V de Vigilantes: La Nouvelle Manga

10
1958

La variedad total de subgéneros especializados que ofrece el manga tienen como función intentar responder a los más diversos intereses de los lectores. Ésta es una de las características principales de este tipo de narrativa y, gracias a ello, las historias japonesas trascienden fronteras y son capaces de atraer, de seducir, si preferimos la connotación de la palabra, a lectores de todo tipo, desde los propiamente orientales, a los occidentales.


“Su infinita variedad de temáticas, los mecanismos narrativos de los que se sirve para captar la atención del lector, así como las altas dosis de intriga repartida en los numerosos volúmenes que conforman cada obra, han encandilado sobre todo a adolescentes y niños”, especifica Olalla Hernández en el texto de su ponencia titulada Nouvelle Manga, Mon amour, presentada el pasado 10 de noviembre en Shogun Salamanca dentro del Seminario de Discurso, Legitimación y Memoria, de la Universidad de Salamanca. “Por otro lado, la poderosa influencia de la versión audiovisual del manga, el anime, crea referencias globales entre los lectores de todo el mundo, asegurando su éxito como producto de mercado”, añade la investigadora.


De nuevo nos encontramos con palabras que resultan clave: “globales”, “éxito” y “producto de mercado”. De nuevo queda patente que el mundo de las viñetas, al igual que otras muchas industrias culturales, tiene un fuerte sentido mercantilista. En contraposición a esto nace la Nouvelle Manga: “Lo interesante del movimiento es intentar alejarse de lo tradicional, del manga más mercantilista y de baja calidad. Se trata de un movimiento artístico creativo que reclamas quietud y reflexión, convirtiéndose en una alternativa a las obras más mercadotécnicas”. Liderada por Frédéric Boilet, la Nouvelle Manga propone algo distinto.


Este movimiento tiene características híbridas escogidas entre las más interesantes de la Bande Desinée, el manga nipón y de la Nouvelle Vague. Haciendo uso de todas ellas, los autores de esta disciplina construyen obras repletas de referencias, con una alta calidad estética, y realizan una firme propuesta interactiva para la cimentación de significados; todo ello dirigido a un público adulto, a un lector maduro. “Del cómic nipón recoge su sexualidad, su narrativa y su brevedad textual”, explica Olalla Hernández.


También escribe sobre el tema Roberto Goñi Ruíz en su artículo La Nouvelle Manga; un ejercicio de fusión: “[…] Afortunadamente ya podemos hablar del efecto de los ‘vasos comunicantes’ en el mundo de la viñeta. Cada vez son más los intentos de fusión de estilos, de comercialización de géneros y medios exóticos en mercados tradicionales y de investigación narrativa. De aquí nacen movimientos o corrientes al estilo nipón como la denominada Nouvelle Manga”.

El término fue mencionado por primera vez por Kiyoshi Kusumi, el editor de la revista manga japonesa Comickers para referirse a la obra de Frédéric Boilet, artista francés expatriado y afincado en Japón. El francés lo adopta rápidamente, realizando, incluso, un manifiesto sobre la Nouvelle Manga (que podéis leer íntegramente aquí), en el que aprovecha para animar a otros autores a unirse al movimiento y a utilizarlo para definir sus obras: “Me di cuenta de que lo que llevaba años queriendo hacer en la BD existía en la manga desde el principio, de manera que no sólo se ha convertido en una fuente inagotable de inspiración, sino que ahora, también Japón es para mí una favorable base desde donde crear y publicar mis historias… Ésta es la causa de que, cuando un lector o un periodista japonés me dice que yo hago Nouvelle Manga, le respondo que no soy el único, ya que mi trabajo se inspira en, o tiene afinidades con, otros manga de autores como Yoshiharu Tsuge, Naito Yamada, Kiriko Nananan, Yoshitomo Yoshimoto y muchos más… ¡Pero estos autores son precisamente los que son ignorados por los traductores franceses! Me parece que el término Nouvelle Manga puede ayudar a enfrentarse a esta necesidad en Francia a través de una estrategia de comunicación diseñada para promocionar una manga adulta sobre la vida cotidiana”.


Para Boilet la palabra manga es percibida como algo meramente estereotipado, tanto por los medios de comunicación como por el público que entienden “el” manga (en su forma masculina) como un producto comercial orientado a los niños o los adolescentes. Es por ello que propone dar un giro al término utilizando las raíces históricas y sociológicas de la versión femenina del manga, de la palabra, para así intentar cambiar la percepción de la opinión pública. De ahí surge el término la Nouvelle Manga.

En este estilo de obras, se observa una importante ausencia de texto (que es parte de la influencia del cómic franco-belga); aquí lo importante son las imágenes. La fuerza de la Nouvelle Manga reside en la fuerza de la imagen. “Rescata el placer por destacar una imagen hermosa, una imagen bella. Esto no ocurre en el manga, que es una publicación más rápida, semanal, y en la que normalmente se utilizan algunas plantillas para realizar los dibujos”, asegura Olalla Hernández.

Para Boilet “la Nouvelle Manga es una iniciativa de autor”; algunas de sus obras más conocidas son: La espinaca de Yukiko, Ellas y Tokio es mi jardín. Hablando de autores, otro de los grandes exponentes de este movimiento artístico es el japonés Jirō Taniguchi, autor de Ciudad sin defensa, El caminante, El perro blanco, La montaña mágica o El gourmet solitario, entre otras.


En ocasiones se pueden hallar voces en off, pero no es algo habitual. También se aprecia en este estilo japonés que la transición de las viñetas se basa en “aspectos”. Para leer y disfrutar la narrativa y las formas de este estilo de publicaciones, se necesita ser un lector madura ya que se juega mucho con la elipsis (tanto temporal como visual) y esto conlleva un esfuerzo adicional por parte del lector para seguir la linealidad de la historia. “La Nouvelle Manga contiene una historia bien contada y estéticamente bella. Aquí, en este punto, tiene mucho que ver la influencia que sufre de la corriente cinematográfica. Aquí se refleja la realidad y se busca en esta realidad lo extraordinario que merece la pena ser narrado. Lo cotidiano, que está ausente en la BD, es algo clave en el manga. Lo natural sumado al elemento mágico”.



Otra de las características de estos productos son las contraposiciones visuales constantes. Por si fuera poco, la Nouvelle Manga se diferencia del manga tradicional en que son obras autoconclusivas, que comienzan y terminan en un mismo tomo. “Como movimiento aprovecha el formato de la novela gráfica por lo idóneo del momento. El tomo, en estilo similar al del libro clásico hace que estas publicaciones entren en librerías no-especializadas (generalistas o tradicionales y grandes superficies) donde hay gente que no lee cómic y que puede picar en el gancho”.

Durante su ponencia, Olalla Hernández no duda en alabar estas obras ni en mencionar sus “contras”: “Dar forma a un movimiento artístico como éste, que rompe con lo que se ha hecho antes es muy honorable; la única cosa fallida es que querían ir a todo tipo de público y terminaron orientándose al público adulto, únicamente”. La investigadora también guarda algunas palabras acerca de la globalización intercultural: “Hoy en día todo se mezcla. Cada uno bebe de donde quiere y crea su propia obra. Ocurre esto en todas partes, incluso en detalles fuera del movimiento de la Nouvelle Manga”.


Buscando la quietud y la reflexión, al igual que lo busca la propia Nouvelle Manga, la joven cierra su charla con unas interesantes palabras: “Todas las culturas poseen una gran suma de relatos compartidos, y la razón de su existencia reside en la necesidad primaria de contar y recibir historias que hablen de uno mismo. El cómic no es más que otra fórmula de expresión escrita de historias que Boilet califica como universales. Aidan Chambers, en su compilación de ensayos sobre Literatura Infantil y Juvenil, Lecturas, reflexiona intensamente sobre la idea de lectura como el alimento espiritual del hombre”.

Para ella, en las palabras de Chambers está la clave: “Todas las culturas, letradas y no letradas, tienen un gran repertorio de relatos, así como cada individuo, letrado o no, tiene la memoria llena de ellos. Los relatos nos persiguen, nos juegan, nos cuentan, nos hacen. Sin ellos, no somos nada. No existimos. Somos los relatos que contamos. Y en nuestra cultura actual existimos individualmente y como especie sólo a través de los relatos que escribimos”.

Llegados a este punto, y ya para finalizar, traemos también aquí las palabras de un gran poeta: Federico García Lorca. “Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios –o del demonio- lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo”. Pocas frases resumen mejor la esencia del espíritu de aquel que es un trabajador incansable como esta máxima “lorquiana”; su aplicación se podría orientar a cualquier trabajo que pueda apasionar a uno mismo.

Está claro que la Nouvelle Manga, con sus aires de mezcla, con sus toques de sensualidad, de cotidianeidad y de magia, ha apasionado a sus impulsores. Lo que aún se desconoce es cómo funcionará este movimiento a la hora de crear códigos e imaginarios culturales que trasciendan al medio, que se recuerden, no sólo en los lectores presentes, si no en los individuos de las generaciones futuras, aquellos que lean estos relatos y perciban cómo éramos en función de los relatos que escribíamos. De todas maneras, yo no me preocuparía demasiado, parafraseando a Mies van der Rohe: “Dios está en los detalles” (también hay otra máxima que dice lo contrario, que “el demonio está en los detalles”); y, afortunadamente, la Nouvelle Manga está repleta de ellos.


Nos leemos.

Subscribe
Notifícame
10 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Raul Lopez
Admin
24 noviembre, 2010 8:32

Enhorabuena por el texto Diego me ha gustado muchísimo, es cierto esto que apuntas al respecto de Taniguchi, al leer El almanaque de mi padre o Blanco tenía mas la sensación de estar leyendo bd q de estar leyendo manga. Creo q el tipo de relato que suele escribir se acerca mas a esa corriente.

De todas formas no estoy del todo de acuerdo con la percepción desde el exterior q se tiene del manga pues seria como decir que la gente asocia Comic a Mortadelos y Zipi y Zape algo q esta cambiando con obras de calidad al igual que pasa con el manga.

otelo75
otelo75
24 noviembre, 2010 9:27

Excelente articulo me gusto mucho las imagenes y texto…¡felicidades!

Dario
Dario
24 noviembre, 2010 10:34

Fantástico artículo. Aunque mas que Nouvelle Manga, lo que hace el Boilet es fotonovelas sobre sus polvos, al menos Aurélia Aurita los dibuja 😀
Eso si, esta pereza técnica y sus neuras de macho friki japanofilo, para nada le quita el merito a obras como «Tokyo es mi jardín».

Ohcan
Ohcan
Lector
24 noviembre, 2010 12:21

¡Muy buen articulo, Diego! Me desquita del no haber podido acudir a la ponencia.
Creo que la principal diferencia entre Boillet y Taniguchi es que el ritmo pausado de la narrativa de Taniguchi le viene de una tradicion cultural japonesa, de un modo diferente de entender el tiempo narrativo en la base de su sociedad, mientras que para Boillet es una preferencia estética, copiada, imitada o buscada, pero en definitiva le hes más antinatural. Debe ser por eso que mientras que en general Taniguchi me gusta, y mucho, a Boillet no le soporto (Tokyo es mi jardín puede ser de las únicas excepciones).

Xero
Xero
Lector
24 noviembre, 2010 21:24

Diego, una preguntita, ¿la última página de viñetas que muestras a qué cómic pertenece? ¿está publicado en España? ¿Y qué más aplicaciones de la Nouvelle Manga se pueden ver publicadas por aquí?
 
Dios mío, qué descubrimiento para mí ha sido este artículo, ¡muchas gracias!

Xero
Xero
Lector
24 noviembre, 2010 21:26

Y me quedo con esta estupenda frase:
«Lo que aún se desconoce es cómo funcionará este movimiento a la hora de crear códigos e imaginarios culturales que trasciendan al medio, que se recuerden, no sólo en los lectores presentes, si no en los individuos de las generaciones futuras, aquellos que lean estos relatos y perciban cómo éramos en función de los relatos que escribíamos»
Me encantan todas estas secciones que se salen de la línea del cómic más convencional…¡Sensacional!

quitus
quitus
Lector
24 noviembre, 2010 23:54

«me preocupa» este concepto «con una alta calidad estética».
como si el manga de por sí no tuviera una alta calidad estética.
en fin, vayamos al meollo,
¿la Nouvelle Manga es «una corriente en sí» o es una forma de producir(y poder vender) mangas hechos por occidentales? ¿hay alguna caracteristica propia que no se pueda encontrar en el manga? (ojo con dar respuestas rápidas que el manga abarca un mundo gráfico/narrativo muy amplio).

olalla
olalla
1 febrero, 2011 12:52

Querido Diego:
 
Llevo días pensando en escribirte y no encontraba el momento y la calma para hacerlo. Por fin lo tengo, así que primero de todo, gracias por la reseña de la charla. Me siento halagada y sorprendida a partes iguales.
 
Como sabes, la NM es un movimiento que, aunque puede que al final tenga un único miembro (de hecho hay un punto, cada vez más grueso dentro de su producción, donde gekiga y nouvelle manga se juntan y se hace difícil saber qué es que), a mí me interesa mucho por distintas razones. Quízás la más poderosa sea lo que llaman los norteamericanos el melting pot: la mezcla de influencias de distintas tradiciones dentro de la historieta y del cine de la Nouvelle Vague dentro de una única obra que las armoniza.
 
Contestando a algunos de los comentarios de tu entrada, me gustaría decir que soy fan del manga pero que siendo, como es, un género dentro del medio (una tipología de cómic por zona geográfica) amplísimo que acoge multitud de subgéneros y que produce más que ningún otro en el mundo, muchas de estas obras carecen de la dedicación en la forma y el contenido  que en otras partes del planeta se le da a la historieta. Existen muchos ejemplos de series manga construidos con los mecanismos de adicción que invita al consumo a una determinada franja de edad, profesión, condición… Por eso la comparación. Sin embargo, si lees el manifiesto de Boilet, te das cuenta de cómo él rescata del manga la mayoría de características que alimentan el movimiento. El manga, la manera en que se cuentan las historias a un nivel formal, tiene mucha escuela y el francés lo sabe.
 
Otra cosa,
el comentario que hice al respecto de la infancia tenía que ver con que yo comencé a investigar sobre el tema en el marco de un Máster de libros para niños y jóvenes. Una vez metida en materia, me di cuenta de que eran pocos los ejemplos, dentro del corpus elegido, que fueran dirigidos a este público. De modo que le di la vuelta a la tortilla y me dediqué a ver de qué manera estas obras, concebidas para un lector adulto, retrataban la infancia, por eso comparaba Barrio lejano con los 400 golpes.
 
Bueno, nada más. Que muchas gracias por el interés y la dedicación.
 
Un placer.
Un beso gordo,
Olalla

gabriela
gabriela
26 marzo, 2012 21:02

me gusta esta innovación del manga.no hace mucho que lo decubrí pero me parece interesante.je vous ambrasse 🙂