Un paseo por la Crack Bang Boom 2011

Entre el 9 y el 12 de junio pasados, tuvo lugar en Rosario la 2º Convención Internacional de Historietas Crack Bang Boom, que resultó ser la confirmación de lo hecho en la primera. Este evento de comics irrumpió en 2010 con grandes ambiciones y parecía un sueño; incluso luego de haberlo vivido no dejaba de sentirse como un sueño. En su segunda edición se presentó como consolidado, como si hiciera años que se realiza, tanto por la buena organización en todo sentido como por el comportamiento del público, que asistió en cantidades a lo largo de los cuatro días, doblando los números del año pasado (10 mil fue el número estimado en la última jornada), acercándose a Rosario desde distintos puntos de Argentina así como de países cercanos (Uruguay, Chile y Brasil, principalmente).

Imagen del evento, con Sónoman de Oswal

La clave del éxito de la 2º Convención Internacional de Historietas estuvo en repetir la fórmula de la primera, añadiendo nuevos componentes, así como corrigiendo errores. De esta manera, lo primero fue reunir una buena lista de invitados de renombre y calidad, junto con un editor para atraer a los jóvenes artistas que buscan pegar el salto profesional. C.B. Cebulski fue esta persona, quien con su importante rol en Marvel Comics y su larga experiencia como cazatalentos para esa editorial, resultó muy convocante para dibujantes de toda esta región del mundo, sea para que revise su trabajo o sea para escuchar sus consejos en la charla que ofreció al respecto en el primer día de la convención.

C. B. Cebulski en su charla (izq.); Catálogo Crack Bang Boom (der.)

Por el lado de los autores invitados, otra vez hubo una interesante oferta internacional con Frank Quitely, José Villarrubia, Rafael Albuquerque y Renato Guedes (con lamentables ausencias de última hora de Rafael Grampá y Eddy Barrows por el inoportuno volcán Puyehue, cuyas cenizas impidieron la salida de vuelos internacionales), y un no menos atractivo conjunto de invitados de Argentina: el homenajeado Oswal en primer lugar, seguido por Enrique Breccia, Rodolfo Migliari, Sebastián Fiumara, Max Fiumara, Salvador Sanz, Diego Parés, Martín Canale, Ariel Olivetti, Pablo De Santis, Gustavo Sala, Lucas Varela, Max Cachimba, Alejandro Aragón y Gabriel Ippóliti.

En la diagramación del cronograma de las charlas se notó que desde la organización se buscó corregir errores de la primera edición, evitándose la superposición siempre que fuera posible, dando la posibilidad de asistir a la gran mayoría, mientras el cuerpo aguantara. Y es realmente valioso ese hecho, ya que muchas se presentaban muy interesantes de antemano y en efecto lo fueron. Comenzando el jueves con las palabras de la experiencia emocionante de Oswal, tocando al público con su amor por las historias, siguendo el viernes con las declaraciones sin pelos en la lengua de Enrique Breccia, para el sábado deleitarse con Cebulski hablando de todo (afirmando incluso que «DC está loca» por su apuesta con el mentado relanzamiento), para llegar al domingo y disfrutar de una charla amena con José Villarrubia. Esto, claro, sólo para destacar una por día, pero hubo mucho más…

Dos grandes de la historieta argentina: Oswal (izq.) y Enrique Breccia explayándose (der.)

Entre medio de eso, se pudieron apreciar muestras de arte de los invitados, la proyección en pantalla grande única en el mundo de All-Star Superman en el histórico Cine El Cairo, clínicas para aprender de maestros como Eduardo Risso, Diego Agrimbau, Martín Canale y Ariel Olivetti, presentaciones de novedades del mercado de la historieta nacional, firmas y bocetos de todos los autores, etcétera.

Tuvo también un merecido espacio Carlos Trillo, para ser homenajeado desde la evocación por el mismo Risso, Lucas Varela, Diego Agrimbau y todos los presentes, que siempre extrañarán la pluma perdida de manera repentina en este 2011.

José Villarrubia y Frank Quitely firman y dibujan (izq.); muestra de artistas invitados (der.)

Reuniendo todo esto en un clima de comunidad, durante cuatro días la ciudad de Rosario fue invadida por los cómics, animándose más de uno a catalogar a esta como la capital nacional del comic. Sin importar si esto es cierto, sí es un hecho indiscutible que en nada más que dos años se instaló como la sede del evento de cómics más importante del país, que de mantener la tendencia de sus dos primeras ediciones va por el buen camino de ubicarse como una de las más importantes del mundo. Para esto, hará falta continuar y aumentar el esfuerzo y buen trabajo para la organización de la tercera edición de Crack Bang Boom, que ya se está esperando.