V de Vigilantes: Bibliografía especializada (XIV)

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A lo largo del tiempo, en esta columna se han ido citando diversos libros que considero de cabecera. Obras de autores (españoles y extranjeros) que han dedicado parte de su labor docente, investigadora, analítica… o simplemente teórica o divulgativa a hablar de los cómics, a pensar en ellos y a abordarlos desde varios puntos de vista. Como os avancé en el primero de los textos dedicado a la bibliografía especializada, era necesario hacer algo para compilar todas esas obras; una especie de guía que, sin ser demasiado extensa, sirviera para hacer una idea sobre lo que trata cada libro, de qué ámbito provienen sus autores y cuáles son sus puntos fuertes y débiles (si los tiene).

Hoy aparecerá aquí la ficha de otra obra. Os recuerdo, queridos lectores, que a la hora de enfrentarme a este tema pensé que lo mejor sería crear una especie de ficha de cada ejemplar, donde aparecieran su título, su autor, su editorial, el año de publicación y el lugar (son datos básicos para luego buscarlos); además de algunos detalles biográficos de sus autores y una reseña explicativa de sus índices y discursos.

Esta semana le ha tocado al libro de Juan Acevedo, célebre humorista gráfico hispanoamericano, Para hacer historietas. Esta obra es una suerte de manual que pretende mostrar los cimientos básicos para realizar un tebeo, a la vez que intenta promocionar una conciencia crítica. Su propuesta trata de ser una alternativa para aprender a usar el lenguaje de los cómics, de manera sencilla y práctica.

Para hacer historietas

Autor: Juan Acevedo

Editorial: Editorial Popular, Madrid, 1992
Nº de páginas: 192 (220)

«A partir de la década de los sesenta los libros sobre historietas se han sucedido llegando a formar una extensa y diversa bibliografía: libros que narran la historia de la historieta o que analizan su lenguaje y sus contenidos. De otro lado, también en esos años, y desde mucho antes, se han venido publicando libros para enseñar a hacer historietas. Entre éstos y aquéllos, las diferencias se han profundizado: mientras los libros que enseñan a hacer historietas utilizan un lenguaje sencillo y su nivel no suele trascender al de un simple manual de instrucciones, los dedicados al análisis de la historieta utilizan frecuentemente el lenguaje riguroso que requiere la actividad científica y que les hace inaccesibles a la masa». Para hacer historietas intenta superar esas diferencias, combinando las aportaciones de los libros más especializados, más teóricos, con textos, ejemplos y acciones, eminentemente prácticos.

El autor, cuyo nombre completo es Juan Demetrio Acevedo Fernández de Paredes, es uno de los historietistas más conocidos de hispanoamerica. Este peruano ha dedicado su vida a la creación de viñetas y también a la enseñanza de la historieta. Su punto de mira se centra especialmente en los elementos que constituyen el lenguaje de los cómics y en este libro (publicado originalmente en 1978 en Lima), una de sus obras centrales, intenta hacerlo de forma fácil y amena.

Para hacer historietas ha visto varias ediciones en España, siendo ampliado en la quinta, publicada de nuevo por la Editorial Popular, con un capítulo número cinco que completaba los anteriores, llegando a las 220 páginas.

Tras el prólogo, títulado «Como liberar la voz y la mirada», escrito por el gran Javier Coma, aparece una introducción, en la que el autor explica cómo construyó el libro sobre la experiencia concreta vivida en el Taller de Historietas de Villa El Salvador, realizado en Perú entre julio de 1975 y agosto de 1976. «El Taller no tenía como fin la creación de obras de arte -aunque ello también se trataría de incentivar-, sino de ofrecer el lenguaje de la historieta para liberar la expresión y con ello hacer posible la concienciación […] Las actividades del Taller no se limitaban a las sesiones, sino que continuaban con la observación, la reflexión, las prácticas de dibujo, etc. que se recomendaban realizar en la vida cotidiana», explica.

El libro se basa en aquella experiencia y engloba lo mejor de la teoría y de la práctica, todo ello concentrado en una conciencia especial. El grupo y la experiencia dotan a estas páginas de un valor añadido muy importante. «Este libro se ha escrito sobre la base de la experiencia referida. Con él se quiere ofrecer un texto útil a las personas deseosas de aprender a hacer historietas, así como a aquellas que estuvieran interesadas en promover la educación popular a través de este medio» (y se puede añadir otro grupo de interés: los periodistas, críticos, divulgadores… interesados en conocer los entresijos del medio, desde el prisma de Acevedo).

«En el presente trabajo se parte de la observación de la realidad antes que de ningún esquema. Se estudia en qué consiste el lenguaje de la historieta, se analiza cada uno de sus elementos, individual y orgánicamente. Se estudia un lenguaje y el lenguaje nos remite a una realidad determinada. Se estudia el mecanismo del lenguaje de la historieta y se intenta esclarecer cómo desde ese mecanismo están ya marcadas las relaciones de comunicación entre quien produce la historieta y quien la lee», expone el autor.

Juan Acevedo nació en Lima en 1949 y es el creador del personaje «El Cuy». Estudió Letras y Artes Plásticas en la Universidad Pontificia de Perú y también Historia del Arte en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En 1969 comienza a crear historietas de todo tipo y comienza a estudiarlas. Ha sido profesor universitario de Historia del Arte; Conservador en el Museo de Arte y de Historia del UNMSM y Director de la Escuela Regional de Bellas Artes de Ayacucho. Este libro suyo ha sido traducido a varios idiomas y es la base de muchos talleres sobre cómic, tanto en su país, como fuera de él. El mismo autor ha impartido varios de ellos basándose, de nuevo, en lo que aquí escribe.

Comienza con un capítulo corto, de carácter contextual, llamado «¿Qué es la historieta?». No entra en definiciones especiales ni en enfrentamiento terminológico. «La historieta es un medio de comunicación que llega a muchísima gente. La historieta es muy atractiva porque está hecha con dibujos y eso hace muy amena su lectura. A veces las aventuras se cuentan con puros dibujos y a veces también con palabras escritas que se unen a los dibujos. Eso es la historieta».

De ahí pasa al capítulo centrado en «Los personajes», que es uno de los más amplios del libro. En este apartado se centra en la construcción de los personajes, desde el mismo dibujo, recogiendo expresiones faciales y corporales; así como detalles que definen su psicología. En este punto también trata de la propia naturaleza del lenguaje de la historieta: no deja de ser dibujos y textos, tinta sobre papel.

En el tercer punto, Acevedo habla de «La viñeta y la secuencia». Por medio de ejemplos repasa los tipos de plano y los formatos; así como los ángulos de visión, la perspectiva y los diferentes tipos de textos. Todo ello se ve acompañado, como digo, por una buena cantidad de imágenes variadas, a modo de ilustrativos ejemplos. También habla de las metáforas visuales, de las figuras cinéticas y de la composición general, todo ello dentro de una línea argumentativa esencial: no se debe olvidad que la historieta es un medio de comunicación de masas.

El cuarto capítulo trata sobre «El montaje». Al utilizar esta terminología, más asociada a las producciones audiovisuales, se puede percibir la visión que Juan Acevedo tiene sobre el cómic, visión que comparte con Javier Coma. En este caso repasa los recursos para conectar viñetas entre sí; las estructuras temporales y espaciales de montaje, y las estructuras psicológicas del montaje (el flash-back y el flash-forward).

Las últimas ediciones incorporaban un quinto capítulo antes del epílogo y la bibliografía. Dentro del epígrafo «La historieta popular», el autor repasa otros talleres que había realizado utilizando este método. Aquí habla de los talleres que se realizaron en España basándose en su libro. Para Juan Acevedo fue todo un éxito y comenzó a amplificar sus iniciativas populares formando, incluso, a promotores que llevaran a cabo talleres similares.

En el epílogo se apuntan tres ideas que merecen la pena destacar. Son ideas «nacidas de una experiencia específica», que pueden convertirse en una especie de conclusiones al trabajo del autor:

1. Sobre el objeto de estudio: se considera que el lenguaje de la historieta puede convertirse en un bien común. Es decir, que puede ser aprendido y practicado por cualquier persona y no sólo, obviamente, por «quienes tienen especiales condiciones».

2. Sobre el método: se parte de la observación directa de la realidad, antes que de algún esquema, y cuando se estudia un esquema se lo refiere siempre a la vida cotidiana.

3. Sobre el proceso: se apunta a que la historieta se convierta en un medio dinámico que emana del contacto que se establece con otras personas y que revierta a ese contacto, enriqueciéndolo.

«Adquiere caracteres esenciales en Para hacer historietas la consideración de que, precisamente no es un manual de puesta en escena para uso exclusivo de personas con evidentes aptitudes en la ilustraciñon, sino para facilitar el acceso de cualquier individuo a un medio de expresión que aparentemente estaría reservado a dibujantes natos […] Juan Acevedo reclama así, perentoriamente, que los cómics sean un arte para el pueblo y que, en su más ética realidad, constituyan su voz y su mirada«, afirman las palabras de Coma en el inspirado prólogo.

Nos encontramos ante un libro interesante, basado en una experiencia propia, diferente y muy especial. Acevedo conoce el lenguaje de los cómics, de eso no cabe duda, y lo mejor de todo, sabe cómo transmitirlo, cómo enseñarlo a los demás. Y eso es lo que de verdad importa.

Comentario

Con esta nueva obra de hoy continuamos formando nuestra particular biblioteca. Todos los ejemplares que en ella vamos colocando tienen en común el formar parte de un corpus específico sobre teoría, divulgación e investigación, con el cómic como eje de su discurso cultural. Libros que poner, como digo siempre, en nuestras estanterías, junto a nuestros tebeos. Unos libros mejores y otros peores, pero todos de cierto interés.

Aquí os dejo el vínculo de la tercera actualización del listado provisional que he elaborado, con vuestra ayuda, claro está, con todas las demás obras que intentaré localizar para ir, poco a poco, reseñando y apuntando por aquí (algunas de ellas ya han sido «fichadas»). De nuevo, y como de costumbre, vuelvo a invitaros a todos vosotros, queridos lectores, a añadir vuestras aportaciones bibliográficas. Sigamos con la búsqueda.

Nos leemos.

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Fali
24 agosto, 2011 13:25

Una buena reseña en esa habitual y necesaria labor que haces, Diego, como nuestro particular «Indiana Jones de los Tebeos».
Un abrazo, nos leemos!

Javier Chacón
Javier Chacón
29 agosto, 2011 23:06

Yo tengo este libro y siempre que lo veo, recuerdo con mucho cariño mi infancia, pues fue cuando mi padre me lo compró. El amor por las viñetas me llevó a adentrarme en el maravillo mundo del comic, a investigar y sobre todo a dibujar y a dibujar… Lamentablemente un criterio paternal estrecho resumido en la frase: » Eso no da dinero» y una capacidad innata para las matemáticas (que me llevó a la universidad de ingenierías), me relegó del papel de creador, para tan solo ser lector y coleccionista hasta el día de hoy. Nunca desistan juventudes creadoras, artistas, dibujantes guionistas, ilustradores; se puede vivir del arte, crean en sus sueños, esfuercense por lograrlos, de lo contrario, solo les quedará el recuerdo y la frustación.