La belleza de las casualidades
«Por más que me sigas, no te llevaré al país de las maravillas».
Cuando uno se decanta por un manga, lo hace por razones muy diversas. En ocasiones el nombre del autor basta para presentarnos su obra: nos gusta lo que hace y queremos seguir descubriendo su universo creativo. Otras veces la sinopsis de la historia nos atrapa, bastan unas líneas para atraparnos y hacer que decidamos nuestra siguiente lectura. También los trazos de un mangaka son un factor decisivo: la expresividad de sus personajes, la originalidad de su dibujo, el dinamismo de las escenas.
Cuando hojeamos Veil sin saber muy bien de qué trata, los dibujos de KOTTERI!, mangaka e ilustradora, nos encandilan al instante. Hay algo en ellos que los hace muy especiales y nos invitan a adentrarnos en sus páginas. Después descubrimos que nos encontramos ante un título distinto por cómo está concebido y queremos quedarnos para ver qué tiene que ofrecernos. Y es mucho. Serializada originalmente en la revista Comic Ruelle de Jitsugyou no Nihonsha, en España ha sido Planeta Cómic la editorial que ha apostado por esta obra tan bonita y peculiar.
Todo comienza con un encuentro casual. Una calle cualquiera. Un tropiezo. Unos niños que roban caramelos. Un chico. Una chica. Él es policía. Ella no puede ver. La suerte enlaza sus destinos: ella necesita un trabajo y resulta que en la comisaría de él hay una vacante de telefonista. A partir de entonces, ambos empiezan a entablar un vínculo cada vez más estrecho. Es el día a día el que los va uniendo poco a poco hasta que entre los dos se establece una intimidad acogedora.
Veil es un manga protagonizado por los pequeños momentos. A través de capítulos brevísimos, a veces de solo un par de páginas, KOTTERI! va desgranando la relación entre Emma y Alexander. Un momento en el trabajo. Un té que comparten en una cafetería. Una conversación aparentemente banal en la comodidad de su casa. Un encuentro con otro personaje. Se trata de situaciones cotidianas en las que puede parecer que no sucede nada, pero precisamente esas sutilezas son muy elocuentes y nos permiten ir conociendo a los dos protagonistas. Su vínculo se va desarrollando a fuego lento, y los lectores nos vamos familiarizando con ambos a medida que ellos avanzan.
Pero hay otra cosa muy sugerente en la forma que KOTTERI! tiene de contar su historia. Porque Veil es especial también por su narrativa. La autora se vale de otros elementos para completar lo que vemos en las viñetas: algunos textos que se refieren al pasado de los protagonistas, a sus sentimientos, a cómo los ven los demás; las preciosas ilustraciones que intercala entre los capítulos o con las que abre cada pequeña historia. Todos los elementos funcionan como las piezas de un puzle y se complementan a la perfección, lo que nos permite reconstruir determinadas cosas sobre los personajes. En definitiva, participar de algún modo en sus vidas y en la propia obra, atando cabos y ahondando en lo que se nos muestra.
Y, sin duda, el impresionante dibujo de KOTTERI! contribuye a crear una atmósfera y transmitir lo que la autora quiere contar. De hecho, como comentábamos al principio, es lo primero que llama la atención: los trazos con los que nos encontramos ya desde la ilustración de cubierta son elegantes, sutiles. Lo segundo es que se trata de un manga a todo color, con un diseño muy cuidado. Además de los capítulos, en sus páginas se incluyen ilustraciones detalladas, algunos bocetos. Y todo eso forma también parte de la experiencia.
Las viñetas, por supuesto, nos cuentan muchas cosas. Los personajes de KOTTERI! son muy expresivos y a través de sus gestos, de su actitud corporal, nos muestran su personalidad, sus emociones y esa complicidad que se va estableciendo entre ellos. Por otro lado, los colores que escoge la autora están en consonancia con la calidez que desprenden los capítulos de la obra, reforzando las sensaciones que KOTTERI! nos hace llegar. En este sentido, desde el punto de vista gráfico, todo conforma también un conjunto orgánico, y eso resulta muy satisfactorio.
Lo mismo sucede con las ilustraciones y los esbozos que se intercalan entre los capítulos: de una forma distinta, también nos dicen cosas sobre los protagonistas. La mezcla entre manga propiamente dicho y artbook funciona muy bien y ofrece al lector algo diferente y, precisamente por eso, disfrutable.
En definitiva, Veil es una bonita historia para paladear poco a poco. Es cierto que los capítulos son breves y pueden leerse rápido, pero el manga en sí mismo nos invita a detenernos para admirar las imágenes, el diseño del interior; a regresar a las vivencias de Emma y Alexander para conectar los detalles y las sutilezas. De esa forma, permanecemos en las viñetas. Y encontrar calma en una lectura acogedora viene bien cuando a nuestro alrededor todo está instalado en la prisa.
Lo mejor
• La sutileza y la elegancia del dibujo de KOTTERI!, que despunta tanto en las viñetas como en las ilustraciones y los bocetos.
• Todos los elementos con los que la autora juega conforman un todo coherente que funciona.
Lo peor
• Puede que a algunos lectores no les convenza el tipo de historia, tan cotidiana.
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 8
8
En Veil, KOTTERI! nos ofrece un título muy especial en el que, a través de viñetas, ilustraciones y pequeños textos, nos cuenta una historia intimista y sugerente.
