Cine y cómic, cómic y cine. El noveno y el séptimo arte están más relacionados que nunca. Los superhéroes (y no sólo ellos) han dado el salto con mayor o menor fortuna desde las viñetas a las pantallas grandes. Raro es el mes que en la cartelera no aparecen un par de adaptaciones de cómic. Esta semana no es una excepción y los cines españoles acogen la última de estas películas: Scott Pilgrim contra el mundo.
Edgar Wright, el director de Zombies Party y Arma Fatal vuelve a la carga, y esta vez adapta las novelas gráficas de Bryan Lee O’Malley protagonizadas por Scott Pilgrim, un chico un tanto especial, que nunca ha tenido problemas para echarse novia, pero que esta vez, enamorado de Ramona Flowers, tendrá que luchar con sus siete exnovios malvados para conseguirla.
Michael Cera se pone en la piel del protagonista y tendrá que enfrentarse, entre otros, a dos caras conocidas de este subgénero (para algunos especialistas ya entraría en la categoría de género, pero eso es otra historia…): Chris Evans (la Antorcha Humana de los Cuatro Fantásticos que, además, será Steve Rogers, el Capitán América) y Bradon Routh (el Superman de la película de Bryan Singer), dos de los siete ex.
Lo hemos comentado en anteriores columnas, en anteriores “V de Vigilantes”, la industria cultural está cada vez más relacionada. Todo el entramado de productos culturales tiene mucho que ver entre sí y esto se sigue demostrando cada día.
Los personajes literarios pueden aparecer en obras de arte, en exposiciones, en películas o en tebeos. Las historias de las viñetas pueden transformarse en novelas, en películas o en otros productos como camisetas, muñecos… Mientras que las aventuras con las que disfrutamos en la pantalla grande (o más tarde en nuestros equipos de cine en casa en DVD o Bluray) también pueden transformarse o continuarse en libros e incluso en tebeos. Esto último es lo que se podría denominar como “adaptaciones inversas”, y ya disertamos sobre ello en otra ocasión (pichad aquí si queréis releer el texto en concreto).
El cine y el cómic comparten muchas cosas; mucho más que héroes de disfraces llamativos que lucen igual de bien en las páginas que en los fotogramas. Para empezar comparten contenidos, géneros y argumentos. Guzmán Urrero, especialista en comunicación audiovisual e imagen, escribió en 2007 un excelente monográfico sobre el tema en su web: “De hecho, la relación entre cine y cómic no se limita a la adaptación de ciertas obras de uno a otro medio. Por encima de todo ello, películas y tebeos comparten características fundamentales de sus respectivos lenguajes”.
Urrero señala que “tanto en el cine como en la historieta existe una construcción de la secuencia, siguiéndose parecidos criterios técnicos para conseguir el ritmo narrativo pertinente. Este hecho se demuestra al comparar una página de cómic con otra de story-board, que es la planificación dibujada de las secuencias que será usada al preparar cada sesión de rodaje. De hecho, es frecuente que sean dibujantes de historieta los encargados de realizar el story-board”. Dos conceptos también se mantienen en común entre cine y cómic: el montaje y la planificación.
Dibujantes y guionistas, al igual que los directores de cine, deben tener mucho cuidado con la planificación de sus viñetas, para no saturar al lector con determinados planos o detalles (en otra ocasión hablaré con más detenimiento de los tipos de plano que existen y de cómo se aplican a la creación de un tebeo). El montaje (la planificación) final de las páginas, así como del arco argumental al completo debe simbolizar un todo, al igual que una buena película.
El primer punto argumental de esta tendencia de las adaptaciones inversas tiene que ver con la industria del cómic, que potencia siempre los productos que, a priori, tengan más nivel de ventas. Son mayores las tiradas de los títulos que gozan del beneplácito del público, ante otras propuestas más arriesgadas. Por eso en muchas ocasiones, y cada vez más, personajes carismáticos o historias importantes del celuloide se continúan en las viñetas.
“Hollywood descubrió en sus inicios el potencial económico de los productos derivados de sus películas. Pero una de las fuentes más considerables de ingresos fue la adaptación a la historieta de personajes previamente explotados en el cine, sobre todo el de animación.”, explica Guzmán Urrero. También los villanos terroríficos del cine han dado el salto inverso, del cine al cómic. Un ejemplo de ello es Freddy Krueger.
El dibujante español Juanjo Ryp fue el encargado de trasportar al protagonista desde las calles de Elm Street a las viñetas. Al preguntarle por la ascendiente globalización cultural (en una reciente entrevista publicada en la revista Dolmen nº180, la de octubre de 2010) y la moda de las adaptaciones constantes, Ryp lo tiene claro: “La retroalimentación con otros medios la considero muy, muy, muy positiva. Porque a pesar de que no se hayan vendido más ejemplares, hace que personajes del cómic se conozcan fuera del medio, aunque como digo no hace que se vendan más tebeos, desgraciadamente”.
Junto a Brian Pullido realizó Pesadilla en Elm Street: Paraonide. Le pregunté cómo se preparó para dibujar esa nueva aventura de Freddy y no dudó ni un segundo en responder: “Pues me vi todas las películas, lógicamente, y analicé incluso varios de los planos principales. Comprobé que, según en qué planos, la garra de Freddy hace el cambio de una mano a otra, aparece en la izquierda incluso en algún cartel de cine… pero el personaje de Freddy no se podía tocar. El detalle de la garra, que cambiaba de mano, no se pudo realizar en el cómic. […] Fueron super quisquillosos de que siempre estuviera en el lado derecho, incluso en las portadas. El personaje era inamovible”.
La experiencia que relataba Juanjo es algo normal cuando se trata de trabajar con licencias. “Cuando trabajas con licencias, tanto con Robocop, como con Freddy, con la Matanza de Texas, con Jason de Viernes 13, el personaje es intocable, se pueden hacer muy poquitas cosas. Esto se debe, más que porque sean icónicos, que lo son, porque estamos hablando de marcas comerciales. Ahí está la editorial que está sacando el cómic, pero detrás está New Line Cinema que no quiere que a Freddy se le toque ni un pelo, en caso de que lo tuviese…”, especifica el autor.
Y ésta es una de las claves. Al final, detrás de cada producto cultural está una gran empresa o un grupo empresarial dedicado al entretenimiento, por poner un ejemplo, controlando todas sus facetas. New Line, en el caso de Pesadilla en Elm Street, tomaba las decisiones generales por encima de Avatar Press, que fue la editorial que realizó el mencionado cómic. En estas sinergias es donde, a veces, pueden surgir rencillas.
En el caso de Freddy Krueger, los derechos eran de New Line Cinema, que pertenece a Warner, así que el primer candidato lógico para hacer el cómic era DC (también forma parte de Warner), pero a DC Cómics no le intereso el personaje inmortalizado por Robert Englund, así que los derechos fueron adquiridos por Avatar Press, que empezó a publicar sus historias. Lo que ocurrió es que poco tiempo después DC, haciendo uso de una cláusula, reclamó los derechos y continúo editando las historias del personaje de la garra metálica. A Legendary Pictures esto no les pasará.
El estudio ha tomado una decisión en la línea de las adaptaciones inversas: crear una rama de la compañía dedicada a los cómics. Este nuevo proyecto tendrá por nombre Legendary Comics y supone un caso interesante, ya que hasta el momento la tendencia era que los grandes estudios llegasen a acuerdos con Marvel, DC, Dark Horse, Avatar Press… para que realizaran los tebeos sobre sus productos. Incluso las grandes editoriales habían montado productoras cinematográficas para trasladar sus héroes al cine.
Legendary Pictures, que ha sido responsable de varias películas en los últimos años, entre las que destacan: El caballero oscuro, 300, Resacón en las Vegas o Donde viven los monstruos, pretende ahora ir directamente al quid de la cuestión y contar en su proyecto con genios del mundo del cómic.
El editor Bob Schreck será la cara visible de la nueva división de Legendary Pictures, que se dedicará a la creación de novelas gráficas originales y su correspondiente adaptación a otros medios (tv, cine y medios digitales). Los primeros resultados se podrán ver a mediados de 2011 y según afirman, publicarán “entre cuatro y seis trabajos originales al año”.
Muchos son los que ya han aportado su beneplácito a este proyecto: Frank Miller, Max Brooks y Neil Gaiman, entre otros. “Estoy emocionado con que Legendary vaya a entrar en el mundo de los cómics. Me he quedado asombrado y encantado por su respeto a los autores… Sólo pueden ser buenas noticias para el mundo de la cultura pop el que ahora se dediquen a animar a los creadores a que cuenten historias únicas e inteligentes mientras hacen cómics para ellos”, añade el creador de The Sandman. En esta línea Thomas Tull, presidente y jefe ejecutivo de Legendary Pictures, también declaró que «Legendary Comics estará comprometida a ser un nuevo hogar para artistas innovadores y personajes e historias que se ellos creen, en una forma de arte amamos”.
Buenas nuevas, sin duda, que terminarán de dar forma a esta tendencia recurrente de las adaptaciones inversas. El interés hacia el cómic por parte del gran público está creciendo a marchas aceleradas y los mercados culturales, las industrias del entretenimiento lo saben y no van a dejar escapar este nicho. Series como Glee o las Chicas de oro están siendo adaptadas al cómic por Bluewater. Chip ‘n Dale Rescue Rangers, basada en la mítica serie de Chip y Chop , Los Guardianes Rescatadores, comienza en diciembre como serie regular bajo el sello infantil de Boom!, realizada por Ian Drill y Leonel Castellani, por citar otro par de ejemplos.
Es innegable que hay influencias del cine en el cómic y del cómic en el cine (y en ambos medios hay influencias literarias). “Lo que veo lo adapto” o “lo que tiene potencial comercial lo adapto” podrían ser las máximas que revisaran, de alguna forma, aquel mítico binomio de Picasso: “Lo que veo lo copio”.
La tendencia de las adaptaciones y de las adaptaciones inversas no tiene porque ser algo negativo. La retroalimentación de medios y formatos siempre es enriquecedora. Cuando algo trasciende de su propia forma está un poco más cerca de pasar a la historia. En esta sociedad global en la que vivimos, muchas veces alguien descubre una película por un cómic o un cómic por una película.
Nos leemos.
ala, comics basados en pelis, que super original!! siempre son todos buenisimos sin excepcion, no puedo esperar!!!
…
La cosa no pinta mal siempre y cuando se respete el trabajo de los autores. Cierto es que hasta ahora la mayoría de adaptaciones de cine a comic son poco mas que una chufa, pero viendo los nombres relacionados a legendary, me da que puede haber algo interesante ahí. Por el otro lado, en cuanto a adaptar comic a cine, siempre es una buena noticia aunque alguien no lo valore en su medida debido a la cantidad de trabajos, no mediocres pero si flojos que se están haciendo. De cualquier forma, hay ejemplos muy positivos en ambas direcciones.
A me parece que se terminaron los escritores y guiones en holiwood y ahora roban ideas en otro medio como el cómic y la mayoría malas con honrosas exenciones
Os imaginais un cómic basado en los Serrano?:)
Cuenta una leyenda que Mike Mignola hizo un cómic cojonudo adaptando el Drácula de Bram Stoker.
El día en que prostitución y arte se conocieron.presentados como no por el señor Dollar. 🙁 🙁
Esto me recuerda al cutre-comic de Escenas de Matrimonio
Ay Spunik yo una vez lo tuve en mis manos, robado de una biblioteca, no se si de la de la Universidad de Miskatonic o del Archivo Historico de Simancas
Y Alien y Predator? Una grave omisión de tu artículo, eh. Por lo demás, interesante.
¿Por qué estoy pensando que van a aprovechar el tener una rama de cómics para tener algo que hacer con los guiones rechazados y las películas canceladas o sin terminar de rodar?
Dios, yo quiero el comic de Betty Whiteeee!!!! Molaaaaa!!