Trees, Vol 1

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Edición original: Image Comics.
Guión: Warren Ellis.
Dibujo: Jason Howard.
Entintado:Jason Howard .
Color: Jason Howard.
Formato: Tapa dura.
Precio: $14.99 160 páginas.

 

En las películas de ciencia ficción donde ocurre una invasión extraterrestre, se da por hecho que estos visitantes nos van a reconocer como seres humanos inteligentes. Pueden entendernos como seres amigables u hostiles, inferiores, superiores… pero nos ven y reconocen nuestra existencia.

Se dice que la conciencia es un fenómeno que se le atribuye al ser humano como algo exclusivo de él. Pero incluso esta afirmación peligra con los últimos avances en tecnología, ya que se han obtenido resultados que pueden poner en duda nuestra propia singularidad.

A muchos les sonará el Test de Turing y cómo hace prácticamente un año, nos dio un pequeño vuelvo el corazón al presenciar que una inteligencia artificial pasaba dicha prueba bajo la identidad de Eugene Goostman, un “chaval” de trece años, siendo así una más a la lista de IAs en aprobar la Prueba de Voinght – Kampff de Rick Deckard… para las que fueron programadas.

Que esto último no engañe. No hay que quitarle mérito a la máquina sólo porque sus instrucciones sean contestar correctamente a una serie de respuestas. Nosotros mismos estamos “programados” para superar otro tipo de pruebas muy distintas a las de Turing como son la supervivencia y la conservación de la especie a través del ADN, algo que maravillosamente reflejó la película de Ghost in the Shell (1995) en la escena con el Marionetista, seguimos siendo un ser con datos almacenados en una memoria.

Pero ¿y si alguien del exterior pone en duda nuestra conciencia, y por lo tanto nuestra propia existencia? Ocurriría algo anómalo en este tópico de invasión alienígena: ellos no nos reconocen ni como vida, ni como inteligente.

Esto es lo que nos va a poner en juego Warren Ellis con su cómic.

“Diez años atrás, aterrizaron por todo el mundo, como si no hubiera nadie aquí. Y no hicieron absolutamente nada. Y tampoco hablaron. Como si no hubiera nadie aquí y nada bajo nuestros pies. Diez años desde que aprendimos que hay vida inteligente en nuestro universo, pero no nos reconocía ni como inteligente, ni como vida.
Se erigieron sobre la superficie de la Tierra como árboles ejerciendo su silenciosa presión sobre el mundo, como si no hubiera nadie aquí»

Nuestra historia se inicia diez años después de la llegada de estos peculiares invasores, a los que han llamado Árboles. Aunque podríamos referirnos a ellos como obeliscos, Ellis ha preferido este término, el cual es cuanto menos inquietante, pues de todos los seres amenazadores que ha dado la cultura popular, nuestro autor se ha decantado por un árbol. Algo natural y cercano a nosotros. No obstante, su altura difiere, como veréis en el cómic. De algunos sólo se ve la parte que corresponde al tronco, quedando la ‘copa’ entre más allá de las nubes.

Al igual que con el monolito de Kubrick, pocos han sido los seres humanos que se han acercado a estudiar el árbol, dado que por no tener una apariencia amenazadora fueron completamente olvidados, pasando a ser un elemento más del paisaje.

Ellis nos va a llevar a un futuro no muy lejano, pues esta realidad dispone de una serie de drones y astromóviles algo más avanzados a los que ya disponemos. Tienen la salvedad de estar destinados a un fin más militar que de exploración. Todos ellos estarán presentes en las numerosas ciudades que han sido invadidas por este visitante, como en Río de Janeiro, donde reina un verdadero caos ya que la propia policía es tratada como una banda urbana más, y donde empiezan a actuar los árboles por primera vez tras diez años de inactividad: unos extraños símbolos se iluminan sobre el tronco del árbol y éste comienza a verter una sustancia ácida, verdosa que destruye casas y contamina ríos.

En Nueva York una conversación entre Vince, quien planea ser alcalde de la ciudad, y su asesor Del nos muestra cómo nadie tiene un plan contra los Árboles, y la situación empieza a descontrolarse ya que el miedo comienza a justificar la violencia. Ejemplo de ello es la ciudad de Cefalú (Italia) donde el nazismo amenaza con resurgir, o Mogadishu (Somalia), donde el Árbol ha alterado los canales de agua e incluso el viento en favor de Puntland, por lo que una guerra entre ambos va a ser inminente.

Alejada de esta situación se encuentra la ciudad de Shu (China), situada casi debajo de uno de estos invasores. Shu se caracteriza por ser una metrópoli donde a cualquiera se le permite ser lo que se quiera ser. Testigo de ello va ser Tian Chenglei, un joven artista que ha llegado a la ciudad para estudiar y dibujar, procedente del pueblo de Pighshit, provincia de Incest. (Véase el humor de Warren Ellis aquí)

Las numerosas localizaciones del cómic han dado mucho juego a Jason Howard, un autor que no se encasilla en un estilo o género, sino que se define por su gran capacidad de contar historias visualmente. Así como en Scatterlands (donde repite con Ellis) o Super Dinosaur, nunca estás preparado para lo que Jason puede mostrar.

En el caso de Shu ha conseguido representar una ciudad llena de gente, farolillos de colores y numerosas expresiones que ha sabido caracterizar a través de su trazo áspero y roto, junto con su amplia gama de colores, como el naranja para Shu o el azul para Italia. Aunque afirma que lo que más le ha gustado dibujar ha sido la nieve del paisaje de Spitzbergen donde se encuentra la Estación de Blindhail. Aquí, un pequeño grupo de investigadores recoge muestras de los alrededores, cuando se topan con una especie de amapola que desafía toda ley de la biología. En contra de las advertencias del equipo, Marsh, un biólogo que se niega a abandonar la estación, estudia esta especie hasta llegar a una peligrosa conclusión que atañe de lleno a los Árboles y que sin duda podría explicar por qué llegaron hace diez años.

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A pesar de que pueda ser una lectura algo lenta debido a los numerosos escenarios que maneja Ellis (con todo lo que eso acarrea como controlar las tramas, la documentación y el hecho de estar escribiendo en sí), el resultado es bastante bueno. Su ritmo pausado refleja el crecimiento de estos Árboles que por fin están dando señales de “vida”. Esto sirve al autor para jugar con las bases de la psicología y la sociología, ya que se puede apreciar cómo poco a poco las sociedades se van destruyendo ante un invasor que aún no ha actuado y que parece despertar ahora. … o quizás ha estado en activo desde que ha llegado. Sea como sea, la inestabilidad política, económica y social va a reinar en las ciudades que irán apareciendo en el cómic.

Poco a poco Ellis construye un castillo de naipes con varios personajes y escenarios que derrumbará al mostrar la verdadera naturaleza humana y su comportamiento ante una invasión silenciosa que pone en duda la existencia de la humanidad. La destrucción que se va a llevar a cabo, curiosamente, no ha sido producida por este invasor, sino por las personas bajo un estado de nerviosismo e inseguridad.

A medida que nos adentremos en el cómic nos daremos cuenta de que Ellis hace gala de lo que mejor sabe hacer: sorprender con lo inesperado, pues los Árboles difícilmente pueden recibir ese nombre, no después de lo que parece que va a acontecer en los siguientes números.

Aviso de Spoiler

A lo que me refiero con esto último es a lo acontecido con Marsh en la estación, donde descubre que por fin los Árboles van a comunicarse. Me parece muy acertado por parte de Ellis que una de las primeras acciones que vayan a tomar estos alienígenas sea la de hablar.

Los Árboles bien podrían ser construcciones sin vida alguna, simples máquinas, pero el hecho de que controlen un lenguaje complejo (más allá del de un animal) las puede caracterizar como algo inteligente, ya que esta capacidad viene relacionada con la conciencia. Saber dónde termina parte de tu cuerpo y dónde empieza un objeto te sitúa a ti mismo en el espacio y es capaz de definirte. Por tanto, que Ellis narre una invasión alienígena donde estos seres no hablan ni se molestan en comunicarse incomoda, y ahora que estas criaturas sean capaces de hablar o de mostrar habilidades para comunicarse es una amenaza.

Trees ha alcanzado ya su número doce para Image Comics y, a pesar de que Warren Ellis se ha tomado un respiro con los cómics para seguir escribiendo sus novelas, afirma que ha vuelto a escribir en este medio de una manera más lenta, pero constante. Cosa que agradece Eric Stephenson, editor de Image Comics, pues mantiene una buena amistad con Ellis y Howard, lo que hace de la editorial un estupendo lugar de trabajo donde a los autores les apetecía publicar Trees.

Pero ¿qué es lo que encuentra nuestro autor británico tan fascinante en la ciencia ficción como para que la gran mayoría de sus cómics tengan este género?

«Todo lo que puedo decir es que, para mí, la ciencia ficción sigue siendo la mejor herramienta para un cierto tipo de «ficción social», y para la presentación de la misma obra Trees, donde los Árboles son más un punto se presión que un personaje. Me permite escribir una ficción novelistica donde puedo reunir varios tipos de historias bajo un tema y escenario, y conseguir que tenga un sentido y esté conectado.»

De momento, y en palabras de Howard, se piensa que el cómic podría alargarse hasta 23 números ya que cuentan con numerosos hilos argumentales que van a mantener durante un tiempo.

Sin duda se nota que están llevando un buen trabajo y que tienen pensados cuáles van a ser los siguientes pasos. Nosotros nos quedamos con esta reseña con el número 8 aunque ya en su editorial, podéis ver, el número doce saldrá el 19 de Agosto.

  Edición original: Image Comics. Guión: Warren Ellis. Dibujo: Jason Howard. Entintado:Jason Howard . Color: Jason Howard. Formato: Tapa dura. Precio: $14.99 160 páginas.   En las películas de ciencia ficción donde ocurre una invasión extraterrestre, se da por hecho que estos visitantes nos van a reconocer como seres humanos…
Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 10

9.3

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Carlos padilla
Carlos padilla
Lector
4 agosto, 2015 15:43

Y esto si no he escuchadd mal lo va a editar aleta no?ahora que estoy en plena reconciliación con Ellis me tiro de cabeza.lo quiero ya!

frankchalmers
frankchalmers
Lector
4 agosto, 2015 17:39

¡Gracias por la reseña! Me lo apunto para cuando salga por estos lares.

Sr. Summers
Sr. Summers
Lector
4 agosto, 2015 18:58

¡Gracias por la reseña!, de hecho estaba esperándola desde que me leí el tpb. Esta serie merece mucho la pena, aunque espero que se continúe unos cuantos números más porque creo que la historia tiene potencial. Al menos el volumen 2 ya está en marcha.

La lectura del tomo ha coincidido en el tiempo que los primeros tomos de la reedición de Transmetropolitan de ECC y creo que Ellis se mantiene a la altura. De hecho podemos decir que es el mismo Ellis tratando problemas sociales, de identidad sexual, políticos, etc, pero a la vez los aborda desde un punto de partida distinto. En transmetropolitan tenemos al cafre de Spider Jerusalem con sus locuras y arranques de mal humor y en Trees tenemos varios protagonistas y varios escenarios y podríamos decir que la crítica social es más «sutil» (comparada con Transmetropolitan) pero está presente.

Por poner alguna pega, diría que no todas las historias me interesaron de igual manera. Destaco sobre todo la historia del biólogo Marsh y la del joven Chenglei. La serie sorprende, además creo que es muy difícil esperarse algo convencional cuando el detonante de la historia son la llegada de «árboles» extraterrestres a la Tierra. Con muchas ganas de ver por donde sigue todo, porque, como segunda pequeña pega, aunque la historia contada hasta el momento se disfruta mucho, no se sabe por donde quiere ir Ellis.

Respecto a la parte gráfica, opino igual que Paula, el dibujo de Howard muy bueno y totalmente adecuado para la serie.

Y de paso un tirón de orejas para Image, el tpb me lo leí dos veces y se me ha deshojado totalmente, me toca hacerle una operación a vida o muerte para reconstituirlo.

jaque
jaque
Lector
En respuesta a  Paula González
5 agosto, 2015 19:00

¿Mejor que Planetary? Largo me lo fías!

jaque
jaque
Lector
En respuesta a  Paula González
6 agosto, 2015 18:16

Subjetiva, y muy respetable, pero gustándome Transmetropolitan me parece que pocos comics están a la altura de una obra maestra como Planetary.

jaque
jaque
Lector
En respuesta a  jaque
7 agosto, 2015 20:55

Por cierto espero que sepas perdonar mi falta de «educación» pero en el arrebato Ellis no me di cuenta que ni siquiera había comentado la excelente reseña que has hecho.
Mis disculpas.

Rafa Reyes
Rafa Reyes
Lector
4 agosto, 2015 18:59

Yo también me lo apunto, pintaza.

Gracias Paula

AlbierZot
AlbierZot
Lector
5 agosto, 2015 23:26

Ellis haciendo ci-fi siempre es motivo de celebración y esta interesantísima propuesta de momento merece toda la atención. Me tira más el lado peli cincuentero que el eco-social (en el que parece diluirse a veces) pero la combinación de ambos puede ser brutal.

frankbanner49
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Lector
6 agosto, 2015 18:52

buena(e interesante) reseña,paula.
otro que se apunta el comic para su futura compra.

David Campos
David Campos
Lector
7 agosto, 2015 22:23

Me ha gustado mucho la reseña. No es habitual ver a una fémina lectora de cómics y se agradece bastante. ¿Por casualidad escribes o has escrito en otros lugares antes? ¿tienes algún post o blog personal?

Saludos.

Chenis
Chenis
Lector
12 agosto, 2015 21:31

Ojala sea editado pronto en España y así poder traermelo hasta Lima.