Edición original: noviembre 2006/abril 2008 – Vertigo (DC Comics).
Edición España: junio 2009 – Planeta DeAgostini.
Guión: Brian Azzarello.
Dibujo: Danijel Zezelj, Werther Dell’Edera.
Entintado: Danijel Zezelj, Werther Dell’Edera.
Portadas: Marcelo Frusin.
Color: Patricia Mulvihill, Lee Loughridge.
Rotulista: Clem Robins.
Precio: 20 € (Rústica, 288 págs.)
Argumento
Como muchos ya sabrán, Loveless es una colección conducida por Brian Azzarello que explica de una forma muy particular la historia de Blackwater, un derrotado pueblo sureño que intenta sobrevivir tras el final de la Guerra Civil Americana. En este su último tramo, la colección trascurre entre varias épocas. Se desplaza desde el 11 de Junio de 1870 hasta 1934. Pasando por 1906 o 1927. Durante estas diferentes etapas seremos testigos de los acontecimientos que el destino le tiene preparado tanto a los protagonistas de la serie como al mismo pueblo de Blackwater.
La previa al gran desenlace se va gestando a lo largo de los primeros tres capítulos. Será entonces cuando de manera auto conclusiva conoceremos detalles de la situación particular en la que se encuentran el impedido y risueño Coronel Silas Alan Redd; Ruth Cutter, la cada vez más determinada señora de Wes Cutter; o Atticus Mann, el emprendedor negro que, desafiando a todos, se convierte en cazador de recompensas. Las tres historias presentan a personajes que se han ido curtiendo a fuerza de sacrificios y desgracias. Nos damos cuenta de que la miseria, así como la perdición, no distingue de clases ni sexo.
La acción deja paso entonces a la saga La Caída de Blackwater, que da título a este tercer tomo. Durante cinco capítulos, ninguno de los numerosos sesgados personajes que hacen aparición restará protagonismo a la citada población. El expeditivo Capitán Lord, secundado por el Teniente Watts, intentarán llevar a cabo una brusca campaña de pacificación y saneamiento del orden público. Tales cometidos no harán acaso incrementar la presión de un lugar que ya desde antes se encontraba a punto de estallar. Finalmente, una celebración tan aparentemente inofensiva como es una boda, devendrá el trágico desencadenante definitivo que arrastre a todos consigo.
Nos trasladaremos en los siguientes capítulos a los años 1927 y 1934, para conocer un par de historias bastante apartadas de lo tratado hasta ese punto. Y así llegamos al final del tomo y la colección, nuevamente con un relato autoconclusivo que tiene como tiempo y lugar California en 1906. A modo de epílogo, un hombre que está de vuelta de todo, realizará uno de los últimos actos fatales de su vida. Se trata de alguien a quién ya conocimos sirviendo para el ejército, y fue destinado al maldito pueblo de Blackwater.
Trayectoria de Loveless en España
Hagamos ahora un pequeño repaso a la publicación de esta serie en España. Loveless debutó en marzo de 2007 con un tomo titulado Vuelta a Casa. La editorial que nos presentaría esta serie fue Planeta DeAgostini, actual poseedora de los derechos Vertigo. El primer tomo contenía, al igual que su Trade Paperback homónimo, los números #01 al #05. Posteriormente, este western tendría continuidad con un segundo tomo, que llevaría por título Espeso como la Sangre. La fecha de edición fue septiembre de 2007 y contuvo los capítulos #06 al #12. Al igual que en el caso anterior, la numeración fue calcada a la edición americana.
Sin embargo, la edición española se ha distanciado de la USA en su última entrega. Es curioso descubrir que el tercer TPB publicado en américa contenía tan sólo del #13 al #20, quedando en el olvido las últimas tres entregas mensuales de este drama histórico. En este caso el lector nacional completista puede estar satisfecho de conseguir una compilación más eficiente que la de EEUU.
La Edición Española
Respecto a la edición nacional, ésta nos llega bastante limpia. Las tipografías se asemejan bastante a las originales a la par que congenian tanto con los bocadillos como con los cuadros del texto de apoyo. El color tampoco diverge en exceso de su homónimo americano, manteniendo una coherencia más que digna en todos los capítulos. Respecto a extras, nuestra edición cuenta con un necesario texto inicial que a modo de microfichas realiza un quién es quién en la serie. Además, cada capítulo inicia con la plancha original de la portada, tan sólo variada por el título de cada episodio. Como curiosidad, me imagino que para dar más sensación de unidad, se han retocado las viñetas interiores donde aparecía el título de cada capítulo, dejando en algunos casos la página con una curiosa sensación de espacio vacío.
Sin embargo, siendo más papista que el papa, aquel que observe con lupa ambas ediciones encontrará algunos cambios en nuestro tomo patrio. Las escalas de las páginas se han modificado ligeramente hacia mayor, quedando las páginas cortadas en algunos bordes. Me refiero a una medida de tan sólo aproximadamente varios milímetros, nunca de manera tan sustancial como para alterar las sensaciones que desprenden las ilustraciones, pero ahí queda la diferencia. Aquel que lo desee (y posea nuestro tomo) puede hacer la prueba buscando en internet por ejemplo la portada del #23 USA y compararla con nuestra versión. Notará la falta de elementos a ambos lados de la ilustración. Otra pequeña apreciación de confrontar las dos versiones hace encontrar algunas páginas de nuestra edición ligeramente torcidas. Esto es bien sencillo de notar, tan sólo hay que seguir la línea exterior imaginaria que forman las viñetas para notar como el espacio se va cerrando en algunas páginas. Aunque vuelvo a repetir que tales defectos nunca entorpecen el disfrute del comic.
El lector aficionado a esta serie se encuentra, a estas alturas de la publicación, con una colección donde su dibujante original ha quedado relegado tan sólo a las portadas y es sustituido por dos autores de estilos opuestos que rompen por completo la estética de la obra para ajustarla a sus patrones estilísticos. Además, el personaje principal tampoco tendrá de nuevo un papel destacado en la trama. Tales consecuencias ocasionan en su país de origen y seguramente también en el nuestro que el lector se plantee su fidelidad hacia la obra.
Danijel Zezelj, aparecido anteriormente en los números #06 al #08, es un dibujante también recordado por trabajar en la malograda continuación de Desolation Jones, titulada To Be in England. Se trata de un autor de trazo áspero y desenfocado, cuya aportación es oscura, mordaz e inteligente; pero en nada continuista con lo aportado por Marcelo Frusin. Werther Dell’Edera sin embargo sí que recuerda remotamente al dibujante argentino, sólo que de forma más simple y angulosa. Los escenarios que este autor italiano aporta son como mucho cumplidores de esquemáticos y simples que se presentan. Por lo tanto, la propuesta de Dell’Edera se aproxima más al continuismo pero con una calidad tal vez más desgastada. Afortunadamente la huella de Frusin continúa en la colección gracias a unas flamantes portadas que combinan de forma admirable el realismo con la metáfora.
Y llega el momento de tratar el guión de Brian Azzarello. El guionista continúa en estas entregas presentando un trabajo sincero, que desnuda por completo su estilo y lo presenta en su forma más genuina. Argumentalmente, Azzarello da un giro de timón que cambia el rol de muchos personajes de la serie. Sin embargo, la lectura se hace cada vez más exigente de cara a un lector que ha de imaginarse lo que ocurre durante los amplios huecos que la historia va dejando continuamente. El guión da la impresión de ser lento y de estar vacío. Los números van transcurriendo sin mejorar la sensación de que no se esté asistiendo a nada, salvo a los ocurrentes diálogos del autor. Pese a todo, la función de entretener se va cumpliendo de manera más o menos forzada hasta el desenlace de la saga que ocupa el cuerpo central de tomo. Tras dicha historia de épico fin, la colección desaparece hasta casi hacer desear que se hubiera terminado en el comentado desenlace. Y es que el minimalismo argumental da paso a tres historias auto conclusivas de relleno. Los tres últimos capítulos de la serie son un despropósito por completo. Se trata de números inconexos, prescindibles y sin fuerza. Da la impresión de que la colección asumiese su cancelación en pleno declive, aceptando vencida y con los brazos caídos el fatal acontecimiento. Declaraciones realizadas en la New York Comic Con 2008 al respecto no parecen contradecir tal cosa: “Tíos, os he fallado con Loveless. – declaraba Azzarello – Tenía un defecto de nacimiento, y no ha podido sobrevivir, si pudiéramos volver atrás, lo haríamos”.
Y de esta forma ha terminado una interesante propuesta que prometía un intenso viaje de 50 números, pero que tuvo que apearse a media carrera a causa de las quejas del público.
Yo soy de los que se plantean la fidelidad hacia la obra.
Un primer tomo que me gustó muchísimo y un segundo tomo que encontré algo farragoso, a lo cual no ayudaba ni mucho menos la elección del nuevo dibujante, al que sólo puedo tildar de confuso.
Para colmo, lo farragoso del segundo volúmen lo achaqué a quee starían desarrollando personajes, trama, etc, pero no resulta que es el nudo y que ahora viene el desenlace.
A falta de leer el tercer volúmen diría que Loveless, en mi humilde opinión y por los motivos que sean, se ha quedado en un quiero y no puedo. Y la compra de este tercer volúmen no entra ni de refilón en mi lista de prioritarios.
Buf, tengo los dos tomos anteriores, y con cada número que pasaba se iba desinflando más y más la trama. Y si además dices que la cosa termina con 3 números casi fuera de lugar, pues peor aún.
En fin, sé que lo terminaré, pero me da a mí que hasta bien entrado 2010 no me haré con este volumen, que además es un tochaco de 16-17 euracos…
bueno coincido con vosotros.
no es la mejor obra de azzarello. aunque tiene sus buenos puntos y alicientes, pero hay momentos en que la obra se convierte en algo extraño.
Pues a mi, a pesar de ser una obra fallida, me gusta bastante en su planteamiento, desarrollo y personajes.
Si se hubiera mantenido Frusin como dibujante, tal vez hubiera cantado otro gallo…
Ciertamente, Azzarello, es un tío que te atrapa desde 100Balas.
Comprar el primer tomo de Loveless, era cuasi obligado. Johny Double, aunque un poco forzado, no fallaba y abría las ganas de leer más de Azzarello, así como el Banner dejaba muy buen sabor de boca; o el giro y consecutivo viaje de Constantine por USA, dotaba a la colección después de muchas idas y venidas, de un soplo de aire fresco, que revitalizaba Hellblazer en un momento en que la trayectoria estaba siendo un poco endeble, y desde luego, lo hizo con un par y con muy buen resultado.
Uno de los principales problemas de Loveless, no es sólo su guión, que termina yéndose de mala madre con ese epílogo totalmente innecesario de 3 números autoconclusivos, sino que chutar a Marcelo Frusin, cambia totalmente el tono de la obra. Frusin, es una versión depurada, o ese regusto me deja siempre de E. Risso, y eso, a esta historia le venía de perlas.
El tono de Loveless, era bastante tipiqueante, no se tomaba excesivamente en serio a si mismo, y parecía querer un trazo más limpio y cuidado, que no buscara una seriedad en la paleta de colores ni en el trazo que como bien Raúl, es áspero y desenfocado, y que llegaba a la historia en el momento más flojo de la misma, sólo servía para acentuar el traspiés que da. Hay un momento en el que los personajes dicen algo relacionado con una puesta de sol radiante, y deslumbrante, y la atmósfera es apagada y descolorida, con la saturación por el suelo.
Y la llegada de Dell´Edera, parece un parche, supongo que debido a que su dibujo, guarda similitudes con el de Frusin, independientemente de que ese sea el estilo intrínseco de Dell´Edera. Desde luego, sonaba a que todos estaban abandonando el barco antes de hundirse. O sea, de repente estás leyendo un fucking despropósito. A saber en qué andaban.
Otro problema, es terminar de leer Loveless más de un año después de haber leído el anterior tomo; en mi caso no tenía muy presente lo que había pasado anteriormente, y no tenía in situ los dos anteriores tomos, con lo que, iba un poco desconectao…
No sé, la verdá, es que me ha decepcionado un poco, aunque ni tan mal, aunque si tenéis los 2 primeros tomos, no dejéis de comprar éste, porque carajo, ya la inversión realizada, toca terminarla, ¿no?, no sé…
Quizás, sólo se disfrute siendo fan de Azzarello
PS: Ayer en el carrefour encontré El Diablo por 2´50 (así como los Vertigo´s Winter Edge, y el Dust Covers de Preacher, The Losers, Deanders, Grip, Heavy Liquid… en plan saldos de almacén…)
Joder, has tenido suerte con el saldo: Heavy Liquid y las portadas de Predicador (aunque las Dust Cover son las de Sandman) no las encuentro ni de casualidad…
Clavos, aquí sirven rápido y muy bien, y tienen unos saldos de Norma –Heavy Liquid aparte– impresionantes. De hecho, mira… también tienen las portadas de Predicador. Ya digo, hace poco por 30 euros y pico me hice un montón de miniseries a través de esta tienda.
Vaya, pues muchas gracias José, a ver qué pillo :)…
De nada hombre, faltaría más xD
Clavos, no sé porqué motivo siempre las llamo Dust Covers… sorry! (de todas formas, teniendo todo predicador, no te creas que merece mucho la pena, a parte de que te dan ganas de liarte a hostias con glenn fabry por sus comentarios, no por lo que dice, ni por el tono, sino porque, sin lugar a dudas demuestra que es un inútil… )
Ya, si yo en verdad lo que quiero son las Dust Covers, no las de Predicador 🙂
Por cierto José, al final no he tenido que hacer el pedido a la librería esta de Madrid, ya que pasando hoy por Nostromo me he encontrado con que están saldando mucho material de Norma, de lo que me he pillado (por fin) Heavy Liquid, además de Enigma, las dos miniseries de Terminal City, Sgt. Rock, Pop! London y una antología de historietas de P. Craig Russell, ¡todo por unos 30 euros! 😀
¿Los tienen de saldo ya? Hace poco, antes de pedir a atlantica, estuve y los tenían a precio de portada, con lo que la diferencia con la librería de Madrid era considerable. Pero viendo todo el material que te has comprado por treinta eurillos los tienen que haber rebajado seguro. Un día de estos me pasaré, aunque ya tengo todo lo que se me antojaba de la etapa de Norma en Vertigo… ¡Gracias por el aviso de todas formas!
No sé tíos, tras el primer tomo yo esperaba mucho de esta serie, y supongo que en parte gracias a los comentarios que he podido ir leyendo sobre ella por aquí durante todo el hiato, al reler los dos primeros tomos antes de acometer este último mis espectativas no eran malas del todo y no se han visto defraudadas.
No es que sea un gran conocedor de la obra de Azzarello, de hecho no he leído nada de 100 Balas, aunque sí Johnny Double y El Diablo, que me parecen entretenidas sin más, para nada como para echar las campanas al vuelo (su Hellblazer, el tomo publicado por Planeta, lo tengo ahí y con ganas, aunque tardará en llegarle el día). Lo que quiero decir es que tampoco sabía muy bien lo que me esperaría, y empezé Loveless porque me atrajo la historia tal como lo entendía por la reseña aquí en Zona Negativa.
Aun llevando la contraria a Azzarello, que reconoce el fracaso, yo creo que Loveless es un artefacto muy interesante (aunque tristemente lastrado por el cambio de planteamiento en esta última parte respecto a lo anterior). Abstrayéndome de opiniones agenas, incluyendo la del mismo Azzarello, pero a sabiendas de que la serie tenía ya la cabeza en la guillotina, según avanzaba la lectura de «La caída de Blackwater» de algún modo las cosas empezaron a ir en una dirección inesperada y a encajar con fuerza. Poco a poco la desesperación vital que invade a todas las personas relacionadas con Blackwater, todas con su histora particualar pero ligada y marcada por el mismo conflicto, un conflicto tan jodido que ha convertido a Blackwater en un infierno donde se funden dolorosamentre los destinos de los personajes, esta desesperación, digo, se convierte en la absoluta portagonista, mucho más que las circunstancias particulares de cada personaje. El final de la historia en sí,
cuando Abram le dice a Ruth en quién tiene que buscar al principal culpable de todo este sindios, lo que viene a confirmar ese mal rollo que da cada vez que aparece el otro Cutter
, me ha encantado, me ha dejado con ganas de más.
Las tres últimas historias a modo de epílogo, para mí tienen un sentido enorme. No hacen más que prolongar la agonía hasta habrir la puerta de una disolución absoluta cuando vemos hacia dónde se encaminan los pasos de uno de los pocos condenados que logró sobrevivir a Blackwater.
Me hago una idea de por dónde habría tirado la histora de haber tenido continuidad, pero me parece que tal como ha quedado es un lienzo bastante decente de hasta donde puede llegar la desesperanza y la injusticia, la cantidad de basura y malos sentimientos que puede llegar a generar un conflicto con multitud personas, intereses y valores enfrentados, que no es poco.
Por cierto, es la primera vez que escribo aquí. Salud, y gracias (pero miles) a los que hacéis Zona Negativa y a los que escribís por aquí.