LOS NIÑOS DEL ÁTOMO
«No es una niña. Lo superará»
Peach Momoko regresa a las estanterías españolas con la segunda entrega de Ultimate X-men, que recoge una nueva tanda de tres números en la edición original USA. El nuevo universo Ultimate continúa expandiéndose en Ultimate Black Panther y Ultimate Spider-man, pero aquí volvemos a visitar el país de Hi No Kuni para adentrarnos en un ambiente más juvenil y una historia más íntima.
En la primera entrega, que ya reseñamos aquí, Momoko se encargó de sentar las pautas y el tono de la serie y con esta segunda entrega empezamos a tener una visión más completa de su historia y sus personajes. De nuevo seguimos a la joven Hisako, acompañada siempre de Mei y, como ya anunciaba el final de la entrega anterior, ampliando su círculo con más adolescentes que poseen habilidades sobrenaturales. Juntas comenzarán a investigar los secretos del amuleto que da poderes a Hisako y de la sombra que la atormenta al tiempo que intentan mantener un orden en sus vidas.
La fórmula de un personaje superheroico del que destaca su humanidad no es algo nuevo, al igual que Peter Parker a principios de los años 60 las protagonistas de esta serie deben preocuparse de atender a clase, sacar buenas notas y volver a tiempo a casa para no preocupar a su familia mientras logran hazañas sobrehumanas. A pesar del tono generalmente simpático y alegre tanto del guion como del arte, Momoko se centra en temas más sombríos en lo narrativo y encuentra un excelente equilibrio entre ambas partes. El trauma, el suicidio, el acoso escolar y la marginalización social son las bases de la trama que construye la artista japonesa al tiempo que juega con tópicos mutantes de la editorial, reintroduciendo el término de homo superior. El guion elabora una historia que avanza lentamente y sin demasiada acción, y que a cada paso genera suspense y presenta nuevas incógnitas y en este tomo además se nos presentan nuevos personajes. El plantel completo de protagonistas y antagonistas está muy diferenciado en lo visual y en el trato que cada personaje recibe del guion, y aunque sus interacciones son muy entretenidas hay veces que el diálogo peca de ser simple y cae en explicaciones obvias.
En cuanto al apartado artístico, como viene siendo habitual la artista japonesa hace una labor espléndida. El estilo tan único al que nos tiene acostumbrados no deja de maravillar y en este tomo nos entrega páginas hermosas y elaboradísimas. Momoko saca el máximo partido a ejercer como artista completo, el dibujo y los colores de acuarela se sienten profundamente conectados a la narrativa de la obra y el conjunto funciona a la perfección para darnos un título que no sólo se ve sino que se siente diferente a todo lo que se publica en la industria del cómic de superhéroes.
En definitiva, panini cómics nos trae una obra en la que Momoko continúa la labor que empezó en el tomo anterior y nos entrega un apartado artístico impecable y una historia íntima y personal que necesita empezar a coger ritmo. Está claro que esta serie ocupa un lugar privilegiado entre el trabajo de la japonesa, no solo es la primera vez que mantiene, y de momento sin incidencia alguna, una periodicidad mensual de publicación (en la edición norteamericana) sino que encierra también una importancia especial para ella que queda capturado en cada página. Su inexperiencia como guionista no le ha resultado un problema a la hora de plantear una historia con unos personajes interesantes y variados pero para las próximas entregas esperamos ver si es capaz de resolver incógnitas de forma satisfactoria y de pulir más su diálogo, un aspecto en el que sí se muestra su falta de experiencia.
Lo mejor
• El arte y color de Momoko.
Lo peor
• La historia necesita acelerar un poco el ritmo.
• Algunos diálogos se ven reducidos a enunciar lo obvio.
Sólido
Guión - 7.5
Dibujo - 9
Interés - 7.5
8
Panini cómics nos trae una obra en la que Momoko continúa la labor que empezó en el tomo anterior y nos entrega un apartado artístico impecable y una historia íntima y personal que necesita empezar a coger ritmo.