El próximo 28 de octubre otro icónico personaje dará el salto de las viñetas a la pantalla grande. En este caso se trata de Tintín, el inmortal aventurero creado por Hergé, y su adaptación al cine viene de la mano de grandes nombres: Steven Spielberg (director) y Peter Jackson (productor).
Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio es una película de animación muy especial, que cuenta con grandes actores detrás de cada personaje: Jamie Bell interpreta al protagonista; Andy Serkis es el Capitán Haddock; Simon Pegg y Nick Frost aportan gestos a Hernández y Fernández, y Daniel Craig está detrás de Sakharine, por citar sólo a unos cuantos. La música de John Williams redondea esta película que podrá verse en cines a finales de semana.
Por todo ello hoy hablaremos aquí de Tintín… y también de Milú, de Haddock y de todos los demás miembros de ese particular universo imaginado por Georges Prosper Remi. Y tenemos la suerte de contar con Héctor Sánchez Moro como maestro de ceremonias. Este periodista, experto en locución audivisual y máster en guión de cine y televisión, compañero de facultad de quien escribe y buen amigo, aceptó al instante mi invitación de realizar un texto homenajeando a las aventuras de Tintín, al igual que lo hice antes con las de Carlitos, Snoopy y compañía. Aparcó sus escritos en su propio blog y en la revista efe eme, donde habla de curiosidades y leyendas urbanas de la música, para volver a acercarse a los álbumes de Tintín. El resultado lo podréis leer (y ver, aunque recordemos que Tintín y todos los demás personajes tienen copyright© Hergé/Moulinsart y sólo se utilizan las imágenes a modo de ilustración del texto) a continuación.
Tintín, una vuelta al mundo de aventuras
Tintín se recorrió medio mundo. Hergé apenas se movió de su mesa de dibujo. ¿Y cómo fue el dibujante capaz de transportarnos de página a página a países tan exóticos como diferentes? La riqueza de las aventuras de Tintín radica en todos los detalles que ofrece. Durante su vida, Georges Remi recopiló toda la documentación que pudo y la clasificó y catalogó hasta la obsesión, ya que nunca sabía cuándo la podría utilizar. Las minuciosas investigaciones de Hergé ofrecían tal calidad a su trabajo que muchas viñetas sólo por separado ya podían considerarse obras de arte.
Georges Remi nació el 22 de mayo de 1907 en Etterbeek, Bélgica. Desde pequeño, hay dos cosas que le entusiasmaban: dibujar y los boy scouts. En 1926, logró combinar sus dos pasiones con la creación de una tira cómica llamada Las extraordinarias aventuras de Totor, Jefe de Patrulla de los Abejorros, para la revista Le Boy-Scout Belge. Dos años antes, el autor había cambiado su nombre por el pseudónimo Hergé, que es la inversión de sus iniciales pronunciadas al francés.
Por esa época, Hergé trabajaba en el departamento de suscripciones del diario católico Le Vingtième Siècle, una publicación que se definía como “un periódico católico nacional de doctrina e información”. Debido a su talento, poco a poco comenzaron a pedirle que realizara dibujos para varias secciones del diario, ya que por entonces no era habitual encontrar muchas fotografías. El director del periódico, el padre Norbert Wallez, se convirtió en su mecenas y le hizo cargo del suplemento infantil semanal, Le Petit Vingtième. Había que pensar en un nuevo personaje para sus páginas, y el 10 de enero de 1929, cuando Hergé sólo tenía 21 años, creó a su nuevo héroe: el intrépido reportero de edad indefinida, Tintín.
En 1970, el autor intentó despejar la eterna cuestión relativa a los años que el reportero tenía: “¿Que qué edad le atribuyo? Pues no sé… ¿Diecisiete años? Desde mi punto de vista, cuando lo creé tenía catorce o quince, era un boy scout, y prácticamente no ha envejecido. Supongamos que en el plazo de cuarenta años haya envejecido tres o cuatro… Bueno, pues si hacemos las cuentas, quince y cuatro dan diecinueve”.
El boy scout Totor sirvió de precedente para su nuevo personaje. De él tomó cualidades como su inventiva, sus buenas intenciones y la aliteración de su nombre; aunque el nombre también está relacionado con el personaje de Benjamin Rabier, Tintín-Lutin. Hergé definió a Tintín como “el hermano pequeño de Totor, un Totor convertido en reportero pero que jamás perdió el espíritu de un boy scout”. Su aspecto fue improvisado con unos sencillos trazos. De acuerdo con Michael Farr en su libro Tintín y Cía, “cualquier niño, o incluso adulto, podía identificarse fácilmente con él; la edad y la cultura no eran obstáculos para ello”.
Cualquiera podía identificarse con Tintín, pero Tintín estaba basado un modelo real muy cercano a Hergé: “Durante mi infancia, tuve como compañero de juegos a un hermano que era cinco años más joven que yo. Le observaba mucho. Me divertía y me fascinaba. Y sin duda, ésta es la explicación de por qué Tintín tomó prestado su carácter, sus gestos y sus actitudes”. Además, el autor utilizó otro rasgo característico de Paul Remi: su tupé. Aunque en las primeras viñetas de Tintín en el país de los soviets (1930), el reportero no tenía su icónico peinado; su característico tupé se elevaría durante una persecución automovilística y no se bajaría jamás.
Aunque Hergé trabajaba en un diario, siempre se consideró un periodista frustrado. Aquella era la época en la que los grandes corresponsales en el extranjero no sólo transmitían las noticias, sino que ellos mismos se convertían en noticia, como Albert Londres. Tintín es reportero pero apenas ejerce como tal; sólo le vemos escribir un artículo en su primera aventura, Tintín en el país de los soviets (1930). Según van avanzando las aventuras, más que un reportero, Tintín actúa como explorador o detective; en la obra Tintín y Cía se le compara con Sherlock Holmes: “Lo cierto es que tiene mucho del famoso detective inglés, incluyendo buena vista para los detalles, unas considerables dotes deductivas y la capacidad de resolver enigmas. Como Holmes, Tintín es un maestro del disfraz”. Según Michael Farr, Tintín es “lo que Hergé querría haber sido”. No obstante, el reportero compartiría parte de la personalidad de su creador al ser amable, modesto y honrado.
A pesar de ser el protagonista indiscutible de las aventuras, Tintín no hubiera sido el mismo si no hubiera estado rodeado de un elenco de personajes secundarios carismáticos. En primero de ellos y el que permaneció desde la primera hasta la última historia fue su fiel Milú. Aunque la familia de Hergé no tenía un fox-terrier, el dibujante se inspiró en el del dueño del restaurante donde comían los periodistas de Le Vingtième Siècle.
El nombre que puso Hergé al perro del reportero no fue casual. “Milou” era el diminutivo de Marie-Louise Van Cutsem, el primer amor de Georges Remi. El padre de la muchacha prohibió a su hija ver a Hergé, ya que lo consideraba socialmente inferior, y el dibujante utilizó el nombre de su primera novia para recordarle su cariño. Aunque tuviera el nombre de una mujer, Milú era macho y su comportamiento lo demostraba. Fanfarrón, vanidoso, glotón y borrachín, Milú pasaría a un segundo plano con la llegada del Capitán Haddock; para el autor de Tintín y Cía, esta incorporación “es una pérdida para Milú, pero una ganancia para las aventuras, enriquecidas por la presencia del capitán, que refleja a una parte del carácter del propio Hergé, tanto como Tintín refleja otra”.
El Capitán Haddock se embarcó en las aventuras de Tintín en su noveno título, El cangrejo de las pinzas de oro (1941) y acabó eclipsando al propio protagonista. “Se impuso”, declaró Hergé. El capitán reflejaba el lado oscuro y las debilidades de Hergé, pero como admitió el autor, también se inspiró en Edgar Pierre Jacobs: “El Capitán Haddock es en parte mi amigo Jacobs, que, como él, es seco, capaz de hacer gestos expansivos y que tiene la tendencia, de vez en cuando, a padecer contratiempos de poca monta”. El apellido lo sugirió la primera esposa de Hergé, Germaine Kieckens, al decirle que para comer tenían “haddock” (“bacalao”); el nombre, Archibaldo, no apareció hasta la última aventura completa, Tintín y los Pícaros (1976).
En Haddock, Tintín encontró su contrapunto perfecto. Si el reportero reflejaba las virtudes de un hombre sin vicios, el capitán era colérico, débil, borracho y contaba con un repertorio de más de 200 originales insultos. Para la búsqueda de estos improperios, Hergé empleaba el diccionario Larousse. En Conversaciones con Hergé, el creador de Tintín explicó a Numa Sadoul cuál era el criterio para elegir un buen insulto: “Ahí es, sobre todo, la sonoridad la que me guía. Hay términos que no son injurias, pero que, lanzados con una cierta vehemencia, parecen insultos espantosos. Cuánto más sabio es, menos réplica tiene: ‘¡Orictéropo!’ ¡Póngale el tono necesario, y su adversario enmudece!”.
Al que no le importaban todas estas palabras malsonantes era al Profesor Tornasol. El científico duro de oído no siempre entendía lo que le decían y, otras veces, oía lo que quería oír. Una vez más, Hergé utilizó a una persona real como referente. Silvestre Tornasol es un calco del científico suizo Auguste Piccard, que daba clase en la Universidad de Bruselas. El dibujante copió tanto su aspecto físico como su manera de vestir. Científico, químico e inventor, Tornasol lo mismo podía diseñar un submarino monoplaza como unos patines a reacción o incluso un cohete. La inclusión de este personaje en El tesoro de Rackham el Rojo (1944) no solo proporcionó a Tintín nuevos retos y aventuras sino que también ilustró las historias con un humor diferente, repleto de malentendidos y alejado de la slapstick comedy de Hernández y Fernández.
Los detectives más ineptos del cómic, con permiso de Mortadelo y Filemón, son los personajes que más aparecen en las aventuras, aparte de Tintín y Milú, claro. Debutaron en Los cigarros del faraón (1934) bajo el nombre de agentes X33 y X33 bis persiguiendo a Tintín. Son torpes, despistados, disléxicos y poseen la capacidad de mimetizarse con el ambiente gracias a sus disfraces.
Si Paul Remi era Tintín, el padre de Hergé, Alexis, y su hermano gemelo idéntico, Léon, sirvieron de inspiración para estos dos sabuesos; así los describe Farr en la biografía del autor Las aventuras de Hergé. Creador de Tintín: “Los gemelos Remi eran inseparables. Durante un tiempo llevaron un bigote parecido y se vistieron de la misma manera. Se encontraban todos los domingos para dar un paseo, ataviados con sus mejores trajes y sus sombreros de hongo, provistos de bastones de paseo o, si amenazaba mal tiempo, paraguas negros”. A diferencia de los gemelos Remi, Hernández y Fernández ni son hermanos ni son idénticos: Hernández tiene el bigote recto, mientras que Fernández lo tiene con las esquinas hacia fuera.
Al mismo tiempo, Michael Farr, en Tintín. El sueño y la realidad, menciona una fotografía de la portada de la revista Miroir del 2 de marzo de 1919 en la que aparecen “dos detectives con bigote y bombín escoltando a un sospechoso. Uno está atado al prisionero con unas esposas, mientras que el segundo lleva los dos paraguas”. Las últimas influencias las encontró Hergé en el cine con Charlie Chaplin y la pareja formada por Stan Laurel y Oliver Hardy.
Dentro de un reparto dominado por hombres, y en unas aventuras intensas y sin tiempo para el romance, el único personaje femenino relevante es Bianca Castafiore. El Ruiseñor Milanés surge de la mezcla de la tía Ninie de Hergé, a quien el autor no soportaba escuchar cantar, y la soprano María Callas. “Para mi gran vergüenza, la ópera me aburre. Lo que es más, me hace reír”, reconoció el dibujante. Castafiore apareció por primera vez en El cetro de Ottokar (1940) y desde entonces los personajes tuvieron que sufrirla en los momentos menos insospechados.
No sólo de personajes redondos se caracterizan las aventuras de Tintín. La pluma de Hergé también se encargó de los guiones de las historias que llevaron al intrépido reportero de un lugar a otro. Aunque las primeras aventuras venían a petición del padre Wallez, fue él quien sugirió que el primer destino de Tintín sería el país de los soviets. Hergé utilizó como referencia el libro de Joseph Douillet Moscou sans voiles y realizó una dura crítica de la situación en la que se encontraba la Unión Soviética. El autor consideró esta historia como un “pecado de juventud”. El padre Wallez y Hergé decidieron que las aventuras semanales publicadas en Le Petit Vingtième también debían aparecer recopiladas en álbumes. Después de aparecer en los primeros álbumes como Reportero de Le Petit Vingtième bajo el sello editorial del diario, la editorial Casterman pasó a encargarse de la producción de las aventuras de Tintín.
Si las andanzas de Tintín en la Unión Soviética fueron polémicas, tampoco se quedaron atrás sus aventuras en Tintín en el Congo (1931). Éste es el álbum por el que Hergé fue acusado de racista. En Conversaciones con Hergé, el autor se defiendió: “Estábamos en 1930. Yo no conocía de ese país más que lo que la gente contaba en aquella época: ‘Los negros son unos niños grandes… Tienen suerte de que nosotros estemos allá”, etc. Y yo dibujé a estos africanos según estos criterios, con el más puro paternalismo, que era el de la época en Bélgica”. Como contrapartida, el autor intentaría quitarse el apelativo de racista unos años más tarde al hablar sobre el tráfico de esclavos en Stock de coque (1958).
El Congo fue otro destino impuesto por Norbert Wallez, pero en su tercera aventura, Hergé envió a su reportero donde realmente quería: los Estados Unidos. Tintín en América (1932) es la única donde aparece un personaje real: Al Capone.
Ya sin imposiciones, Hergé podía mover a Tintín a su antojo. Después de visitar el misterioso Egipto en Los Cigarros del Faraón (1934), Tintín conoció el embrujo de China en El loto azul (1936), según Farr en Tintín. El sueño y la realidad, ésta es la primera obra maestra del creador de Tintín: “Para Hergé ya no se trata de improvisar el argumento con el día a día, de sacar a Tintín de un atolladero para hacerlo caer inmediatamente en otra trampa, hasta que la historia se agota por sí misma”. Otro detalle importante este álbum es la aparición de Chang Chong-Jen, un chico chino que se convierte en el mejor amigo de Tintín, basado en un amigo de Hergé llamado Tchan Tchong-Jen. Chang será rescatado más adelante por el reportero en Tintín en el Tibet (1960), la obra más personal de Hergé realizada en un momento de crisis vital. En esta historia no hay villanos y el argumento es una exaltación de la amistad. Sin embargo, las malas lenguas vieron en la relación entre Tintín y Chang algo más que una amistad.
En ocasiones, Hergé camufló conflictos contemporáneos bajo los nombres de lugares ficticios. En La oreja rota (1937) las ficticias repúblicas sudamericanas de San Teodoro y Nuevo Rico eran en realidad Bolivia y Paraguay. Tintín volvería a San Teodoro en Tintín y los Pícaros (1976). Por otro lado, El cetro de Ottokar (1940) narra un Anschluss fallido. La ficticia Sildavia sería Polonia y la ficticia Borduria sería la Alemania Nazi, y el villano esta vez se llama Müsstler, una combinación de Mussolini y Hitler. El conflicto de la Guerra Fría también queda patente en El asunto Tornasol (1956).
Con la invasión de Bélgica por parte de los nazis, Le Petit Vingtième fue cerrado y Hergé comenzó a publicar en el semanario infantil Le Soir Jeunesse del principal periódico francófono, Le Soir. Sin embargo, el periódico fue requisado por el invasor y Hergé fue tachado de colaboracionista como si no hubiera quedado clara su postura en El cetro de Ottokar (1940).
El cangrejo de las pinzas de oro (1941) es el último álbum publicado en blanco y negro. A partir de La estrella misteriosa (1942), todos los álbumes serán en color y con un nuevo formato de 64 páginas, respecto a las 130 que utilizaba antes. El autor volvió a dibujar y a colorear los álbumes anteriores, realizando correcciones y cambiando algunas viñetas por otras más políticamente correctas. La isla negra (1938) tuvo hasta tres versiones. Sin embargo, Hergé prefirió no modificar y mantener intacto Tintín en el país de los soviets (1930)
Con El secreto del Unicornio (1943) y El tesoro de Rackham el Rojo (1944), el creador de Tintín inauguró una fórmula que ya había comenzado en menor medida en otros álbumes anteriores: contar una historia en dos entregas. De esta manera, Las 7 bolas de cristal (1948), que dejó de publicarse en Le Soir y comenzaría en la revista Tintín, continuaría en El templo del Sol (1949). Tintín en el país del oro negro (1948) era una historia inconclusa comenzada en 1931 en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. En sus aventuras espaciales, Objetivo: La Luna (1953) y Aterrizaje en La Luna (1954), Tintín realizó su viaje más lejano y se adelantó a Neil Armstrong en poner pie en el territorio lunar.
Si existe un álbum diferente en las aventuras de Tintín, aparte del mencionado Tintín en el Tíbet (1960), éste es Las joyas de la Castafiore (1963). En sus páginas no hay un viaje, sino que es un misterio digno de una novela de Agatha Christie plagado de pistas falsas y escenas de comedia. En Tintín. El sueño y la realidad, Michael Farr considera que éste álbum “hubiera sido el punto final perfecto para terminar la serie de una manera elegante”.
Pero aún quedaban otras historias con sorpresas. En Vuelo 714 para Sidney (1968) los protagonistas se subían a un platillo volante, algo que rompería totalmente con el realismo de la obra de Hergé; y en Tintín y los Pícaros (1976) todo cambió: a Haddock ya no le gustaba el whisky y Tintín ya no quería viajar. ¿Cómo? Además, el reportero ya no vestía sus característicos pantalones bombachos, sino que los cambió por unos pantalones vaqueros acampanados más a la moda.
En su última aventura, Hergé pretendía mezclar el mundo del arte, una red de falsificadores y una secta. Sin embargo, el dibujante falleció el 3 de marzo de 1983 dejando la obra inconclusa. En 1986, su segunda mujer, Fanny Vlamynck, permitió la publicación de Tintín y el Arte-Alfa, que recopilaba el trabajo que el autor había realizado hasta ese momento en forma de esbozos y notas. Para darle más emoción, la última viñeta mostraba a Tintín apuntado por una pistola antes de que le convirtieran en una estatua humana.
¿Qué habría sucedido? ¿Cómo habría escapado el intrépido reportero de semejante entuerto? ¿Le habría rescatado Milú? ¿O quizá el Capitán Haddock? La respuesta siempre permanecerá en el aire ya que Hergé no quiso que nadie continuara su obra cuando él no estuviera: “Es cierto que hay cantidad de cosas que mis colaboradores pueden hacer sin mí, e incluso mejor que yo. Pero dar vida a Tintín, dar vida a Haddock, Tornasol, Hernández y Fernández o a cualquier otro, creo que era el único que podía hacerlo”.
Aunque fuera un periodista frustrado, Hergé era Tintín y así lo declaró: “Tintín soy yo mismo. Es mi reflejo más luminoso, mi doble con éxito. Yo no soy un héroe. Pero como todos los chicos de quince años, he soñado con ser uno… y nunca he dejado de soñar. Tintín ha conseguido lo que yo no pude conseguir”. Georges Remi no podía estar más equivocado. Hergé también fue un héroe. Él nos hizo soñar que nosotros viajábamos a países remotos, ayudábamos a quienes estaban en apuros, encontrábamos tesoros o aterrizábamos en la Luna sin movernos de donde estábamos. Sólo pasando una página.
Nos leemos.
Saludos;
En primer lugar, mis felicitaciones por el artículo, que transmite muy bien el entusiasmo del autor por la obra de Hergé y las claves de la misma para quien no la conozca o la conozca poco. En ese sentido, el artículo está escrito con una claridez didáctica y amena que transmite amor por la obra, el autor y los personajes, haciendo un excelente equilibrio entre los datos, la historia, las anécdotas y todo el trasfondo.
Yo soy un poco más crítico y no comparto ese amor, al menos no en la medida que muchos aficionados procesan con devoción casi fanática a ésta obra.
Personalmente, Tintín me parece uno de los cómics más sobrevalorados de la historia. No sé si me lloverán manitas rojas (al fin y al cabo esto es una web donde predominan los súpers), pero aún reconociendo todo el mérito que se ha expuesto y alguno más, como esa línea clara que marcó escuela, lo cierto es que (para mí) Tintín no deja de ser una de esas obras encumbrada a los altares por efecto de algo que no sabría definir pero que sobresale a los valores de la misma.
Para empezar, es una obra claramente conservadora. No sólo por su inicio en un diario católico ultraconservador, si no por la sucesión de tópicos y una visión del mundo un tanto simple. Luego, esa misma visión hace que sea excesivamente «blanca», sin que haya una crítica mordaz o ningún análisis de nada, sólo esos mismos tópicos conservadores y con cierto «tufo» que el autor cita de pasada. Otro de los males que tiene la obra es la ausencia de personajes femeninos, y en ese sentido La Catrastofiore es tan sólo una mera anécdota. La personalidad de Hergé también fue muy controvertida, siendo el período de «colaboracionista» con el régimen nazi el que más se le acusa. En ese terreno no quiero entrar, pues nunca he tenido claro si fue un trabajador que no tuvo otra opción que amoldarse a las circunstancias (en España no fueron pocos los republicanos que se tuvieron que amoldar al régimen franquista) o bien se amoldó con cierto agrado. Además, sabido es que poco hay de la mano de Hergé en la mayoría de los álbunes de la serie, pues éste tenía un estudio de colaboradores sin los cuales ignoro si la serie hubiese sido igual. Hay otras consideraciones, pero éstas son ya un tanto más personales, como que muchas veces la lectura no es fluida y se hace algo pesada en según qué ábunes, o sobre la sobreexplotación a la que sucumbió el personaje fuera de los tebeos.
En todo caso, lo dicho, son argumentos del por qué no considero ésta obra a la altura de muchas otras que tienen menor consideración. No se me entienda mal; es evidente que es una gran obra, que proyecta un mundo mágico y cuyos logros en la historieta están fuera de toda duda. Pero, para mí, no es esa obra venerable y mítica más allá del bien y del mal.
La verdad es que Tintín fué y sigue siendo un referente en el cómic de línea clara francobelga, y otros después de él fueron influenciados por su obra como Frankin (con Spirou) y Goscinny (con Astérix y Lucky luke)
Para mí, la grandeza de Tintín se resume en lo siguiente: no conozco un sólo niño de mi generación (crecí en los ochenta y sobreviví) que no haya leído al menos una vez en la vida un tebeo de Tintín. Y conozco pocos a los que despues de haber leído uno, no quisieran leer otro. Y otro.
Tintín es la mezcla perfecta entre aventuras, misterio y comedia. Los ingredientes idóneos para que, bien mezclados, salga algo que conquiste al lector como lo lleva haciendo desde hace ochenta años.
Y honestamente, me parecen absurdos los debates ideológicos sobre Tintín. Es un tebeo de aventuras. Punto. No todas las obras tiene que ser forzosamente mordaces críticas sociales. Astérix tampoco lo es y nunca he visto ningúna polémica sobre ello. Tintín es el tipo de persona al que todos deberíamos aspirar a ser: amable, solidario, tenaz, preocupado por ayudar siempre a los demás, y sobre todo, dispuesto a dar incluso su vida por sus amigos. En definitiva, una buena persona. Y eso está por encima de cualquier ideología.
Yo tampoco entiendo mucho las criticas sobre su «blancura». Es un tebeo de aventuras, como dice Duende, y que pretende entretener, no tiene ninguna intención de hacer crítica de ningún tipo. Esta claro que si buscas critica social no vas a leer Tintin; de las misma forma que no lo haces al leerte un tebeo pijamero.
Prácticamente todos los puntos sobre los que argumentas, Spirit, están presentes en el género superheroico; actitud conservadora, personajes femeninos «planos» (lo único no plano son las tetas), actitudes fascistas, sobre explotación… Y solo por esa sobre explotación hemos podido ver cierta evolución en los supers, y se han podido adaptar a las mentalidades de hoy en día. Algo que con Tintín no ha sido posible debido al deseo de su autor.
Yo leí Tintín de pequeño, y me encantó. Al crecer me dí cuenta de sus defectos, que los tiene, pero me sigue pareciendo un tebeo de aventuras muy bien hecho, y tengo ganas de releerlo para ver qué sensaciones me transmite ahora.
Saludos;
No quiero que se me entienda mal. Tintín es un gran tebeo. Efectivamente, un tebeo de aventuras. Blanco, apto para todos los públicos, igual que muchos que veneramos y que son obras maestras del género. Un tebeo que además emana un mundo en el cual es fácil sumergirse. Un tebeo con muchos logros estéticos. Equilibra comedia, acción, drama, aventuras, suspense, etc…
Pero es que para mucha gente Tintín no es un tebeo. Es EL TEBEO. Verdaderos fanáticos de sus historias. El sumun de lo que es el noveno arte. Historias míticas que hay que venerar. Un tebeo que ha proporcionado iconos reconocibles incluso para quien no se acerca a los cómics ni por casualidad. Un tebeo como ejemplo a seguir. Y yo simplemente digo…pues no hay para tanto.
Y el por qué se pasa de la parte 1 a la 2 se me escapa. Y quizás sea ése el mayor mérito de sus historias, que han trascendido hasta verdaderos iconos del noveno arte sin que en verdad (para mí) lo sean. No sólo por sus defectos, que he comentado y que, efectivamente, están presentes también en el 99% de los tebeos pijameros e incluso de la escuela Bruguera o la misma franco- belga.
Pondré como ejemplo a Iznogud, que quiere ser califa en lugar del califa. Es un tebeo guionizado por Gonscinny y dibujado por Tabary que tiene un humor blanco….pero con ciertas dosis de mala baba. No aspira a cambiar la sociedad, carece de personajes femeninos fuertes, etc…Y es un gran tebeo, conocido y reconocido por mucha gente…pero sin tanto misticismo ni trascendencia como tienen las aventuras del periodista. ¿Por qué? Lo ignoro, mis conocimientos técnicos sobre el cómic no dan para más. ¿Porque no creó tendencia ni influencia? ¿Porque no tiene una legión de fanáticos? No lo sé, pero a mí, personalmente, muchas de las historias de Iznogud me parecen insuperables en ingenio, ritmo y expresividad.
¿Qué hubiera hecho Vázquez con los medios y el reconocimiento que tuvo Hergé? Porque Vázquez, como dibujante y creador, le da mil vueltas. Pero tuvo otras condiciones de trabajo, además de otro carácter. ¿Qué hubiera hecho Ibáñez si todas las aventuras de Mortadelo fueran como EL SULFATO ATÓMICO?
Decía Joaquín Sabina que una canción tiene música, letra, y algo más que nadie sabe lo que es y que es lo único que importa. Por eso unas canciones son míticas y otras no. Puede que con Tintín nos encontremos con un caso así. Sólo que «ese algo más que nadie sabe lo que es» mucha gente dirá en Tintín que es «magia». Y yo digo, simplemente, que no la veo. Igual que no a todo el mundo le gusta la canción de I WILL SURVIVE.
Ah! Y en el anterior comentario se me olvidó señalar que
Que me he cortado a mí mismo…decía que en el anterior comentario se me había olvidado señalar que la línea clara ni siquiera es un invento de Hergé: si observamos las tiras cómicas de…er…no me acuerdo ahora el nombre, creo que es BRINK UP FATHER o algo así de George Mc Manus (o algo así, lo siento, ya he dicho que mis conocimientos técnicos y enciclopédicos son un tanto limitados), decía, que si observamos ésta y otras tiras de prensa de la época nos encontramos con un dibujo muy similar….
Llevo ya un lustro leyendo Zona Negativa y todavía no me había decidido a escribir, y eso que casi siempre leo los comentarios, pero siempre he pensado que mi opinión poco iba a portar a lo que se estaba diciendo y que ya había comentaristas que, más o menos, decían lo que yo pensaba, así que ¿para qué?, pero con Tintín tengo que hablar.
Primero porque Tintín es el responsable de que ahora tenga tebeos, ya antes los leía, pero desde que me regalaron el Loto Azul en mi decimosegundo cumpleaños no descansé hasta completar la colección y de ahí hasta hoy día no he parado de apilar comic tras comic en las estanterías.
Como dice Spirit para algunos Tintín es EL TEBEO, no es mi caso, pero si es uno DE LOS TEBEOS y debo intervenir cuando se hacen críticas un poco gratuitas sobre él y además recurriendo a los lugares comunes: Tintín es fascista, racista y colaboracionista Nazi. Decir esto es tan fácil como acusar a Batman y Robin de mantener una relación homosexual y lo hace gente que conoce poco a los personajes.
Tintín tuvo 54 años de historia, al principio dirigida por el padre Wallez, quien ordenó a Hergé a mandar a Tintín a la Rusia comunista y al Congo, y estas historias están llenas de esos defectos que la gente no se cansa de señalar, pero Hergé no hizo con el personaje lo que quiso hasta Tintín en América, que ya tiene la primer crítica social (esa que la gente dice que carece), basta con leer la página 29 del album, en pocas viñetas una reserva india se convierte en una ciudad con fusiles de por medio por culpa del petroleo. Es decir, a Tintín se le echa en cara algo que solo existe en los dos primero números de su colección (un poco duros ¿no?).
El resto de las historias están libres de ese defecto y poco a poco las tramas crecen en complejidad, la narratividad es cada vez mejor y además, sin perder nunca la AVENTURA.
Podría escribir mucho más, entrar en cada número con sus puntos fuertes y débiles, pero solo voy a añadir otra cosa y es desmontar la crítica de que Hergé casi no dibujaba y que se encargaban de todo los estudios y sus ayudantes. A quienes dicen eso les recomiendo Tintín y el Arte Alpha, que vena las tres páginas terminadas de puño y letra de Hergé y que luego repitan eso de que no dibuja.
Pues no se Spirit, sus razones tendran para tener tan buena consideración de Tintín. En la mayoría de los casos, cuando alguien se enamora de una obra, en el medio que sea, pesan mas razones personales que objetivas, sobre todo el momento en el que se lee, y lo que le transmite. Si objetivamente es bueno, y el momento acompaña, te enamoras y punto.
Al final, como comentas, Tintín se ha convertido en un icono, lo que facilita que lo lea mucha gente, y parte de ella se enamore de el, porque es buen material, gracias al trabajo de Hergé.
Los motivos por lo que Vazquez o Ibáñez no tienen tanto lustre, y eso que Ibáñez es muy famoso, ya los has desarrollado tu mismo. Falta de interés y de esfuerzo en sus propias creaciones. Vazquez estaba más interesado en sus trapicheos que en sus historias; e Ibáñez no quería esforzarse más porque no le hacía falta para vender lo que el quería. Y eso el público lo nota y lo valora. Hergé es posible que tuviera menos talento, o no, no lo sé. Pero sí que se esforzó y cuidó mas su obra.
En la biblioteca de mi colegio tenían albumes de Tintín, de Asterix, y de Mortadelo y Filémón. Los niños nos hostiábamos por Asterix y Mortadelo, y los Tintines solo los leían los empollones de la clase, los niños mas rancios. Que por cierto, y yo no digo ná, pero dos o tres de ellos acabaron en el Opus.
He intentado leer Tintín varias veces a lo largo de mi vida y no ha habido manera. Hay tebeos que odiaba de jovencito y que he disfrutado mucho posteriormente al darles una nueva oportunidad. También están aquellos que me encantaron en su día y que hoy no releería ni aunque me encañonaran con una pistola en la cabeza. Para mí, Tintín es una constante: nunca me ha gustado, y a estas alturas de mi vida, creo que nunca me gustará.
Nunca le he visto la mas mínima gracia a los chistecitos a costa de los gemelos y el Capitán. Me parece humor de colegio de monjas. Y para que hablar de la grima que me da el puto caniche.
Tampoco es una cuestión de que no me guste el género. Hace un par de años pude leer todo el Spirou de Franquin y me lo pasé como un enano. Es un tebeo blanco, pero está vivo y no renuncia a la mala baba que se puede colar en un tebeo para preadolescentes.
Spirit, el comic de prensa es Bringing up father y me suena haber leído que Hergé lo reconoció abiertamente como una influencia. Es que como no lo haya reconocido es para correrle a gorrazos. Pero vamos, aunque sea la influencia mas clara, en las tiras de prensa de las primeras décadas del siglo pasado hay varios ejemplos. De aquella muchos dibujaban así.
Si es que por mucho que se empeñen los gafapastas europeistas, cuando se habla de tebeos los yankees lo inventaron casi todo.
Saludos,
Tranco Sotomonte; pues supongo que es bueno que mis divagaciones sobre la obra de Hergé te hayan hecho participar en este espacio, así que algo positivo tenemos, no? 🙂
Y con esto contesto también a juanma por alusiones;
Hay cosas que pertenecen al mundo de la razón y hay cosas que pertenecen al mundo de los sentimientos. Si para alguien su tebeo favorito es, yo qué sé, el TRANSFORMERS 47, pues no hay nada más que hablar. Porque pertenece al mundo de sus sentimientos y ya le puedes decir que el tebeo es una mierda que a él plim.
No es el caso de Tintín que, insisto, es una GRAN OBRA, eso está más allá de toda duda. Pero bajo mi punto de vista…no es LA OBRA. Racionalmente tiene una serie de defectos, que son los que se han expuesto y que, efectivamente, se pueden debatir. Pero existen, otra cosa es el grado.
El por qué para muchos Tintín entra de lleno en el mundo de los sentimientos es algo que no comprendo o, mejor dicho, algo con lo que no conecto. Objetivamente hay razones para ello, no digo que no, pero en proporción me parece desmesurada la admiración que se tiene por esta obra que, insisto y vuelvo a insitir, es una gran obra.
Y, efectivamente, juanma, Vázquez e Ibáñez son autores que no cuidaron sus obras, algo que para mí ha sido fundamental en la consideración que se tiene en la actualidad de Hergé. Uno porque, en verdad, estaba más pendiente de sus trapicheos, como bien dices, y el otro porque quería y quiere vender y vender. Aparte de las circunstancias, claro, que si Bruguera tal y la sociedad de entonces cual. Algo falso, porque el Ibáñez de hace 20 años hasta hoy puede hacer lo que le de la gana y lo único que ha hecho es repetirse una y otra vez hasta nadar en la mediocridad más absoluta.
Pondré un ejemplo para que me entendáis mejor. Yo soy un fanático del ANACLETO DE VÁZQUEZ. A mí que esa obra no me la toquen. Es el sumun mundial de la historieta. Por afinidad, porque empecé a leer con él, porque me parecen magníficas sus historias (las hechas por Vázquez, claro).
Si algún tocapelotas me dijera que el dibujo es muchas veces descuidado, los guiones repetitivos, que los gags no siempre están bien hilvanados, que en verdad parodias de agentes secretos las ha habido antes, que Vázquez no era ni mucho menos una persona admirable, etc…pues le rebatiré con los puntos fuertes de las historias, y para mi ANACLETO, AGENTE SECRETO seguirá siendo el sumun mundial, pero no deja de tener razón. O al menos cierta razón, que como hemos dicho todo es debatible según los grados.
Por cierto, Ocioso, he leído tu comentario nada más acabar de enviar el mío y creo que resumes perfectamente ese lado «emocional» del que hablábamos…a la inversa, claro. Y gracias por el apunte sobre la tira, otro gran clásico que a ver si reeditan…
Excelente artículo, he descubierto muchas cosas sobre Tintín y su creador.
Yo me aficioné a Tintín con una serie de dibujos animados que hicieron en su momento, y que regalaban al comprar algunos periódicos (eran unas cintas VHS, hablo de los años 90). Después leí algunos cómics y también me gustaron.
De vez en cuando oigo decir que son tebeos racistas y cosas por el estilo. Yo no acabo de encontrar racismo en estos comics ni en los videos (tampoco he leído todos los comics, por ejemplo no he leído Tintín en el Congo). A veces creo que hay gente demasiado malpensada o con demasiados miedos que creen ver cosas raras por todas partes.
Pues lo mismo le pasa a Trancos al leer tu primer comentario Spirit. Sobre todo porque caes en los tópicos sobre el racismo, el conservadurismo y la falta de critica, que suenan al «los pitufos son fascistas/comunistas» y al «batman es gay». Y como todos los tópicos tienen su parte de verdad y de mentira, y no es justo valorar la obra por ese motivo. Si no conectas, pues no pasa nada, ya lo hacen otros por ti.
Y repito que me gusta el personaje, pero no soy nada fan. Es solo que me aburro en el curro 😛
PD: Ocioso, es un fosterrier. Punto negativo en las listas que tenemos los rancios sobre comentaristas de ZN 😛
Juanma ha comentado: Ocioso, es un fosterrier.
¡Bah! Un fosterrier, un caniche, una rata…¡que mas dará! 😛
A todo esto, aunque no he leído Tintín sí he visto viñetas en las que se trata mal a los afronegritos. Tintín es un tebeo racista. Y seguramente machista. Y clasista.
O sea, como la práctica totalidad de los tebeos o el cine de la época. Así era la sociedad de la época.
PD. Todos hemos visto las pelis de Tarzan de Johnny Weissmuller. ¿A que a los afronegritos no los trataban precisamente de usted? Pues eso.
Nunca me he fiado de los tios con bombachos… lo se, es irracional, pero asi es.
Y eso que «blanquearon» (ja) las pelis, en el libro los gorilas son mas humanos que los afronegritos. El Burroughs no llega al nivel de Lovecraft, pero casi.
Buenas. Empezé a leer a Tintín a finales de los 80, y ha sido uno de los comics que me han hecho aficionado a la lectura. Es una obra diferente, porque trataba temas como guerras (loto azul); política (cetro de ottockar); tráfico de esclavos (stock de coque), con dosis de aventuras, intriga, humor, y es algo que Mortadelo no tiene y para mí fue una sorpresa porque en mi barrio no había tiendas especializadas y tenía que limitarme al kiosko de toda la vida.
Espero que con la peli, la gente se anime y les regale a los peques algún que otro albúm.
Ah! y eso del racismo, tenemos que tener en cuenta la época en la que se hicieron. Que en Tintín en el congo, deja en mal lugar a los africanos, Hergé bastante ha dicho sobre el tema, pero en El loto azul describió como los japoneses hacían mala publicidad de los chinos y el lo desmonta y cómo hicieron el engaño para que pudieran invadir China.
Ocioso sin reconocer que no has leido un solo Tintin en tu vida te permites el lujo de tales acusaciones? Se porque lo haces , porque esto es gratis, te aburres y sobretodo porque esto anonimo. Pero aun sabiendo las razones no entiendo. Yo soy de los ingenuos que creen que opinar de algo que se desconoce es la mayor demostracion de ignorancia. Te felicito por tu valentia. Y ahora sin mas dilaciones que vengan las manos rojas a mi.
Loch Lomond ha comentado: Ocioso sin reconocer que no has leido un solo Tintin en tu vida te permites el lujo de tales acusaciones?
¡Con dos cojones y cierra España!
Se porque lo haces , porque esto es gratis, te aburres y sobretodo porque esto anonimo.
Cierto…cierto…y quemasdará. ¿Qué pasaría si tuviésemos que poner nuestros nombre y apellidos? ¿Una demanda de Moulinsart? ¿Me acosaría el fantasma de Hergé?
Yo soy de los ingenuos que creen que opinar de algo que se desconoce es la mayor demostracion de ignorancia.
Hombre, no es ignorancia total y absoluta. Ya he comentado que lo he intentado varias veces y con varios albumes distintos y no he podido. Pero vamos, que no he abandonado en la primera página. He leído lo suficiente para hacerme una idea.
Es que…o sea, ¿qué pensarías de alguien que dice esta frase?: «Después de leer 14 albumes de Tintín he llegado a la conclusión de que me aburren»
Te felicito por tu valentia.
Joé, gracias tío. Para que luego digan que Internet no da alegrías. 😛
Y ahora sin mas dilaciones que vengan las manos rojas a mi.
Yo te he puesto una verde. ¡Te jodes! 😛
Grandisimo articulo!!!
el que critique un solo tomo de tintin, es que no tiene ni putXXX idea de comic/tebeo!!!
A mi no me gusta TinTin, no me divierte ni me hace gracia. Sin embargo entiendo perfectamente por que es considerada como una de las grandes historietas. El ritmo y timming, la narrativa, la sofisticacion del trazo, la complejidad de algunas aventuras, la capacidad de introducir elementos cientificos sin chachara, etc. Tambien creo que fue una de las primeras historietas en que el autor tuvo una vision artistica de su obra y que supo que, evidentemente, podia ser un clasico. Vision que no tuvieron, ni remotamante, Vazquez o Ibañez, o aca en Argentina, Quinterno con su Patoruzu e Isidoro.
Con respecto a criticas mas ideologicas, no creo que tengan mucho asidero. Para darse una idea del racismo imperante en el mundo en esa epoca, en EEUU habia 5 millones de afiliados al KuKluxKlan, si tenemos en cuenta que la poblacion blanca mayor de 18 años era de 31 millones contando incluso inmigrantes judios, polacos y otras que no serian admitidos como miembros, nos queda que practicamante toda la poblacion de EEUU debia ser de bastante a muy racista. El resto del mundo blanco era muy parecido. Por eso siempre me parecio desubicada y descontextualizada la machacona insistencia al racismo de Lovecraft en todas sus biografias.
Sobre el conservadurismo o falta de mala baba va en gustos, creo…
Dos ideas sueltas:
– Lo increíble que me parece el dibujo. Incluso hoy día me parece un dibujo más moderno y estético que muchas bufonadas de los cómics de superhéroes. Excepto por estar ambientado principalmente en la primera mitad del siglo XX, casi parecería que son álbumes recientes.
– La novia de Tintín, esa pelirroja simpática que sale en Tintín y el Arte Alfa. Esa historia de amor esbozada pero no terminada. A saber cómo la hubiese desarrollado Hergé.
Juanma ha comentado: Ocioso, es un fosterrier.
jajajajaa,Un FOSTERRIER,esta me la apunto que es de las buenas,señores,»Fox-terrier»,del termino ingles,cazador de zorras,Ocioso te toca. 🙂
Uich,mil perdones Diego que he soltado el chiste antes de felicitarte por este pedazo de articulo,a mi me pasa un poco como al señor descansado,siempre preferí Asterix antes que Ton tin,pero al contrario que el,yo si disfruté y mucho de los albunes que me compro mi padre de pequeño,igual un dia me da por acabar la colección.
Gracias Javie, cuando tenga dudas sobre nombres de razas caninas me pasare para salir de dudas. XD
Juanmaha comentado
Gracias Javie, cuando tenga dudas sobre nombres de razas caninas me pasare para salir de dudas. XD
Nada nada,solo los debiles se permiten el error,castigado dos semanas viendo El encantador de perros. 😉
César Millán es mi dios, y Javie su profeta. 😉
«¡Sé como un líder!»
«¡Hazles trabajar, mantenles en forma!
A ver si va a ser un chiguagua canoso…
Amigos, muchas gracias a todos por pasaros por aquí y compartir con los demás vuestras percepciones, opiniones y críticas. Ya lo sabéis, porque os lo he dicho muchas veces, pero los textos se terminan con los lectores y gracias a vuestros comentarios, esta entrada se ha enriquecido mucho (incluso veo que alguno que normalmente no escribe se ha animado a aportar su granito de arena en forma de opinión).
Y también quería agradecer a Héctor Sánchez el trabajo que ha hecho al elaborar este texto, en el que se desprende el cariño que sé que le tiene a los personajes y al autor. Debo reconocer que yo tampoco soy demasiado fan de Tintín, aunque sí que he leído e incluso tengo algún álbum del personaje, pero el texto de Héctor me ha hecho replantearme la idea de leerlo de seguido 🙂
Lo dicho, gracias a todos por pasaros por aquí y por vuestras palabras.
Nos leemos.
Los comics de Tintin incluyen, como toda expresión artísitca, si queremos sacarle punta, sobre todo obviando el contexto histórico en el que fueron desarrolladas, lo peor o lo mejor. Shakespeare sería hoy día vituperado por racista y sexista. No hablemos ya de Homero o Sófocles. La Biblia, «el libro» (puta anormalidad la peli de Denzel) es el compendio perfecto de aberraciones contra todo y de expresión de los valores calificables como más alto. Dicho lo cual, y asumiendo que acabo de comparar los contenidos La Biblia con las aventuras de Tintín y aceptando la responsabilidad que ello implica, diré que, en cierta medida, considero que Tintin a los comics de aventuras es como Los Beatles al pop: concetos que se nutren de lo mejor de su pasado para constituirse en referentes clave para todo lo que desarprolló a posteriori. Y que lo inspirado en ellos no ha alcanzado las cotas de frescura, creatividad y, poniéndonos un tanto horterillas, magia de los originales. Además, en Tintin, como en la discografía de los Beatles, observamos un increible proceso evolutivo, rara vez contemplado en otras obras de sus ámbitos, donde la complejidad va incrementándose sin estridencias (salvo Number 9 o la osadía de presentar abocetado el Arte Alfa, claro) para deleite del aficionado.
Tintin, en definitiva, es historia del comic de aventuras. Y Los Beatles de la música pop. Y a aquí va mi frase lapidaria para gusto de los manirrotos: si no sabes apreciar Vuelo 714 para Sidney no sabes apreciar los comics; si no alucinas con Sgt. Peppers, tienes que dejar de escuchar tanta mierda de música.
Y, Oci, yo en la biblioteca de los Escolapios, en la de mi barrio, en la central de mi ciudad y en la del pueblo me leía todos los tebeos que había, todos. Hasta un tomaco recopilación de biografías en formato comic que aparecía en la revista «Familia Cristiana», Héroes en Zapatillas. Recuerdo claramente la historietilla de Diógenes. Un aficionado al comic pata negra no le hacía, en su momento, ascos a nada. Y si había que leer a escondidas «Esther y su mundo» o las Lily, se hacía. Joder, si yo recuerdo coger las pilas del «Semana» en la puta peluquería para ir leyendo número tras número los chistecillos gráficos que aparecían en la misma. Evidentemente uno tenía sus preferencias y con los años se ha vuelto hasta excesivamente discriminante, pero con 8 o 10 años me habría leído hasta un tebeo protagonizado por Fraga.
Si algo echo en falta en mi edición de Tintines no es tanto el tamaño reducido como el tacto del lomillo aquel de tela…
Lo más criticable de/con Tintín, me temo, se ha hecho décadas tras la muerte de su autor, en los mejores cines pasado mañana.
Coño, me he dado cuenta de que me he puesto a escribir diciendo que Tintin no me gusta y al final se me ha olvidado darle las gracias y la enhorabuena a Hector por su estupendo artículo. Que una cosa no quita la otra.
Después de leerlo me han entrado ganas de hacer la trigesimo novena intentona. 🙂
Pues no empieces por Tintin en el Congo o en América, joder. A partir de ahí, lo que quieras. Ya tendrás tiempo de revisar los «errores de juventud» con mejor criterio.
Yo descubrí Batman a los 15 años, con la serie animada de Bruce Tim, y eso moe llevó a descubrir lo que eran los comics.
Hoy quiero iniciar a mis hijos en el mundo de las historias de aventuras, pero no quiero violencia o cosas complejas que explicarles. Tienen sólo 7 años. Tin Tin se asoma como la opción perfecta.
jorge, por alusiones:
1- No me compares a Tintín con los Beatles (estrictamente los The Beatles, de hecho habría que decir los Los Ronaldos). No me compares Watchmen con los Beatles. No me compares el puto Maus con los Beatles. ¡Nada es comparable con los Beatles!
Desde mi punto de vista la obra artística mas importante del siglo XX no se encuentra en ninguna de las bellas o feas artes. Ningún edificio, ninguna pintura, ni ninguna película. Para mí la obra mas importante del siglo pasado es el cancionero de los Beatles.
2- No existe ninguna canción llamada Number 9 sino Revolution 9. Lo sabes de sobra, pero lo pongo por joder.
3- Tintín es lo mas de lo mas…dentro de su género y de su escuela estilística. ¿Dentro del comic de aventuras? Pues yo no lo veo mejor que Terry y los piratas, aunque está claro que son tan distintos que no son comparables. Si acotamos: clásico francobelga…destinado a público juvenil, línea clara…aventuras…pues a lo mejor es la obra cumbre.
Aunque a mí el que me gusta es el Spirou de Franquin.
4- Yo también me leía todos los tebeos que caían en mis manos, Lily incluido. Y ya que hablas del Semana, ¿no era ahí donde salían aquellos chistes a página completa con chicas requetebuenas con piernas muy largas? Creo que eran de Kiraz, del que habló hace poco el carcelero:
http://www.lacarceldepapel.com/2011/10/04/%c2%a1tiembla-labanda/
5- La peli de Tintin, en tres dimensiones, con texturas y buscando un aspecto realista demuestra que Spielberg y Jackson no han entendido nada.
6- Tú a los escolapios y yo a los jesuitas. Pues se han cubierto de gloria con nosotros, cagundiós.
Bueno, pero Franquin es impresionante. El mismo Herge, cuando lo compararon con el, dijo algo como que no habia un punto de comparacion, que Franquin era un puto genio. Crea 2 de los mejores personajes de Spirou, el marsupilami y a Zorglub, uno de los mejores villano/no villano de la historia del comic y que tiene con el Conde una relacion a lo Magneto/Xavier. Y Gaston Lagaffe y Las Historias Negras son insuperables…
Ah! Ocioso, con tu punto 5 estoy absoluta y definitivamente de acuerdo. El otro dia pensaba en eso, justamente, al padre de la linea clara hacerlo totalmente barroco…
Gracias por las felicitaciones Ocioso. Demuestras ser un caballero y aceptar tu derrota dialectica. Así da gusto, leñe. 🙂 Y si te hubieras leido los 14 albumes que comentas hubieran pasado dos cosas:
a: que habrías salido corriendo a buscar el resto para completar la colección.
b: que podrias opinar sin tener que decir «no lo he leido, pero se que…», mas que nada porque queda feo 🙂
Loch Lomond ha comentado podrias opinar sin tener que decir “no lo he leido, pero se que…”, mas que nada porque queda feo
Resulta que ahora hay que leerse los tebeos para poder comentarlos. Hay que ver como está subiendo el nivel de exigencia, cada día estamos mas pijoteros.
Yo no he visto derrota dialéctica por ningún lado, pero bueno.
Sólo decir que me gusta Tintín (tampoco me vuelve loco, cierto es) pero en la biblioteca de mi colegio (que llevaba Rosa la zurda… no preguntéis) por lo que nos dábamos de hostias era por los Astérix, de calle.
Y espero que la película de Tintín sea cojonuda (de hecho hablan maravillas de ella) para que Spielberg, Jackson y Wright os puedan cagar encima a todos los que la criticáis sin haberla visto y así veros cubiertos por una mezcla de heces neozelandesajudiobritánica de la hostia.
joder ocioso, si al final vamos a haber estudiado juntos y todo; ambos cuarentones, de gijón y de los jesús, manda güevos
Drummer, ¿no te resulta romántico pensar que llevamos décadas cruzándonos sin reconocernos?
A los de Madrid o Barcelona todo esto les parecerá una tontería porque viven en ciudades grandes en las que hay de todo, pero durante muchos años yo pensaba que era el único de mi generación que seguía comprando tebeos de superheroes.
Pues por aquí estamos unos cuantos asturianos y varios de Gijón. A ver quien se moja y organiza una merienda para que nos conozcamos.
acepto merienda y subo a espicha
Pues por aquí estamos unos cuantos asturianos y varios de Gijón. A ver quien se moja y organiza una merienda para que nos conozcamos
Yo en concreto conocí a dos durante mi etapa en madrid (dos asturianos y de gijon) que no solo leian comic ,sino que tambien aspiran a dibujarlos y colorearlos respectivamente,Gijon se está conviertiendo en el centro neuralgico del noveno arte,vaya usted a saber porqué…
Para empezar, es una obra claramente conservadora. No sólo por su inicio en un diario católico ultraconservador, si no por la sucesión de tópicos y una visión del mundo un tanto simple. Luego, esa misma visión hace que sea excesivamente “blanca”, sin que haya una crítica mordaz o ningún análisis de nada, sólo esos mismos tópicos conservadores y con cierto “tufo” que el autor cita de pasada
Tintín es producto de su época. La inocencia de sus planteamientos y su ausencia de crítica no le quitan ningún valor. Obras como Flash Gordon o Príncipe Valiente son también obras maestras del género a pesar su sencillez.
Tintín es una obra maestra del cómic mundial porque cuenta una historia (sencilla, sí) con un claridad y limpieza asombrosa y con un dibujo excepcional.
En cine, «El acorazado Potemkin» o «El nacimiento de una nación», a pesar del mensaje propagandístico de la primera y del fondo racista de la segunda, son consideradas obras maestras por sus valores cinematográficos, independientemente de la profundidad de su plantemiento.
Otro de los males que tiene la obra es la ausencia de personajes femeninos, y en ese sentido La Catrastofiore es tan sólo una mera anécdota
Autores magistrales como Robert Crumb llenan sus obras de mujeres, pero no las retrata de forma realista sino como una fantasía del autor. Y éso no resta ni un ápice de genialidad a su obra.
La personalidad de Hergé también fue muy controvertida, siendo el período de “colaboracionista” con el régimen nazi el que más se le acusa. En ese terreno no quiero entrar, pues nunca he tenido claro si fue un trabajador que no tuvo otra opción que amoldarse a las circunstancias (en España no fueron pocos los republicanos que se tuvieron que amoldar al régimen franquista) o bien se amoldó con cierto agrado.
Su simpatía (o su falta de ella) por el partido nazi no debe empañar nuestro criterio para juzgar la calidad de su trabajo. Al leer un álbum no me importan las opiniones políticas o religiosa del autor. Sólo juzgo la calidad de su trabajo en el papel.
Además, sabido es que poco hay de la mano de Hergé en la mayoría de los álbunes de la serie, pues éste tenía un estudio de colaboradores sin los cuales ignoro si la serie hubiese sido igual
Nada nuevo. Muchos de los maestros del cómic europeo, japonés y americano tienen colaboradores que les ayudan con sus páginas. Y muchos de esos ayudantes, con el tiempo, se terminaron convirtiendo en maestros.
Hay otras consideraciones, pero éstas son ya un tanto más personales,
Todas las que has expuesto antes son consideraciones personales.
Pero, para mí, no es esa obra venerable y mítica más allá del bien y del mal.
No hay ninguna obra «más allá del bien y del mal». Pero Tintín es una de las cumbres del cómic europeo del siglo XX.
nenoskoda ha comentado:
Coño Neno, que poco te dejas leer ultimamente. Me iba a ir a dormir pero voy a contestarte para ver si te animo un poco.
Tintín es producto de su época.
¿De qué época? ¿De 1929 o de 1976?
Obras como Flash Gordon o Príncipe Valiente son también obras maestras del género a pesar su sencillez.
La historia del Principe Valiente no tiene nada de sencilla.
Tintín es una obra maestra del cómic mundial porque cuenta una historia (sencilla, sí) con un claridad y limpieza asombrosa y con un dibujo excepcional.
También El Sulfato Atómico. ¿Quién decide que la historia está contada de una manera clara o límpia? ¿Quién decide que el dibujo es excepcional? ¿Tú?
Autores magistrales como Robert Crumb llenan sus obras de mujeres, pero no las retrata de forma realista sino como una fantasía del autor. Y éso no resta ni un ápice de genialidad a su obra.
Spirit hablaba de que no hay mujeres en Tintín y las que hay son solo una anecdota, y tú le respondes apelando a Crumb, para el que la mujer es algo fundamental.
Al leer un álbum no me importan las opiniones políticas o religiosa del autor. Sólo juzgo la calidad de su trabajo en el papel.
Sí, sí, sí, todo eso está muy bien, pero a la hora de la verdad, si conocemos datos sobre la vida personal de un autor, y éstos son así de relevantes, es imposible juzgar la obra por sí misma.
Y muchos de esos ayudantes, con el tiempo, se terminaron convirtiendo en maestros.
No das ningún ejemplo.
Todas las que has expuesto antes son consideraciones personales.
Esto que dices es una consideración personal.
No hay ninguna obra “más allá del bien y del mal”.
En realidad hay varias:
«Mas allá del bien y del mal» (libro de leer). Nietzsche. 1886.
«Mas allá del bien y del mal» (película). Liliana Cavani. 1977
«Mas allá del bien y del mal» (disco). El Tri. 2005.
Y una canción de la insigne banda musical El sueño de Morfeo.
Firmado: Ocioso, respondiendo a lo Nenoskoda. 😛
Hola, Oci
Aunque mi trabajo y mi futura paternidad ocupan todo mi tiempo, sigo entrando en la ZN en mis horas de insomnio y leyendo vuestros comentarios con el mismo interés de siempre aunque mirando los toros desde la barrera y sin participar más que de tarde en tarde.
A veces (sólo a veces) echo de menos el colegueo con vosotros, especialmente contigo, con Armin y con Jorge. A ver si puedo entrar de vez en cuando a tiempo para participar en la tertulia en lugar de cuando el tema ya ha dado de sí todo lo que podía dar.
Cuídense todos.
nenoskoda ha comentado: Aunque mi trabajo y mi futura paternidad ocupan todo mi tiempo
¡¡¡Enhorabuena!!!
Jo, y yo que pensaba que tu mala leche era porque no se te levantaba. Oye, que vaya todo muy bien y dale un besote a mamá de nuestra parte.
Nenos está preñado, debe estar adorable con la enorme barriga.
Que nazca sano y lozano el niño o niña y dale un cómic en cuanto llegue a este mundo, aunque sea uno de ROB, así verá que el mundo no será un camino de rosas, se le endurecerá el carácter.
Oks.
Gracias, tío
Saludos;
Iba a argumentar a nenoskoda por alusiones, pero veo que ya lo ha hecho Ocioso y no me siento capaz de superarlo. Gracias, Oci ! Quedas contratado como abogado mío si alguien me debate mis argumentos….porque además tienes toda la razón en lo que expones.
Enhorabuena, nenoskoda. No te conozco personalmente pero, de lo que te leo, eres sin duda de los (pocos) sobre los que debería de recaer la responsabilidad de procrear. Ya nos irás contando. Eso sí, ahora si paso por Joker y veo a una pareja embarazada no voy a poder contenerme de decirle algo al futuro padre…
Y, Oci, ciertamente, Los Betles son lo más del s. XX, lo más; de ahí que los empleé para ensalzar la grandeza de Tintin, grandeza que, por otra parte, Neno capta como hay que captar, analizando la obra a expensas de la biografía del autor. Me descojono mucho, sobre todo, con quienes hablan de la influencia del catolicismo de Hergé: per vamos a ver, almas de cántaro, todos sabemos que para un ultracatólico lo vital no son los valores de su religión, si no las expresiones socialmente más visibles de ésta. ¿Qué cojones aparece en Tintín relacionado de forma directa con el catolicismo, o con el cristianismo? ¿Va Tintín a misa, hace referencia, expresada o indirecta, a Jesuscristo, a la Biblia o algo que se le asemeje? ¿Algún personaje religioso, más allá del misionero de Tintín en el Congo, tiene un papel destacadao, no digamos ya protagonista? ¿Reza Tintín? Si hubiera sido pensado como un elemento de propaganda religiosa, se vería. Pero hay mucho gilipollas suelto comentando por la red, gracias al estreno ininente de la peli, que resulta evidente que no se ha leído un comic de Tintin en su puta vida y que no hace sino reflejar lo que sus analistas más críticos han contenplado en un par de libirllos antihergé/anti Tintin.
Tras un día (mi trabajo no me ha permitido contestar antes) vuelvo a escribir (quizá lo convierta en una costumbre), vuelvo a comentar.
No voy a pretender convencer a nadie de que empiece a gustarle Tintín, pero voy a volver a incidir sobre lo de que según Spirit es que Tintín tiene…
Racionalmente tiene una serie de defectos, que son los que se han expuesto y que, efectivamente, se pueden debatir.
Racionalmente es la palabra que no acepto, porque:
Racionalmente Tintín no es racista, solo, única y exclusivamente, solo en Tintín en el Congo se le puede achacar ese defecto. En el resto de álbumes ese racismo no solo es inexistente sino que es combatido (en Stock de Coque, por ejemplo), o en un álbum aún más temprano, en el Loto Azul donde el autor aprovecha para reírse de los prejuicios que él tenía antes por medio de una conversación entre Tintín in Tchang en la página 43.
Racionalmente Hergé no era pronazi. En el cetro de Ottokar los malos (los bordurios) son un refeljo de la expansionista Alemania Nazi. Luego no le quedó más remedio que vivir bajo su dominio y, como millones de personas más, en vez de irse a la resistencia siguió trabajando en lo que sabía hacer (dibujar comics), y sus siguientes aventuras para evitar el conflicto, pero también para evitar la propaganda se evadió totalmente de cualquier cariz político (hasta hizo ciencia ficción con la Estrella Misteriosa).
Racionalmente Hergé no era ultracatólico, ya lo ha dejado claro Jorgenexo, pero es que además, en los álbumes Tintín va en varias ocasiones a oriente medio, y el tema de la religión no se trata, de hecho, el aspecto religioso no aparece nunca en sus álbumes, salvo en Tintín en el Tibet, y en todo caso podríamos decir que Tintín es budista.
Racionalmente Tintín no es más derechas que cualquier otro personaje de comic de aventuras de entonces y de ahora. Es evidente que Tintín no es comunista, pero políticamente en los álbumes de Tintín se critica:
– El trato a los indios americanos (Tintín en Ámerica, como ya dije en mi primer comentario)
– El uso del terrorismo de estado para provocar guerras (el Loto Azul)
– Las prácticas de empresas para obtener beneficios económicos (La oreja Rota, donde dos petroleras convencen a dos países para entrar en guerra, en connivencia con un vendedor de armas)
– El expansionismo Nazi (El Cetro de Ottokar)
– El trato a los indígenas sudamericanos (El Templo del Sol, donde Tintín defiende a Zorrino, indígena, de unos blancos)
– La guerra fría (El Asunto Tornasol, donde, usando nuevamente a Syldavia y Borduria refleja las dos Alemanias, y las prácticas de ambas son criticadas)
– Y finalmente está “Tintín y los Pícaros”, donde la actitud de Tintín es la más hippie de toda su carrera (hasta se muestra en varias ocasiones reacio a usar armas, él que en todas sus aventuras pasadas ha usado varios tipos de pistolas y ametralladoras).
Racionalmente Hergé es uno de los maestros de la línea clara, desde luego no le podemos atribuir la creación de dicho estilo, pero sí que lo llevó a una gran perfección.
Racionalmente Hergé dibujaba bien, y dibujaba mucho más de lo que la gente cree o quiere creer, repito que basta con ver lo bocetos de el Arte Alpha (o de otros muchos álbumes) o más fácil aún comprar los tintines con los comics de sus colaboradores (Jacobs, Bob de Moor, principalmente) y no solo es que el estilo sea distinto, es que el dibujo de los tintines tiene una soltura que estos dos autores no logran, siendo sus personajes algo acartonados.
Y para los que todo esto no les valga para dejar de pensar que Tintín era racista, etc. (una moda muy de ahora), solo que piensen que Jorgenexo (con ese avatar que tiene) defiende a Tintín, por algo será.
Racionalmente. Mr. Strider Underhill avala con argumentos de peso su opinión sobre Tintín: mira, curiosamente el otro día citaba en otro foro lo de la comparativa de prejuicios en El Loto Azul. Yo incluiría, además, una crítica similar pero que aquí nos debería de resultar aún más cercana en Las joyas de La Castafiore respecto a los gitanos:
Tintin en ningún momento obra como su entorno, que culpabiliza automáticamente a los gitanos del robo de las joyas
. Y sin bombachos.
Cierto, se me había olvidado el tema de los gitanos en «las joyas». Pero bueno, para algunos Hergé solo dibujó Tintín en el Congo.
El populacho es manipulable. Y juntas quince, le das una piedra a cada uno y les dices que hay que arrojársela a un señor que pasaba por allí y tienes lapidación garantizada. No por nada, sólo por joder.
Saludos;
Yo no he dicho que Tintín sea racista ni otras cosas similares. Ni siquiera he dicho que sea una mala obra, ni mucho menos. Igual que no diría que la escuela Bruguera es racista, y mira que ha hecho chistes de canívales negros. Pero es evidente que nace lastrada por su propia concepción y origen. Es una obra «conservadora» sin que ello resulte necesariamente malo. Pero esa falta de «ir más allá», aunque existan algunas partes aquí y allá donde se pueda sacar esto o lo otro, hace que sea excesivamente «blanco» y ello repercute en que no sea LA OBRA a venerar que muchos la consideran. Aparte de lo que hemos comentado; falta de personajes femeninos, ritmo a veces un tanto pesado, etc…
No quiero entrar mucho en la figura de Hergé, porque reconozco que no tengo los conocimientos necesarios para ello. Pero a mí me resulta que autor y obra sí que están asociados, máxime cuando se ha reconocido que el autor se refleja en sus personajes. No sé como decirlo…un asesino puede hacer un poema de amor estupendo. Pero…¿puedo sensibilizarme con ese poema sabiendo que el que lo ha escrito ha matado, torturado y mutilado a 357 mujeres? No es el caso de Hergé, ya lo sé, que el pobre sólo hizo lo que pudo y tal…pero es un ejemplo de que autor y obra van unidos en muchas ocasiones. La poesía romántica no se entiende sin la vida bohemia de sus autores, por poner otro ejemplo menos extremo.
En todo caso es curioso que en Hergé se de una contradicción; es cierto que es un autor que luchó por su obra, la cuidó y se sintió con el deber de protegerla. Ya hemos comentado que ojalá Vázquez o Ibáñez hubiesen tenido la misma concepción. Pero a la vez, esta concepción personal de la obra choca con que tuviese ayudantes. El grado de los mismos no lo sé decir, pero me da que bastante más de lo que refleja el libro de el Arte Alpha, más que nada por ser una fuente interesada.
En todo caso, Tintín es una obra con evidentes lastres, siendo objetivos, y repito que no entiendo como mucha gente la considera redonda y magnífica. Para mí ese ese es su principal mérito; que aún habiendo muchas obras mejores, como los mencionados Iznogud o Spirou, quien tenga ese aura mítica sea Tintín.
¿Los Beattles la influencía mas importante del siglo XX?
Esos melenudos oportunistas,cuyo unico merito fue llevar el estilo del gran Elvis hacía su Liverpool natal,puestos a elegir yo diria que Michael jackson fue el artista que mas influyó a nivel mundial,por no decir que lo cambio todo.
En cuestión de bandas ,me quedo antes con QUEEN o LOS RAMONES.
El comentario de Trancos me ha recordado el motivo principal por el que no me gusta Tintin.
Racionalmente…me resulta demasiado racional. Está todo tan en su sitio que no conecto.
A Hergé, igual que a muchos autores que destacan, nunca se le ha perdonado que haya tenido éxito. Ya habido que buscarle las conquillas y criticarle por tonterías.
Si los cómics de superhéroes de los años 20 se volviesen a publicar actualmente, el supuesto racismo de Tintín en el Congo os parecería una ñoñez. Si las revistas satíricas de antes de la Segunda Guerra se volviesen a imprimir, mucho sensible se desmayaría del humor que se hace a costa de los judíos y otros grupos.
Tintín es colección de aventuras sensacionales, repleta de humor muy bien hilado (tanto humor físico como de choque de personalidades), y con recursos narrativos avanzadísimos incluso actualmente pero elegantemente disimulados.
«El dibujo es demasiado perfecto»… Pero si Chris Ware dibuja así, entonces no habrá ningún problema, supongo.
Ocioso, mi repetición de racionalmente era debido a que Spirit decía que racionalmente tenía una serie de defectos, ahora, en su nuevo comentario dice que «es una obra con evidentes lastres, siendo objetivos» y puedo repetir mi comentario anterior sustituyendo los «racionalmentes» por «siendo objetivos», que seguiría teniendo el mismo valor.
Lo que sigo esperando es que «objetiva-racionalmente» se me demuestre que tiene esos lastres.
Sobre el Arte Alpha, me demuestras claramente que no lo has leído, puesto que lo único que tiene ese comic son los bocetos acabados de tres páginas, los meros esquemas de 40 más y los diálogos de la historia, luego no tiene ningún elemento propagandístico, es la simple presentación cruda del proceso de elaboración de un Tintín.
Spirit, también me hace gracia que digas que «aunque existan algunas partes aquí y allá donde se pueda sacar esto o lo otro», no es que existan esas partes, es que el núcleo central de muchas de sus aventuras (El Loto Azul, El Cetro de Ottokar, El Asunto Tornasol, Tintín y los Pícaros) son lo que tu llamas «esto o lo otro».
El comentario es al revés, únicamente se le puede echar en cara a Hergé Tintín en el Congo y en el país de los Soviests, que son las dos primeras aventuras y además dirigidas por su editor.
Y hasta mañana, que no creo que pueda volver a escribir antes.
Yo no voy a insistir más, que creo que llevo una serie de párrafos, no precisamente cortos, hablando de lo mismo…que cada cual saque su conclusión.
Sin embargo, no sé por qué, me viene a la memoria aquellos antiguos dibujos de Cels Piñól donde salían una especie de parodia de amantes de Tintín en forma de secta o algo así…
Quedaría mucho más coherente tu comentario Spirit, si no hubieras confesado antes tu adoración por Vázquez, que era un cabrón con pintas. Un cabrón salao, pero un cabrón. Y sin embargo no tienes problemas en disfrutar de lo que hace.
Y al pobre Hergé no le das casi ni la oportunidad por oscuras acusaciones de colaboracionismo con el régimen nazi que ni se han llegado a probar.
Sigo diciendo que no le veo mucho problema a la «blancura». No veo a Spirit mucho más comprometido socialmente que a Tintin. O a Astérix, aunque se burle de algunos políticos franceses de vez en cuando.
Y el tema de los ayudantes tampoco creo yo que sea tan importante como mencionas. Siguiendo el ejemplo de los Beatles, tenían un productor y un editor de sonido. La dirección, el guion, el diseño… todo eso influye más que quien tire la línea al final.
juanma; Vázquez era un moroso, un calavera, un viva la vigen, un estafador, un vago, un presidiario, etc…y maldita la gracia que le hacía a quien debiera dinero, dependiera de su trabajo para tirar adelante la revista, fuera su mujer o querida, etc…Y él mismo se burla de éso en sus obras. De hecho, es un ejemplo claro en el autor y obra van unidos. Si te atrae el apecto calavera- hijodeputa-bohemio de Vázquez sus obras se entienden más. No necesariamente por ello has de ser así. A mí me gustan las películas de zombis y no me gustaría que los muertos se comieran a las personas en la realidad.
Pero, siendo Vázquez un hijodeputa, no es lo mismo ése aspecto que otros más graves. Y el estigma de colaboracionista de Hergé, que yo mismo he matizado (joder, escrito tantos tochos que por eso no se me lee entero?) le persigió nos guste o no toda su vida, y es una mancha para bien o para mal. Ni yo ni tú estuvimos allí y no sabemos lo que pasó en realidad, quien sabe, igual nosotros hubiéramos hecho lo mismo, pero yo entiendo que esto es una «sombra» en el autor y por eso le haga cuestionarse cosas.
Y Spirit es…bueno, podríamos sacar ejemplos de compromiso social, pero no es su fuerte, es verdad. Pero no me refería a eso…Spirit no es un cómic «blanco». No hace falta ser socialmente comprometido para ser «blanco». Astérix? No estoy tan seguro…tiene una «chispa» o una ironía de la que carece Tintín, y por eso no conecto con éste último y sí más con el primero.
Y el tema de los ayudantes (que también los tuvo Will Eisneir y que han tenido todos los dibujantes) sí que es importante en cuanto se considera un cómic de «autor» y personal. No tiene más importancia de ser justos atribuyendo méritos.
Me acuerdo en tiempos pretéritos en los que se atacaba al cómic de superhéroes diciendo que era un trabajo colectivo (editor, dibujante, entintador, colorista, rotulista, etc…) y no de autor. Siempre me ha parecido incoherente que el sumun de un tipo de cómic «intelectual, europeo, etc» tenga, en cierta forma, el mismo sistema de producción.
Y creo que voy a parar ya. Hemos sido todos muy respetuosos explicando nuestras posturas, pero veo una escala, pequeña pero palpable, de la intensidad y creo que ni vosotros me vais a convencer a mí ni yo a vosotros. Entiendo que la veias LA OBRA y cuestioneis lo que yo veo como lastres que no me hacen verla como tal, pero por mi parte me he intentado explicar lo mejor que he podido.
Yo no creo que sea la OBRA.
En una charla de hace unas semanas de la Fundación Mapfre sobre cómics un tintinólogo (se presentó así) comentó algo parecido a «vosotros, los de los cómics», dando a entender que Tintín era un universo aparte que no tenía nada que ver con las historietas.
Olvidándome de ese tipo de gente, colocando a Tintín en el estante del resto de cómics, sigo pensando que es una obra muy destacada. Ya solamente por el dibujo de sus primeras ediciones, supera por mucho a cómics parecidos de la misma época.
No os gusta Tintín porque ninguno de sus personajes es cínico. Ninguno es un descreído, ninguno desconfía de los demás o del sistema. Hergé sí lo hacía, claro, y ahí tenemos centenares de críticas (tanto políticas como más personales) por todas las viñetas. Pero los personajes no, los personajes no ironizan ni se burlan.
Joder, si las primeras aventuras de Tintín eran revisadas y condicionadas por un señor que se llamaba «Padre Wallez» Norbert Wallez, cura católico director de Le Vingitme Sicle y, por extensión de su suplemento para niños, poco más hay que decir. La primera mujer de Hergé fue la secretaria del cura, así que su influencia en el joven Georges Remí tuvo que ser, cuanto menos, importante. Así que estando quien estaba detrás de sus primeras obras, lo raro es que Tintín no fuera un joven seminarista, misionero o alguna hostia del pelo.
Joder, gente haciendo críticas de Tintin sin haber leído nunca un tebeo suyo…
¿La ausencia de personajes femeninos es un lastre para la obra? ¿Autor y obra han de juzgarse asociados? Lo segundo quiero entenderlo como boutade, porque me niego a creer que tengamos que desechar las obras de Leni Riefenstahl o Sergei M. Eisenstein por estar apegadas a un determinado regimen político. ¡¡O todo el arte ligado a las religiones!! O los pijameros, ligados a la cultura «neofascista» que nos gobierna.
Lo del compromiso social tampoco es un argumento para menospreciar una obra. Pero es que además, en el caso que nos ocupa, no está falta de ello. Tintin es una obra que crea afición al medio y prepara a los niños a comprender el mundo en el que se van a desarrollar: tráfico de drogas, golpes de estado, dictaduras, militarismo, viajes, multiculturalismo, ciencia y tecnología, valores,…
Y eso de que sea EL CÓMIC es una gilipollez innecesaria. ¿Para que quedarnos con una obra habiendo tantas y tan magníficas?
El rola de cínico en las historietas de Tintin lo desempeña Milú.
Escalada ninguna Spirit, al menos desde la parte que me toca. Sólo rebatía argumentos y señalaba lo que consideraba como incoherencias.
Y ya te he comentado que no la considero «la obra», pero si que le tengo cariño a los tebeos, y discutimos pareceres, poco mas.
Con este debate tan estimulante!!. Me han entrado ganas de volver a leer los cómics.
En las vacaciones, los buscaré cuando vaya a ver a la family.
Así desconecto de tanto evento intrascendente y reboots innecesarios y leo historias con tramas que no pretenden ser bigger than life
De hecho, yo lo veo así, los grandes autores completos (guión y dibujo) del cómic: Kirby, Tezuka y Hergé.
Uf, Tachuela, hay te has pasado de reduccionista, no puedes dejar de lado a Foster, Raymond, Pratt, Caniff, y muchos más… todos ellos equiparables, tanto por su trabajo como por la trascendencia de sus historietas y personajes en la cultura popular en general y en el comic en particular. Muy duro te he visto ahí.
Joder «hay»: ahí. Cada día peor.
Había que elegir a uno de cada continente, y ésa es mi elección 😛 Todos ellos englobados dentro del cómic de entretenimiento, aclaro. Seguramente alguien pueda marcarse otro triunvirato de autores gafapastiles acomplejados, pero no es lo que yo quería.
Aún y todo. Te has pasao. Y Tintin, en puridad, es tirando a gafapastil.
A mí Corto Maltés siempre me ha parecido más de ese palo, a Tintín lo veo muchísimo más ligero en pretensiones.
Hombre, Corto Maltés es totalmente gafapastil, quizás lo más gafapastil.
Cuidadin que las criticas a Tintin la pelicula estan siendo muy muy positivas,tanto que se apunta como uno de los mejores trabajos de Spielberg…
No termino de conectar lo de las criticas a la personalidad de Herge, algunos lo acusan de tal cosa y otros lo defiende… O sea, si efectivamente Herge era conservador, racista, colaboracionista, colonialista y otros istas, realmente TinTin es peor como obra? Y si no lo fuera, es mejor?
Y la obra de alguien declaradamente bueno y progre es mejor que de alguien que es cabron y de derecha? O una obra «de protesta» es mejor que una que no lo es?
Ojo, por que con ese concepto Mano Chao es mejor que Piazzolla y Coelho mejor que Borges…
A ver si algun tintinófilo me echa una mano. Como estoy estudiando francés, quería aprovechar para comprarme algunos tintines en francés por amazon. Lo que pasa es que veo que cada album tiene dos ediciones, una de album «normal» y otra «facsimile en coleurs (facsimil a color)» más cara. Quisiera saber la diferencia entre ambas ediciones, sobretodo al respecto de tamaño y calidad de reproducción. ¿Qué diferencias hay entre ambas ediciones? Si alguien lo sabe, agradeceré comentarios.
Hay gente a la que le gusta adoptar el papel de resistente contra una postura mayoritaria. Creo que eso pasa en esta discusión, o cuando se habla de Grant Morrison.
Lo siento, me parece una auténtica herejía que se hable por ahí arriba (no recuerdo el comentario ahora) de que «objetivamente» Iznogoud o Spirou son mucho mejores que Tintín. Que a alguien le puedan gustar más, pues es como todo, pero ese «objetivamente»…
Y luego hablar de Vázquez o Ibáñez, pues tampoco viene a cuento, es como comparar a Torrente con James Bond.
Soy otro hijo de los 80 que devoró Mortadelos, Astérixes y Tintines, no necesariamente en ese orden. Pero parece que ahora lo fácil es criticar a Tintín.
Será porque es el más famoso, o el más universal de los cómics de esos años. Lo es, en su contexto de la época y europeo, claro.
Por otro lado no creo que haya nada más profundamente chauvinista (en su sentido literal, francés) que Astérix… en el cómic o en cualquier otro género, incluso fuera del arte, en general, en el mundo.
Si eso en vez de Tintín en el Congo podemos hablar de Astérix en Hispania.
(Lo peor de Tintín en el Congo, dicho sea de paso, es que al igual que Tintín en el País de los Sóviets es una obra bastante simple y limitada; normal porque era el comienzo de Hergé. También podríamos hablar de Astérix el Galo…)
No se puede tener piel fina para unas cosas y no para otras.
Tampoco me parece Tintín LA OBRA, pero es que eso es una postura maximalista, al igual que los que dicen que no les interesa sin haber leído nunca un tebeo de Hergé.
A cuento de que viene Morrison ahora? uno de los tipos que debe tener los mayores desniveles de calidad entre obra y obra a comparar con uno cuya obra debe ser de las mas parejas en la historia del comic…
¿Kirby uno de los tres mejores autores completos?… pero si sus guiones parecía que los había hecho un niño de seis años.
Y conste que soy un incondicional de Kirby y defiendo a capa y espada su capacidad creadora y demás, pero ¿guiones?, no, lo siento pero no.
Como autor completo ahí está Harold Foster con muchos cuerpos de ventaja sobre el resto en los dos aspectos. Supongo que no pensaréis que Foster es gafapastil ¿no? porque no se puede ser más de entretenimiento.
Y Hergé es uno de los grandes, sin duda. Aunque yo siempre fui más de Asterix.
Hola a todos:
En primer lugar, me gustaría agradecer a Diego Matos que me invitara a colaborar en su sección hablando de uno de mis cómics preferidos. Y en segundo lugar, claro, daros las gracias a todos vosotros por vuestros comentarios y por el intenso y enriquecedor debate que se ha creado alrededor de Tintín.
Estoy más de acuerdo con los que defienden la obra de Hergé y su personaje que con los que la critican, en ocasiones, injustamente. Pero mi intención no es entrar en polémica.
El lector de Tintín siempre ha sido un público muy amplio, Hergé bromeaba diciendo que se dirigía a «todos los jóvenes de siete a setenta años», y es un cómic rico en detalles, con un dibujo muy cuidado y con dos niveles de lectura: por un lado una intrépida aventura y por otra una crítica (como ha enumerado muy bien Trancos Sotomonte en el comentario 54).
Sin embargo, en ocasiones lo mejor es no leer entre líneas y coger un álbum de Tintín como lo cogería un niño por primera vez y dejarse llevar por el misterio y la aventura. Recorrer el mundo sin moverse de casa. ¿Qué niño no iba a querer tener como amigos a un perro parlanchín, a un capitán de barco o a un científico loco?
En conclusión, la mejor manera para acercarse a Tintín es sin prejuicios.
Gracias a todos por vuestras opiniones.
Un saludo.
¿Qué niño no iba a querer tener como amigos a un perro parlanchín, a un capitán de barco o a un científico loco?Hmmmm… ¿un niño cuerdo?
«¿Qué niño no iba a querer tener como amigos a un perro parlanchín, a un capitán de barco o a un científico loco?Hmmmm… ¿un niño cuerdo?»
No se a ti, pero a mí de pequeña me gustaba leer cosas divertidas y fantásticas, cosas que no podrían suceder en realidad y echar a volar la imaginación. Si no, ¿qué sentido tienen la mayoría de cómics, dibujos y películas infantiles?
Que sí, mujer, estaba bromeando; tengo 41 tacos y me sigue gustando leer cosas divertidas y fantásticas, cosas que no podrían suceder en realidad y echar a volar la imaginación.
jorgenexoha comentado
¿Qué niño no iba a querer tener como amigos a un perro parlanchín, a un capitán de barco o a un científico loco?Hmmmm… ¿un niño cuerdo?
Esas declaraciones solo pueden salir de la mente de un hombre con una niñez muy triste,o como tu mismo declaraste no hace mucho,con una carencia afectiva por parte de uno de los miembros (En tu caso tu padre).
Creeme que a la mayoría de los niños les encantaría vivir las aventuras de Tintin,de hecho solo con leerlas,mi imaginación las hacia casi realidad.
Vaya, un psicoanalista de chichinabo. Otro.
jorgenexoha comentado
Vaya, un psicoanalista de chichinabo. Otro
Veo que no soy el primero que te lo dice,igual ese detalle debería hacerte reflexionar,solo intento ayudarte,¿O es que sacar trapos sucios de la vida privada de uno en internet no es ayudar?
Aquí otro asturiano.pero no cuarentón, más bien veinteañero jeje
a pesar de ello a los 15 años cayeron en mis manos algunos de estos tebeos de Tintín y si bien es cierto que al principio me parecían algo densos si se les daba una oportunidad acababan enganchando como ellos solos
Como autor completo ahí está Harold Foster con muchos cuerpos de ventaja sobre el resto en los dos aspectos…
Grandísimo autor, aunque yo no diría que tiene muchos cuerpos de ventaja sobre el resto. No podría elegir entre Foster, Caniff, Robbins, Eisner…
Yo sí: ¡Eisner!
Bueno, supongo que es cuestión de gustos y esos autores que mencionas son, desde luego, geniales. Pero veo a Foster mucho más completo que muchos de ellos. Después de todo no necesitaba de tantos ayudantes como, por ejemplo, Eisner.
Hay que tener en cuenta que Harold Foster se encargaba de todo, desde la totalidad el guión de una historia que duró casi cuarenta años (de hecho todavía dura), el dibujo, las tintas y las indicaciones para las tramas mecánicas y el color. Ininterrumpidamente. Para mí eso lo convierte en el autor más completo. Sin despreciar a nadie, por supuesto.
Gracias a todos por tan interesante debate!
Y, lógicamente, gracias también al autor del artículo!
Hoy analizamos prácticamente todo, pero me ha resultado sorprendente que algo que me parecía tan simple, como es la lectura de un comic, haya generado un debate tan amplio. Es de agradecer, ello hará a partir de ahora que cuando un comic caiga en mis manos no solo lo lea con el ánimo de disfrutar de él si no que trataré de desmenuzar todos y cada uno de los posibles sentidos que tenga.
Un ENHORABUENA Y FELICIDADES (en mayúscula) al autor del artículo pues es todo un placer leerle, ya me encantó con sus artículos sobre Charlie Brown.
Ójala se dejara leer con más frecuencia por estos lares.
Un saludo a todos!