Un paseo por Koomic

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Ya ha salido, ya está aquí, y ya os hemos ofrecido un vistazo a la mayor parte de sus características. La cuestión ahora es… ¿cómo es navegar por Koomic, gestionar la biblioteca, comprar tebeos, descargarlos y leerlos? Pues para eso está este texto. A continuación, os ofreceremos un primer paseo –descriptivo, aunque también crítico– por Koomic, su tienda, su versión web (probada en Safari, Firefox y Chrome en un Macbook Pro de 15″ Core 2 Duo a 2.16 GHz y 2 GB de RAM y en un iMac de 20″ Core 2 Duo a 2.66 GHz y 2 GB de RAM, ambos con versiones actualizadas a 15 de marzo de Mac Os X y navegadores), su versión de escritorio (probada en los equipos antedichos) y su versión iOS (probada en un iPhone 4 y en un iPad de primera generación, ambos con iOS 4.3). Requisito indispensable para versiones web y escritorio, ya lo sabéis: Adobe Digital Editions.

¿Vamos allá?

Un primer paseo por la tienda

La primera impresión del internauta y aficionado al llegar a Koomic es enormemente grata: un diseño bonito, competente y muy profesional, que huye de lo recargado, lo complicado y lo redundante para centrarse en lo que importa y no marear al personal. Secciones claras y concisas (Página de Inicio, Novedades, Gratis, Top 25, Próximamente, Editoriales y Créditos) con las redes sociales y los blogs visibles pero sin molestar, un buscador discreto y eficaz, y todo el protagonismo cedido a los contenidos, estructurados en las últimas novedades –en primer lugar– y en lo más vendido –en segundo–. A su vez, las fichas individuales de cada producto van también directas y al grano: título, portada y datos editoriales; selección de idioma disponible del tebeo (volveremos a esto más adelante), PVP digital y su comparación con el impreso (buen toque) y demás secciones habituales… redes sociales, sinopsis, valoración con estrellas, otros títulos de la misma serie, recomendaciones, etcétera, etcétera.


Página inicial de Koomic

¿Siguiente paso tras la toma de contacto? Pues dos, y los dos indispensables. En primer lugar acudir a la sección de Ayuda (en la cabecera, haciendo click en el minibanner ¿Cómo funciona Koomic?); una sección que no es baladí porque informa de absolutamente TODO lo que hay que saber sobre Koomic, su gestión de los datos, las herramientas que oferta al usuario y demás. Si hay que empezar por un lado, es por aquí. Seguidamente, toca registrarse… un paso algo burocrático, pero no con muchos datos y rápido y consabido. Importante poner datos reales porque el correo, en Koomic, se usa muchísimo.


Biblioteca del usuario en Koomic

Pero a lo que íbamos: una vez efectuado todo lo anterior, ya podemos acceder al área de usuarios. Nuevamente limpia, bien organizada, despejada, intuitiva y a lo importante: Mi cuenta (información e histórico de pedidos), Mis Cómics (el centro neurálgico del cliente web de lectura), Mi lista de deseos (aunque no es posible hacer regalos, podemos informar a amigos de los cómics que deseamos en un futuro), Mi saldo (para cheques regalo o cupones pre-pago), Mis datos e Idiomas (estos dos últimos por si queremos cambiar la información que proporcionamos en el momento del registro, incorporar datos de facturación o cambiar el idioma de los tebeos al catalán). Por cierto, un aviso importante: la sesión se queda abierta contra viento y marea aunque se cierre el navegador y no hay ningún casillero que sirva para decidir si queremos que se nos recuerde o no. Por lo tanto, fuera de casa, recordad cerrar siempre adecuadamente. Dicho lo cual, ¿qué queda ya? Pues lo que queda, queridos lectores, es leer algo

Comprar en Koomic

Si lo único que te interesa es probar el servicio, simplemente hazte con uno de los cómics que se ofertan en la sección gratuita y pasa al siguiente epígrafe. Si te interesa el proceso de compra, sigue leyendo… aunque sea un procedimiento de lo más corriente y moliente: seleccionas lo que quieres, pasa a un carrito (si ya lo tienes en tu biblioteca el sistema te avisa y elimina el artículo automáticamente) y después se formaliza la compra. ¿Es segura la compra?. En el registro no se solicitan datos bancarios, por lo que sea cual sea la forma de compra empleada (múltiples opciones), los datos se rellenan in situ en páginas con el correspondiente https://.


Proceso de compra

¿Es cómoda? Con tarjeta de crédito, que es el método que yo he empleado, es inequívoca y clara pero muy larga. Y hay que repetir todo el proceso cada vez que se realiza una nueva compra. ¿Conclusión? Éste es, sin duda el primer aspecto a mejorar en Koomic, cuyos responsables deberían fijarse en la simplicidad de la iTunes Store.

Descargando tu compra

Una vez formalizada tu compra los cómics que hayas adquirido podrán consultarse, leerse online y descargarse en cualquier momento desde la sección Mis Cómics de la cuenta del usuario, aunque para mayor comodidad y seguridad (por ambas partes) también se envía un correo a la cuenta del cliente con un link de descarga activo únicamente durante 15 minutos. En todo caso, descarguemos desde el correo o desde la biblioteca personal, lo que aparece en nuestro escritorio a la velocidad del rayo es un fichero de extensión .acsm (de Adobe Content Server Message) que no es, en puridad, nuestro cómic, sino más bien una suerte de «ticket» o «vale» digital que se gestiona a través de Adobe Digital Editions (ADE). De hecho, cuando abramos ese .acsm se nos ejecutará automáticamente el ADE y empezará la descarga real de nuestro cómic en riguroso formato .epub (se incorporará en la interfaz del programa tal cual, pero si alguien quiere saber dónde se almacenan estos archivos, en un Mac aparecerán en la carpeta usuario/Documentos/Digital Editions). Y ahora, a leer se ha dicho…

Leer cómics de Koomic 1: Versión online

Aunque tanto la lectura online como la local dependen del software Adobe Digital Editions, hay grandes diferencias entre la experiencia de lectura online y la versión de escritorio. La lectura desde el navegador web se inicia de forma muy simple… uno va a la Biblioteca asociada a su usuario y tiene disponible todos los títulos adquiridos junto con el enlace de descarga (ver anteriormente) y el icono de lectura online. Tras pulsar sobre este último, se carga el cómic en cuestión –en un tiempo mínimo con una conexión de 1 MB de bajada real– sobre Adobe Digital Editions en nuestro navegador. Esta versión de ADE está simplificada y adaptada por Koomic para que opere adecuadamente, permite vista a pantalla completa del navegador y lo primero que nos carga son las miniaturas de todas las páginas del cómic en cuestión, por lo que podremos fácilmente elegir dónde comenzar nuestra lectura.


Navegando entre las miniaturas

Tras seleccionar una página cualquiera (la primera, en este caso), la página se ampliará ostensiblemente aunque no lo suficiente como para poder realizar una lectura cómoda, y es aquí cuando entran las dos opciones de lectura que ofrece Koomic (os recomendamos que uséis la vista a pantalla completa –menú superior derecho de la aplicación– en cualquiera de los dos casos)…


Ampliación preliminar de una página

1. Viñeta a viñeta. Para este tipo de lectura, pondremos el cursor sobre la página agrandada y haremos click nuevamente en «ampliar». A continuación, trasladando el cursor a los extremos izquierdo y derecho (o usando las flechas de teclado) conseguiremos que se torne en una flecha para avanzar o retroceder. De esta forma, navegaremos viñeta a viñeta por el tebeo mientras el resto de la página queda ensombrecida. ¿Problemas de este tipo de lectura? Pues, en primer lugar, que se pierde notoriamente la experiencia de lectura de un tebeo: la unidad viñeta pasa a descontextualizarse de la macrounidad compositiva de la página y, además, las transiciones de viñeta a viñeta hacen más pensar en una animación controlada, un webcómic o un powerpoint que en un tebeo de toda la vida. En segundo, que hay algunos problemas: algunas viñetas panorámicas tienen que dividirse en dos (se enseña primero la mitad izquierda y después la derecha), las splash aparecen algo pequeñas, y en composiciones de página complejas (diagramación, rotulación, etc.) el sistema es claramente inadecuado. Es decir… funciona bien con una composición a base de viñetas cuadrangulares o poligonales cerradas, pero en el Promethea de Moore daría muchos, muchos problemas.


Lectura viñeta a viñeta

2. Página a página. Para este tipo de lectura, pondremos el cursor sobre la página agrandada y, en lugar de hacer click nuevamente en «ampliar», iremos a los bordes para ajustar el largo o el ancho a la pantalla. ¿Qué ocurre ajustando el largo? Pues que obtendremos una experiencia óptima de lectura si nuestras pantallas son grandes y tienen buena resolución (en el iMac de 20″ ofrece una lectura decente; en el MBP de 15″ no tanto, aunque es legible). ¿Qué ocurre ajustando el ancho? Pues que la página se agrandará y habrá que leer haciendo scroll, en lo que viene a ser la experiencia de lectura más parecida a un .cbr. Pero, y aquí está la pega, el sistema de navegación no está bien afinado de esta forma… no por culpa de Koomic, sino por esa desastrosa herramienta que es el ADE: aunque el scroll mediante teclado funciona bastante bien, el scroll con el ratón se tiene que hacer arrastrando de una forma algo incómoda y, en ambos casos, al pasar del final de una página a la que le sigue aparecemos al final de la misma, no al principio. Es decir… si estamos al final de la 21 y pasamos la página, aparecemos al final de la 22, no arriba del todo.


Lectura con ancho ajustado

Por tanto, podemos elegir entre un sistema «viñeta a viñeta» que altera drásticamente la forma en la que se consumen los cómics en papel, entre un sistema de ajuste vertical que va bien en grandes pantallas, y entre un sistema de ajuste horizontal que es a lo que estamos más acostumbrados (por los .cbr) pero al que le falta un poco –mínimo, eso sí– de comodidad.

Leer cómics de Koomic 2: Versión escritorio

Empecemos por el hecho: Koomic no tiene una versión de escritorio propiamente dicha, sino que sus contenidos se descargan, almacenan y visualizan en la librerías del programa Adobe Digital Editions. Por tanto, todo lo que hemos dicho para la versión online se aplica a la versión de escritorio hasta el punto de que la navegación es similar. Pero, ¡ojo! es similar siempre y cuando ejecutemos una versión «dinámica» de la lectura, que es la que tiene implementada la versión online. Y es que Adobe Digital Editions tiene más opciones en su versión de escritorio aunque sean prácticamente inservibles. En primer lugar, no admite pantalla completa. En segundo, la ocultación del panel de navegación no anda muy fina. Y en tercer lugar, el uso de la opción estática no es para nada aconsejable: no puede hacerse zoom sobre la página, sólo sobre las viñetas, y éstas se pixelan.


Versión de escritorio de Adobe Digital Editions

¿Conclusión? En la versión de escritorio se hace casi indispensable movernos viñeta a viñeta. Con pantallas de gran tamaño y resolución, podríamos optar por ajustar márgenes, aunque la persistencia de los menús de la aplicación lo convierte en un sistema menos efectivo que la versión online.

Leer cómics de Koomic 3: Versión iOS (iPhone e iPad)

Esto es otra cosa totalmente distinta. La app para iOS se ha desarrollado expresamente para Koomic y se nota enormemente. La navegación es fluida, la aplicación es compacta y ágil y los menús son muy intuitivos: Catálogo (para comprar), Mis Cómics (para leer), y el menú de preferencias.


Koomic en un iPad

Y, como ya podréis suponer, la lectura en un iPad es la mejor experiencia de lectura que puede ofrecer Koomic. Su única desventaja es tener que sincronizar con la nube los cómics descargados –el wifi se hace casi obligatorio, so pena de consumo masivo de datos de la operadora–, pero una vez descargados ver los cómics es una delicia porque aquí la página encaja perfectamente en el soporte expositivo y la navegación viñeta a viñeta es lo que debería ser: un complemento extra pero no el principal método de consumo.


Koomic en un iPhone

En un iPhone, por otra parte, el asunto resulta justo al revés: la lectura viñeta a viñeta es el único método de lectura posible (so pena de tener que estar desplazándonos todo el rato por la página ampliada). Pero, por aquello de que el espacio expositivo es el que es, no incomoda tanto como en las opciones online y de escritorio. Está claro que un iPhone no es un dispositivo adecuado para leer cómics, pero se agradece el poder contar con un gadget capaz de entretenernos en el autobús, el metro o en los momentos de esparcimiento casual de la vida diaria. Y, en este sentido, leer cómics en Koomic es una opción más que buena.

Conclusiones

En general podemos decir que Koomic es un proyecto muy compacto, estudiado y bien planteado al que le faltan ciertos detalles para ser óptimo. Sin duda lo mejor es su web, muy bien diseñada, bonita y dinámica, y a la que sólo le falta una mayor agilidad en el proceso de compra online y una mejor gestión de los inicios y cierres de usuario.

Las apps se llevan el segundo puesto en lo que a acabado final y experiencia de usuario se refiere: también ágiles, ligeras para el sistema, adaptadas a la multitarea, etc. ¿Su única pega? Depender de la nube para la sincronización en lugar de tener implementado secundariamente un sistema por wi-fi o desde iTunes. Los tebeos pueden leerse descargados y sin acceso a red, por supuesto, pero la única forma de introducir tebeos en el dispositivo es a través de internet. Además destacar que no leen .cbr o .cbz… algo lógico por otra parte, pero que lleva a que la app sólo pueda ser usada para gestionar el catálogo de Koomic, en lugar de constituir una biblioteca unificada de todos nuestros cómics digitalizados (mucho pedir y mucho riesgo, indudablemente).

Finalmente tenemos la lectura online, que funciona en general bien pero que debería introducir la posibilidad de hacer scroll con el ratón y la de pasar la página en versión estática de forma adecuada; y la versión de escritorio, que es la menos afinada en todos los sentidos al proporcionar una experiencia de lectura realmente incómoda si no se opta por una lectura dinámica viñeta a viñeta. En este sentido destacar la necesidad de disponer de una aplicación de escritorio propia –y no basada en ese desastroso software que es Adobe Digital Editions– que permita al usuario tener mayor control a la hora de leer sus tebeos.

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I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
11 abril, 2011 15:45

La conclusión que yo saco de esto Jose, es que más bien esta perfeccionado para verlo en un ipad, por lo que veo en versiones de escritorio necesita pulirse mucho, y lo que me disgusta es el tema de la sincro, es decir, por lo que leo, y no dudes en llamarme zoquete si no lo he entendido bien, es streaming practicamente, necesitas que haya una conexion enlazada entre tu cacharro y el servidor para poder leer el comic, y ya he dejado patente mi queja a las conexiones actuales en España, las cuales resultan prehistoricas y pueden entorpecer ese funcionamiento.

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
11 abril, 2011 16:24

Ouh Yeah, ahora si, gracias Jose, por lo demás mantengo el inconveniente que veo al mimo por el ipad y a la «falta de mimo» por el sistema de escritorio.

JAVIE
JAVIE
Lector
11 abril, 2011 16:34

Este es el futuro amigos,parecía que no iba a llegar y ya está aquí,poco a poco la pereza de cojer el coche/metro para ir a la tienda, ira dejando paso a sacar tu tarjeta de credito y pillarte el comic por aquí,
 
Yo sigo pensando ( y ojala me equivoque) que esto es bueno unicamente para dos tipos de personas.
 
1-El dueño del koomic este,el cual no deja de ser otro modelo de negocio.
 
2-El lector habitual de comic y de foros el cual la idea la parezca atractiva.
 
 
Para mi el problema vendra con los nuevos lectores, yo cuando me aserque a un comic la primera vez casi me seducia mas el formato que el interior,no tengo yo muy claro que un niño que sienta interes por leer un comic vaya a buscar toda esta información para leer su primer comic,y repito (ojala me qeuivoque)
 
 
P.D: Espero que te den comision JOSE,vaya currazo y vaya manera de explicar las cosas de forma clara y sencilla.

Ocioso
Ocioso
Lector
11 abril, 2011 20:21

Una vez dentro de la página de enlaces selecciono el primer tebeo que me interesa y lo envío al JDownloader. Empieza la descarga y tardará lo que tarde, normalmente un par de minutos.
Pero no es tiempo perdido porque mientras tanto voy seleccionando otros tebeos y poniéndolos en la cola de descarga. Me da igual cuanto dure la descarga de estos porque mientras tanto voy leyendo el primer tebeo.
Tiempo de descarga inapreciable. Coste cero.
 
Cada archivo se renombra de cbr a rar (un segundo) y se extrae a una carpeta con el botón derecho del ratón (otro par de segundos)
 
Obtengo una carpeta con veintipico jpg perfectamente manipulables con el nunca suficientemente valorado ACDsee. Zoom facilísimo. Avance y retroceso tirados. Se pueden ver las páginas como vistas en miniatura o como listado para evitar destripes. Páginas completamente manipulables pudiendo alterar el brillo, contraste, color, o dibujar pollas en los márgenes.
 
La pregunta es la siguiente: si con programas genéricos que valen para cualquier cosa puedo ver los tebeos de manera mucho mas cómoda ¿Por qué motivo voy a utilizar una apps mucho mas limitada y encima pagar por ello? 

MhBeyle
Lector
11 abril, 2011 20:25

«No obstante, aquí he de decir que hacer un sistema de escritorio multiplataforma (Windows, Mac Os X y Linux) requiere de un pastón muy burro.»
 
Lo cierto es que tampoco se requiere de tanto pastón para hacer una aplicación algo menos cutre que la licencia de Adobe. Y si no lo han hecho es por pura vagancia o por desconocimiento absoluto. Que cada cual se quede con lo que más le guste.

Peribáñez
Peribáñez
Lector
11 abril, 2011 21:22

Euhm… Bueno, he tenido que introducir cinco veces el código de verificación… y voy a hacer un pedido y me salta un mensaje de error :S

INCREDIBLE KURT
INCREDIBLE KURT
11 abril, 2011 23:03

IDEA DESTINADA AL FRACASO…
 
HOY LOS COMICS SE DESCARGAN GRATIS!!!!
 
QUIÉN VA A PAGAR POR LEERLOS?

olivarbudia
12 abril, 2011 18:06

Yo no creo que sea una idea destinada al fracaso, es una idea que va a entrar sí o sí porque es el futuro. A lo mejor tarda un poco de tiempo pero sí que tengo claro que es el momento y de hecho he intentado gestionar algo parecido pero obviamente, si no estás en el mundillo es difícil.
Es evidente que los comics se podrán piratear pero también es muy cierto que la calidad no va a ser la misma entre un escaneado y un comic digitalizado adecuadamente. En mi opinión lo que falta es ofrecer sistemas alternativos como puede ser alquilar un comic o pagar una suscripción para poder leer lo que uno quiera por una cuota mensual. De esta forma, me gustaría pensar, que la gente piratearía menos.

Librerin
Librerin
2 mayo, 2011 16:05

Y así las librerías se extinguirán…