Universo DC: Renacimiento

 

Edición original:DC Universe: Rebirth núm. 1 USA (one-shot) .
Edición nacional/ España:ECC Ediciones.
Guión:Geoff Johns.
Dibujo:Ethan Van Sciver, Gary Frank, Ivan Reis, Phil Jimenez.
Entintado: Joe Prado, Matt Santorelli.
Color: Brad Anderson, Jason Wright, HI-FI, Gabe Eltaeb.
Formato: Rústica, 80 págs. A color.
Precio:7,50 euros.

 

No estamos frente a un cómic convencional, por lo que vamos a saltarnos las reglas, romper lo establecido, los formalismos y vamos a hablar desde el corazón, desde el sentimiento personal, ya que no hay mejor forma que esta para poder hablar de un cómic con el que DC, Geoff Johns y cuatro increíbles dibujantes lo han cambiado todo, absolutamente todo, incluso a los propios aficionados que han vuelto a reencontrarse con esa parte de si mismos que con el tiempo, las desilusiones y las fórmulas repetitivas y las promesas incumplidas, habían relegado a un pequeño y oscuro rincón de ser. Ha llegado el momento de rescatarlo y dejar que fluyan las emociones que se desatan cuando uno lee este cómic tan importante.

Tras lo acontecido en Flashpoint la realidad del Universo DC cambió para siempre, o eso es lo que nos dijeron, cuando el mercado dio la bienvenida a los Nuevos 52, cincuenta dos series en las que se refrescaba, para bien o para mal, a muchos de los personajes de la casa con el fin de acercarlos a los lectores de forma que la continuidad no les resultara un lastre a la hora de acercarse a los héroes de otras generaciones. La fórmula no acabó de funcionar en su totalidad y muchas series acabaron siendo canceladas, otras funcionaron a medidas, mientras que algunas resultaron ser obras muy interesantes, relevantes y significativas. Como la vida misma.

Pero el conjunto global era que esta iniciativa, que ha durado 52 meses, no estaba siendo un camino de rosas ni para los aficionados ni para la propia editorial. Había que cambiarlo todo pero sin traicionar lo realizado, sin negar la evidencia de los fallos que se habían estado cometiendo, con el fin de que el Universo DC renaciera reforzado de nuevo.

Poco vamos a decir sobre la calidad de este especial, de esta puerta de entrada a Renacimiento, porque no se trata tanto de decir si Johns realiza un buen o mal trabajo, si manipula las emociones del lector (que lo hace), si los dibujantes son capaces o no de plasmar lo que Johns lleva en mente (que lo consiguen con creces), si lo que nos cuenta es fruto de la improvisación (que no lo es para nada) al ser el resultado de una maniobra que se empezó a construir hace muchos meses en Superman y La Liga de la Justicia… Al final de lo que vamos a hablar será de lo que se remueve dentro de cada lector y para ello es necesario romper las citadas normas y hablar directamente de lo que me arrancó de dentro este especial cuando lo leí.

Renacimiento ataca directamente a la zona de flotabilidad del lector desde la primera página. Sin contemplaciones, sin más preámbulos somos capaces ya de intuir quien está narrando la historia que empieza a desgranarse ante nuestros ojos. No es demasiado complicado sentir un escalofrío mientras se va saltando de un recuadro de texto a otro, esperando que finalmente se confirmen nuestras sospechas.

No tarda mucho en ser así y es cuando empieza una lectura emocionante, vibrante, atrapados como estamos por los acontecimientos, mientras deseamos que a cada viñeta se pueda materializar el sueño que muchos atesorábamos y ya se había dado por perdido, el de volver a ver a Wally West, el Wally West de siempre, correr de nuevo por el Universo DC.

Y es que todos aquellos lectores que se embarcaron en esta aventura de leer y disfrutar leyendo comics de superhéroes en la cada vez más lejana década de los 80, siempre hemos tenido un Flash, Wally West, con el que hemos crecido y hemos madurado como lectores hasta el día que nos dejó de la forma más silenciosa posible.

Aún resuenan en mi cabeza como Didio esquivaba las preguntas que iban dirigidas a su persona y en las que se le increpaba por la desaparición de Wally del Universo DC. ¿Acaso ya sabían que un día existiría este cómic?

Sea como sea, la cuestión es que Wally está aquí como protagonista absoluto dando la entrada a toda una revolución editorial en DC. De nuevo Flash, sin importar ya quien esté debajo de la máscara, vuelve a correr para cambiarlo todo. Ocurrió antes cuando inauguró la Edad de Plata, descubrió el Multiverso, gestó el concepto de legado en Crisis… Y es justamente lo que en este especial Renacimiento se recupera, el legado en estado puro. Algo que nunca debería haberse marchado y que regresa con fuerza para retomar las riendas de este renacer.

El cómic avanza de forma clásica, desgranando la historia de forma que al tiempo que podemos ver a Wally perseguir su objetivo, vamos descubriendo nuevos inicios de historias de muchos personajes del Universo DC. Historias que golpean con fuerza, que remueven esos sentimientos de formas muy distintas, pero logrando siempre no dejar indiferente a cada viñeta.

Johns no nos cuenta en esencia nada y nos lo cuenta todo. Pone orden al caos, marca una línea a seguir por todas las colecciones que han de renacer a partir de este punto y logra unirlo todo de tal forma que deja espacio para que la nostalgia y la polémica se puedan dar la mano de forma sólida. Construye un cómic fundacional de todo un nuevo universo donde, bajo la forma de una nueva amenaza en la sombra, empezar a dar los pasos necesarios para reconstruir la confianza de los aficionados.

Universo DC Renacimiento es un cómic para todos aquellos que nunca hayan leído un cómic DC y para todos esos que llevan DC muy dentro de su persona. No importa si al leerlo no se entiende nada porque hasta ahora las lecturas de DC habían sido muy esporádicas, porque es imposible no sentir que entre sus viñetas, escondida entre las hojas, este cómic destila y emana pura energía creativa, seas de DC o no lo seas. Si eres de DC vas a disfrutarlo cada segundo. Si no eres de DC tienes por delante un periodo de aprendizaje maravilloso, como cuando todos éramos unos chicos y chicas que empezaban a interesarse por este tipo de comics. Llegábamos a colecciones que llevaban cientos de historias a sus espaldas, pero no nos importaba, éramos capaces de subirnos a un tren en marcha, recatar colecciones pasadas, comentarlo con los amigos, leer correos y hacer lo que fuera preciso para ir descubriendo más del pasado de esos héroes y heroínas que eran capaces de inflamar nuestra imaginación. Construíamos la historia global a través de retazos y lo disfrutábamos. Así es Renacimiento. Así nos podemos volver a sentir de nuevo si aprecias que te subes a un tren en marcha. Pura magia. Y si por el contrario eres de los de toda la vida, Renacimiento te trae de nuevo el legado más prístino en forma de dos grandes siglas: DC.

Nos hemos saltado las reglas. Hemos roto un muro porque este cómic merece que ese muro sea roto y se hable con el corazón y no con la razón. Os pido disculpas por ello.

En tiempos pasados, cuando en Zinco elaboraban su listado mensual de publicaciones, acompañaba a cada colección un breve resumen de lo que podríamos encontrarnos entre sus páginas así como la descripción técnica del producto en sí. Cuando un mes aparecía un cómic relevante de verdad el texto venía rematado por la lapidaria frase: si este mes solo puedes comprar un cómic, que sea este.

No hay mejor manera de expresar que este mes de noviembre Renacimiento debe estar en la casa de todo aficionado al cómic de superhéroes, sin distinción, porque es historia, es arte, es diversión y esencia pura destilada de lo que es y debe ser este medio que todos amamos y con el que gracias a este cómic sabemos que vamos a volver a disfrutar de nuevo.