Una conversación entre amigos: ZN recomienda Yotsuba!

 

Guión y dibujo: Kiyohiko Azuma
Edición Original: Yotsubato! VOL 1 a 4 JAP
Fecha Edición: 2006. 192 pág. B/N, sentido de lectura japonés. 8€
Norma Editorial Nota: 8/10

 

Hombre Jordi, a ti te quería yo ver. Últimamente, a raiz de una manga (comooooor?) que he descubierto, me he estado haciendo una pregunta que supongo atañe a todos los fans del cómic americano: ¿Hemos elegido el bando equivocado?. Hace mucho, mucho tiempo, que los comics de superhéroes que leemos dejaron de ser divertidos. Crisis Infinitas en Infinitas Tierras, Xterminios, realidades paralelas que nacen de la esquizofrenia de seres tan poderosos que son capaces de doblar la realidad a su voluntad, esposas asesinadas, compañeros muertos y renacidos…Esto (que no es más que el resumen de los hechos más importantes del comic USA de los últimos años) no es, amigos míos, divertido en absoluto. Sí, de vez en cuando hay algún atisbo de heroísmo, alguna emoción positiva, pero siempre resultan ser el clímax de esas historias, y sólo sirven para devolvernos a donde estábamos antes. O lo que es lo mismo, dejan a los héroes donde estaban para que pueden volver a pasarlas canutas, ya sea enfrentándose a una amenaza cósmica o afrontando la muerte de un ser querido (y resurrección, o peor aún, su clonación).

Pues es verdad, Victor. Incluso en el mundo del manga ha habido épocas de estancamiento. Como por ejemplo cuando las editoriales perseguían a toda costa un nuevo éxito Dragon Ball. Historias de violencia sin sentido y de erotismo que poblaban las librerías en los inicios del manga en este país. Por suerte el mercado supo evolucionar, crecer con los primeros lectores y llegar donde estamos ahora, con una salud envidiable.

Pues puede que durante un tiempo no este mal disfrutar de esas historias, pero el mundo no es así. O no debería ser así. Y nosotros tampoco. Te aseguro que una vez pensar que tu personaje dibujado favorito iba a morir te provocaba algo de emoción. Pero has perdido eso. Eres demasiado adulto y sabes que todo eso es mentira. ¿Entonces, qué gracia tiene?…

Jaja, bueno, siguiendo el ejemplo de DragonBall, Son Goku ha resucitado no sé cuantas veces, y se considera normal dentro de su universo…. es más, hemos visto el cielo y el infierno, con su burocracia y empleados que trabajan ahí xDD.

Fíjate tú, nosotros tenemos monos enamorados de cerebros, pero nadie ha sido tan retorcido como para inventarse funcionarios en el cielo…pero bueno, como te decía, que creo están demasiado empeñados en convertir todos los comics en pequeños Watchmen. Pero bueno, por suerte siempre nos encontramos alguna sorpresa que nos resarce la mala opinión y el desánimo en leer nuevas propuestas. Y son nuestros amigos los japoneses, en su afán de crear un cómic para cada tipo de persona, los que nos permiten, hoy en día, escapar de este deprimente escenario. Y Kiyohiko Azuma sabe no hay nada que ilumine más nuestro mundo desde las páginas impresas de un comic que el brillo de asombro en los ojos de una pequeñaja de pelo verde que se acaba de mudar a la casa de al lado. Esta niña se llama Yotsuba, y protagoniza un manga homónimo, que puede muy bien convertirse en el manga revelación del año.

Pero ojo, ella no lo hace queriendo, y eso es lo maravilloso que esconde este cómic entre sus páginas. Lo cotidiano convertido en la aventura más apasionante a través de los ojos inocentes de una niña de 6 años que está descubriendo el mundo. Y por todos los dioses, ¡que mundo!.

Estoy completamente de acuerdo contigo, Victor. El mayor y principal placer de leer este cómic es el de redescubrir las pequeñas cosas de la vida. Descender los ojos desde el nivel del adulto a la altura de los verdes iris de Yotsuba significa dejar atrás los problemas, los malos humores del trabajo, los problemas con la familia, lo mal que está el patio a nivel mundial (aunque a veces no sea posible, lo veremos luego). Y a disfrutar de la vida, señores. Exprimir al máximo cada momento del día, hacer descubrimientos extraordinarios a cada paso, reír por cualquier cosa, tener momentos tristes también. Descubrir un columpio, ir de pesca, imitar a un policía o preocuparse por el recalentamiento del globo terráqueo serán los quehaceres habituales de esta niña.

Yo añadiría que mientras uno acompaña a Yotsuba y sus vecinas se da cuenta de cuánto nos hemos ido dejando por el camino. Y cuánto vamos perdiendo cada día. Porque lo que más llamará vuestra atención, adultos malhumorados, no son las travesuras sin ápice de maldad de la pequeña protagonista, sino el cariño que destila todo el elenco de secundarios que la acompañan. Su padre, sus vecinas, el enorme Jambo… todos serán comparsa de Yotsuba y pondrán todo de su parte para que las ilusiones de la pequeña no se pierdan como lágrimas en la lluvia. Pequeñas mentiras piadosas que harán que una visita a una pastelería, a un zoo, o un simple desayuno se conviertan en experiencias inolvidables.

Cierto, Victor. El personaje engancha al lector a la primera ocasión. Nos encandilamos con la pequeña en pocas páginas. Acompañando a su padre en una mudanza de origen incierto, su desembarco en el barrio se hará notar en seguida. Y aquí es donde un pensamiento me acompañó durante toda la lectura y que tu quizá no has tenido por no conocer más a fondo otro cómic: el paralelismo con Shin Chan. Te das cuenta en seguida que esta niña es la versión dulce pero no azucarada del terrible niño del “culito, culito”. Curiosamente, hay situaciones de Yotsuba que se parecen bastante a las narradas por Yoshito Usui en Shin Chan.

WOOOOOooOOOOOOO…llevas razón. Ni lo había pensado.

Pero hay una diferencia fundamental: aquí todo el ambiente que rodea el barrio, sus gentes, las acciones, y por ende el propio cómic, es de bonanza, tranquilidad, optimismo, de no dejarse llevar por una respuesta fuera de tono de la niña recriminándole con un buen chichón, sino de enseñarle que eso no se dice o que eso no se toca, casi siempre con una sonrisa en la boca. Nada forzado, eso sí. Ese ambiente de paz que se vive (o eso parece) en algunos barrios de las ciudades japonesas. Este hecho hace que la historia pase de ser una confrontación casi continua de Shinnosuke con su madre a una colaboración estrecha de Yotsuba con su padre. Éste le enseñará un nuevo mundo, no exento de cosas malas pero siempre con solución. Un mundo grande lleno de pequeños detalles y placeres, aunque a veces tendrá que decirle mentidas piadosas para no romperle los esquemas a la niña, muy frágiles en esa edad y con la llorera a flor de piel. A veces también le engañará pisándole sus “derechos” sin que ella se de cuenta hasta que otro adulto la saca de su burbuja. Incluso a veces veremos hacer más criaturadas a los adultos que a la propia niña. Y esa es otra diferencia con Shin Chan: Yotsuba es una NIÑA, no un crío que habla como un adulto como es Shinnosuke. Lo demuestra maravillándose por cualquier cosa, con salidas y respuestas propias de su edad, metiendo la pata a veces (esas calabazas a una de las hermanas acabará siendo noticia de primera plana), o saludando a todo quisqui desde el coche o hablando con desconocidos en el supermercado, informándoles de menudencias cómo por ejemplo qué van a cenar. Tal como una niña de 3 años actúa. Me recuerda mucho a Alba, mi sobrina, de su misma edad, a la que conozco bien al vivir con ella. Ver en papel las mismas reacciones que Alba escenifica en la realidad la hacen realmente adorable, y aunque a veces las excusas argumentales sean de poco peso, siempre sale alguna situación divertida, que es lo que importa.

Precisamente yo encontraba complicado expresar en palabras el cariño que irradia cada diálogo, cada dibujo de este maravilloso canto a la inocencia que es Yotsuba!, pero me parece que acabas de encargarte de eso.

Un aspecto que no comentas es el del dibujo. Es excelente, incluso diría que es de los mejores estilos de dibujo que se puede encontrar ahora mismo en manga. El autor domina a la perfección las dimensiones de la anatomía, y tiene una línea clara y radiante muy apropiada para lo que quiere explicar. Además, sorprende mucho el uso fantástico e intensivo de tramas. Desde ropa (polos, tejanos, camisas, calcetines), hasta la marca imprimida en las bolsas de la compra de un supermercado. Y no solo los objetos animados, sino todos los paisajes y escenarios están perfectamente realizados. La profusión de detalles es asombrosa. El uso de superdeformeds (personajes caricaturizados con grandes cabezotas, aunque aquí es ligermante distinto) está integrado a la perfección dentro de un dibujo más serio y detallista. A destacar el uso de “ojos de gato” cuando la criatura está pensando en algo o sorprendida por un hecho o respuesta. Como si se quedara “a cuadros”. Habitual también son esas partes de diálogo que aparecen fuera de los bocadillos y que suelen usarse para completar una coña o representar que quien lo dice lo hace con voz baja.

Pero no todo es positivo, ¿verdad Victor?

Verdad.

Personalmente no me ha gustado la explicación del origen de Yotsuba. Es posible que pese a conectar y disfrutar del cómic, personalmente esté demasiado afectado por el gris panorama de noticias y malos asuntos que nos rodean día a día. Quiero decir que es muy bonito lo que dice (no voy a destriparlo), pero no cuadra por ningún lado, sobretodo teniendo yo la experiencia personal de adopción de una niña. Lo siento, no cuela. Que sea un cómic de humor y divertimento no quiere decir que no pueda ser relativamente fiel a la realidad. Tampoco me ha gustado la excelente recibida que tiene la pareja, por parte de 3 hermanas vecinas que no conocen de nada a un señor que de golpe y porrazo aparece como vecino con una niña. Entiendo que este es precisamente le motor que comentábamos antes (lo del buen rollo, ambiente de paz), pero alguna vez hace que pienses que en la realidad esto quizá no sería tan así. Aunque claro, si nos ponemos en este plan mejor ni leer cómic, ni leer libros ni ver películas. . Tampoco las pocas tiras cómicas que hay en medio del tomo me han parecido gran cosa, y que me hace temer que su obra anterior, Azumanga Daoih!, que ha tenido tan buenas críticas, me deje algo frío. Pero estos fallos no influyen demasiado en la valoración final, ya que el objetivo de la historia es ofrecernos varias situaciones donde el personaje de la niña se pueda desarrollar.

Creo que estaremos de acuerdo Victor en que es un manga muy divertido, ideal para levantar la moral y pasar un buen rato con las ocurrencias y modo de vida de esta niña. Es indicado para todo tipo de lectores y de edad, ya que todos nos gusta volver a esa época donde no había preocupaciones y que cada minuto del día era un aventura sin fin. Si le añadimos un dibujo exquisito y un humor blanco y complaciente, hacen de su lectura un grato muy agradable. Qué piensas tú?

Pues que llevas toda la razón del mundo, y dejame añadir (porque me da la sensación de que nos están escuchando) que por encima de todo Yotsuba es una puerta a ese tiempo que tuvimos una vez que no estaba supeditada al dinero que ganábamos, ni a los problemas que teníamos. A ese tiempo en que mirábamos al mundo con la promesa de cosas tan increíbles por descubrir que no teníamos tiempo que perder pensando en el futuro. Esa época que no volverá, pero que podemos visitar de tanto en tanto abriendo los tomos de la niña de pelo verde y de sus divertidas ocurrencias. Humor a raudales, amor por la vida, por la inocencia, y finalmente por este medio nuestro la convierten en una obra imprescindible para cualquier lector adulto.

Y al unísono nos gustaría acabar con una voz en común: Yotsuba!. Simplemente, disfrutadlo.

P.D. conversacional: y ahora, en señal de hermanamiento, vamos a tomarnos algo, que yo invito.