Vertigo Bazar: DMZ (Fuego Amigo)

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Edición original: mar. 2008; Vertigo (DC Comics).
Edición España: feb. 2009; Planeta DeAgostini.
Guión: Brian Wood.
Dibujo: Riccardo Burchielli, Kristian Donaldson, Nathan Fox, Viktor Kalvachev – ‘Victor’.
Entintado: Riccardo Burchielli, Kristian Donaldson, Nathan Fox, Viktor Kalvachev – ‘Victor’.
Portadas: Brian Wood.
Color: Jeromy Cox.
Rotulista: Jared K. Fletcher.
Precio: 10,95 € (Rústica, 120 págs.)

 

Post de referencia. DMZ: Sobre el terreno

Entre las novedades de Planeta para la línea Vertigo en febrero nos ha llegado el cuarto –y singular– volumen de esa magnífica serie que es DMZ. El tomo en cuestión recoge el compacto arco argumental Fuego amigo (DMZ #18-22 USA) para el que el guionista y creador de la serie, Brian Wood, contó nada más y nada menos que con cuatro dibujantes: el artista regular de la colección, Riccardo Burchielli, que se encarga de narrar los vericuetos que siguen en el presente las andanzas del bueno de Matty Roth; Kristian Donaldson, que se encarga de sustituirlo en el número #20 como ya hizo en el número autoconclusivo sobre Zee Hernández (#11 USA); y, finalmente, Nathan Fox (feísta, abigarrado y enfermizo) y Viktor Kalvachev (sintético y con contrastes cromáticos), quienes se ocupan de ilustrar los flashbacks relativos a sendos personajes relevantes en la trama del arco.

La edición de Planeta DeAgostini, por cierto, deja en esta ocasión mucho que desear: si bien se incluyen portadas originales y la reproducción del aspecto gráfico es correcta (como debe ser), la alteración de la tipografía y la disposición de los rótulos informativos del original resulta un ejercicio un tanto intervencionista y poco respetuoso. Y es que todo tiene su razón de ser… cuando una página está coloreada a base de tonos de gris y un rótulo informativo que en el original estaba en rojo se cambia a negro se pierde un interesante contraste y se pervierte el efecto deseado por los autores; lo mismo ocurre cuando, en otras páginas, no sólo se cambia el color, sino que se opta por desplazar el rótulo de la viñeta a los márgenes. Por otro lado, el lomo a su vez concuerda con la portada –es de color rojo– pero deja de ser coherente con los de ediciones anteriores (que conformaban una silueta urbana), arruinando esa imagen de colección en nuestra estantería. Y ya para colmo de males, hay algunos defectos de rotulación (borrado de letras en algunos bocadillos, no sé si generales) y la traducción adolece del mismo problema que ya detectamos en tomos anteriores: en demasiadas ocasiones parece excesivamente neutra y en otras pocas se suprime o incluso se cambia totalmente el significado original. ¿Un ejemplo? En la página 27, cuando un soldado dice acerca de un colectivo «Pero están muy contentos ¿eh?» en inglés dice «But they don’t look so cherry, do they?». Eso por no hablar de la conversión de ciertas magnitudes, como por ejemplo traducir 80 ºF como 38 ºC (cuando son 26,6 ºC). Cosas sencillas, que no requieren mucho esfuerzo, pero que pueden empañar la labor de una editorial en una línea por lo general bien tratada, así como cambiar radicalmente la percepción del lector en una serie que depende –y mucho– de la potencia de sus diálogos.

A nivel argumental, eso sí, Brian Wood demuestra una vez más que sigue manteniendo el mismo tomo incisivo y crítico con cuantos aspectos de los conflictos bélicos contemporáneos (y no tan contemporáneos) centran los guiones. De hecho, su tratamiento en esta ocasión de las decisiones militares y las matanzas de civiles por error (en concreto, las que afectan a los ciudadanos del propio bando) daría para horas de conversación y múltiples puntos de vista. Lo mejor de todo, sin embargo, sigue siendo que en lugar de proporcionar una visión sesgada o partidista del tema, Wood opta por lo que considera –con razón– que es verdaderamente poner el dedo en la llaga: hacer preguntas y dejar que nos las contestemos… ¿quiénes son los soldados rasos que participan en una guerra, de dónde han salido y qué motivos les han llevado a alistarse? ¿cómo nos contentamos ante cualquier problema por grave que sea con la simpleza de encontrar una «cabeza de turco» a quien culpar? ¿cómo se manipula la opinión pública? ¿cómo es posible la paz en una sociedad fracturada donde subyace el odio? ¿cómo es posible juzgar, desde la comodidad que ofrecen los análisis retrospectivos del periódico dominical, decisiones tomadas sobre el terreno y en las que está en juego la propia supervivencia? ¿cómo se articula la guerra psicológica? ¿qué responsabilidad tienen los mandos en el comportamiento de las tropas a su cargo? Una serie de cuestiones que encuentran su sitio enmarcadas en una trama deudora a partes iguales de Algunos hombres buenos –momento «código rojo» incluido»– y de los disturbios de Los Ángeles en 1992.

Comentario

En definitiva, con el nuevo número los lectores aficionados a esta serie volvemos a tener lo que buscamos en ella: la virtud de un discurso necesario y no maniqueo en lo que a periodismo y conflictos bélicos desde el punto de vista de los civiles se refiere. Wood le ha cogido el punto justo a su creación, gestiona y justifica conceptualmente a las mil maravillas la incorporación de dibujantes invitados, y consigue hacernos vibrar con la tensión que provoca a cada página. En todo caso, una advertencia: aunque la calidad continúa en ascenso, si alguien ha llegado a Obras Públicas (inclusive) y no le ha satisfecho, le recomiendo abandonar… esta serie no es para él (sin que eso signifique mucho más que no le gusta; no creo que haga falta decirlo).

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Phantomas
Phantomas
Lector
27 febrero, 2009 8:26

Joder, pues vaya cagada lo de Planeta, ¿no? Mal está lo de las traducciones, pero sobre todo, cosas como lo de cambiar los colores de los rótulos es algo que debería NO hacerse bajo ningún tipo de concepto…  

Daniel Santos
Lector
27 febrero, 2009 11:04

De la edicion ni idea porque tengo el TPB USA pero ayer mismo me acababa de leer este tomo y me ha parecido sencillamente genial. ¿Quien decia que Vertigo estaba de capa caída 😛 :P?

Marco Nunan
Marco Nunan
27 febrero, 2009 11:28

Un grandísimo volumen que no puede dejar indiferente a nadie. Se puede respirar la angustia del soldado del medio oeste y el final es impresionante a la vez que desesperanzador. Lo malo es esperar hasta julio o agosto para el volumen 5.
Si os gustó Platoon, adoraréis este comic. 100% recomendado.

Raúl Martin
Lector
27 febrero, 2009 11:34

No sé si para la gente DMZ será o no la mejor serie VERTIGO de la actualidad (para mí si), supongo que eso dependerá del gusto de cada cual. Pero creo que lo que no se le puede negar es sus regularidad. Opino que todas las sagas son buenísimas y ninguna decae (expepto un poco el 2º arco). Fuego Amigo me encantó, sobre todo porque no toma posiciones ideológicas y presenta la historia desde muchos puntos de vista. El dibujo es espectacular. Cuando lea la edición en castellano me fijaré en los fallos que se comentan aquí.

Darkcosmo
Darkcosmo
27 febrero, 2009 12:29

Que ganas tenia de leer este tomo, llega con retraso no?

conan desatado
conan desatado
21 marzo, 2009 14:16

Bueno, después de mucho leer las reseñas de los cuatro tomos de DMZ, me he animado a comprarmelos y debo decir que es una de las mejores series Vertigo del momento, junto con 100 balas y Fábulas. Para  mi lo que diga el Sr Torralba va a misa, es de agradecer esos análisis.

Cristian
Cristian
28 abril, 2009 0:02

José,

He leído de un tirón tus 4 reseñas para DMZ. Leo la edición original americana, en su edición en TP’s, pedí de un tirón hace un tiempo los 6 editados a la fecha, por cuanto me pareció muy interesante la temática planteada. Tus artículos me han servido para contextualizar la lectura de estos 34 números editados a la fecha en formato de trade paperbacks y la verdad es que te agradezco por una parte la profundidad de tus artículos y la pasión en describir, casi sin spoilers esta maravillosa serie.

Recibe un cordial saludo desde Chile.