Turf

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Edición original: Turf HC USA .
Edición nacional/ España: 100% Cult Comics: Turf.
Guión: Jonathon Ross.
Dibujo: Tommy Lee Edwards.
Formato: Libro con solapas. 160 páginas.
Precio: 16,00 €.

Con Image llegó el milagro de la diversidad. Olvidado el bochorno creativo que supuso los noventa para la casa editorial y tras el éxito abrumador de sus muertos vivientes, Image se ha convertido en un ejemplo de variedad argumental. Bajo su techo tienen cabida zombies, mallas y naves interestelares por igual. Sus creadores, autores de pleno al saberse creadores y depositarios de sus derechos, dan rienda suelta a la experimentación y al pastiche, sacando adelante ese tipo de historias que en otros lugares no prosperarían. Para bien o para mal. Y es ahí donde Turf encuentra su trampolín para darse a conocer. Amalgama de temas, crossover de géneros, la serie disfruta de la libertad de su casa madre para traernos una historia en apariencia rocambolesca, de cimientos a priori alocados, pero que no puede ser más pueril y arquetípica en su ejecución argumental.

Pero vamos al tema. En medio del Nueva York de finales de los veinte, aquellos maravillosos años de gangsters y ley seca, un clan vampírico trata de apoderarse del negocio del crimen aniquilando a todos sus competidores, como primer paso para conquistar la ciudad y recuperar el mundo para su raza. Una joven periodista se verá envuelta en el meollo, mientras uno de los capos criminales pacta con una alienígena beligerante recién estrellado cerca de Coney Island. Y estos tres individuos serán la resistencia contra el mal que está a punto de alzarse. ¿Muy palomitero todo, verdad? Y de una apariencia en principio original y llamativa gracias a su temeraria mezcla de noir y horror con gotas de space opera. Pues nada más lejos de la realidad.

¿De quién es la culpa de que esta premisa no acabe de despegar? Pues mucho me temo que de Jonathan Ross, afamado presentador de radio y televisión británico que da sus primeros pasos como guionista de cómics, arrastrando toda su fama para el éxito inmediato del tebeo, pero que no logra hacer arrancar una trama lastrada por diversos defectos de escritor amateur. Es curioso observar cómo el característico humor del locutor hace mutis por el foro en beneficio de una narrativa excesivamente literaria, farragosa y reiterativa. Como ejemplo más evidente, sus diálogos, morosos y excesivos, expositivos sobremanera, donde los personajes se relatan a sí mismos detalles de su propio pasado. Detalles que son nuevos para el espectador, claro, pero que resultan inverosímiles en boca de unos personajes que no deberían contarse a sí mismos sucesos que ya saben de memoria.

Otro lastre narrativo es, sorprendentemente, lo poco original que resulta el argumento, a pesar de lo que el pastiche ofrecía a priori. Un alzamiento vampírico, unos gangsters inútiles, polis corruptos y periodistas ávidos de gloria. La creación de unos protagonistas cuya concepción es arquetípica en exceso, tampoco ayuda: desde la sagaz aprendiz de periodista –que tiene todas las respuestas de antemano y que, nadie sabe por qué, arrastra a todo el mundo tras sus deseos-, que se enamora –así sin más- del vampiro bueno de turno –sí, aquel que quiere acabar con las maldades de su propia raza y que resulta más humano que los humanos-, hasta los villanos, simples como estacas y cuyo única motivación es, pues eso, hacer maldades. Quizá los únicos que se salvan de la quema –aunque a duras penas- son el dúo compuesto por el gangster que se alía con el alien, detalle que de todas formas podría haber dado más de sí y que acaba diluyéndose en un marasmo de personajes secundarios que aparecen y desparecen y que poco o nada tienen que aportar –léase la amante del citado pistolero o el fotógrafo que acompaña a la reportera-. Este empacho de secundarios y la falta de originalidad de los protagonistas hace muy difícil la empatía del lector para con ellos. Con lo que el hilo conductor cojea y perdemos el interés.

Olvidándonos entonces del guión, si en algo destaca el tebeo es en el arte de Tommy Lee Edwards, cuyas páginas llaman poderosamente la atención. A pesar de verse lastrado por un equilibrio peligroso en las tintas negras, que roza la ilegibilidad en algunos momentos, Edwards despliega unas viñetas barrocas, donde el detalle de la caracterización de época se convierte en motivo de auténtico disfrute. Los vehículos, el vestuario, las calles del Nueva York de 1929, todo está cuidado con el mimo de un diseñador sibarita. Sus virtudes como “ambientador” se ven potenciadas por un buen hacer componiendo cuadro, pero tropiezan en las escenas de acción, donde la rigidez de sus figuras resta dinamismo, resintiendo la soltura de la lectura.

Motivos existen por tanto para disfrutar de la obra, pero dependen mucho de las tragaderas del lector. Tú decides. Por cierto, como siempre, una buena edición por parte de Panini, aunque esta vez el precio no acompañe.

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4d2i4n
4d2i4n
Lector
12 septiembre, 2012 8:23

 …Y es que la fórmula de American Vampire sólo tiene potencial en manos del monstruo de Snyder, el resto es explotar el filón como las sangrias zombies clonadas en las diversas editoriales que desató Kirkman tras su rotundo éxito. Compulsar estas obras es peligroso pero aprovechar las modas puede ofrecer billetes extras.

Mr. X
Mr. X
Lector
12 septiembre, 2012 8:28

 Que Panini o Planeta publiquen de una vez Fatale y se dejen de chorradas.

Khonshu
Khonshu
Lector
12 septiembre, 2012 8:57

Pues otro de Image que se me va a quedar por el camino (como Luther Strode). Normalmente suelo comprar a ciegas aquello que me llama medianamente la atención, pero con lo caros que se editan aquí los comics de image, la cosa está para pensárselo mucho.

Es una pena que Tommy Lee Edwards no se prodigue más, porque siempe me ha encantado.

Phantomas
Phantomas
Lector
12 septiembre, 2012 9:07

Pues una lastima, porque en principio la serie prometía, pero a la vista de estas y otras reseñas, creo que pasare del tomito…

Por cierto, bastante bueno el articulo, me ha gustado mucho. Enhorabuena Raúl.

anderle
anderle
Lector
12 septiembre, 2012 9:54

 Pues a mi sí que me ha gustado Turf, y bastante además. No es una obra maestra, claro, pero es que tampoco lo pretende. Una historia de gangsters que deriva en una de vampiros que pasa a ser una space opera… no creo que haya que tomárselo tan en serio. Es para lo que es, para pasar un buen rato con una premisa original: llenar de clichés una historia de 3 géneros en uno. Y me parece que lo que pretende lo cumple.

Muy recomendable, en mi opinión, para quien busque diversión sin malinterpretar lo que se ofrece.

Ivan Rivas
12 septiembre, 2012 10:48

 Pues me pasa como a Khonshu, lo miré en la tienda, le dí un par de vueltas, y lo volví a dejar. La premisa me gustaba, pero a falta de referencias y por 16 euros no me atreví. Ahora me alegro de haberlo hecho. Gracias Raúl.

anderle
anderle
Lector
12 septiembre, 2012 10:49

 La verdad es que hace un año que la leí, pero me quedó un buen recuerdo. No creo que tenga que ver con la traducción, porque los problemas de guión que comentas vendrían del original, pero el caso es que yo no los acusé en absoluto. Pero vamos, que mi intención era expresar una opinión positiva para que la gente que lea tu reseña no se eche (del todo) para atrás, porque se puede disfrutar de este cómic, sin quitarle ningún mérito a tu trabajo :D. Como bien dices, en su día vendió bastante bien. Copio, para acabar, una reseña (en inglés, desgraciadamente) más positiva que acabo de encontrar en wikipedia XD

http://www.guardian.co.uk/books/2011/sep/15/turf-jonathan-ross-tommylee-edwards-review 

Omar Little
Omar Little
Lector
12 septiembre, 2012 14:01

 También guardo buen recuerdo de Turf, sin ser el tebeo que va a revolucionar el medio. Lo de que tiene mucho texto… mejor que estiren la trama, que cada número incluya 4 ó 5 splash-pages de esas y en lugar de una serie de 5 números, mejor que sean 12. Luego no vale quejarse de que cada número se lee en 5 minutos o que se necesitan 6 números mínimo para contar algo.

Jose Angel Ares García
Lector
12 septiembre, 2012 15:02

 «narrativa excesivamente literaria, farragosa y reiterativa» + «si en algo destaca el tebeo es en el arte de Tommy Lee Edwards» = resumen perfecto del tomo en cuestión, Raúl

anderle
anderle
Lector
12 septiembre, 2012 15:14

 El negro de la escopeta sabe lo que dice 😉 Está bien que, aunque sea de vez en cuando, tardemos más de 15 mins en leer una grapa, que un cómic que da para 5-10 minutos es poca cosa.

Clavos
Clavos
Lector
12 septiembre, 2012 22:00

Estaba leyéndolo estos días, y la verdad es que el tercer capítulo se me estaba haciendo insufrible y lo dejé. Para mi gusto, un pastiche de géneros que no fragua de ninguna manera y hace bastante agua…

train hard. fight hard. party hard.
train hard. fight hard. party hard.
Lector
13 septiembre, 2012 7:57

 vamos turf es una puta gran obra, tal vez peca de ser un poco larguilla y con un final un tanto apresurado pero es un derroche de originalidad y buena lectura