Si hay un guionista que se ha ganado el derecho propio de mirarse con cariño cada uno de sus nuevos proyectos publicados este es sin lugar a dudas Jeff Lemire, quien parece tocado por una varita creativa cuanto más se aleja de las majors, de esta forma proyectos como Essex County, Descender o Black Hammer nos traen al mejor Lemire, alguien que tan bien sabe jugar con la ciencia ficción como con la esencia del género superheróico o con aventuras más costumbristas. El caso es que tras cogernos con la guardia baja con su soberbia Black Hammer, probablemente el mejor cómic de superhéroes publicado en años, nos llega y de nuevo la mano de Astiberri la obra Un tipo duro (Roughneck en el original) con la que nos pone en la piel de Derek Ouelette, un antiguo jugador de la NHL (National Hockey League) que debido a un desafortunado incidente tuvo que dejar su carrera para mal vivir en su pueblo natal trabajando como camarero y ahogando sus recuerdos en alcohol. Dereck es un personaje roto, desilusionado y que parece sólo sentirse cómodo cuando son sus puños los que hablan por él, da igual como comience la discusión, el final es siempre idéntico, con sus contrincantes ensangrentados a sus pies y su viejo amigo de la infancia, el policía local Ray avisándole que es la última que le pasa, que al final tendrá que meterlo entre rejas para controlar su temperamento.
Estamos pues ante una historia de varias capas en la que según vayamos devorando las páginas descubriremos qué fue lo que llevó a Dereck a esta situación, por qué ahoga sus penas en el alcohol y vive donde vive. Pero no estaríamos hablando de una historia al uso de Lemire si no hubiese varios personajes igual de ricos sobre los que apoyar la trama y es que pronto entra en escena su hermana Beth a quien hace años que no ve, de hecho cuando abandonó su pueblo natal por una prometedora carrera de Hockey su hermana contaba con poco más de catorce años, y si no fuese ya de por sí descorazonadora la historia de Dereck descubrimos que a la joven Beth no le ha ido mucho mejor encontrándose huyendo de un novio que le maltrata y del cual tema que la encuentre para acabar con su vida. Si brillante es la construcción de las historias por separado de Dereck y Beth cuando Lemire nos cuenta cuál era la situación de sus padres entendemos el porqué del comportamiento de ambos, y es que por desgracia ambos no dejan de ser un reflejo de su padre y su madre aunque en sus manos estará construir su propio final.
Un tipo duro es de esas historias que a pesar de contar con casi doscientas setenta páginas se lee de un tirón gracias a lo interesante de la historia y lo afilado de sus diálogos, es imposible no dejarse llevar por la dureza del relato de Lemire y por su perfecta construcción de unos protagonistas con pies de barro que nos llevan en volandas desde la primera a la última página. Es un relato tan duro como el título al que hace referencia, se tratan temas poco agradables como la violencia doméstica, el alcohol o las drogas, y quizás no sea del agrado para aquellos lectores acostumbrados a leer aventuras de héroes perfectos, no es el caso ni tampoco lo intenta, estamos ante una de esas complicadas historias que escuchamos a pie de calle y que nos hace darnos de cuan afortunados somos los que tenemos la suerte de vivir al otro extremo de la vida.
Al igual que en otras obras suyas como Essex County, Lemire hace de autor completo encargándose tanto de guión como de dibujo, el resultado no sólo es sorprendente sino que además y particularmente me ha dudar si disfruto más de sus guiones o de su peculiar trazo, suyo es también el color o más bien la semi ausencia de este apostando por un espectacular juego de sombras en la que el único color que usa de la paleta para la mayoría de páginas es una aguada de azul y el uso de negros, este juego de color se ve ocasionalmente interrumpido con la entrada en ocasiones del rojo, buscando potenciar determinadas escenas violentas o rasgos identificativos en las apariciones del novio de Beth, o en ocasiones páginas completamente coloreadas normalmente para recuperar ecos del pasado. Curioso cuanto menos este uso del color y que aún le da más si cabe ese carácter especial a la obra.
La edición de la obra corre a cargo de Astiberri y es de una altísima calidad como nos tiene acostumbrados, en esta ocasión se han decantado por el formato en rústica y un gramaje de papel excelente, una edición a la altura de la calidad de la obra sin lugar a dudas.
Un tipo duro es una obra especial, de esas que te remueven las tripas una vez has terminado de leerla, dista mucho en género de sus trabajos más famosos anteriormente citados pero en la que encontraremos una trama impactante y que nos dejará sin aliento, una obra que vale la pena leer, un nuevo acierto de Lemire y ya van unos cuantos en su carrera.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Soberbia
Un tipo duro es como un puñetazo en las costillas que te coge por sorpresa, Jeff Lemire lo ha vuelto a hacer creando una obra magnífca.
Y aún atesorando obras de calidad, disfrutando de un éxito más que notable, siendo un autor que difícilmente defrauda en sus trabajos, seguimos sin poder disfrutar de su más que interesante obra Sweet Tooth en Vertigo. 🙁 Toda una pena, la verdad.
Para mi es un autor imprescindible. Sus trabajos nunca me dejan indiferente. Cuando ataca un proyecto como autor completo ya no pueden existir dudas, hay que leerla si o si.
Muchisimas gracias Raúl,porque al leer tu reseña de este comic me decidí a comprarlo y vaya maravilla.Me he dado cuenta que Lemire se está convirtiendo en unos de mis autores predilectos tanto en Marvel (Ojo de halcón,Thanos…),en DC (Animal man,Frankenstein agente de Shade…),en Vertigo (Trillium),en Image (Descender),en Dark horse (Black hammer).En fin,pocos hay con tantas buenas obras,incluso me gusta hasta como dibuja.Un saludo