos de los tópicos de las historias de aventuras clásicas, en el apartado gráfico nos encontramos lo opuesto, puesto que el dibujo de Cons se aleja para bien del habitual en las series de aventuras históricas. Desde el éxito de Juliard con Las siete vidas del Gavilán parece que para hacer una serie histórica debes copiar su estilo, un flaco favor porque no todos los dibujantes tienen su talento. El resultado es un buen puñado se series dibujadas por un montón de dibujantes intercambiables y sin ninguna personalidad. Pero no es el caso de Tirso Cons que es uno de los autores con una personalidad grafica más marcada de los últimos años en el mercado francófono. Y en este álbum lo vuelve a demostrar, con un dibujo lleno de fuerza, y muy brillante en las escenas de acción sobre todo en las marítimas, algo que nos hace recordar al añorado Ricard Castells que supo dibujarlas como nadie. Como en toda la serie lo que más llama la atención son el magnífico trabajo narrativo y de composición de página y el color que tal vez sea lo mejor de la obra. Un trabajo magnifico que prueba la gran pérdida que supone para el cómic francobelga su marcha.
La edición de Yermo es igual que las anteriores entregas en tamaño, precio, calidad y diseño, la única diferencia es que en esta última entrega hay un portafolio con ilustraciones de los personajes de la mano de autores como Enrico Marini, Rubén Pellejero, Gabriel H. Walta o Jaime Calderón entre otros.
Un buen final a una serie sólida, bien narrada y muy divertida, aunque demasiado apegada a los tópicos del género con un apartado gráfico espectacular. Ahora nos queda esperar el nuevo proyecto de ambos autores que promete ser el inicio de un nuevo camino en la carrera de Tirso Cons.
Lo mejor
• Las escenas navales son de una belleza impresionante.
• Bebe de lo mejor de las historias de aventuras clásicas.
Lo peor
• Que sea el último trabajo de Tirso para el mercado francobelga.
• Algo previsible.
Guión - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 7.5
7.7
Cierre.
El último álbum de la serie cierra las tramas abiertas con las mismas fortalezas y deficiencias de los dos anteriores. Una obra sólida y entretenida, pero que no sabe alejarse de los tópicos del género para ofrecer un relato más original.