De cartas, peces y negacionistas de la realidad
«Al menos usted ha recibido su carta. Yo llevo tanto esperando la mía…»
Cuando lo vi en la mesa de la librería fue un flechazo, pero una vez he acabado de leerlo ha sido una auténtica conmoción.
En la Isla del Sol, un lugar de aspecto paradisíaco y peculiar, conviven en la superficie los seres humanos con los acuáticos ya que el fondo del mar es inhabitable. El artífice de que esta situación sea posible es Salin Sea, inventor de artefactos de respiración y escafandras para los peces, anfibios y demás animales provistos de branquias. Es el héroe local. Sin embargo, su hijo Yodo, protagonista de esta historia, espera ansiosamente una carta de su madre ausente. La misiva no acaba de llegar nunca y decide ir a la ciudad, a Sunville para reclamarla en la central de correos. Por el camino recoge a una joven que se hace llamar Hermanita – realmente su nombre es Rebecca Gost – que parece ser la mensajera de una organización criminal. Ya en la capital los dos jóvenes se encuentran con el torpe e inepto agente de policía Cipri. El trio protagonista de esta historia ya está formado e irán sembrando la confusión y el caos por toda la isla…
Una carta para Yodo es una mezcla desacomplejada de géneros que incluye el thriller, la ciencia ficción, los relatos de aviación, el drama y la comedia. Bishop recurre a sus principales influencias que van desde las películas de Hayao Miyazaki a Pulp Fiction o Reservoir Dogs, de Crimen en el paraíso a Moebius, de Osamu Tezuka a Sunny de Taiyo Matsumoto y mucho Akira Toriyama… Todo esto para construir un relato sin freno, engañosamente soleado y desenfadado, pero que esconde varios dramas muy agudos en su interior. Bishop usa el humor para contrapuntear la oscuridad de la historia, usa la poesía para ayudarnos a tragar mejor la tragedia.
El trio protagonista acaba formando una intensa relación de amistad, basada en el vacío emocional que cada uno de ellos arrastra, una relación que conseguirá emocionarnos y conmovernos hasta lo más profundo.
En el aspecto gráfico-narrativo, la potencia del arte de Bicheux es de las que atrapa y arrastra hasta al lector más experimentado. El artista francés utiliza un esquema muy abierto de tres tiras con dos o tres viñetas cada una, pero es una cuadrícula muy variable y diversa que, además alterna con composiciones más espectaculares. Sus personajes se mueven frenéticamente, de manera teatral, casi histriónica, especialmente los humanos y toda la ambientación de la isla y los artefactos que la ocupan es imaginativa y original. El artista francés borda las escena más contemplativas, casi descriptivas de ambientes en las que usa a los animales como la mascota de Yodo, el pelícano Pelli, para guiarnos por unos paisajes luminosos y cristalinos. El color es brillante. Alterna el azul radiante del cielo con los morados intensos del mar. El amarillo radiante del sol con los verdes intensos de fauna y de la piel de los anfibios. Respecto a la puesta en escena, a Julien Bicheux no le asusta alternar escenas frenéticas de acción con otras más pausadas y descriptivas de ambientes urbanos, de paisajes naturales o simplemente del despegue de un avión. Pese a su relativa bisoñez, el guionista de Jill & Sherlock demuestra una gran madurez y una excelencia narrativa poco común.
Julien Daniel Jacques Bicheux nació en Épinay-sur-Seine (departamento de Seine-Saint-Denis) en 1985. Autodidacta en cuanto a su formación artística, empieza su carrera profesional en la bande dessinée en 2105, tras trabajar más de cinco años en la construcción. Su primera obra es Nubo, le gardien nuage (2015-2016) que publica Éditions Bonstre y que está compuesta por dos álbumes. En 2017 firma el guion de la serie de humor Jill & Sherlock, dibujada por Yo-one (Yoann Vornière) y que publica Ankama Éditions. Pocos años después publica como autor completo Lettres perdues (2021) en Éditions Glénat, con el que empezará a ser reconocido y que cuenta con una versión en castellano titulada Una carta para Yodo (2022), publicada por La Cúpula. Su última obra hasta la fecha es Mon ami Pierrot (2022) que también edita Glénat.
Julien Bicheux, alias Jim Bishop, reside actualmente en Angoulême, siendo una de las pocas personas que conocemos que lo confiesa abiertamente.
La edición física y técnica del tomo responde a lo que es habitual en La Cúpula. El libro es en rústica, lleva solapas, tiene un tamaño adecuado que permite apreciar bien el arte de Bishop, buen papel y está impreso de una manera correcta. No contiene ningún tipo de material extra, ni escrito ni gráfico y el precio es algo elevado, pero se paga con gusto por todo lo que ofrece y por la calidad del producto.
Una carta para Yodo del autor francés Jim Bishop es una de las mejores sorpresas de este año 2022 que nos está abandonando irremediablemente. Estamos ante una propuesta original, fresca y extraordinariamente intensa. Con esta obra Julien Bicheux irrumpe en el panorama del cómic europeo de una manera sólida y espectacular. Ahora solo hace falta que sus obras posteriores confirmen estos buenos presagios, y que nosotros podamos leerlo en castellano puntualmente. De momento Mon ami Pierrot nos está esperando…
Salut!
Lo mejor
• Emoción, risas y lágrimas.
• El arte de Jim Bishop.
• El futuro que este autor tiene por delante.
Lo peor
• Que corre el riesgo de pasar desapercibida.
• Un precio algo elevado.
Guion - 8
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.5
Flechazo
Una obra primeriza pero con pocos titubeos, llena de auténtico arte y de emoción verdadera
Desconocía totalmente esta obra, pero tiene pinta de que se va a venir conmigo a casa próximamente.