V de Vigilantes: Dosis de telerrealidad

El gran hermano nos vigila. El 23 de abril del año 2000 saltaba a las parrillas televisivas españolas Gran Hermano, con un formato de programa que acercaba a nuestros salones una realidad televisada, lejos de la ficción a la que los espectadores estábamos tan acostumbrados.

Fue el primer reality-show en emitirse en nuestro país, aunque luego le siguieron múltiples sosias que modificaban, de alguna manera, el objetivo del “concurso”, aunque la finalidad era la misma: satisfacer las necesidades morbosas de quienes nos poníamos al otro lado, en una especia de ruptura de la cuarta pared.

Han pasado doce años desde entonces, pero el formato de la telerrealidad aún goza de buena salud. Algunas semanas atrás se estrenaba la nueva edición del pionero reality, llamado este año Gran Hermano 12+1, prometiendo una “vuelta a los orígenes”. Pues, hablemos de “telerrealidad”.

Éste es un género en el que se puede ver lo que hacen (y casi lo que sienten, porque ya sabemos que los “sentimientos, en la casa, se magnifican”, frase que los que hemos visto el programa en algún ocasión; en mi caso, debo reconocer, con placer culpable) un grupo de personas “reales”. Se trata de algo que desde su concepción se contrapone a las series, donde vemos lo que les ocurre a los personajes ficticios que las pueblan.

En los programas de este estilo suelen primar tres tipos básicos, en función del tipo de observador que los “consume”: Un concurso de telerrealidad, en el que los concursantes compiten por un premio mientras son observados de forma continua y en el que los telespectadores forman parte de la elección de los ganadores, mediante sus votos; un programa en el que el observador es pasivo, en el que ve lo que ve la cámara, y un último tipo en el que la cámara o el observador está oculto (en este último caso las reacciones son más naturales y suele usarse para reportajes de temática compleja o para bromas).

Los hechos que se muestran en estos programas (sobre todo en los casos en los que los participantes saben que están siendo observados) suelen combinar la realidad y la ficción (las personas no actúan igual que lo harían de forma natural, aunque tampoco siguen un guión). Los programas de telerrealidad también pueden dividirse en modalidades. Los especialistas destacan entre la amplia variedad: los de “supervivencia”; los de “encierro”; los de “academia artística”; los de “búsqueda de pareja”, y los de “viajes”. También habría que destacar los llamados “docurealitys”, que incorporan el documental a la mezcla.

El pasado día 12 de febrero AMC estrenó la nueva propuesta del conocido director y guionista Kevin Smith (Mallrats, Clerks), una nueva serie rodada en clave de falso docureality centrada en los dependientes de las tiendas de cómics. Se trata de la primera comedia emitida en el canal de The Walking Dead, Breaking Bad y Mad Men.

El programa lleva por título Comic Book Men y está grabado en la propia tienda de cómics que tiene Smith en Nueva Jersey, Jay & Silent Bob’s Secret Stash. El primer capítulo se pudo ver tras el nuevo capítulo de la segunda temporada de The Walking Dead, para así poder aprovechar el tirón de los espectadores enganchados a la ficción basada en la obra de Kirkman. Por los avances ya se podía atisbar que el Smith que aquí se encuentra el mejor Kevin Smith.

En Discovery Max (uno de los nuevos canales de la TDT que desde enero de 2012 ocupa la frecuencia de Veo Televisión), a su vez, se emiten los contenidos de los trece canales de Discovery Networks distribuidos en EE.UU y de los veinticuatro que distribuye en todo el mundo. Aquí es donde ha encontrado cobijo la nueva serie ideada por Stan Lee para el canal Historia, que se puede ver los lunes a las 22.30 horas. Un producto que también toma prestados elementos de los programas de telerrealidad.

“Hay más de seis millones de personas en el planeta. Genéticamente la mayoría de nosotros somos casi iguales, pero de vez en cuando, una mutación ocurre. Esas personas son extraordinarias. […] Creo que los superhumanos son reales, no sólo ficción”, explica Stan Lee en la presentación de cada capítulo.

Superhombres de Stan Lee es el nombre de este programa, cuya primera temporada la forman ocho capítulos. En cada uno de ellos, Lee se dedicará, con ayuda de Daniel Browning-Smith (el contorsionista considerado como el hombre más flexible del mundo), a la búsqueda de personas sobre las que existe el rumor de que poseen facultades fuera de lo común. Para demostrar que son “superhumanos”, un equipo investigarán a fondo sus habilidades mediante complejas pruebas científicas. Después tendrán que hacer frente a unos exámenes definitivos con el objetivo de aclarar si es cierto que tienen un don que les separa de los demás seres humanos.

Se cruzarán en el camino de Rajmohan Nair, “El Hombre Eléctrico”, quien ha desarrollado una inmunidad a la corriente eléctrica y la maneja como quiere; Scott Flansburg, “La Calculadora Humana”, capaz de realizar operaciones matemáticas de diferentes dificultades sólo utilizando su cabeza, a una velocidad y con una precisión asombrosas; Juan Ruíz, “El Hombre Radar”, ciego de nacimiento pero que ve el mundo mediante una forma de sonar; el súper fuerte Dennis Rogers; el pistolero más rápido del planeta Bob Munden, de veloces reflejos; “Ola de Calor” aka Timo Kaukonen, campeón mundial de sauna, acostumbrado a poner su cuerpo en límites enormes de resistencia al calor; Shi Yang Min, un guerrero monje Shaolin desertor con un golpe letal, y otros tantos capaces de realizar proezas increíbles, como “Splash”, “El Hombre Ultra Maratón”, “Cabeza de Acero”, “El Hombre del Futuro”, “El Hombre Orquesta”, “El Hombre que no siente dolor”, “Súper Oído”, “El Hombre Araña”, “Bache de velocidad humano”, “El Hombre Acuático”, “Fuerza Mental”, “El Hombre Lobo”, “Súper Equilibrio”, “El Samurái Moderno”, “La Abeja Humana”, “Escapismo extremo”, “A prueba de choques”, “Anti-veneno”, “El Hombre de Acero”, “El Hombre de Goma”, “El Cohete Humano”, “El Arma Humana”, “Colmillos de Acero”, “Mega Menoría” y “Fuerza G” (algunos tienen nombres de superhéroes de cómic, así que os invito a que penséis cuáles son sus habilidades…).

Stan “The Man” Lee cree que existen personas con habilidades y poderes extraordinarios. Serían los mismos que a lo largo de la historia se han transformado en mitos y leyendas, como Hércules o Paul Bunyan. Además, el propio Lee ha demostrado tener una capacidad creativa por encima de lo normal, así que puede que él mismo sea uno de estos superhombres que tanto busca… “Ninguno de ellos es un caballero con capa y espada, ni luchadores contra el crimen, son gente normal con talentos especiales. Los superhumanos están ahí fuera. Prepárense para conocerlos”.

Los realitys triunfan porque entretienen, de eso no hay duda, pero también informan y muestran curiosidades(además de ser productos audiovisuales relativamente poco costosos). Si la hipótesis de Stan Lee es cierta, puede que este año dentro de la casa de Gran Hermano se esconda algún tipo con habilidades especiales o incluso puede que alguno sea, en realidad, dependiente de una tienda de cómics… y ése sea su secreto, su trapo sucio, de esos que salen a mitad del programa, que dan para horas y horas de especulaciones en otros programas de la misma cadena… La misma idea es carne de telerrealidad; como todo. A veces la ficción es superada. Leones, gladiadores, pan, circo… y superhéroes.

Nos leemos.