V de Vigilantes: Bibliografía especializada (VII)

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A lo largo de estos meses, en esta columna se han ido citando diversos libros que considero de cabecera. Obras de autores (españoles y extranjeros) que han dedicado parte de su labor docente, investigadora, analítica… o simplemente teórica a hablar de los cómics, a pensar en ellos y a abordarlos desde varios puntos de vista. Como os avance en el primero de los textos dedicado a la bibliografía especializada, era necesario hacer algo para compilar todas esas obras; una especie de guía que, sin ser demasiado extensa, sirviera para que todos pudiéramos hacernos una idea sobre lo que trata cada libro, de qué ámbito provienen sus autores y cuáles son los puntos fuertes (y débiles, si los tiene) de cada obra.

Hoy aparecerá aquí la ficha de otra obra. Os recuerdo, queridos lectores, que a la hora de enfrentarme a este tema pensé que lo mejor sería crear una especie de ficha de cada ejemplar, donde aparezcan su título, su autor, su editorial, el año de publicación y el lugar (son datos básicos para luego buscarlos); además de algunos datos biográficos de sus autores y una reseña explicativa de sus índices y discursos.

Continuamos en esta ocasión con José Joaquín Rodríguez Moreno, que ha realizado un interesantes estudio sobre los cómics norteamericanos en el contexto de su creación: la II Guerra Mundial. Es una obra que se centra en la editorial Timely (la Marvel primigenia) observando y describiendo cómo era su producción y sus mensajes. Un libro tremendamente recomendable para hacerse una idea completa del fenómeno del cómic como fuente historiográfica.

Los cómics de la Segunda Guerra Mundial. Producción y mensaje en la Editorial Timely (1939-1945)

Autor: José Joaquín Rodríguez Moreno

Editorial: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz

Cádiz, 2010

Nº de páginas: 214

“Ocurrió en Estados Unidos a finales de los años treinta. Un grupo de jóvenes, la mayoría recién salidos del instituto, comenzaron a escribir y a dibujar historias llenas de fantasía, acción y chicas hermosas. Las publicaban en unas revistas baratas, de colores chillones y papel de pulpa, que podían conseguirse en cualquier quiosco o tienda de alimentación: los comics books”. Así comienza esta obra de José Joaquín Rodríguez Moreno que pretende, mediante un pormenorizado estudio, ahondar en la época en la que se crearon algunos de los más conocidos personajes del cómic, así como dar a conocer el contexto de sus propios autores y editores.

“Aquellos muchachos no eran buenos dibujantes, tampoco buenos escritores, pero el público estaba dispuesto a pagar los diez centavos que valían aquellas aventuras, un precio bastante modesto a cambio de olvidar, aunque sólo fuera por unos minutos, el paro de masas que había traído la Gran Depresión, los vientos de guerra que soplaban desde la vieja Europa o los cambios que, aún de forma discreta, comenzaban a solicitar las mujeres y las minorías étnicas”.

Conozcamos un poco al autor. José Joaquín Rodríguez Moreno es natural de Cádiz, donde nació en 1980. Es Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Cádiz y allí también obtuvo el DEA y el posgrado en “Género, Identidad y Ciudadanía”. Además de colaborar en muchas publicaciones que estudian la historia y la historiera, como Trocadero, Hades, Revista de Historia del Puerto, Revista de Literatura o Tebeosfera, ha sido coordinador de la revista de historia Ubi Sunt? y de varios congresos: “Marginados, Disidentes y Olvidados de la Historia”, “Vicio y Ocio en la Historia” y “Fantasía y Leyendas en la Historia”. Ha obtenido, en el año 2008, el “II Premio Hades de Trabajos de Historia de la Muerte”; y en 2009 ganó el “I Certamen de Ensayo de Género e Igualdad de Oportunidades”, ambos con trabajos relacionados con la historieta. En la actualidad está realizando la coordinación del proyecto Tebeoteca de la Universidad de Cádiz.

El libro comienza con un acercamiento a otros estudios sobre el cómic realizados a lo largo del tiempo, desde The Comics (1947) de Coulton Waugh, hasta Comic-book Nation: The Transformation of Youth Culture in America, del profesor Bradfor W. Wright de la Universidad de Maryland, EE. UU. Aporta además una valoración crítica a estos estudios y realiza así su propuesta: “Aunque hoy día existen monográficos, cronologías e índices de publicaciones que dan bastante información sobre los autores y publicaciones, lo cierto es que el sistema de producción ha sido escasamente estudiado. Las relaciones entre artistas y editores, sus derechos sobre la obra impresa, o las líneas de las editoriales son tan importantes como las propias historias que se publican, pues sin conocer las unas no se pueden entender completamente las otras. Cualquier aportación que pretendamos hacer en este campo de la historieta debe ir dirigida a relacionar los comic books con su época, a usarlos como fuente para entender mejor los matices del pasado”.

Esto que propone es un doble trabajo, ya que se deben analizar los cómics que se lanzaron al mercado, al tiempo que conocer las estructuras de las editoriales que los publicaron y el contexto histórico en el que aparecieron.

La parte histórica tiene un papel extremadamente importante en este escrito debido, sin duda, a la formación del autor. El texto está dividido en cinco grandes partes (incluyendo la introducción), un punto de conclusiones, dos anexos y un amplio apartado de fuentes y bibliografía donde aparecen todos los cómics que se han leído y analizado, una serie de cartas y entrevistas que se han tenido en cuenta, un listado de bibliografía específica, uno de bibliografía general y algunas páginas web consultadas. Este apartado es realmente interesante y sirve para poner un broche de oro a la publicación.

Cabe mencionar un poco más detenidamente el sistema de categorización de los cómics de Timely que han utilizado para realizar la monografía. Primeramente el autor especifica algunos puntos sobre la traducción: “Todos los cómics que hemos analizado para escribir el presente volumen estaban en inglés. De igual manera, casi todos los estudios que se han hecho sobre este tema han sido escritos en dicha lengua. Para evitar confusiones a los lectores que posteriormente quieran profundizar sobre los personajes y las series, hemos decidido no traducir sus nombres al español. Sin embargo, teniendo en cuenta que los lectores no tienen porqué tener un alto conocimiento de lengua inglesa, sí que hemos creído conveniente traducir todas las citas que hagamos, incluso a riesgo de que se pierdan algunos pequeños matices”. En la parte de los cómics utilizados se han situado todos, con sus títulos, en una cuadrícula con su numeración y fecha de salida. Con una “N” indican que la colección es nueva y con una “C” que se ha cancelado. Con un ““ se muestra que la serie continúa o es continuación de otra, aunque con un cambio de nombre. Si la serie existía el año anterior lo indican con “< <” y si continúa al año siguiente con “>>”. La muestra incluye cómics desde 1939 hasta 1945.

El capítulo primero está formado por la introducción. En el segundo se realiza un repaso por la historia de una época, de 1920 a 1945, de los Estados Unidos. Este apartado lleva por título, “Estados Unidos: Entre la crisis y la guerra (1920-1945)”. El tercero habla sobre los “Entretenimientos para una época de crisis: Pulps, strips y comic books. Aquí se muestra buena parte de la historia de origen de este nuevo formato de ocio de cultura popular, haciendo especial hincapié en la figura de los creadores (guionistas y dibujantes) y de los editores. También se detallan las formas de fabricación y de distribución, así como el producto estrella de la época: los superhéroes. “Los superhéroes dieron una razón de ser a los comic books, y ayudaron a crear enormes fortunas a los dueños de las editoriales. Influirían en la cultura popular y crearían mitos que hoy, siete décadas después, son reconocibles en cualquier parte del orbe”.

En los apartados cuarto y quinto, el autor se detiene en Timely Comics y realiza un pormenorizado estudio de caso. En el capítulo cuatro (“Cómics para una guerra: El caso de Timely Comics (1939-1045)”), aborda la historia de la editorial, desde su fundador Martin Goodman, hasta los beneficios recibidos (tanto por la editorial como por los empleados) de las ventas al público, pasando por la plantilla, el entorno de trabajo y el sistema de producción. También aquí se detallan los géneros y los personajes que más utilizaba la editorial: superhéroes, funny animals y chicas. En el último, el número cinco, se habla del mensaje emitido por las publicaciones de Timely, acercándose, punto por punto, a los distintos estereotipos: líderes, gobiernos, sistemas, buenos y malos, héroes y delincuentes, las mujeres, los jóvenes, el peligro amarillo, las minorías raciales… aunque también hay espacio en este apartado para detenerse en la guerra y la propaganda.

La publicación de este historiador gaditano se presenta completamente ilustrada, repleto de ejemplos de portadas y de páginas interiores de buena parte de los tebeos que cita. Esto es de agradecer, ya que muchos de los ejemplares que menciona son difíciles de localizar. El libro se completa con dos interesantes apéndices. El primero centrado en los editores de Timely: Joe Simon, Stanley Lieber / Stan Lee y Vince Fago; mientras que el segundo está orientado a los personajes clave de la editorial: El Ángel, el Capitán América, la Antorcha Humana, Millie la modelo, Miss America, Sub-Mariner, Super Conejo u Ziggy Pig & Silla Seal. Es un libro universitario, realizado con mimo por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, y eso se nota en cada detalle.

Antes de los apéndices, el autor cierra su estudio con una serie de conclusiones, de las que sólo reproduciré aquí una por parecerme especialmente significativa: “La industria del ocio nunca fue un fiel reflejo de la realidad (social, política o económica) estadounidense. No era lo que los artistas pretendían, y desde luego no era lo que el público buscaba. El papel de la industria del ocio fue ofrecer un mundo más fácil de entender, más fácil de asimilar, a través del cual no aprenderemos cómo ocurrieron los hechos, pero sí descubrimos las inquietudes, los miedos y los gustos de n enorme público aterrorizado en una guerra que se desarrollaba en tres frentes: contra la miseria, contra las potencias del Eje y contra la realidad cotidiana”.

Gracias a este libro podemos acercarnos a aquella época, aquel momento de creación de muchos de los más míticos personajes de lo que hoy conocemos por el noveno arte. El autor ha conseguido realizar un estudio serio, científico y pormenorizado y además traducirlo, a su vez, en una obra de lectura sorprendente que nos permite comprender mejor cómo se gestaron las historias y en qué caldo de cultivo surgieron nuestros queridos héroes de papel.

Comentario

Con este libro de hoy continuamos formando nuestra biblioteca especializada particular. Todos los libros que en ella colocaremos tendrán en común el formar parte de un corpus específico sobre teoría, divulgación e investigación. Libros que colocar, como digo siempre, en nuestras estanterías, junto a nuestros tebeos.

Aquí os dejo el vínculo del listado que elaboré la semana pasada, con todas las demás obras que intentaré localizar para ir, poco a poco, reseñando y apuntando por aquí; además, vuelvo a invitaros a añadir vuestras aportaciones bibliográficas. Sigo con la búsqueda.

Nos leemos.

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Alvaro13mx
Alvaro13mx
Lector
1 septiembre, 2010 9:08

Interesante aunque la segunda guerra no peleo usa solo , seria genial conocer la visión de
Superhéroes alemanes o rusos que debieron ser
Parte de la propaganda de hitler y Stalin es mas
A lo mejor hasta mangas facistas deve ver x ahí…

Mathrael
Mathrael
1 septiembre, 2010 10:28

Acabo de descubrir tu labor, Diego, y no puedo menos que quitarme el sombrero. MAG-NÍ-FI-CA. Un gran trabajo, de gran utilidad para los noveles en el tema, como es mi caso. Millones de gracias por tu excelente labor, y mucho ánimo para continuarla, se contribuirá en lo que se pueda 🙂

marc
marc
Lector
1 septiembre, 2010 11:04

http://lambiek.net/artists/t/tagawa_suiho.htm
(manga de «guerras/entreguerras» o militarismo japonés al servicio del «manga» (aunque creo que en esa época el manga, como tal no existia).
con un poco de suerte, Marc Bernabé quizás se pase por el post y nos pueda iluminar un poco mas.
 

Blade Runner
Blade Runner
Lector
1 septiembre, 2010 22:41

Qué pedazo artículos que te curras, oye…

Jose Joaquín Rodríguez Moreno
6 octubre, 2010 15:59

Estimado Diego, me ha sorprendido muy gratamente descubrir una reseña de mi libro en Zona Negativa, y te agradezco las buenas palabras que dedicas al texto.
 
De superhéroes rusos y alemanes temo que no se puede hablar mucho: los superhombres enmascarados como los entendemos hoy nacieron en 1938 de la mano de Superman, y originalmente fue un fenomeno estadounidense. En la Alemania nazi y la Rusia soviética no había superhéroes autóctonos, aunque sí existían publicaciones con mayor o menor nivel propagandístico.
 
En la Italia fascista sí había algunos héroes parecidos a Flash Gordon, Dick Tracy, etc. En Japón, aunque el boom del manga sería sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, existieron algunos personajes imperialistas como «Norakuro» y «Boken Dankichi».Si os interesa la historia del cómic japonés, yo os recomiendo «Manga! Manga! The World of Japanese Comics» de Frederik L. Schodt, todo un clásico. El único contratiempo es que está en inglés.
 
Lo dicho: muchas gracias por incluirme en esta sección de bibliografía.