Hay personajes en el mundo del cómic superheroico mainstream que, sea por la razón que sea, alcanzan en muy poco tiempo una popularidad inusitada, llegando a trascender al imaginario popular, y siendo conocidos por personas y entidades ajenas al medio. Es lo que pasa con Lobezno, con Batman, con Spiderman y con otros tantos personajes que hoy en día son en ocasiones más imágenes de marca que seres de ficción. En el caso de Veneno, desde que éste apareciera en el Asombroso Spiderman #300, de Todd Mcfarlane y David Michelinie, aquella idea del reverso tenebroso de Spiderman, de ese ser arácnido que solo buscaba venganza y que era una versión musculosa, abyecta y, por tanto, venenosa de Spiderman, arrasó en las listas de ventas como un auténtico alud.
Tal fue su popularidad que durante la década de los noventa, todos los años había varios títulos y colecciones que o bien tenían a Veneno como protagonista, o que presentaban a nuevos y aterradores simbiontes, aquellos parásitos que se adherían a su cuerpo huésped, haciéndolos poderosos pero a la vez dependientes y peligrosos. Sin embargo, y como suele ocurrir en estos casos, el simbionte de los huevos de oro terminó por romperse, y aquellas colecciones dejaron de captar el interés de los lectores, que pronto fueron conscientes de que eventos como Matanza Máxima tan solo eran un juego fácil de pésimo ejercicio narrativo que buscaban la venta rápida de cómics que, seamos serios, eran de lo peor que podemos encontrar en la larga historia editorial de Marvel Comics.
Con la llegada del Siglo XXI, y por tanto, con la irrupción de Joe Quesada como Editor Jefe de la Casa de las Ideas, se trató de revitalizar al personaje de Veneno, al igual que al resto de personajes de la editorial, dándole un trasfondo narrativo más creíble, en el que al final Eddie Brock no era si no una víctima del simbionte del que tanto dependía pero que a su vez tanto daño le hacía, llegando a contraer cáncer por portarlo y a desaparecer del mapa, realizando un último acto consistente en vender su simbionte al mejor postor entre los líderes del hampa.
Su sucesor sería Mac Gargan, el Spiderman de la época del Reinado Oscuro, que dejaba de ser el Escorpión para ser Veneno, siendo este sucedido a su vez por Flash Thompson, que encontraba en Veneno, ofrecido a Flash por el ejército de los Estados Unidos, una nueva vida que le permitía seguir sirviendo a su nación tras haber perdido las piernas.
Obviando otras colecciones y eventos simbióticos cuyo análisis o recuerdo no viene al caso, resulta indiscutible que la nostalgia es poderosa, y no suele haber mejor versión de un producto que la original, lo que llevó a la Marvel de C.B. Cebulski en el año 2018, por supuesto, con las alas que la película sobre el personaje realizada por Sony le daba a Marvel, a dar una nueva colección a Veneno, que regresaba esta vez con su portador original un Eddie Brock que hacía tiempo que no era ni villano, ni antihéroe, si no simplemente un hombre perseguido por los pecados de su pasado que trataba de portarse lo mejor que podía con los dones (o maldiciones) que se le habían otorgado.
Los elegidos para este relanzamiento, que suponía el nacimiento del cuarto volumen del personaje eran
Donny Cates, además de ser un guionista de gran talento, tiene ese gen que por desgracia pocos escritores portan hoy en día, que le lleva a sumergirse en el pasado editorial de los personajes que toca, buscando unir casi todos los elementos sueltos que han aparecido en su dilatada historia y darle un sentido.
Por eso, lejos de tomar el camino fácil y obviar aquel Salto al Tiburón que planteó Brian Michael Bendis en Guardianes de la Galaxia, gracias al cual, los simbiontes resultaban ser una raza alienígena llamada Klyntar que necesitaban de un huésped para alcanzar su verdadero potencial y sobrevivir como raza, abraza dicho cambio y lo introduce en la nueva epopeya de Eddie Brock, que, de este modo, y de golpe y porrazo, se ve enfrentado a Knull, el pérfido Dios de los Klyntar que busca controlar a todos los simbiontes, sin importarle la importancia que el portado por Eddie Brock pueda tener para todo un Universo de ficción.
Descubriremos, que Eddie Brock por supuesto que no había sido el primer Veneno, que el gobierno conocía la existencia de estos simbiontes desde mucho antes de que Peter Parker se trajera a Veneno de las Guerras Secretas, regalándosenos aquí un Veneno que no es ni héroe ni villano, si no un superviviente que no está dispuesto a dejar que una entidad divina por poderosa que diga ser, le controle o desate el caos sobre la Tierra que es su hogar.
Estos primeros seis números, siendo el primero ya analizado por mi compañero Raúl López en esta genial reseña, son todo un ejercicio tanto de acción desatada y desenfrenada, como de historia de los simbiontes en Marvel, una historia en la que Donny Cates pone muchos ingredientes (que sigue añadiendo en la actualidad, perfeccionando cada mes su deliciosa receta) respetando el secreto original y cuantas modificaciones se han hecho del mismo.
¿Lo peor de esta colección? Que Ryan Stegman no estuviera mucho tiempo en la misma, siendo sustituido entre otras por un
Finalmente, en estas grapas se incluyen los dos especiales de Web of Venom, que aunque no son necesarios para entender la historia que se nos cuenta, aportan interesantes detalles sobre la misma, y aumentan el interés a la hora de comprar esta grapa mensual por encima de otras interesantes propuestas y opciones.
Guión - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 8
7.5
Muy Recomendable
Donny Cates, Ryan Stegman y otros autores, irrumpen en la actual etapa del Protector Letal sorprendiendo a propios y extraños.
Venom no es sólo el reverso tenebroso de Spiderman en las viñetas, sino también fuera de ellas. Si bien el origen y concepto inicial del Trepamuros es inmejorable, clavando Stan Lee y Steve Ditko al personaje desde el principio, con Venom sucede al revés. Al tratarse de un personaje tan insustancial y superficial en sus inicios (un reportero al que le chafan una exclusiva, motivo por el cual quiere matar a Spiderman tras unir su cuerpo con un traje viviente) los guionistas han tenido que hacerle un traje (valga la redundancia) a medida a lo largo de los años, dándole un origen y unas motivaciones a posteriori que den más trasfondo a un personaje que al principio no pasaba de ser un superventas de los noventa.
Donny Crates y Ryan Stegman hacen un gran trabajo al respecto, dotando a Venom, ahora sí, de un caché y un background complejo e interesante.
Recomendadísimo.
Lei estos 6 numeros luego deje la serie ,bastante bien, el primero mejor que el segundo, el segundo mejor que el tercero, y asi sucesivamente. Para mi no deja de ser un comic palomitero bien escrito, que oye eso es mucho. Pero te da lo que te da y los comics palomiteros, mas que ningun otro, viven de los personajes,no tengo nada contra veneno, solo que 6 numeros ya me parecen suficiente de el. A ver si marvel deja de poner a Cates en series «menores» dadle el capi ,a spiderman, a los cuatro fantasticos. O al menos que lo pongan con personajes de mi gusto jeje, caballero luna, Vigia , Estela plateada..oh espera , bien bien.
Pienso igual, los dos primeros números están bastante bien. Después… pues nada, una serie más. Con un gran dibujo de Stegman, eso si. Mucho ruido el que se hizo para lo que luego es.
A Cates yo creo que no le ponen en Spiderman porque les da miedo que convierta a, yo que se, la tía May, en la «Heralda de Galactus Inhumana» o algún mezclete de estos que hace. Que es más que capaz.
Jaja pos no te digo que no , capaz es , yo me imagino algo menos cosmico como que la tia may a sido un skrull desde antes del mefistazo y mefisto se la lio bien liada adrede o alguna cosita asi de retrocontinuidad. Si , parece que a Cates lo tienen lejos de los iconos de la editorial no se si por este motivo, porque el esta mas comodo en series como esta o porque para que lo van a meter en spiderman a vender como churros si ya vende como churros cualquier cosa que toque, mejor aprovecharlo ahi que spidey se vende solo.
Si, es el mago de la retrocontinuidad. A mi como escritor no me parece malo, pero que se invente lo que le viene bien para cuadrarlo como a el le parece o le viene mejor, inventando lo que sea… lo veo un truco muy sencillo.
Totalmente de acuerdo, la historia no está mal, y enriquece al personaje, pero es un personaje que no me interesa demasiado