EL RETORNO DE MATANZA
«A pesar de lo que puedas pensar de nosotros, no somos monstruos»
Continuamos nuestro repaso de la popular etapa de Veneno encabezada por el guionista Donny Cates. Después de un tercer tomo dedicado en su mayor parte a los tie-ins de la cabecera con el evento La Guerra de los Reinos volvemos en esta cuarta entrega a disfrutar de números escritos por Cates. Sin embargo, solo dos están guionizados por el estadounidense y ninguno de los cuatro números que se incluyen pertenecen a la serie de Veneno como tal, sino a una cadena de especiales publicados por Marvel bajo la cabecera Web of Venom de los que se llegaron a publicar ocho entregas. Los otros dos números están escritos por Ryan Stegman en uno de sus ejercicios lejos de los lápices y por Cullen Bunn, que fue responsable del tomo anterior y tiene una experiencia considerable con el personaje.
La primera entrega corresponde a Web of Venom: Ve’Nam, escrito por Cates, dibujado por Juan Ramírez y con colores de Felipe Sobreiro. Este especial fue publicado poco después del primer número de la serie y narra con algo más de detalle el origen de Rex Strickland y cómo obtuvo y más tarde se convirtió en un simbionte. La trama tiene como protagonistas a Nick Furia y a Lobezno, Furia le muestra a Logan, y a los lectores, el plan de SHIELD después de haber encontrado al Grendel al que Eddie Brock se enfrentó en el primer arco. En general, la historia es algo descafeinada y no aporta mucho a un trasfondo que ya conocimos vía flashback en la cabecera principal. El dibujo de Ramírez es notable y se combina muy bien con el trabajo de Sobreiro pero en general la sensación es que es un número prescindible.
A continuación el tomo empieza a entrar en materia. Similar al especial Web of Venom: Cult of Carnage que se incluía en el tomo anterior, estos números sirven como un preludio al evento de Matanza Absoluta, que ocupará el siguiente tomo. En este caso empezamos con Web of Venom: Carnage Born, que narra la historia del nacimiento, muerte, renacimiento, muerte y etc. de Cletus Kasady, Matanza. Dibujado por Danilo S. Beyruth y con colores de Cris Peter, el número es interesante y funciona muy bien como introducción del personaje de Matanza, la trama explica la motivación detrás del plan de Kasady y su concexión con Knull y el resto de la serie de Veneno. El estilo de Beyruth, con muchas líneas rectas y formas geométricas no siempre casa muy bien con la naturaleza viscosa de los simbiontes pero aún así entrega un trabajo hábil con algunas muy buenas secuencias. En mi opinión, se trata del mejor número del tomo.
El siguiente número, correspondiente a Web of Venom: Venom Unleashed y escrito por Ryan Stegman sucede de forma simultánea al segundo arco de la serie, en el que el simbionte de Veneno toma la forma de un perro mientras viaja con Eddie hacia el hogar de los Brock. Es precisamente la forma canina del simbionte la que protagoniza la trama, que le llevará en una breve aventura en la que descubrirá el peligro que se cierne sobre Eddie Brock, que se encuentra en el punto de mira de Matanza. El número no hace muchos méritos para captar el interés del lector y la historia carece de peso dentro del argumento de la serie más allá de mostrar cómo Eddie descubre el regreso de su némesis. El arte de este número es de un buen nivel, el simbionte se muestra en toda su viscosa y tentacular gloria y hay viñetas impactantes aunque es difícil de discernir quién es responsable de qué con dos dibujantes (Kyle Hotz y Juan Gedeon), seis entintadores (Marc Deering, Scott Hanna, Livesay, Roberto Poggi, Victor Olazaba y Juan Gedeon) y cuatro coloristas (Dan Brown, Matt Yackey, Andrew Crossley y Carlos Cabrera) acreditados para 34 páginas. En general, otro número que se siente prescindible.
Por último tenemos Web of Venom: Funeral Pyre, escrito por Cullen Bunn. Se trata una vez más de un preludio a Matanza Absoluta centrado en el personaje de Andi Benton, un secundario de la etapa de Agente Veneno que acabó convirtiéndose en Manía, y en sus intentos de escapar de la caza de toda persona que hayan sido huésped de un simbionte que está llevando a cabo Matanza. El dibujo de Joshua Cassara en las primeras cinco páginas y de Alberto Alburquerque en las demás es efectivo y más que correcto, teniendo este último oportunidad de desplegar todas sus virtudes en las escenas de acción. Sin embargo, no creo que los colores de Jay David Ramos terminen de funcionar con el resto del cómic. En este caso habrá que esperar a ver los eventos que tuvieron lugar en Matanza Absoluta para determinar si se trata de un número que ofrece un ligero extra de contexto o de una entrega olvidable sin peso en la trama.
En definitiva, se trata de un tomo descafeinado, un popurrí de historias y equipos creativos que originalmente fueron publicados en un espacio de once meses. El objetivo es, en general, ofrecer un preludio y algo de trasfondo a la enésima aparición del personaje de Matanza, que pasaría a protagonizar todo un evento editorial y que no había podido disfrutar de demasiadas páginas en la cabecera principal de Veneno. Junto al tomo anterior (en caso de aquel responsabilidad de Marvel, con este responsabilidad de panini) la obra forma parte de un paréntesis en la serie de Marvel Premiere que mantiene alejado al lector de los números que avanzan el argumento que captó la atención de tantos en aquel primer arco.
Lo mejor
• El número que narra el nacimiento de Matanza.
Lo peor
• Son números que resultan más efectivos como extras que como contenido principal.
• El baile de equipos creativos.
ENTREGAS ANTERIORES
Llevadero
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 5.5
6.2
Son números que resultan más efectivos como extras que como contenido principal.