Las Navidades cada año se adelantan más. Las grandes superficies empezaron a sacar los dulces casi desde mediados de noviembre (si no antes) y las tiendas comenzaron sus campañas navideñas, más o menos, a la par. Las ciudades inauguraron su iluminación festiva en el primer puente de diciembre (prácticamente todas), y ahora, cuando los Reyes Magos están por llegar, en muchos sitios se adelantan las rebajas. Todo va más rápido cuando es un año de crisis y eso se nota. Por si fuera poco, este año las Navidades no han sido tan blancas como otras veces, ni los anuncios de juguetes han copado la parrilla televisiva (en cambio no hacen más que aparecer spots de colonias…).
Ya sea por tradición religiosa o cultural, la Navidad es un momento de reflexión y de celebración. Cada persona realiza estas acciones a su manera y el lugar en el que vive le influye en ello. Una vez encendidas las luces pasear por la ciudad es vivir esta fiesta con los cinco sentidos. Se puede percibir el sabor del turrón, el olor a las castañas, el sonido de los villancicos, el tacto del papel de regalo, las luces en las calles, los escaparates… también se pueden ver los especiales que muchas series de televisión preparan para estas fechas, aparecen películas destinadas a esta temporada (la mayoría enfocadas para los más pequeños) y, antes, surgían números especiales en el mundo del tebeo donde nuestros personajes favoritos celebraban o vivían aventuras navideñas. En los últimos años esta práctica se ha ido perdiendo poco a poco, hasta el punto de lo que era natural, ahora es una rareza.
De todas formas, si hay algo que se tiene en exceso en cualquier momento de vacaciones es tiempo. Aún con las compras aceleradas, las cenas y comidas (familiares, laborales o sociales…), las resacas y demás, todos tenemos tiempo para relajarnos, tiempo para descansar y tiempo para leer aquellos tebeos que teníamos pendientes o releer aquellos otros que nos traen recuerdos o que son idóneos para estas fechas.
A mí me encantó uno de Lobezno de hace algunos años. En la época del año en la que las compras son protagonistas, Wolverine se enfrentaba contra un ejército de tipos vestidos de duendes que querían raptar a una niña rica en un centro comercial. “Así que cada estúpido comprador de regalos de Navidad que hay aquí es ahora un rehén. Eso les enseñará a no dejar las cosas para el último minuto. Somos… ¡Negra Navidad!”. Con lo que no contaba esta panda era con Logan, que al más puro estilo John McClane en La Jungla de Cristal, acabaría con todos ellos; “salvando” la Navidad, o al menos la Navidad de la rica heredera y el resto de compradores. “Me llamo Logan. La mayoría me llama Lobezno. Soy el mejor en mi trabajo, pero mi trabajo… no es ir de compras”, así comienza uno de estos especiales dentro de la serie regular del mutante de las garras de adamantium.
Sin duda, uno de los especiales más estrambóticos, el tebeo más canalla y gamberro de este estilo, es Navidades Paramilitares, de Lobo. Cuando esta especie de “cuento navideño” corrompido, repleto de humor negro y sangre, llegó, en su momento, a mis manos, aún no conocía el argumento delirante y la crítica a la hegemonía de Papá Noel que se escondía en cada una de las páginas repletas de sucias viñetas dibujadas por Bisley.
La historia creada por Keith Giffen comienza cuando el Conejito de Pascua, en nombre de un colectivo, contrata al asesino extraterrestre para que acabe con Santa Claus. “Soy el conejito de pascua, un día casi me pillas con una de tus trampas. […] Queremos contratarte para que acabes con lo que con consideramos una creciente amenaza para nuestras vacaciones.[…] Se trata de Papá Noel, el tipo empieza a querer abarcar más de lo que nos parece bien… ¡La Navidad está fuera de control! ¡Santa va a acabar con nosotros, no podemos competir con él! ¿Cómo vamos a competir con el espumillón, los alfajores y la nieve sólo con huevos de colores y el ratoncito Pérez?”.
Así que Lobo acepta el dinero y realiza una incursión a la base de operaciones de Kris Kringle (otro de los nombres por el que se conoce a Santa Claus) para matarle. “Muy, muy al norte, en las nieves eternas, se encuentra la fortaleza de Papá Noel. […] La malnutrición hace que sus soldados sean pequeñitos, también hace que estén en forma… ¡Y qué estén cabreados como monas!”. Después de enfrentarse a todo el ejército, el czarniano lucha a muerte, y a cuchillo, con el tipo de blanco y rojo. Realmente los dos dan y reciben. Pero Lobo comparte con Lobezno algo más que la raíz del nombre, también es “el mejor en su trabajo”…
Cada una de las colecciones de cómic, como adelantaba, al igual que las series de televisión, solían dedicar un capítulo o ejemplar para un “especial navideño”. En el noveno arte, estas historias eran: o bien una jornada de descanso de nuestros héroes, donde se relajan y se comportan como todo el mundo dejando de lado sus diferencias (en diciembre de 2006 los X-men al completo volvían a la Mansión Xavier como si se tratase de un anuncio del Almendro), o aprovechan para realizar una crítica mordaz y, más o menos explícita, de esta celebración. Quién no recuerda al Joker, por ejemplo, con un gorro de Papá Noel en alguna de todas las veces que se lo ha puesto…
El gorro de Santa Claus, o su traje entero, es uno de esos iconos asociados impertérritamente a esta época. Por ello, es una constante en este tipo de especiales. Muchos son los personajes, también icónicos, que se lo han puesto: desde el citado payaso criminal a Donald, pasando por el mismo Logan.
El árbol de Navidad es otra de estas constantes. Los héroes juntos decorándolo es un buen ejemplo de colaboración para los más pequeños de la casa. Otros estereotipos de la época, como los renos, los calcetines o los duendes, también aparecían con asiduidad, tanto en los especiales televisivos como en las viñetas.
El rojo y el verde son, por tanto, los dos colores predominantes. Quizá se deba a lo icónico de estos colores, de manera interna, y su asociación con la navidad, con el espíritu navideño, con la ilusión y la sorpresa de los regalos… en definitiva con la magia. El color también es una parte esencial en el mundo de las viñetas. No hay sonidos (aparte de las onomatopeyas que los representan), pero siempre quedará el color y aunque el sentido de la vista es el principal valedor a la hora de enfrentarse a un tebeo, también podemos percibirlo mediante el tacto y oler sus aromas (tintas, papel…). El color es indiscutiblemente universal, pervive en el tiempo, trasciende las culturas y las gentes, nos acompaña en la mesa ataviado de mantel o de plato, se cuela en nuestro salón en forma de árbol de navidad, sus bolas, su espumillón… está en todas partes, e incluso adornando los escaparates, dotándolos de vida.
Antaño, el mundo del cómic celebraba la Navidad a su particular manera realizando historias de los personajes más conocidos y queridos celebrando las fiestas. Esta práctica se está perdiendo, quizá porque el Espíritu Navideño también se esté esfumando, quedando solamente la ilusión consumista.
Cuando Superman, Batman, Spider-Man o Hulk, por citar unos pocos, celebraban la Navidad, los lectores, inconscientemente, los sentíamos más cerca de nosotros ya que, de forma cognitiva, nos igualábamos a ellos porque también estábamos celebrándola. No podemos luchar contra grandes villanos ni viajar por el espacio ni combatir al mal con superpoderes (aunque nos encantaría), pero sí podíamos decorar un abeto, disfrazarnos de Papá Noel y cenar con nuestros familiares o amigos. Era algo que teníamos en común con aquellos grandes personajes. Algo que, con la ausencia de este tipo de especiales, echamos en falta.
Otra de las cosas que tenemos en común con los personajes de los tebeos son los regalos. A todos nos gusta que nos regalen algo, da igual cómo nos llamemos, Bruce, Klark, Diego, Juan, Peter, Mortadelo… Ya sea un saco lleno de presentes o un único envoltorio debajo del árbol, junto a nuestros zapatos o dentro de uno de esos grandes calcetines en la chimenea… esperamos que en Navidades alguien se acuerde de nosotros (Santa Claus, nuestros amigos, nuestros padres, nuestros hermanos… o Melchor, Gaspar y Baltasar). Seguramente muchos de los regalos que recibamos esta mágica noche, la Noche de Reyes, sean cómics o estén relacionados con los tebeos.
Puede que nos caiga alguna edición Absolute, el número de Tintín que os falta para completar la colección, un Super Humor de los de toda la vida, toda la grapa del mes… o algún tomito de alguna de las múltiples colecciones que seguimos o que no seguimos pero pensábamos seguir en algún momento… o un clásico que leísteis de pequeños y que habíais perdido. Puede que seáis vosotros los que tengáis pensado regalar una historieta a vuestros hijos, a vuestros sobrinos, a vuestros padres, a vuestros tíos, a vuestros amigos… o incluso autorregalaros una novela gráfica a vosotros mismos. Quizá lo que hayáis pedido sea una figura de acción de Marvel Legends o de DC Universe… una camiseta con la “S” de Superman o el logosímbolo de Batman… o puede que el paquete que abráis mañana por la mañana sea un libro teórico sobre el noveno arte o un videojuego protagonizado por el hombre araña. Con todo, la noche de hoy, así como el día de mañana, estarán repletos de viñetas. Realmente no hacen falta especiales navideños para pasar una Navidades entre viñetas.
Entonces, vosotros, ¿qué habéis pedido?, ¿qué os trairán?
“Unos magos que venían de Oriente se presentaron en Jerusalén diciendo: ¿dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella y hemos venido a adorarle”, cuenta la Biblia. Los reyes siguieron la luz, se dejaron llevar por sus ojos “y he aquí que la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño”.
Nos leemos.
Me voy a releer el Paramilitary ahora mismo… ¡¡Que grande!!
Si siete años de cómics Marvel son como un año en la vida real… un año Marvel tiene siete Navidades jejeje…
Muy buen artículo, pero ha faltado la vertiente española: los especiales Navidad de Forum y Zinco, los especiales Navidad de la Escuela Bruguera… e incluso lo que antes se llamaba Almanaques en España.
A portarse bien, que vienen los Reyes Magos…
Aunque no venga a cuento, loas y reverencias al Gran Stan:
http://www.publico.es/culturas/354751/el-padre-de-spiderman-ya-tiene-estrella-en-el-paseo-de-la-fama-de-hollywood
¿Amenaza para nuestras vacaciones?….
Realmente tradujeron asi una frase que debiese haber dicho…. «amenaza para nuestras festividades….»
Despues me extraño con Lobeznos y mariposas….
Gran artículo. Es una pena que no hagan no solo algún comic especial de navidad sino alguno que refleje otra festividad y nos muestre a los personajes en otras situaciones que no sea luchar por sobrevivir again, again, again (aunque también podría mostrarse en las series regulares pero bueno…).