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Nos toca un mes sin grandes noticias pero con pequeñas perlas que parecen indicar que esto va arrancando poco a poco. La mayor de ellas es que ya está a punto de llegar, una de las nuevas series. En poco más de un mes estaremos por aquí hablando del Shadowman del prolífico Cullen Bunn (Harrow County, Dark Arc, Knights Temporal…) con John Davis Hunt (The Wildstorm) de dibujante. Para ir abriendo boca os dejamos un trailer que han publicado desde Valiant como avance de la serie.
Otra que vuelve es The Visitor. La intrigante serie de Paul Levitz y MJ Jim se había parado hace ahora un año, en su cuarto número, faltando dos para acabar. Ahora ambos han sido anunciados para el mes de junio, el cinco a principios y el seis a finales. Por fin veremos quién se esconde tras la mascara.
Esto parece indicar que para ese mes tendremos más cantidad de cómics de Valiant que los dos o tres en los que se han estancado. De hecho las solicitations de mayo solo anuncian el cuarto de Savage y el segundo de Shadowman, aunque por fin vemos una edición de lujo, la de Livewire, que hacía tiempo que no salían. Estaremos atentos.
Lo que ya se ha anunciado es el contenido del Free Comic Book Day 2021 que lanzará la editorial. La historia principal será de X-O Manowar por los artistas que llevan la serie en este momento, Dennis Hopeless y Emilio Laiso. También habrá un avance de lo que está por venir en la antes mencionada Shadowman. Se añade una preview de la nueva serie The Harbinger, escrita por Jackson Lanzing y Colin Kelly con dibujo de Robbi Rodriguez, y otra de la nueva serie de Ninjak, por Jeff Parker y Javier Pulido.
Por último nos vamos con la gran heroína de este universo. Faith tendrá una segunda novela, enfocada a un público Young-Adult, en noviembre, la cual será escrita por Julie Murphy, como ocurrió con la anterior.
Sin más novedades vamos con la reseña del mes.
X-O Manowar 1 al 4, de Dennis Hopeless y Emilio Laiso
Hace un año que el número uno de la nueva etapa de X-O Manowar salía a la venta, sin embargo la colección quedaba parada por la pandemia y no se reanudaría hasta hace unos meses, para luego avanzar de forma regular y llegar a lo que es el final del primer arco, posponiéndose hasta agosto el siguiente número, esperemos que de manera más regular.
De X-O Manowar hemos hablado mucho por aquí. Sus dos anteriores volúmenes conseguían pasar juntos de los setenta números y de una forma espectacular, escritos primero por Robert Venditti y luego por Matt Kindt lograban una colección sobresaliente que mantenía un nivel cualitativo que la situaba entre lo mejor del siglo. Aric de Dacia era un visigodo que se veía envuelto en una epopeya espacial, siendo elegido por una misteriosa armadura que lo llevaría a nuestro presente para acabar ganando guerras en otros planetas. El planteamiento de los dos autores era impresionante, Venditti supo crear su nuevo mundo y Kindt lo cambió dándole el toque que necesitaba. Ahora Valiant quiere dar otra vuelta al personaje con Dennis Hopelss al mando del guion y Emilio Laiso en los lápices, dentro de la iniciativa que llamaron «Year of the hero», que por el estado del mundo real se acabó quedando en nada.
¿Qué es lo que proponen?, pues algo muy diferente a lo anterior en varios sentidos. Del primer número ya había hablado aquí y nos daba una visión muy general del estilo, ahora con cuatro números ya lo podemos tener bastante más claro, recapitulemos brevemente. En dicho número los autores llevaban a Aric a la calle, a una ciudad real, con personas reales y alejado de las grandes batallas llenas de seres de otros planetas. Un cambio brusco, sin duda, que sorprende en su inicio por el cambio de registro general, solo hay que ver su relación con Shanhara, mucho más fluida y con toques de humor que antes nunca vimos, aunque lo cierto es que nunca tuvo mucha relación con la IA extraterrestre hasta ahora. Es atrevido porque acerca a X-O Manowar al género de los superhéroes, cosa que no hacían los dos volúmenes anteriores al centrarse en batallas en las estrellas y aventuras en la Tierra con enemigos alienígenas, aunque es una faceta que habíamos visto en cierta manera dentro de eventos, como las Harbinger Wars 2, o en otras colecciones, como Divinity, pero siempre ligado al gobierno de los Estados Unidos con una actitud más militarista. Es verdad que Matt Kindt plantó la semilla de esto en su última historia del volumen dos, pero choca ver a Aric ayudando a la gente, de hecho choca verlo relacionándose con otras personas ya que rara vez salía de su entorno. Aquí es acogido por una madre soltera, tras ayudar a su hijo, comparte comida con vagabundos o se mete en líos con la policía.
Pero no todo es tan inocente y los autores no tardan en involucrarlo en un conflicto internacional, una guerra civil en Ucrania, continuando ese rol militar que le acompaña desde el principio y será sobre lo que girará la gran batalla de este primer arco. Aunque no será como las de antes.
Los autores plantean este cambio como algo buscado por Aric, quiere ser un héroe en los tiempos modernos y hace lo que buenamente puede, pero no acaba de entender del todo el funcionamiento de la ciudad, poniendo como punto álgido el momento en que unos policías disparan a unos jóvenes (recordemos que esa parte es anterior al movimiento Black Lives Matters). Contando con su falta de conocimiento, Hopeless y Laiso introducen un nuevo personaje que pretende guiar a Aric, un multimillonario de la industria tecnológica que construye robots, vive en un yate y bebe… es decir, un Tony Stark. Pero ¿es su aliado o tiene intenciones ocultas?. La relación entre Aric y Troy Whitaker se antoja interesante desde el primer momento, con este dando indicaciones al nuevo héroe de la Tierra sobre dónde ir o qué decir. Hay cosas que impactan mucho si se viene de leer lo anterior, como ver a X-O Manowar salvando a gente de un volcán o apagando un incendio, pero sobre todo su actitud, siempre amable y presentándose ante las cámaras, es como si lo intentase convertir en una especie de Superman en Valiant (papel que en realidad es el de Faith), aunque está bien justificado en el sentido en que se manifiesta que Aric quiere cambiar. No obstante no estoy seguro si, en un mundo con dos editoriales tan potentes como Marvel y DC, este es el camino adecuado. Las anteriores colecciones, además de ser muy buenas, le daban una identidad única en unos Estados Unidos plagados de cómics mes a mes, aquí le falta esa identidad. Es un cómic muy bien escrito y muy bien dibujado, además bebe de la tradición de Venditti de no enrollarse con temas secundarios e ir bastante al grano, pero ya no se diferencia tanto del resto. Cosas como llevar la armadura al siguiente nivel de poder son recursos que se salen del misterio tecnológico que rodeaba al personaje, cosas más vistas, más habituales en este tipo de cómic. Tener al General Takiov como villano también lo acerca a Iron Man y, aunque tiran de eso de no subestimar al enemigo, siguen siendo detalles que no van con su esencia.
¿Quiere decir esto que el cómic es malo?, no, para nada. El dibujo de Emilio Laiso es muy bueno, tiene una gran narrativa, es detallista y se le da muy bien la acción, su dibujo de Aric con y sin armadura es impecable, bello. El guion es sencillo y diferente, pero tiene puntos interesantes. Las referencias a Iron Man, Superman, Man of Steel (sí, la película) e incluso The Authority dan la impresión de que esta serie quiere explorar otros terrenos, lo cual puede ser sumamente interesante en las siguientes partes, pero eso depende de futuros números. Su inicio no es tan impresionante como el de los dos volúmenes anteriores y tira más de ciertos tópicos, pero sabe a poco. Habrá que ver si es que la nueva dirección editorial quiere que Aric sea su gran nuevo héroe, lo que sería un gran error, o si esto solo son las bases para retorcer aún más al personaje y presentar situaciones diferentes a las vistas mil veces. Esto último encajaría mucho mejor y sería de agradecer. Por aquí seguiremos lo que pase a lo largo de este año.
