Ojos grises existe por la cabezonería de sus autores, el guionista Fernando Llor, el dibujante Roger Vidal y el colorista Alex Batlle. Juntos presentaron la obra al concurso que cada año organiza el Carnet Jove y que posteriormente publica Panini Cómics, esta no logró pasar la primera fase y aun así insistieron a la editorial hasta que obtuvieron el sí para su publicación. Era una historia que debía ser contada, y que de no haberlo hecho nos habríamos perdido una emocionante aventura con ecos del pasado, el del barrio de Poble Nou poco antes de su transformación para dar cabida a la villa olímpica con motivo de las olimpiadas de 1992 en Barcelona.
Son varios los protagonistas de esta historia, cuatro amigos adolescentes de catorce años, un conocido quinqui, el barrio y las circunstancias. Una mezcla magnífica que sirve para retroceder al pasado a una época en la que se vivían las calles – en el mejor sentido de la palabra -, unos años aun convulsos en los que a pesar de que Franco nos había dejado una década atrás aún quedaban algunos coletazos casposos provenientes de aquella época a modo de policías que se creían con la potestad de hacer y deshacer a su antojo. Obviamente eran pequeñas manchas en la comisaría y así queda reflejado en la historia. Porque en efecto, un agente de policía apodado Palanca con fama de violento se convierte en eje conductor de la historia cuando de una paliza termina matando a Rico, un adolescente que tenía fama de vivir del trapicheo y contrabando de drogas. Dicha paliza será observada por Xavi, uno de los protagonistas de la historia y junto a sus dos amigos y su chica decidirán poner todo su empeño para sacarlo a la luz pública y que por más policía que sea le juzguen por su crimen.
Estamos ante una historia intensa, de un barrio que como vemos está golpeando duramente a muchas familias debido a su transformación forzada para acoger el glamour de las Olimpiadas aun llevándose por delante fábricas y empleos que habían sustentado durante décadas a muchas familias, un barrio claramente obrero que sin quererlo vio como daba paso a algo diferente para integrarse en una Barcelona más cosmopolita y abierta al mundo.
Ojos grises es intensa y tiene más de un duro golpe escondido en su guión, se nota que Fernando como Roger y Alex se han documentado para ofrecernos un fiel reflejo de lo que era aquella época, no sólo por la canción con la que se abre y cierra la historia No se, No se del grupo catalán Rumba 3 que suena mediante un walkman y nos traslada a principios de los noventa, sino también por detalles como la ropa que llevan los protagonistas o las conversaciones que estos mantienen. El dibujo de Vidal y Batlle es magnífico y casa como un guante con la historia propuesta, Roger con su trazo con el que consigue caracterizar a todos los personajes y brillar tanto en las escenas cotidianas como en las de acción y Alex porque brilla con la paleta de colores que escoge para ambientar la historia y conseguir que hagamos una auténtica inmersión en dicha época.
La edición de Panini es todo un lujo, en tapa dura, formato europeo y con un interesantísimo artículo final escrito por Andreu Mitjans que sirve para entender aun más no sólo la obra sino el momento histórico en el que se sitúa. También se incluyen un par de páginas con bocetos y diseños de cubierta.
Tras su lectura tengo que reconocer que me alegro enormemente de su cabezonería, y aún más de que el editor optase por apostar por ellos, Ojos grises se lo merece y este trío de autores también, ojalá podamos ver en un futuro más obras suyas y porque no, más aventuras de estos cuatro amigos pues a buen seguro que quedan historias por contar en el tintero.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Valoración
Una magnífica inmersión a Poble Nou antes de las olimpiadas de Barcelona en una historia emocionante hasta el final.
