Edición original: Marvel Comics – noviembre 2000 – septiembre 2001
Edición España: Panini Comics – diciembre – 2012
Guión: Alex Ross, Jim Kruegger
Dibujo: Doug Braithwaite
Entintado: Bill Reinhold
Color: Peter Patanzis, Benjamin Garcia
Portada: Alex Ross
Precio: 30 euros. Tomo de 704 páginas de la colección Extra Superhéroes
Dentro de su línea de recuperación de incunables, clásicos y antiguallas marvelianas varias, Panini ha tenido a bien recuperar la trilogía-X elaborada por Alex Ross y Jim Kruegger a principios de la década pasada. Así, si el año pasado tocaba la reedición de Tierra-X ahora toca Universo-X y después, si hay que hacer caso al plan editorial de 2013, le llegará el turno a Paraíso-X.
Cuenta la leyenda que esta trilogía, surgida de la mente del famoso ilustrador y llevada a guión por su amigo Jim Kruegger, era un intento del propio Ross de demostrar que sus capacidades en esto del cómic iban más allá de la parte gráfica, un poco mosca por el hecho de que los méritos literarios de Kingdom Come hubieran ido exclusivamente hacia Mark Waid. Sea cierto o no este enésimo capítulo de la discusión (más vieja que el andar a pie) sobre la contribución de las partes de un equipo al trabajo conjunto, el hecho es que don Alex propuso a Marvel un proyecto bastante ambicioso en el que se implicaba a los principales personajes de toda la editorial (y a buena parte de los secundarios) para contar una historia con mucha épica en la que el autor exponía su visión del universo marveliano, la cual incluía una especie de teoría unificada sobre su origen, su destino, la aparición de los superhéroes o el papel de las distintas entidades cósmicas. Universo-X constituye la segunda parte de una trilogía que terminó aprisa, corriendo y con un poco de mal rollo entre autores y editorial.
La historia continúa directamente del final de Tierra-X. Después de la eliminación del celestial que se gestaba en el interior de la Tierra, el planeta ha quedado en un equilibrio bastante precario, hasta tal punto que su destrucción entra dentro del campo de lo posible. La población mundial ha obtenido poderes y ahora los superhéroes podrían no ser tan necesarios y mientras un renacido Capitán Marvel se embarca en la recolección de objetos poderosos para poder llevar a cabo un plan cuando menos ambicioso: derrotar definitivamente a la Muerte y crear un nuevo paraíso.
La acción se desarrolla a lo largo y ancho del universo marveliano, sin distinguir entre dimensiones y marcando las diferencias entre el mundo de los vivos y el de los difuntos. En el primero los personajes sobre cuyo peso recayó la maxiserie anterior aparecen nuevamente y siguen desarrollando sus respectivos papeles en el gran drama diseñado por Ross y Kruegger. En el segundo los fallecidos están enzarzados en una batalla eterna en un espacio sin tiempo donde todo está invertido –jugando con el bonito truco de invertir los colores y los emblemas- y donde aún se creen vivos. El único personaje con capacidad para operar a ambos lados de la puerta parece ser un Mar-Vell que no muestra todo el diseño del plan que pretende elaborar. Sin embargo sus maquinaciones no pasarán desapercibidas para aquellas entidades más relacionadas con el hábito de irse y mandar al otro barrio: Mefisto, la Muerte y, por supuesto, el principal adalid de esta última, Thanos de Titán, tendrán un papel destacado en una trama donde nada termina de ser lo que parece.
Ross y Kruegger introducen en este segundo capítulo a dos personajes que ocuparan un poco el papel del Hombre Máquina en el primero: Kyle Richmond, Halcón Nocturno e Isaac Christians, la Gárgola. El antiguo defensor, recuperado en una miniserie inédita en España y escrita precisamente por el guionista de cabecera de don Alex, tiene a su viejo y pétreo compañero de secretario y amanuense para que recoja en papel las visiones que una maldición le produce. Como sucediera con X-51, en un momento de la historia dejarán de ser meros testigos para pasar a convertirse en pieza esencial del desarrollo de la trama.
También se plantea una buena ocasión para seguir desarrollando aspectos secundarios esbozados en Tierra-X. El primero es el funcionamiento de la evolución al estilo marveliano según los planteamientos de Ross, con sus efectos en los skrulls, los asgardianos y los propios humanos. Una trama secundaria que no se resolverá hasta el último momento será el tira y afloja entre Thor y Loki acerca de sus auténticas naturalezas. Los autores usan y un poco abusan de las explicaciones “personales e intransferibles” que justifican los orígenes, destinos, motivaciones y actitudes de algunos personajes. Para el debate quedan sus teorías sobre las verdaderas génesis de Belasco o Míster Siniestro y sus vínculos con algunos integrantes de la Patrulla-X, que dieron para algún comentario crítico por parte de un autor tan vinculado al grupo como el desaparecido Dave Cockrum. Afortunadamente para los detractores estamos ante una historia alternativa donde los autores tuvieron una libertad –cada vez más relativa- para contar lo que quisieron.
El deseo de abarcarlo todo en esta gran saga juega tanto a su favor como en su contra. Por un lado los seguidores enciclopédicos se lo pasarán bien –o no, en función del grado de agrado que les produzca la propuesta de la trilogía- comprobando que pocos personajes se escapan de tener algún cameo en la serie. Por otro quienes carezcan de ese nivel de conocimiento tendrán ciertas dificultades para seguir algunas partes de una trama que, hay que advertirlo, se vuelve más compleja y confusa conforme van avanzando los capítulos. Esta sensación se incrementará al llegar a Paraíso-X, que hubo de ser terminada sin que sus artífices pudieran contar todo cuanto deseaban.
En la parte gráfica comprobamos que John Paul León –cuyo estilo oscuro ayudaba bastante a la hora de reflejar un mundo siniestro y desesperanzado- es sustituido por Doug Braithwaite y Bill Reinhold, lo cual da como resultado una labor bien distinta de la que se refleja en la primera parte de la saga pero muy bien realizada, sobre todo si tenemos en cuenta que había que dibujar muchos y muy distintos personajes, paisajes y ambientes.
Si les gustó Tierra-X, si quieren seguir viendo en acción los diseños de Alex Ross para el futuro, un futuro del universo marveliano, pueden echar mano a esta continuación en forma de tomo muy gordo. Si ya la primera entrega les dejó un poco fríos mejor que no sigan por aquí, que es más de lo mismo.
primisssssssssssssssssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!
chupate esta, segundo lugar
Yo lo intenté en su momento con Tierra X y no conseguí acabarlo. Los parlamentos de ¿Uatu? eran insufribles, el dibujo excesivamente tenebrista y confuso y, en general, me pareción un cómic pretencioso (en el sentido de que tenía muchas pretensiones y ambición, pero muy poca chicha). Creo que el Sr Ross es un tipo muy inteligente y con buenas ideas, pero en Marvels y en Kingdom Come tuvo la suerte de que tenía a guionistas de verdad a su lado, como Waid y Busiek, y aquí no.
Coincido en muchas de las críticas de Mr.X, pero si no te tomabas muy a pecho el tebeo, pues tampoco estaba tan mal, y como siempre me han molado los tebeos de realidades alternativas, pues yo si lo acabé. Eso si, es un tebeo emo al máximo XD
Probablemente me anime a pillar este tomo, esta si que me leí los primeros y la dejé correr, pero así en tomito si dan ganas de echarle un ojo.
Pues a mi toda la trilogía me gusta mucho, con dos artistazos como son Leon y Barwrieght.
ParisoX ya si que pierde bastante, todo se precipita y queda un poco bluf, pero porque estaba pensado como una pentalogía( si existe el vocablo) que acabo en trilogía.
Pues a mi Tierra X me gustó mas que Kindom come y que Marvels, eso si, no puedo decir lo mismo de su continuación.
Buena obra con un poso filosófico que mola. a mí me molaba el dibujos de John Paul Leon, le da el ambiente tenebroso que pide la serie más que el de Braithwaite, más convencional.
Me pregunto si el villano de la primera parte, el chaval telépata, lo han canibalizado en alguna serie actual.
A mi me gustó mucho Tierra X pero a partir de Universo X parece que Ross empezó a perder el rumbo narrativamente. Es decir, más que contar una historia, Ross trataba de darle una explicación a todo lo ocurrido en el universo Marvel y si bien eso era entretenido en la primera parte, se vuelve repetitivo pero si bien Universo X aun conserva ese aspecto de aventura, simplemente se torna un sinsentido en la parte final. Perfectamente puede dejar de leerse hasta aqui, para no quedar con un mal sabor de boca.
A mi lo mas interesante se me hacian esos dialogos de UATU al final donde explicaba el final de muchos superheroes que en el comic por falta de espacio no se llegaba a mostrar.
Tierra-X es una absoluta genialidad y todo fan de Marvel debería leerlo una, dos, cien veces. Krueger intenta dar una explicación MUY lograda al universo integrado de Marvel, que es tan complejo como la vida misma, consiguiendo que los números finales «roben el aliento» al lector.
Pues lo acabo de terminar, ha sido una de mis compras navideñas, y coincido con la opinión de Ziggy. Digamos que hasta un poco más de la mitad del tomo se mantiene el nivelazo de Tierra-X, pero al final enrevesa demasiado las cosas y hay hechos, como el origen de Mefisto o su relación con la Muerte, demasiado difíciles de creer para mi gusto, dentro de lo que siempre han sido estos personajes en el Universo Marvel, sean realidades alternativas o no. No me voy a arriesgar con Paraíso-X, y menos aún leyendo algunos de los comentarios. Eso sí, se nota el esfuerzo y cariño a los personajes y se agradece.