Unity Volumen 1: Matar a un rey

 

Edición original: Unity #’s 1-4 USA (Valiant).
Edición nacional/ España: Aleta Ediciones.
Guión: Matt Kindt.
Dibujo: Doug Braithwaite.
Color: Brian Reber.
Formato: Libro Rústica, 112 páginas.
Precio: 12 €.

 

Aric de Dacia, el protagonista de X-O Manowar, ha vuelto a casa, y esta vez de verdad. El visigodo, tras ser abducido en la edad media por los extraterrestres conocidos como La Viña, consiguió escapar de su cautiverio en otro planeta, robando además en el proceso la poderosísima armadura Shanhara. Pero al llegar a La Tierra descubrió que por efectos del viaje superlumínico habían pasado siglos desde su rapto, y que ése ya no era el mundo que conocía. Liberando a los descendientes del resto de sus compañeros visigodos de sus alienígenas captores y erigiéndose rey de éstos, les prometió una tierra donde vivir libres. Y así, con una nave espacial llena de avanzadísima tecnología se dirigieron a reclamar Dacia, su nación soñada. Solo que ésta hoy por hoy no lleva tal nombre, sino el de Rumania. Y las potencias mundiales, ante la visión de un puñado de bárbaros que poseen rifles laser y un buque intergaláctico armado hasta los dientes conquistando un país entero, y alterando el delicado equilibrio de poderes, se ponen nerviosas. Hay una guerra en el horizonte, y las consecuencias geopolíticas de las acciones de Aric quizás acaben desencadenando un apocalipsis nuclear.

Por supuesto, a Toyo Harada, el superhumano que preside la fundación Harbinger y que sufrió de niño el bombardeo de Hiroshima, tal perspectiva le parece poco halagüeña. Tras intentar infructuosamente reducir a Aric con un batallón de los Psiots a su servicio, reunirá un grupo de individuos excepcionales para llevar a cabo la peliaguda tarea. Su antigua seguidora Livewire, Ninjak, e Gilad, el Guerrero Eterno, deberán afrontar junto a Harada el reto de hacer entrar en razón al visigodo…o eliminarle.

Unity, en la encarnación de la editorial Valiant de los años noventa -la anterior al reboot de 2012- fue como se llamó el gran evento en el que todos los personajes de su universo ficticio se encontraban para combatir a una amenaza de grandes proporciones: sus Secret Wars o Crisis en Tierras Infinitas, vaya. Fue publicada en 1992, y su serie central de dos números estuvo al cargo de Jim Shooter, Barry Windsor Smith y Bob Layton. Posteriormente, cuando la editorial pasó por su etapa Acclaim, el nombre fue usado de nuevo, con epígrafe, en Unity 2000, otro evento -que quedó inconcluso- escrito también por Shooter y dibujado por otro ilustre igualmente llamado Jim, Starlin.

Sin embargo, para esta nueva versión de la que hoy hablamos se ha decidido usar el nombre de aquellas miniserie para designar al grupo formado por varios de los personajes más destacados de la casa, salidos de las páginas de otras colecciones. Serían, por tanto, el equivalente en Valiant de la Liga de la Justicia o de Los Vengadores. Sin embargo, más que con estos últimos tienen similitudes con aquella popularísima versión militarizada que Mark Millar y Bryan Hitch lanzaron a comienzos del siglo XXI, los Ultimates. Pero tales paralelismos se empezarán a ver más bien en los siguientes tomos, cuando se establezca la idiosincrasia del grupo; en éste, de momento veremos cómo se establece tal alianza de héroes.

¿Y que tal funciona como tebeo este Day unlike any other? Pues por un lado, el guión de Matt Kindt es trepidante contando una historia que usa de forma consecuente los hechos que vienen siendo narrados en la serie de X-O Manowar, consiguiendo hacer parecer que la aparición de esta saga y colección sea el fruto lógico y natural de dichos sucesos. No es ningún secreto que Kindt no suele ser santo de mi devoción cuando aborda el género superheroico, pero aquí me resulta complicado ponerle ninguna pega al trabajo que hace con la inverosímil premisa de la que parte. Y es que resulta complicado creerse que un puñado de visigodos, por muy bien armados que estén, consigan hacerse con el control de todo el territorio nacional dentro de las fronteras de Rumanía, como si se tratase sólo de una ciudad. Pero bueno, supongo que esto no acaba de ser responsabilidad suya, sino de Robert Venditti, el guionista de X-O Manowar. Os emplazo a leer la semana que viene la reseña del tomo que recoge los números de esta serie afectados por esta historia, un crossover en toda regla, pero que obviamente, y como suele tener cuidado Valiant con estas cosas, resulta totalmente orgánico, la trama lo pide y no parece nada forzado. Es importante resaltar que conviene acercarse a los tomos del crossover en este orden, primero el de Unity y luego el de X-O Manowar, pues si no la lectura puede resultar algo confusa. Volviendo a Kindt, lo que posiblemente sí sea responsabilidad suya es el único “pero” que le voy a poner al tomo: el inverosímil y conveniente final, entre fatalista y buenrollista, que le da a la situación con Aric. Con todo lo que nos estaban contando y cómo nos lo estaban contando, habíamos olvidado que, claro, las cosas tenían que acabar así para preservar un status quo editorial, aunque sea uno tan refrescantemente variable como el de Valiant.

Por su parte Doug Braithwaite está tremendo en su lápices, aunque aquí ya se iba echando de menos un entintador hábil sobre ellos, ya que el excelente color de Brian Reber no resulta suficiente para frenar esa sensación de estar ante bocetos, eso sí, magníficos.

Un interesante debut para Unity, lleno de acción, interrelación de personajes y aporte de ladrillos para continuar la construcción de un universo ficticio compartido coherente y a menudo apasionante. Y lo que está por venir con el supergrupo no solo está a la altura, sino que en muchos tramos lo supera.