Una aventura de Spirou. La luz de Borneo

 

Edición original: Une aventure d’Spirou et Fantasio. La lumiére de Bornéo (Dupuis).
Edición nacional/ España: Enero 2017 (Dibbuks).
Guión: Zidrou, Frank Pé.
Dibujo: Frank Pé.
Color: Cerise.
Formato: Cartoné. 92 págs.
Precio: 16,00€ .

 

La serie Una aventura de Spirou por… es un curioso ejercicio creativo en el que diferentes equipos creativos dan una visión totalmente personal y alternativa de Spirou, Fantasio y demás personajes creados por Rob-Vel y Jijé. Dentro de esta colección hemos encontrado propuestas tan interesantes como El botones verde caqui de Yann y Schwartz o la magistral Diario de un ingenuo de Émile Bravo. Ahora le toca el turno a La luz de Borneo una propuesta del artista Frank Pé que ha contado con la colaboración de Zidrou en el guion.

El caso de Spirou es un rara avis en el cómic francobelga ya que es propiedad de una editorial y no de un autor. Este hecho ha provocado que diferentes autores y equipos artísticos se hayan encargado de las aventuras de los personajes desde su creación en la década de los 30. Se da la circunstancia que el autor que más se asocia al personaje, el gran André Franquin, fue el cuarto artista encargado de dibujar al botones y reportero. Otros mucho autores han pasado por la serie, modernizando el concepto original pero siempre dentro de unos parámetros estéticos y temáticos bastante acotados. El atractivo del personaje y su condición de icono cultural ha hecho que otros muchos autores se hayan querido aproximar al personaje pero aportando una visión bien diferente del personaje, respetando la esencia del mismo pero experimentando con temáticas y estéticas imposibles de aplicar en la serie principal. Este es el caso de Frank Pé, un veterano ilustrador belga, que con La luz de Borneo pretende hacer una revisión y actualización del concepto original a la par que brindar un homenaje al trabajo de Franquin en una de las historias más adultas que se ha presentado sobre el personaje.

La historia comienza cuando Spirou abandona su trabajo de reportero en la revista La Moustique por diferencias con la dirección y decide emprende una carrera como pintor. Pero su carrera como artista se verá interrumpida cuando tenga que hacerse cargo de la hija adolescente de un viejo conocido suyo, Noé el domador de animales. Mientras tanto, la escena artística de Bruselas se verá sacudida por la irrupción de un magistral y misterioso pintor que ha creado una nueva corriente pictórica, el Zooísmo. Fantasio recibirá el encargo de descubrir la identidad de este pintor lo que le llevará hasta Noé y sus amados animales del circo. 

Frank y Zidrou nos proponen con esta obra una interesante reflexión sobre la belleza del mundo y la capacidad del ser humano para apreciarla o no. Se trata de un ejercicio muy valiente por lo arriesgado de la propuesta, en la que combina la difícil tarea de ofrecer una versión actual y creíble del personaje protagonista a la vez que desarrolla un discurso sobre el valor del arte como elemento transformador del pensamiento.

Respecto al primero de los temas mencionados, la actualización de Spirou y del resto de personajes, el resultado es excelente y nos presenta a un protagonista perfectamente adaptado a los tiempos modernos pero sin perder su esencia. Sigue siendo un héroe, decidido, valiente y con vocación de ayudar a quienes lo necesiten, pero también es un indignado con la forma de funcionar el mundo moderno movido por un capitalismo salvaje e injusto. Se trata de una caracterización moderna pero respetuoso y muy bien desarrollada teniendo en cuenta la extensión del álbum y la densidad dramática del mismo. Además se nota que los autores son unos grandes admiradores del trabajo de Franquin y en el álbum podemos encontrar múltiples referencias a su trabajo y sus creaciones (aunque al Marsupalami sólo se le mencione) como la recuperación del personaje de Noé.

El otro tema, eje central de la historia, está tratado con sensibilidad, con personajes capaces de transmitir verdadera emoción sin necesidad de diálogos, como el Borneo del título, y con momentos brillantemente ejecutados como la representación circense de Noé y sus animales o las secuencias oníricas protagonizadas por su hija. El problema que presenta esta parte es que los autores la han querido tratar mediante una doble línea argumental, la de las pinturas de Borneo y la lucha de Champignac contra unos misteriosos hongos negros que todo lo invaden, que acaban quedando descompensadas y enlazadas de forma tan elíptica que hace difícil establecer el vínculo existente entre ambas. Es una pena porque para algunos lectores toda la trama de Champignac puede parecer un despropósito cuando en realidad en un necesario contrapunto que muestra el lado oscuro de la naturaleza frente a la belleza de la misma que se presenta a través de las pinturas de Borneo.

La luz de Borneo por Frank Pé

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En el apartado visual el trabajo de Frank es soberbio, detallado y expresivo. El artista no pretende simular el estilo de Franquin ni de otros artistas de línea clara como Chaland o Jijé, pero sí su amor por el detalle y la elaborada planificación de las páginas, con las que consigue una narrativa precisa y fluida que confiere un gran dinamismo donde la historia lo necesita o una majestuosa elegancia cuando el argumento lo requiere.

En definitiva, estamos ante una propuesta sumamente interesante que se disfruta de principio a fin por todo el amor hacia el personaje que transmite la obra, por su gran sensibilidad y por un apartado visual esplendido que se ve realzado por la impecable edición que nos ofrece Dibbuks.