V de Vigilantes: Eres todo un hombre, Charlie Brown (II)

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Los años pasan y los personajes van creciendo y haciéndose mayores (aunque en el cómic parezca que la edad no les avanza). Snoopy y su dueño, Charlie Brown, son reconocidos e icónicos a partes iguales. Todo sus universo es parte ya del imaginario colectivo de varias generaciones, niños y niñas, hombres y mujeres que compartieron sus momentos con estos personajes creados por Charles M. Schulz hace sesenta años.

La semana pasada volvimos la vista atras y descubrimos sus orígenes, sus primigenias viñetas. Y lo hicimos acompañados de un invitado especial, una firma externa, Héctor Sánchez, especialista en humor gráfico y apasionado de Carlitos y compañía, que esta semana también será nuestro particular maestro de ceremonías.

Héctor Sánchez Moro es periodista, experto en locución audivisual y máster en guión de cine y televisión. Compañero de facultad y buen amigo aceptó al instante mi invitación de realizar un texto homenajeando a las creaciones de Schulz con motivo del aniversario. Aparcó de nuevo los escritos de su propio blog, donde habla de curiosidades y leyendas urbanas de la música, para seguir profundizando en los simpáticos compañeros de fatigas de Snoopy. El resultado lo podréis leer (y ver) a continuación, con la segunda parte (y última) de esta celebración. Adelante, sois bienvenidos.

Eres todo un hombre, Charlie Brown (segunda parte)


Que levante la mano el que nunca ha tenido una camiseta con personajes de la panda de Charlie Brown y Snoopy. Quien dice una camiseta dice unos muñecos. O un peluche. O cualquier otro artículo con la imagen de Snoopy durmiendo sobre el tejado de su caseta. ¿Y quién no ha visto alguna vez en televisión al bueno de Charlie Brown intentando volar su cometa, siendo ninguneado por su perro o lamentándose de su existencia?

El fenómeno Peanuts saltó rápidamente de las tiras de prensa a otros medios y comenzó a crecer como una bola de nieve. “Sucede de una manera tan progresiva que ni siquiera te das cuenta de que está sucediendo”, declaró Chales Schulz, Dos años después de que Charlie Brown debutara en 1950, ya se habían editado los primeros libros recopilatorios de las tiras publicadas en los periódicos. Pero estos personajes no sólo aparecieron en libros de tiras cómicas. Esta tira del 25 de abril de 1960 sirvió para la edición de un auténtico best-seller.


“La felicidad es un perrito cariñoso” (la palabra warm significa tanto “cálido” y “caliente” como “cariñoso”). Esta sentencia clave en la historia de Peanuts surgió en una conversación mantenida entre Sparky Schulz, su primera mujer (Joyce), la prima de Schulz (Patty Swanson), y la compañera de piso de ésta, Elise Gallaway (quienes, por cierto, servirían de inspiración para crear el dúo cómico formado por Peppermint Patty y Marcie). Todos estaban enfrascados buscando el sentido de la felicidad. “La felicidad es un bebé sano” y “la felicidad es un yate” fueron varias de las conclusiones, pero Sparky lo tuvo claro: “La felicidad es un perrito cariñoso”.

De esta frase surgió la tira y de esta tira surgió Happiness Is a Warm Puppy. Un pequeño libro editado por Determined Productions en 1962, de formato cuadrado compuesto por frases del tipo “La felicidad es…” y una ilustración de Schulz a toda página acompañando al texto. El libro sería el quinto más vendido en 1962, el primero entre los títulos de no ficción en 1963 y el primero en una colección de pequeños libros de formato similar.


No obstante, estos libros no fueron los primeros donde aparecían Snoopy y compañía. En 1955, United Feature Syndicate persuadió a Sparky para que ilustrara con sus personajes The Brownie Book of Picture-Taking, un manual de fotografía de Kodak.


Kodak fue la primera empresa en utilizar a la pandilla de Charlie Brown como reclamo publicitario. A partir de 1959, Ford comenzó a utilizar a los personajes de Peanuts, para anunciar su modelo de automóvil, Ford Falcon. La animación corrió a cargo de Bill Melendez, antiguo animador de Disney, que había participado en películas como Fantasía, Pinocho, Bambi o Dumbo y resultó ser una campaña muy exitosa.

El año 1965 fue muy importante para Charlie Brown y sus amigos, y no sólo porque aparecieran en la portada de la prestigiosa revista Time.


También fue el año en que se emitió en televisión el primer especial de Navidad de Peanuts titulado A Charlie Brown Christmas. La película era un proyecto de Coca-Cola que unió de nuevo a Sparky con Bill Melendez y con el productor Lee Mendelson (que antes había intentado producir un documental sobre Schulz pero que no salió adelante). El creador de Peanuts se encargó de la redacción del guión, para lo que utilizó varias de sus tiras y de los lugares comunes de los personajes.


En la película, Charlie Brown se encuentra deprimido, para variar, ya que no conoce el verdadero significado de la Navidad. Lucy le propone que dirija la función del colegio para levantarle el ánimo, pero será Linus quien le enseñe el verdadero sentido después de recitar en el escenario un fragmento de la Biblia. David Michaelis en su obra Schulz, Carlitos y Snoopy: Una biografía, lo recuerda así: “Casi la mitad de toda la gente que estaba viendo la tele en Estados Unidos se encontraron con que se les ponía la piel de gallina en el momento en el que Linus (…) recitaba el evangelio”. El especial ganó un premio Emmy y se convirtió en el ¡Qué bello es vivir! de los dibujos animados con sus reposiciones año tras año. La amistad entre Sparky y Melendez dio como fruto un total de cincuenta especiales de televisión y cuatro películas. Una de las claves de la transición de Peanuts del cómic a los dibujos animados fue la animación sencilla, como dejó claro Bill Melendez: “Creo que desde el principio Sparky y yo estuvimos de acuerdo en que la animación tenía que ser sencilla, sacar a los personajes de la página del cómic y moverlos, no intentar embellecer su aspecto, y también mantener un fondo sencillo”. Además de la animación sencilla, la música pegadiza de Vince Guaraldi también fue todo un acierto para el éxito de la pandilla de Charlie Brown en televisión.

Hasta Charlie Brown, Lucy y Linus se animaron a cantar en su propio musical Off-Broadway estrenado en 1967. You’re a Good Man, Charlie Brown mezclaba varias viñetas “en torno a pequeños momentos elegidos de entre todos los días de Charlie Brown, desde San Valentín al inicio de la temporada de béisbol, del máximo optimismo a la más completa desesperación, todo ello mezclado con las vidas de sus amigos (…) e hilvanado por el discurrir de un único día, desde la incierta mañana a una noche iluminada por las estrellas y la esperanza”, según declararon sus creadores, el compositor y letrista Clark Gesner y el director Joseph Hardy.


Y es que Charlie Brown y Snoopy tuvieron en la música más influencia de la que pueda parecer a simple vista. Como curiosidad, el grupo The Royal Guardsmen lanzó en 1966 la canción Snoopy vs. the Red Baron, Ron McKernan, el teclista de Grateful Dead era apodado como Pigpen en honor al sucio personaje de Peanuts, y la panda de Charlie Brown influyó hasta en los Beatles. Cuando el cuarteto de Liverpool lanzó su canción All You Need Is Love, habían pasado un par de años desde que Linus pronunciara esas mismas palabas en el especial de Navidad haciendo referencia al triste árbol de Charlie Brown. Además, John Lennon se encargó de la letra para el Álbum Blanco del tema Happiness Is a Warm Gun, título sospechosamente parecido a Happiness Is a Warm Puppy.

La popularidad de Peanuts llegó muy lejos. Tan lejos que incluso salió del planeta Tierra. Snoopy dio un pequeño paso para el perro en la Luna en esta tira del 10 de marzo de 1969, cuatro meses antes que lo hiciera Neil Amstrong en la misión espacial Apolo 11. De hecho, la misión que precedió al primer alunizaje del hombre, Apolo 10, contó con un módulo de mando llamado Charlie Brown y un módulo lunar llamado Snoopy como homenaje a las creaciones de Schulz.


Snoopy se había convertido en un personaje tan icónico y querido como Mickey Mouse. Aunque, para Sparky, su creación era mucho más profunda que el personaje de Disney, como queda reflejado en la biografía escrita por Michaelis: “Schulz nunca se cansó de señalar que nada de lo que había dicho el ratón Mickey, mucho menos pensado, ni una palabra, ni una frase, había pasado a la posteridad en la conciencia compartida de la nación”. A falta de un parque de atracciones, el Disneylandia particular de Snoopy fue el Redwood Empire Ice Arena, inaugurado en 1969: una pista de hielo cubierta situada en Santa Rosa (California) con una cafetería llamada The Warm Puppy. Aunque Schulz se llevó todo el mérito y el reconocimiento, el proyecto fue de su primera mujer Joyce, que quedó en un segundo plano. La época en la que se construyó el Arena fue el principio del fin del matrimonio, ya que Sparky se pasaba el día ensimismado en la tira descuidando a su mujer. Además, The Warm Puppy fue el escenario donde Schulz conoció a su segunda mujer, Jean Schulz.


Y al final de la calle del Arena, se encuentra situado el Museo Charles M. Schulz, donde desde el año 2002 se puede disfrutar de una muestra del trabajo realizado por el creador de Charlie Brown.


Está claro que la relevancia de Schulz, Charlie Brown o Snoopy fue mucho más allá de la tira cómica. Sin ellos, probablemente no hubieran existido otros grandes personajes del cómic y de la televisión. El primero de ellos nació en 1978 también de la mano de UFS, la misma empresa que distribuyó Peanuts. El lanzamiento de la tira Garfield fue uno de los más exitosos de la historia del cómic, aunque Schulz definió al gato protagonista como el personaje “más feo, más insultante y perverso” que había visto nunca ya que no le gustaban los valores que Garfield defendía, como la pereza y el cinismo. Sin embargo, el padre de la criatura, Jim Davis, estaba encantado de trabajar en UFS, junto a su adorado Sparky: “Era un poco como tener a mi padre al lado”, declaró Davis. Incluso a los pocos días de publicar su primera tira de Garfield, el autor realizó un pequeño homenaje a Schulz buscando su propia definición de felicidad.


A Bill Watterson también le encantaban las tiras de Charlie Brown. Para el autor de Calvin y Hobbes, Peanuts “tenía una magia de la que otras tiras carecían”. Los niños de las tiras de Watterson son bastante parecidos a los de Sparky en cuanto a proporciones; además si Snoopy podía ser un piloto aéreo, Calvin podía ser un piloto espacial sólo con su imaginación. Incluso Watterson homenajeó a la panda de Charlie Brown apoyando a sus personajes en un muro como antes lo había hecho Schulz. Al autor de Peanuts sí le gustaba Calvin y Hobbes y redactó el prólogo de la primera recopilación de las aventuras del niño y su tigre de peluche.


Incluso Matt Groening hizo su peculiar “homenaje” de Charlie Brown en su tira Life in Hell con sus personajes Akbar y Jeff: “Los seguidores más observadores se habrán percatado de que los polos a rayas de Akbar y Jeff son idénticos al de Charlie Brown, lo cual convertía mi tira en un honroso homenaje o uno de los plagios más fragrantes”.


Pero donde mejor se puede ver la devoción de Groening por Peanuts es en uno de los especiales de Halloween de Los Simpson, Treehouse of Horror XIX, donde se parodian las películas de Charlie Brown en general y la devoción de Linus (en este caso Milhouse) por la Gran Calabaza en particular.

Publicidad, televisión, cine, música, otros cómics… La influencia de Peanuts en la cultura popular de los últimos sesenta años es evidente. Tanto que hasta primeras marcas como Lacoste o Converse se han sumado a la celebración del sesenta cumpleaños de Charlie Brown con productos en los que aparecen los populares personajes de Schulz.



A lo largo de la historia de Snoopy y compañía, Sparky siempre se vio un poco como el Charlie Brown de A Charlie Brown Christmas, buscando el verdadero sentido de su existencia. “No puedo evitar que la tira produzca tanto dinero. Pero yo no la dibujo para ganar dinero. La dibujo porque es la única cosa que siento que sé hacer mejor”, llegó a manifestar cuando fue consciente de la franquicia que se había creado gracias a sus personajes. Sparky, que siempre había soñado con ser historietista, sufrió una lucha interna a lo largo de su carrera: “Me siento dividido entre ser el mejor artísticamente y tener la tira más comercial de todas”. Sin embargo, si se le hubiera aparecido un ángel que necesitase ganarse las alas y le hubiera mostrado cómo habría sido el mundo sin la influencia de Snoopy y Charlie Brown, Schulz se habría sentado inmediatamente delante de su mesa para hacer lo que mejor sabía: dibujar.

Feliz Cumpleaños para Charlie Brown, Snoopy y para toda la pandilla.


Nos leemos.

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Kubik
Kubik
10 noviembre, 2010 14:05

Y Planeta lleva año y medio sin publicarlo. Dicen que tienen que «renovar la licencia»…

amadis
amadis
10 noviembre, 2010 21:30

GENIAL! He estado esperando la segunda parte de la entrada para hacer un comentario sobre ello.
ESTRAORDINARIO TEXTO! Si había leido y visto las tiras y alguna película sobre Carlitos, pero nunca imaginé que su mundo fuera tan inmenso.
Ójala la página tenga en cuenta entradas como ésta para publicar artículos sobre «héroes» tan sencillos y a la vez tan intensos como Carlitos y su panda.
Felicidades al autor, magnífico trabajo de documentación.
Por cierto mi personaje favorito es SNOOPY (demasiado común, verdad?)
Un saludo a todos.
 

amadis
amadis
10 noviembre, 2010 21:31

Perdón, ESTRAORDINARIO es con X.
Disculpas

The Stoneman
The Stoneman
10 noviembre, 2010 22:55

Recuerdo cuando de niño veía el especial de navidad de Charlie Brown. No podia verlo sin llorar, para mi siempre será el personaje más filosofico de la literatura.

Bubba Ho-Tep
Bubba Ho-Tep
13 noviembre, 2010 17:55

Increíble el artículo! La verdad es que leer sobre Snoopy me trae muchos recuerdos de la infancia, pero jamás me hubiera imaginado que su mundo hubiera tenido tanta influencia. Canciones, anuncios, especial de navidad, ropa,… UNA PISTA DE HIELO. En un mundo dominado por los superespectaculares superhéroes de Marvel y DC, conviene recordar a la gente que las tiras de Peanuts, Garfield o Mafalda también tienen su hueco en el panteón de los más grandes del cómic.
P.S: ¿Habrá tercera parte?

Sra Incógnito
Sra Incógnito
16 noviembre, 2010 14:52

qué obra maestra, por tutatis.