“No hay un solo edificio, un solo ladrillo en esta ciudad que sea honrado”.
El tercer álbum de la serie – subtitulado Miami – es el más compacto, el más homogéneo, el más sólido en cuanto a guion y el más estilizado, el más contundente y el más rotundo gráficamente hablando.
La serie está asentada en la Norteamérica de postguerra, al final de la década de los 40 y principios de los 50. El protagonista es Tyler Cross, un ladrón que a resultas de un encargo ha de enfrentarse a la Mafia y desde entonces huye de su venganza. Su periplo le lleva por la frontera entre Estados Unidos y México, por una penitenciaría llamada Angola situada en medio de los pantanos y ahora por la ciudad de la especulación inmobiliaria situada en la costa de Florida y llamada Miami.
En Tyler Cross: Miami los autores plasman sin ningún tipo de limitaciones el universo creado en los dos primeros álbumes; Tyler Cross: Rio Bravo y Tyler Cross: Angola que reseñamos aquí. Los personajes de la serie están asentados, la ambientación establecida y el estilo contrastado por lo que se pueden centrar en la trama algo que se nota en esta tercera entrega.
En este tercer álbum, Cross, es acosado por la Mafia y para poder escapar de los asesinos a sueldo que le acosan, el gánster intenta recuperar unos 70.000 dólares que ha confiado a su abogado. Sin embargo, el letrado los ha invertido en el proyecto de construcción de un hotel en Miami donde también han invertido diferentes familias mafiosas. El conflicto está servido…
Ya lo explica muy claramente Nury en el epílogo de esta tercera entrega:
“Tyler Cross no pretende contar la historia de E.E.U.U., sino más bien la de su mitología. Nuestra visión de Florida, sin lugar a dudas, no tiene nada que ver con la realidad, (que es mucho más horrible que lo que nos inventamos, a pesar de esforzarnos por sacar lo más perverso), sino que tiene su origen en las novelas y películas”.
Un aspecto en el que los autores se apartan de la ortodoxia es en la inclusión de personajes femeninos alejados de los estereotipos del género. Si en la primera y segunda entrega conocimos a mujeres fuertes que luchan denodadamente por sobrevivir, en esta historia la auténtica coprotagonista es Shirley Axelrod una mujer muy alejada de los cánones de la mujer fatal, inteligente, valiente – como reconoce el propio Tyler Cross – y que consigue adaptarse de manera excelente a este ambiente de depredadores y bestias salvajes; no sin sufrir graves heridas y dolorosas pérdidas… Es un personaje parecido al que interpreta Jennifer López en la película Parker (2013), protagonizada por Jason Statham y basada en la novela Flashfire que Donald Westlake escribió con el pseudónimo de Richard Stark.
En el apartado gráfico es donde se nota de manera más clara la evolución que ha experimentado la serie. Brüno se olvida del trazo fino para definir sus figuras y se centra en las manchas contundentes de negros para definir personajes y fondos. El blanco y negro se vuelve aún más radical, sin grises ni rayados manuales. Los rostros son más rotundos y la definición de los personajes más feroz.
El artista de Inner City Blues solo se permite un recordatorio al pasado gráfico de la serie expresado en el rostro del capo mafioso Don Carlo, seguramente miembro de la misma familia que otro gánster llamado Di Pietro que aparece en el primer álbum.
Otro aspecto destacado de este episodio es el extraordinario trabajo que la colorista Laurence Croix realiza para potenciar el dibujo de Brüno. Utiliza una paleta de colores planos, desde el naranja hasta el azul, pasando por violetas, ocres y verdes que aplica de manera segura y tajante para definir claramente el ambiente de la escena. Suele combinar dos colores complementarios en las escenas diurnas y las gamas del azul o del ocre en las nocturnas. El rojo está reservado para los disparos y la sangre.
La estilización del arte (dibujo y color) dota a la obra de una atmósfera irreal, casi onírica que favorece extraordinariamente una trama plagada de una violencia enfermiza y casi sin cuartel, donde ni siquiera se puede escoger entre el cemento o los cangrejos como compañeros mientras se duerme el sueño eterno.
Fabien Nury, nacido en 1976, destaca por su capacidad de utilizar el esquema tradicional de los diferentes géneros para aportarles una visión personal y renovadora. Es conocido por encargarse de las series Yo soy Legión, Érase una vez en Francia y de W.E.S.T, esta última junto al también guionista Xavier Dorison. A parte de las citadas, de su producción destacan otras obras como: Muerte al Zar, Silas Corey o Las crónicas de Legión siempre acompañado de grandes artistas como John Cassaday, Christian Rossi o Pierre Alary. Uno de sus grandes aciertos es la creación en 2013 de la serie Tyler Cross junto al dibujante Brüno; serie de la que han realizado 3 álbumes hasta la fecha.
Por su parte Brüno – pseudónimo de Bruno Thielleux – nació en Alemania en 1975. Empezó en la BD en 1996. En la etapa incial de su carrera dibuja obras como Mais que fait la police (1998), Wanted (1999), Cold Train (2000) o La décimation (2000) y a partir de 2001 realiza Nemo, una adaptación libre del libro de Julio Verne titulado Veinte mil leguas de viaje submarino.
El dibujante también es conocido por la extraordinaria serie Inner City Blues (2003-2005) con guion de Fatima Ammari-B de la que han publicado 3 tomos. Otros trabajos recomendables son Biotope (2007) y Commando Colonial (2008-2010) ambas junto al novelista Appollo, Atar Gull (2011) junto al guionista Fabien Nury o Junk (2008-2013) con Nicolas Pothier y finalmente a partir de 2013 dibuja la serie Tyler Cross donde vuelve a trabajar con Fabien Nury. Actualmente también participa en la elaboración de una revista on-line de BD llamada Professeur Cyclope junto a artistas como Fabien Vehlmann, Hervé Tanquerelle, Gwen de Bonneval y Cyril Pedrosa.
La edición que hace Dibbuks de este álbum es buena. El libro es en tapa dura, el papel satinado, pero no demasiado brillante, potencia el trabajo del dibujante y colorista y está muy bien impreso. El precio es razonable. Cuenta además con un artículo delicioso, escrito por el guionista Fabien Nury, donde va desgranando de manera socarrona varios episodios de la historia de Florida y su plasmación en las novelas y películas de género negro.
Tyler Cross 3: Miami supone la confirmación de que estamos ante una gran serie. Esta tercera entrega complacerá a los lectores de los dos primeros capítulos y despertará la curiosidad a los recién llegados a la colección.
Seguro que nos esperan nuevas aventuras de este ladrón que tal vez nos llevarán a las doradas costas de California, o quizás a las abigarradas calles de Nueva York y porque no a las heladas avenidas de Chicago. Mientras tanto disfruten de los soleados bulevares de Miami, donde ningún ladrillo es honrado, donde ya no vuelan los flamencos y donde si cometes un error dormirás en un lecho de cemento o en el fondo del mar acompañado por los cangrejos.
Salut!
Guion - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 9
8.8
Rotunda
Una serie que no defrauda