Edición original: Marvel Comics.
Guión: Mike Costa.
Dibujo: Gerardo Sandoval.
Color: Dono Sánchez Almara.
Formato: Grapa, 22 páginas.
Precio: $3.99.
Nuevo relanzamiento, nuevo capítulo en la historia de Veneno. Después de multitud de cambios, Marvel apuesta por un back to the basics. La portada no esconde que vuelve el Veneno sociópata, ese villano que tanto sufrimiento causaba a Spider-Man en los años 90. Si bien la etapa de Robbie Thompson ha terminado siendo bastante mediocre, aquellos números de Rick Remender hace años fueron muy buenos, por lo que cabe preguntarse si de verdad valía la pena recuperar el concepto original. Tras el leer el primer número de Venom no me queda claro que fuera necesario.
Mike Costa justifica el cambio drástico de Veneno –de policía espacial a supervillano en Nueva York otra vez– de forma inteligente. A falta de saber más detalles, la premisa básica tiene bastante sentido. Desgraciadamente, en esta transición también recupera todo aquello que nadie echa de menos. El Veneno de Costa es el típico sociópata del universo Marvel cuya única característica es ser mala persona, muy mala persona. Es tan unidimensional como el de los años 90, lo cual no sería tan problemático de no ser porque el guión no ofrece nada meritorio que compense la floja caracterización de su protagonista. Estamos ante un número uno que sigue el modelo estándar de los cómics de superhéroes.
Por su parte, Gerardo Sandoval sorprende a propios y extraños al contenerse sobremanera en la mayoría de escenas. No se excede visualmente, no llena de poses extremas cada viñeta. Solo cuando Veneno entra en escena se desata y vuelve a ser el de siempre. Eso no solo hace al cómic más fácil de seguir, sino que realza lo imponente que es Veneno. Sin embargo, eso tiene un coste. A Sandoval le cuesta dibujar escenas que no sean peleas espectaculares. Y para adaptarse al guión modifica su estilo con resultados dispares. Se agradece que pruebe un estilo más sucio, más áspero, pero a veces ese cambio juega en su contra. Por suerte, aunque a veces entran en conflicto con su estilo amerimanga, los colores apagados de Dono Sánchez Almara complementan bien sus dibujos.
Pese a la mediocridad de este primer número, hay motivos para el optimismo. La serie subvierte la habitual premisa en los cómics de Veneno de una forma interesante. Si Costa y Sandoval mejoran en los siguientes números, desarrollando adecuadamente a su protagonista, Venom podría ser una interesante adición a la franquicia de Spider-Man. Pero, de momento, me cuesta recomendarla a cualquier lector de Marvel.
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Edición original: Marvel Comics. Guión: Mike Costa. Dibujo: Gerardo Sandoval. Color: Dono Sánchez Almara. Formato: Grapa, 22 páginas. Precio: $3.99. Nuevo relanzamiento, nuevo capítulo en la historia de Veneno. Después de multitud de cambios, Marvel apuesta por un back to the basics. La portada no esconde que vuelve…
Venom (2016-) #1, de Mike Costa y Gerardo Sandoval
Venom (2016-) #1, de Mike Costa y Gerardo Sandoval
2016-11-25
Jose Maria Vicente
Guión - 5
Dibujo - 6
Interés - 5.5
55
5.5
Venom debuta con un número correcto a duras penas
Vosotros puntuáis: 7.06 ( 4 votos)
SPOILERS Y TAL: Una pena que no hayan puesto a un dibujante que vistiese más que Madureira 2.0. En lo que no estoy tan de acuerdo Jose María es en que este nuevo Veneno sea el personaje random de los noventa. Por un lado porque creo que combina de forma bastante lúcida rasgos de los cuatro portadores más importantes que ha tenido el simbionte, y por otra porque si que es cierto que es un arquetipo muy de esa década, no creo que Marvel tenga muchos personajes de este perfil. O desde luego no personajes protagonistas en la línea de Jackie Estacado / Tony Montana que presenta Costa.
Es un criminal de poca monta, sí. Pero dista de ser un matón de pocas luces a merced del simbionte como era Gargan o más aun Fortunato. Ha tenido un pasado jodido pero ni tiene un trauma obsesivo como Brock, ni esa contradicción de animal herido que quiere hacer lo correcto de Thompson. Su moral es muy difusa, pero tampoco es un psicópata como Bullseye o Cletus Cassidy, ni un manipulador amoral elitista criado por asesinos como Daken. No deja de se un tipo corriente, pero carece de las anclas humanas de Parker Robbins o Patrick Mulligan, por lo que básicamente le importa una mierda todo mientras pueda beneficiarse, sin mujer o hija de ningún tipo que le haga vulnerable.
Pero lo más importante, es que es la primera vez -que recuerde- que es el simbionte el que está jodido, habiendo dado con un portador con suficiente estabilidad mental e ideas claras como para ser completamente inmune a su control, siendo él quien tiene al klyntar completamente sometido y hacer con él lo que se le antoje, en lo que parece va a ser una suerte de El Precio del Poder / Grand Theft Auto con simbionte.
Sumando que además es el primer personaje al margen de ese buenismo juvenil de Kid Nova, Kamala y demás del que tanto se dice que Marvel viene abusando, no es que sea el colmo de la originalidad, pero sí que supone un cambio de aire que podría ofrecer bastante juego. Pena que el tener aquí a Sandoval suponga relegar la serie a unos gustos gráficos muy específicos. Pero bueno, siempre mejor que esté aquí a que lo pongan en Thor o el Capitán América
Estoy de acuerdo en que conceptualmente es muy bueno (y de ahí mi interés), pero todo lo que comentas no lo veo muy bien puesto en práctica. Demonios, ¿qué tipo corriente se carga a un amigo de la juventud por dinero?
Dentro del entorno sobreprotector de buenismo en el que la mayoría nos hemos criado desde luego es algo chocante, Jose María. Pero hablamos de un tipo que se ha creado en un marco mucho más -por decirlo de alguna manera- «darwinista«, que fácilmente puede contribuir a tener una visión muy diferente de la vida, donde la ley del más fuerte o a cualquier cosa para subir escalones en la pirámide trófica y no ser engullido por peces más gordos pueden ser valores mucho más productivos que la gentileza, el civismo apelando a grandes valores morales que a la hora de comer no significan nada o la camaradería. En ese sentido, me parece bastante agudo que Costa no trate al tipo como un psicópata al que algo le funciona mal en la cabeza, un patán tarado, ni alguien traumatizado que quiere pagarla con el mundo, sino un tipo corriente como probablemente podríamos haber sido tu, yo o cualquiera de nacer en unas circunstancias como las suyas, y que simplemente busca lo que otro cualquiera -prosperar y hacerlo lo mejor posible en esto de la vida- aunque desde la óptica muy diferente que le ha otorgado su marco personal
Igual no creo que el personaje sea solamente malo. Aunque no cuenta a detalle qué pasó, este primer número muestra que el nuevo portador ha pasado por mucho y que al tener acceso al simbionte, esté por fin puede conseguir todo lo que ha querido. Además puede salir algo muy interesante al tener esta dualidad entre el portador (el malo) y el propio simbionte (el bueno).