V de Vigilantes: El escritor de cómics (Escribiendo tebeos I)

15
1459

Un cómic está formado por un conjunto de elementos: imagen, texto, rótulos, onomatopeyas… en los que casi siempre suele primar la imagen sobre el resto. Las imágenes conforman el 70% del producto (en un cálculo aproximado) y podemos enterarnos de la historia simplemente observándolas; no obstante, también es de importancia capital el texto, tanto el que aparece en los bocadillos dando voces a los personajes, como el que aparece en los cartuchos significando una voz en off, una descripción o un detalle.

Por las propias características del medio, los tebeos se suelen realizar en equipo, a cuatro manos entre un guionista y un dibujante (a veces participan más de uno de cada tipo). Hoy intentaremos aportar un poco de luz a la técnica del guión de cómic, hablaremos de la figura del guionista de cómic, de cómo se escribe y se debe escribir dentro de este arte secuencial. La semana próxima aparecerá por aquí otro texto relacionado, uno en el que se mencione, de manera individual, el guión de cómic, con su forma, sus partes y algunos trucos para su correcta elaboración. Y la siguiente, remataremos este marco con un último texto en el que se desarrollen los factores creativos que condicionan el dibujo y la escritura de tebeos.

Comentario

Si no se habla a menudo del arte del guión de cómic es debido a que no existe un corpus especifico, ni teórico ni práctico, para aprenderlo. La mayoría de las técnicas y de las claves del guión sí se encuentran, por ejemplo, en libros relacionados con el mundo del cine. Muchas de esas teorías se pueden aplicar a las viñetas. Comencemos por el principio, ¿qué entendemos por guión?

La RAE define “guión” como “escrito en que breve y ordenadamente se han apuntado ideas o cosas con objeto de que sirva de guía para algún fin”; esto es lo que históricamente se ha hecho en el mundo del cómic: los guionistas entregaban a los dibujantes pequeños escritos donde aparecían breves ideas y anotaciones con objeto de que les sirviera para dar forma a la historia; luego los dibujantes mandaban los bocetos o incluso los dibujos enteros siendo los guionistas los que remataban la obra rellenando los globos con los diálogos. Veamos la segunda acepción del término: “Texto en que se expone, con los detalles necesarios para su realización, el contenido de un filme o de un programa de televisión”. Ésta, también nos sirve; a mí me gusta más porque incluye la palabra “contenido”, que antes no aparecía. Un buen guión de cómic debe incluir una parte de contenido que sirva al dibujante de algo más que de simple guía.

Will Eisner, en su libro El cómic y el arte secuencial, dedica un capítulo entero a la escritura de cómics. “Escribir cómics puede definirse como la concepción de una idea, la disposición de los elementos gráficos, la construcción de la secuencia de dicha narración y la composición de los diálogos. Es, a un mismo tiempo, parte y todo del medio”, afirma.


El guionista es un técnico, un especialista, un autor que se dedica a escribir de forma similar al resto de escritores. Su función principal es la de adaptación de un relato a una materia, al cómic. Entre sus competencias debe estar la de saber narrar en función de la imagen, porque al fin y al cabo, en este medio, son las imágenes las que cuentan historias. “Es una habilidad especial, cuyos requisitos no suelen ser los de otras formas de escritura, pues está relacionada con una técnica particular. Por las exigencias que implica, el guionista de cómics se encuentra más cerca del autor dramático, con la salvedad de que el escritor, en el caso de los cómics es también el constructor de imágenes (dibujante)”, añade el creador de The Spirit en su libro.

Un guionista de cómic debe planificar su guión de tal forma que no haya ninguna viñeta de más, ninguna en la que no se transmita una idea o sentimiento. Todo tiene un por qué. También debe realizarlo de forma concisa y sugerente para conseguir así contar una buena historia con la ayuda del dibujante (en los casos en que no sean la misma persona).

Seguimos con la definición de “guión literario”: “es el punto de partida de una historia por hacer”, señala Andrés Lomeña en su monográfico sobre el guión de cómic. “Las explicaciones técnicas no se explicitan; están contenidas en el texto. El guión es algo efímero porque está condenado a desaparecer, a convertirse en dibujos. En cambio, el guión ‘es la historia misma’. Se debe aprender el arte por el cual esa transformación acaba en una buena historia”, completa.


Una de las mayores diferencias entre escribir una novela y escribir un cómic está en que al escribir con la palabra solamente es el autor el que dirige las imaginaciones de los lectores; mientras que en los cómics al lector se le da lo imaginado, lo que el dibujante ha interpretado de la lectura del guión. Eisner decía que una vez dibujada, una imagen se convertía en “una exposición precisa que no requiere mayor interpretación”. Realmente es una afirmación cuestionable, ya que siempre hay elementos interpretables en las mismas imágenes (en cómo se han usado, en los encuadres, en los planos… siempre hay intencionalidad). “Cuando las dos se ‘mezclan’, las palabras se fusionan a la imagen y ya no sirven para describir, sino para proporcionar sonido, diálogo y textos de apoyo”, especifica el conocido autor.

El mítico Eisner continúa el capítulo haciendo una diferenciación entre los dos actores que conforman la práctica de creación de historietas. “Para tomar en consideración por separado el papel del escritor, es necesario limitar arbitrariamente ‘la escritura’ a la función de concebir la idea y la historia, creando el orden de narración y fabricando los diálogos o elementos narrativos”.


Una vez seguida esta pauta, nos encontramos ante un método progresivo que se compone de la siguiente manera: “la idea y la historia o argumento en la forma de un guión, que incluye la narración y los diálogos (bocadillos). El uso de palabras y la arquitectura de la estructura redactada extiende o desarrolla el concepto de la historia. Las indicaciones para el dibujante (descripciones de viñetas y contenido de la página) llevan la idea de la mente del escritor a la del ilustrador”.

Llegados a este punto podemos plantear una definición algo más completa, teniendo en cuenta todos estos elementos. Entonces el guión de cómic sería una narración desarrollada, ordenada y sistematizada de la historia que se describe en él. Es un tipo de escrito variable en función de los mismos autores, de las presiones editoriales o de las rutinas profesionales. Así nos encontramos con autores que no llegan a escribirlo, que pasan directamente al boceto, mientras que otros preparan obras de muchísimas páginas que podrían ser perfectas para adaptar a otros medios (me viene a la mente Alan Moore y los densos guiones para La Liga de los Hombres Extraordinarios, repletos de detalles y perfectamente escritos).

Hay veces que el trabajo se divide en varias partes que realizan autores diferentes. En esos casos suele haber uno que se encarga del argumento (idea de la historia), uno que se encarga del guión propiamente dicho (historia ya desarrollada, indicando los personajes y la acción, para dárselo al dibujante), y otro que trabaja en los diálogos (tanto en los globos como en las cajas de texto). Lo más habitual es que todas estas tareas recaigan sobre un único guionista que redacta el guión completo y luego se lo pasa al dibujante.

“Al principio, el guionista debe interesarse por la interpretación de su historia por parte del dibujante, y éste, por su lado, debe sentirse cautivado por la historia o idea. Las consideraciones separadas de las funciones del guión y el dibujo están directamente relacionadas con la estética del medio, porque la separación real de escritura y dibujo ha proliferado en la práctica de los cómics modernos”, asegura Eisner.

En el caso del guionista de cómic, como avanzaba un poco más arriba, las tareas pueden ser ejercidas por un único individuo, no es necesaria la contribución coordinada de muchos especialistas. Que un autor deje el trabajo en manos de un equipo suele ser consecuencia directa de falta de tiempo, quizá tenga más de un proyecto entre manos o las presiones editoriales le exijan ciertos especiales a parte de su trabajo regular. A menudo son los propios editores los que “decretan” que se trabaje en equipos, para controlar la propiedad del personaje (si poseen los derechos), por ejemplo, o cuando ha reunido un equipo de autores de renombre que quieren que, combinados, hagan frente a un importante lanzamiento editorial.

A veces algunos dibujantes que desean escribir sus propios guiones se encuentran la traba de no ser considerados buenos escribiendo y entonces les pondrán un guionista para que les acompañe. “Para complacer al editor o cumplir con los plazos de entrega, el dibujante contrata los servicios de un guionista o bien el guionista contrata los servicios de un dibujante”, declara Will Eisner. De todas formas, muchas veces no son los autores quienes contratan a nadie, sino las editoriales quienes juntan a dos personas que trabajan en ellas.

Las sinergias entre guionista y dibujante fueron especialmente fuertes en la Marvel primigenia, la de Stan Lee y Jack Kirby, y se han mantenido desde entonces. Ellos estaban tan compenetrados que muchas veces no sabían quién era el que había creado determinado personaje. “¿Quién es el ‘creador’ de una página de cómic escrita por una persona, dibujada a lápiz por otra y pasada a tinta, rotulada (acaso coloreada y realizados los fondos) por otras tantas?”, se preguntan en El cómic y el arte secuencial.


Ésta es una buena pregunta e intentaremos salir de dudas en futuros “V de Vigilantes” ya que estoy preparando un texto relacionado precisamente con eso, con los Derechos de Autor (aunque los nuestros no son del todo iguales a los americanos).

Como el cómic es ante todo visual, el dibujante se puede sentir tentando a centrar su talento en el estilo, en la técnica o en los artilugios gráficos a su alcance. Esto puede darnos lo que denominan “dibujantes atletas”, que hacen páginas magníficas y preciosistas, pero que no consiguen, apenas, contar historias.

Que ocurran conflictos de identidades entre la preponderancia del escritor o del dibujante no les ocurría a Kevin Eastman y Peter Laird, los fundadores de Mirage Estudios y creadores de las conocidas Tortugas Ninja. Ellos tenían una forma muy peculiar de trabajar: ambos compartían (y comparten) las tareas de guión y dibujo. Así lo explica Laird en una entrevista para la revista Comics Scene: “Empezamos con una idea muy básica de una historia. A uno se le ocurre una base mínima y el otro la bosqueja. A partir de aquí, ya va a la mesa de Kevin”. Y continua Eastman: “Yo hago los bocetos: el encaje de las figuras, la acción, lo que va a pasar paso a paso, viñeta a viñeta y página a página. Peter lo retoma ahí y hace el guión. A partir de eso, ambos hacemos el lápiz y ambos damos la tinta. Intentamos hacer la mitad de la página cada uno, por lo que siempre hay mezcolanza”.


Tienen suerte de poder contar con el apoyo y la ayuda del otro en cada una de las partes del proceso y, además, haciéndolo de una forma tan creativa (tanto en el método, como en el producto). En este terreno, en el de la creatividad, existen una serie de factores que condicionan el dibujo de historias (factores que también se perciben en el guión). Como me gustaría entrar en detalle en uno de ellos les dedicaré un texto completo en próximas semanas, limitándome hoy simplemente a citarlos:

FACTORES DE CONTENIDO

Creación y mantenimiento del interés, mediante:
1) Ritmo o interés narrativo
2) Movimiento determinado por la narración
3) Dramatización literaria
4) Acción y suspense en la narración

FACTORES DE FORMA

Creación y mantenimiento del interés, mediante:
1) Tipología y expresión
2) Composición
3) Iluminación
4) Diversificación y dramatización gráfica

Son factores a tener en cuenta a la hora de planificar y poner por escrito las ideas básicas para la realización de una historieta; un producto final donde palabras e imágenes conforman un todo unificado, donde la importancia no reside en los elementos individuales, sino en el conjunto. Un conjunto que es una historia y que es arte, porque no podemos olvidar que escribir no es otra cosa que el arte de contar historias.


Nos leemos.

Subscribe
Notifícame
15 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Fidel
Fidel
10 marzo, 2010 9:48

Muchas gracias por el artículo. Es muy bueno.

Visperas
10 marzo, 2010 10:55

Muy interesante. Ya estoy esperando el siguiente artículo!

Raul Shogun
Raul Shogun
10 marzo, 2010 12:45

Gran Articulo Diego!!
Calidad en la documentacion, exposicion acompañamiento.
esperando al miercoles para seguir leyendo!!!!
sigue asi!!!!!!!!!!!!!!!

JAVIE
JAVIE
Lector
10 marzo, 2010 13:11

Gran articulo si señor,duro trabajo el de guionista de comic y muchas veces poco recompensando.

Para aqeullos que tengan interes en escribir guiones,tanto de comic,como de cine,les recomiendo el clasico de LINDA SEGER –COMO CONVERTIR UN BUEN GUION EN UN GUION EXELENTE.

Esta considerado uno de los mejores libros que tratan este tema y para un servidor y muchas generaciones es casi una biblia,por apuntar una idea del libro,LINDA SEGER ( guionista de holliwood) afirma que mucho mas importante que escribir un guion es saber ir reescribiendolo y solo el que sabe reeescribir llegara a algo.

Askani
Askani
10 marzo, 2010 14:02

Hola a todos, Diego como siempre un gran trabajo. Yo también disfruto mucho leyendo tus entradas en el blog, me parecen muy interesantes y muy bien trabajadas.

JAVIE, me apunto el libro que nos dices y ademas estoy de acuerdo con esa afirmación sobre la reescritura de los guiones. Todo el que se haya sentado delante de un folio en blanco sabe que no sale nada a la primera, se escriben ideas y se van puliendo para alcanzar un resultado que no siempre es bueno, pero es algo.

Por cierto Diego, No entiendo la inclusión del ritmo o interés narrativo entre los factores de contenido. Personalmente los veo mas en los de forma, ya que en el cómic se plasma principalmente a través de la forma y cadencia de las viñetas.

JAVIE
JAVIE
Lector
10 marzo, 2010 15:31

Es un libro fundamental para enteder las fases por las que pasa un guion,asi como las preguntas que debes formularte en cada momento,mucho mas practico que la mayoria de libros de tematica similar,la autora propone un viaje a traves de un guion desde la introduccion hasta el climax,parando en cada giro y cada sub trama de manera que intenta que el futuro guionista no se pierda ni se vuelva loco al ver por ejemplo que 2 actos funcionan muy bien pero un tercero no encaja y miles de problemas cotidianos por el estilo.

MiRo
10 marzo, 2010 18:55

David sino fuera mucho pedir me gustaria que me dieras tu correo sino quieres dejarlo aqui te dejo el mio para que me escribas alli.  mirobazoalto@gmail.com

Gracias y saludos!

luis r
luis r
10 marzo, 2010 19:55

Muy buen artículo, excelente

carlos
carlos
11 marzo, 2010 13:43

bueno el articulo, muy bien documentado y elaborado, sigue asi

MiRo
11 marzo, 2010 16:05

Muchisimas gracias Diego, fue un lapsus de tu servidor, pero menos mal que lo sospechaste xD

Saludos!

Lograi el Luciérnago
13 marzo, 2010 20:17

El tipo de artículos que estaba esperando…
Esperando futuras entregas ;p

Juguetinho
Juguetinho
16 marzo, 2010 16:58

Grandisimo articulo, espero que sigas con nuevas entregas pronto.
Y ya que estamos os voy a formular una pregunta,o mas bien una petición: estoy empezando a adentrarme en este mundo de los guiones, y tengo ya varias ideas para comic y relatos cortos en prosa. ¿Que libros me recomendais para poder desarrollar estas ideas, y poder ir progresando y mejorando con los guiones y la narración? Ya me he hecho con el de Linda Seger que recomendabais por arriba (aunque todavia está pendiente de lectura), y he pedido otro par de libros más de esta guionista, pero si me pudieras recomendar algun otro título más de otro autor, os lo agradecería de corazón xD. Un saludo a todos e insisto, grandisimo artículo.

Ziggy
Lector
22 marzo, 2010 7:59

Este artículo me recuerda que debo releer la obra de Eisner (la teorica) lo antes posible.
Muy buen trabajo.