Para quien aún no conozca a Umezawa, simplemente diremos que es uno de los mangaka revelación del año en España gracias a la edición de su obra en nuestro mercado, casi inédita en occidente. Sus volúmenes son una colección de relatos desinhibidos, rompedores y políticamente incorrectos que no gustarán a los sorprendidos mojigatos pero que sí gustarán a los lectores sin prejuicios de miras abiertas y conscientes, en todo momento, de que están ante algo ficcional que pretende denunciar problemáticas rabiosamente reales.
En Zona Negativa tuvimos la oportunidad de reseñar
Los nueve relatos de este nuevo tomo único giran, como su título indica, en torno a la idea de utopía. Así, tenemos una variada colección de historias que parten de presentarnos una serie de circunstancias basadas en espacios y tiempos actuales que en principio parecen idílicas, pero que pronto se tornan agridulces.
La mayoría de ellas paródicas, algunas tramas nos proponen planteamientos ridículos para banalizar temas como el sadomasoquismo, las obsesiones amorosas, la pérdida de la identidad, las relaciones homosexuales, los –ismos, la corrección política o la persecución del bienestar óptimo.
Nos encontramos de nuevo ante temas que obsesionan al autor, algunos ya tratados en su obra anterior, pero a través de prismas totalmente diferentes. Si Bajo un cielo como unos pantis bailaba sobre un escenario más opresivo y dramático, Utopías lo hace sobre una plataforma totalmente paródica, rozando lo absurdo.
Las historias que recopila este tomo juegan con la comedia de enredo. Personajes que se ven envueltos en una serie de circunstancias que les empujan a tomar una serie de actos acordes a la ridiculez de la situación. Umezawa nos demuestra que toda utopía tiene su punto débil, que lo políticamente correcto tiende a ser ridículo y falso.
Desde un mundo en el que las dominatrix son adoptadas por familias a modo de mascotas como entrenamiento hasta uno en el que un individuo despierta de un largo coma de doce años para descubrir que todo está etiquetado bajo el lema «esto puede matarte» y que ni si quiera es libre de fumar a voluntad o ir a la montaña a pasear porque está llena de peligros, el autor lanza unas cuantas puyas en contra de las corrientes de pensamiento actual que, bajo una apariencia moral buena, no dejan de ser radicales.
Es por esto que el lector que no esté acostumbrado al tono del mangaka encontrará una serie de propuestas temáticas y narrativas que desafiarán su integridad moral. Ya no sólo se trata de tener una mente abierta, sino de saber encajar las críticas que Umezawa lanza sobre varios aspectos de la sociedad moderna y admitir sus reflexiones.
Nos encontramos ante un manga atrevido, sin complejos, que bajo una estética realista plantea una serie de situaciones utópicas que rozan lo hilarante en cuanto a planteamiento. Utopías posibles, en las que lo políticamente correcto es la nueva policía del pensamiento o en las que el “buen rollismo” aplasta la integridad moral y unitaria del individuo.
Evito hablar en esta reseña de cada una de las historias con el fin de no chafar las sorpresas que guarda el autor en cada una de ellas. Los niveles de lectura son varios, y cada uno sabrá encontrar el sentido pertinente a cada trama, pues estamos ante algo tremendamente fresco que, aún siendo incómodo, gustará e invitará reflexión.
En cuanto al apartado gráfico, el autor mantiene el estilo que hemos podido ver en la ya citada Bajo un cielo como unos pantis; si acaso algo más evolucionado. Tanto la narrativa como la composición de las viñetas encajan perfectamente los ritmos propios de una historia corta y todo queda compacto y lógicamente dispuesto.
Las sociedades planteadas en las historias recogidas en Utopías son las de un Japón moderno, imaginario, que busca la integridad moral, política y cultural por todos los medios necesarios. Situaciones sociales en las que los límites de lo correcto o de lo sano cercenan la libertad individual y que marginan, aún más si cabe, a aquellos que quedaron fuera del juego desde un primer momento.
Guión - 8
Arte - 8
Interés - 8
8
Si Bajo un cielo como unos pantis lo sugería, Utopías lo afirma: Umezawa no deja indiferente a nadie. El autor japonés no deja títere con cabeza en sus historias y se postula como un artista incómodo y crítico, pero necesario. Incluso en lo utópico se puede perder el norte, y siempre habrá tipos como él para recordárnoslo.