En la nueva tanda de novedades de Planeta para este mes de agosto, aunque salió a la venta hace ya un mes, encontramos una nueva obra de Aftershock, la cual será el primer contacto en España con el trabajo para esta editorial de Cullen Bunn, pero no el único. Unholy Grail se publica en su país de origen en julio de 2017, pero dos meses después Aftershock lanza a la venta otra serie de Bunn, haciendo ver que apuestan por él, esta segunda es Dark Arc, que alcanzó mayor fama que de la que hoy hablamos y saldrá a la venta en España en diciembre de este mismo año. No solo se queda aquí, luego hará Brothers Dracul con el mismo dibujante de la que aquí se reseña, es más, justo el pasado mes de julio al autor a estrenado otra serie en Aftershock, Knights Temporal, se ve que está cómodo en el sello.
Cullen Bunn comienza su carrera en Oni Press, con bastante buena mano, pero es gracias a su trabajo en Marvel donde el público general comienza a conocer su obra. En la casa de las ideas ha tenido un poco de todo, desde tie-ins normalitos dentro de eventos hasta magníficas series como Magneto, con la que llamó la atención realmente, o Caballero Luna. También hizo sus pinitos en DC con personajes como Green Lantern o Aquaman, pero su obra más personal fue publicada en Dark Horse, algo curioso en una época en la que todos los autores se tiran a por el modelo Image. A pesar de que su carrera está muy ligada al mundo de los superhéroes, el gusto de Bunn en su propia obra se acerca más al género de terror, si hubiese que nombrar una obra suya esta sería Harrow Country, pero no es algo puntual, se ve que a Bunn le va la temática más oscura.
A falta de ver la trama real de Knights Temporal, el trabajo de Bunn en sus tres primeras obras de Aftershock siguen la misma pauta, la de coger mitos de tiempos pasados y darles una vuelta de tuerca algo tétrica. Si en Dark Arc presenta la contrapartida oscura del arca de Noé y en Brothers Dracul se va hacia la figura de Drácula, en Unholy Grail nos lleva a mirar la conocida historia del Rey Arturo desde una perspectiva más sucia, haciendo que todo lo bueno de la leyenda sea un simple apunte, que lo malo sobresalga hasta dejarnos un sabor muy agrio en la boca ya desde las primeras páginas de este tomo.
La historia comienza por el final, con Sir Percival llegando a un destrozado castillo de Camelot con el Santo Grial en sus manos y sin poder hacer nada por el ya perdido reino. De base ya se ve que no hay necesidad de mantener el misterio, cualquiera que se haya acercado lo más mínimo a esta leyenda sabe cómo transcurre, las pretensiones de los autores van por otro camino, que se hace patente cuando nos muestran a un Merlín muy humanizado, casi ridiculizado, siendo devorado por un demonio que toma su forma. Lo interesante de la obra es ver las maneras en las que dicho demonio va manejando a los personajes a su antojo para su propio divertimento.
Lo mejor del desarrollo de la obra es que se salta años de una página a otra parando solo en los momentos importantes de la historia del Rey Arturo, es decir, cuando saca la espada de la piedra (una piedra que sangra) su encuentro con la Dama del Lago (más monstruosa de lo que acostumbra) la traición de Ginebra y Lanzarote, la aparición de Morgana y la batalla final. La parte positiva de esto es que el tomo va directo al grano, no se pierde en batallas secundarias, a saber, aquellas que daban la gloria a Camelot, y la descripción de todo lo malo que le pasa es muy sucia y oscura. Pero esto tiene un lado negativo, desde el punto de vista del lector cuesta empatizar con los personajes, no hay un gran desarrollo de ellos, solo se conocen las motivaciones del demonio, que a su vez son tan simples como divertirse, pero el resto parecen bastante vacíos. No hay pensamientos, solo gente que parece constantemente deprimida y que se deja guiar. Morgana, Lanzarote y Ginebra sí que tienen algún momento interesante, pero la peor parte se la lleva el pobre Rey Arturo, que parece una marioneta en manos de Merlín sin capacidad alguna de acción ni reacción.
El tomo lleva un número 1 en su portada y en su lomo, sin embargo contiene una historia completa de principio a fin, que nadie se asuste si en los próximos meses no ve un número 2. Parece que estamos ante un caso similar al que ocurriera con Shipwreck hace unos meses, Warren Ellis admitía que le gustaría hablar más sobre el mundo creado en su obra por lo que, desde Aftershock, se optó por numerarlo. A día de hoy Bunn no dado señales de que un segundo tomo salga adelante, pero existe esa posibilidad, se podría suponer que ambientada en otra época con el mito del grial por medio. La cuestión es que el tomo de Unholy Grail publicado en España por Planeta es un tomo completo, tiene una serie entera y pone un “fin” en su última página. Este carácter de volumen unitario le da incluso más aliciente a la lectura, la historia es la que es y no da para más, con un tomo es más que suficiente para agradar al lector. Lo que no quiere decir que en un futuro no puedan hacerse historias interesantes sobre este mundo, pero ya fuera de la corte del Rey Arturo.
Para retratar la sociedad oscura y sucia de la que nos quiere hacer partícipe Cullen Bunn tenemos a Mirko Colak, autor con el que ya había trabajado, a pesar de no haber tenido una etapa larga y remarcable sobre la que hablar más allá del Craneo Rojo con Greg Pak para Marvel, por lo general hace números sueltos cubriendo a otros autores. Como suele ser habitual en Aftershock, los dibujantes son relativamente nuevos y en este caso Colak muestra un estilo muy interesante para el conjunto de la obra, por esa capacidad de mostrar una sociedad deprimente y oscura que contrasta con la típica visión clara de Camelot. En este punto tiene gran importancia el color de María Santaolalla, cambiando las tonalidades de forma que el lector identifica perfectamente el paso del tiempo y dejando la claridad para el final. Por poner alguna pega se podría decir que hay partes en las que la narración se pierde un poco, el dibujo decae en el último capítulo, pero Unholy Grail sigue la línea marcada por los tomos de Aftershock que hemos visto hasta ahora y es un cómic que merece la pena leer, aunque los años, presumiblemente, lo puedan enterrar en el olvido.
Unholy Grail
Guión - 6.5
Dibujo - 7
Interés - 7
6.8
Artúrico
Unholy Grail logra revisar de forma original el mito de Camelot, dando lugar a una obra entretenida, puede que no alcance a las otras de Aftershock publicadas en España, pero sobresale en el panorama independiente. Gana en enfoque, pierde en personajes y logra equilibrarse en la parte final.
Hola, Ígor, gracias por la reseña ante todo.
Me compré este Unholy Grail la semana pasada, atraído por 2 factores: el nombre de Cullen Bunn, cuyo trabajo me está gustando mucho en Harrow County y me gustó tambien en la serie de Magneto (antes de que la hiciera descarrilar con aquel bodrio de Axis). En segundo lugar, me interesan los ejercicios de re-imaginación del mito artúrico (como tambien lo está haciendo ahora Gabriel Rodríguez en «La Espada de las Eras», o como fue la fallida peli de Guy Ritchie de hace un par de años)… y, francamente, Unholy Grail me ha decepcionado, en parte por razones que tú ya has señalado, como el esquematismo de ciertos personajes que «están porque tienen que estar» según el canon pero que actúan como peleles sin personalidad dentro de ese plan absurdo de Merlin que no me quedó claro cuál era -¿crear una era de heroísmo para luego hundirla?, ¿trastear con asuntos humanos como el duende Puck para crear el caos porque sí a lo largo de tantos años? ¿alimentar a la Dama del Lago a base de sacrificios?-.
Por otro lado, el dibujo de Colak es bastante pobre. Lo curioso es que el primer episodio está bastante más trabajado que el resto, y yo «piqué» porque cuando abro un tebeo en la tienda con intención de comprarlo, hojeo/ojeo sólo las primeras páginas con el propósito de no «autospoilerame» mucho del contenido. Y luego vienen las decepciones como esta. La primera ilustración que has puesto en la reseña pertenece a ese primer número, y el aspecto es estupendo, el entintado trabajado, el color, las sombras, etc… hay verdadero «ambiente» en esa escena, pero luego todo se va al garete: Colak no dibuja sombras que den volumen o profundidad a las figuras (todo se lo deja al colorista que hace lo que puede), los ambientes son ambiguos en iluminación, los cielos son muchas veces crepúsculos de bibliotecas de fondos… y lo que más me saca de quicio en estas historias medievales es la carencia casi total de documentación visual e histórica que proporcione un aspecto interesante o mínimamente verosímil a lo que estoy leyendo: Camelot es un castillito random que visto por fuera solo es una «acotación de lugar» (como el apartamento de Friends al comienzo de una escena) y por dentro es una sucesión de «espacios-nada», sin fondos, sin focos de luz, sin sombras, sin elementos arquitectónicos reales (un arco apuntado por allí, unos ventanucos colocados aleatoriamente por allá). Y casi lo mismo para el vestuario y las armas, que me parece que tira de memoria o de imaginación que de documentación. Y eso es lo que más me cabrea: ahora con internet un dibujante puede tener toda la documentación gráfica que quiera sobre cualquier periodo histórico o cualquier sector de la artesanía antigua y más en la palma de la mano y en 1 segundo… y sin embargo tebeos como este están peor documentados que los que se realizaban hace 40 ó 50 años cuando cada dibujante tenía que documentarse en enciclopedias, revistas, etc. y fabricarse su propio archivo gráfico. Ves esto de El Cid de Hernández Palacios del año 1971 y se te cae el alma a los pies por la diferencia abismal de documentación:
Además, como bien has señalado, Igor, Unholy Grial es una serie limitada de 5 números, no es una serie regular inmersa en un calendario ya en marcha, de modo que se supone que el proyecto ha tenido un espacio de tiempo más laxo para hacer las cosas mejor ¿no?
Totalmente de acuerdo con Pelayo. Guión malo, dibujo pobre y color pastel. Peor es difícil hacerlo porque después desto empieza lo impublicable. Y lo del 1, un chiste muy mal gusto.