Vertigo Bazar: Fábulas y 100 Balas

Durante la realización de las reseñas que habitualmente escribo en Zona siempre tengo la ligera sensación de que algo me falta. Creo que son buenas reseñas y estoy orgulloso de ellas, pero aún así echo de menos la capacidad de analizar tomo por tomo la edición española de las series más allá de la perspectiva general que suelo ofrecer. Además, tengo la impresión de hablar siempre en pasado; de no estar pegado a la actualidad editorial. Pensando sobre ello, he decidido lo siguiente: dedicar un post al mes para reseñar las novedades de series que ya haya analizado antes en profundidad, centrándome especialmente en lo que estos volúmenes de nueva aparición supongan de avance para con la obra (argumento, mantenimiento de la calidad, cambios de equipo creativo, etc.)

¿Qué podéis esperar de esta sección? Algo más corto de lo que suelo hacer: intentaré ceñirme a citar el post de referencia, alguna impresión del tomo en particular y luego, bajo rigurosa pestaña de spoiler, un resumen de la trama. ¿Qué espero yo? Que os guste y, sobre todo, que suponga un espacio para debatir los nuevos acontecimientos de nuestros personajes más queridos. Por supuesto, para series nuevas o que quiera recuperar del pasado seguiré empleando los artículos habituales.

Sin más dilación pues, empezamos con este primer volumen de Vertigo Bazar, dedicado a Fábulas por partida doble (Leyendas en el Exilio y 1001 Noches de Nieve) y a 100 Balas (Érase una vez un crimen). ¡Ah! Para la semana que viene, os tengo algo especial preparado para analizar Neverwhere. Y ya sabéis… los spoilers revientan la trama… abridlos SÓLO si habéis leído el tomo en cuestión.

 

Edición original: Fables: Legends in Exile & Fables: Animal Farm
Edición España: dic. 2007; Planeta DeAgostini.
Guión: Bill Willingham.
Dibujo: Lan Medina, Mark Buckingham.
Entintado: Craig Hamilton, Steve Leialoha.
Portadas: James Jean.
Color: Sherilyn Van Valkenburgh, Daniel Vozzo.
Rotulista: Todd Klein.
Formato y precio: 15,95 € (Rústica, 256 p.)

 

Post de referencia. Fábulas: La otra vida de los cuentos.

Era necesaria una reedición de los primeros números de Fábulas, una serie que ha ido engachando mediante el boca-oreja a multitud de lectores con el paso del tiempo y cuyos primeros números estaban descatalogados. A falta de una reedición desde el primer número (como en el resto de colecciones Vertigo) Planeta se ha decidido a publicar –en un único volumen– los dos arcos argumentales que estaban en el olvido desde la época de Norma Editorial, y que permiten ahora al aficionado español recuperar la colección íntegramente bajo una misma editorial y un solo formato.

Sin embargo, para evaluar correctamente el impacto que supuso este tomo en su época, debo disgregar el análisis en función de los dos volúmenes de que consta, separados en la edición original estadounidense y en la primera española. Esta división no sólo obedece, como veréis en seguida, a motivos argumentales, sino también artísticos. En efecto, mientras que el primer tomo está dibujado por Lan Medina, en el siguiente ya fue Mark Buckingham quien tomó las riendas de la serie para quedarse. Así pues, comentaremos cada arco por separado:

Leyendas en el exilio. El primer arco, que da además nombre al tomo, supone la presentación de los protagonistas que nos acompañarán a lo largo de la gran historia que narra esta serie. El volumen nos describe la vida de unas fábulas en nuestro mundo; personajes de los cuentos que vinieron de sus mundos originales al nuestro debido al avance de los ejércitos de un misterioso Adversario. Aquí, alojados en unas grandes dependencias en Nueva York, tratan de pasar desapercibidos mientras buscan la forma de regresar a su hogar, las Tierras Natales.

Sin embargo, más allá de esta puesta escena, hay un argumento principal que aglutina estos números #1-5 de la colección original: el asesinato de Rosa Roja y la investigación del mismo por parte de su hermana Blancanieves (teniente de alcalde de Villa Fábula) y del Lobo Feroz (reformado y admitido como sheriff de la comunidad). Esta inclusión del arco tan abiertamente en el género negro es una de las principales características formales de la serie: el salto entre diversos géneros que Bill Willingham ejecuta a cada arco argumental. En todo caso, la estructura de esta clase de relatos resulta óptima al mismo tiempo para introducir a los distintos protagonistas y su personalidad mediante los consabidos juegos de sospechosos, interrogatorios, etc. Así lo expresaba el propio autor, que no oculta su admiración por Agatha Christie: «Un asesinato misterioso era uno de los muchos tipos de historias que planeé hacer para Fábulas […] Alguien en DC -creo que fue Karen Berger- me preguntó si podríamos empezar con una historia así y, ya que era una buena forma de presentar a los personajes nucleares y los conceptos, acepté. Me encantan los whodunit [historias de crímenes en las que se trata de averiguar la identidad del asesino] honestos, aquellos en los que todas las pistas necesarias para aclarar el misterio están a disposición del lector, de forma que éste tiene una oportunidad de resolverlo al mismo tiempo que lo hace el detective en la ficción.»

Rebelión en la granja. Y de un género a otro totalmente distinto: un thriller político que rinde homenaje a la inmortal novela de George Orwell. Recogiendo parte de los acontecimientos finales del arco anterior, la recopilación de los números #6-10 USA tiene un triple significado: por un lado sirve de díptico con el primer número para definir el mundo de Fábulas introduciendo La Granja, un anexo de Villa Fábula en las afueras de la ciudad donde viven las criaturas exiliadas de aspecto no humano, que no pueden pasar desapercibidas entre los mundanos (así nos llaman). Por otro, plantea la historia autoconclusiva de una revolución política de corte marxista liderada por Ricitos de Oro, y que tiene por planteamiento equiparar los derechos de las fábulas no humanas con los de las que viven en Nueva York y recuperar por la fuerza las Tierras Natales. Y finalmente nos presenta un concepto muy importante: la existencia y capacidad de supervivencia de los personajes está ligada a su popularidad y vigencia en la mente de los mundanos.

En el plano artístico, estos números también suponen un cambio fundamental: la llegada a la serie de Mark Buckingham. Inicialmente Willingham planteó la obra para que cada arco fuera dibujado por un artista distinto, pero sin duda hubo algo en el trabajo de Buckingham que le llevaría a invitarle a repetir hasta ser lo más parecido a un dibujante regular que conoce esta serie. De hecho, Mark fue propuesto para dibujar Leyendas en el Exilio pero tanto él como Willingham acordaron que su perfil se adaptaría mejor a Rebelión en la Granja y decidieron posponer la colaboración. En mi opinión, con el cambio la serie gana enteros, pasando del dibujo detallista, preciso y algo frío de Medina a un dibujo etéreo y romántico que no define –voluntariamente– la fisonomía exacta de los personajes. Por cierto ¿queréis saber una curiosidad? La primera pregunta que Willingham afirma realizar a cualquier dibujante implicado con la obra siempre es ¿Qué personaje de cuento de hadas, fábula o folklore tienes más ganas de dibujar?

Comparativa entre el trabajo de Medina (izqda.) y el de Buckingham (dcha.)

 

Edición original: ago. 2007; Vertigo (DC Comics)
Edición España: dic. 2007; Planeta DeAgostini.
Guión: Brian Azzarello.
Dibujo: Eduardo Risso.
Entintado: Eduardo Risso.
Portadas: Dave Johnson.
Color: Patricia Mulhivill.
Rotulista: Clem Robins.
Formato y precio: 12,95 € (Rústica, 192 p.)

 

Post de referencia. 100 Balas: Crónicas de un submundo urbano.

Probablemente ésta sea la reseña más corta de las tres, pues todos los aspectos gráficos, formales y argumentales que la vienen caracterizando se conservan en todo momento. Azzarello y Risso están construyendo una historia gigante en la que más que hablar de arcos se debe hablar de capítulos, y éstos que nos llegan (#76-83 USA) nos acercan cada vez más al final: Mientras otra cabeza de familia del Trust cae a manos de los milicianos, los distintos protagonistas de esta serie tan coral toman posiciones para –al fin– determinar en qué grupo quieren estar. Paralelamente, se despeja una de las incógnitas mejor guardadas de la obra (quién murió en Atlantic City hace años) y un personaje del anterior tomo busca en Italia el cuadro que centraba el argumento de El falso detective.

A nivel guionístico, la serie está en un punto peligroso. La trama cada vez se enreda más y más, bordeando cada vez con mayor riesgo el precipicio de toda obra de género negro: depender casi absolutamente de su resolución. Si todos los cabos quedan atados al final, estaremos ante un clásico moderno; pero si el argumento no se empieza aclarar podemos estar ante el mayor «bluf» en años. Tengamos en cuenta que, para colmo, sólo faltan 17 números y tienen que meter un clímax por alguna parte, por lo que las incógnitas sembradas y los juegos de poder deberían empezar a despejarse pronto. La ambientación sigue siendo sobresaliente, a golpe de balas y mucho James Ellroy, y los ambientes urbanos están muy bien reflejados de nuevo. A destacar el tratamiento de las muertes que, incluso cuando le llegan a personajes principales, son crudas y secas (aunque aquí tienen un rasgo de épica).

El apartado gráfico a cargo de Eduardo Risso sigue siendo lo mejor, con un total dominio del ambiente narrativo y la expresividad. Sólo tengo que objetar que, si bien la narración en 100 Balas siempre ha sido compleja –aunque intuitiva si se prestaba atención– esta vez las soluciones narrativas son en algunos casos algo confusas. No obstante, no tengo claro si se debe a las instrucciones de Azzarello (a quién le he visto composiciones así recientemente en Loveless) o al trabajo del propio Risso.

Y bueno, ahora los spoilers…

Aviso de Spoiler Aparentemente los milicianos se dividen entre los que están con Graves (Cole Burns y Remi Rome) y los que están con Lono (Jack Daw y Victor Ray). Ambos grupos siguen a Wylie Times, que no quiere entregar a Dizzy Cordova a Graves después de que ésta matara de forma programada a Mr. Shepherd. En una batalla épica y gloriosa como hacía tiempo que no se veía, Times se convierte en el héroe de un western contemporáneo al ir liquidando a cuantos matones manda Graves; pero dos milicianos tan preparados como Burns y Rome son demasiado para él y se lo acaban cargando. He decir que me alegro: la portada de Dave Johnson me hizo pensar que el que iba a morir sería Cole Burns –mi personaje favorito– peeeero ¡no! En cualquier caso, la muerte de Times es épica y gloriosa. Ruda y repentina, sí, pero no tan patética como ver a Mr. Shepherd devorado por los perros. Tras estos acontecimientos, Victor Ray secuestra a Dizzy Cordova y a Mr. Branch con el objeto de entregárselos a Graves, para el que en realidad se encuentra trabajando desde el principio. Sólo deja al joven Medici atrás para que sea recogido por un cabreadísimo Lono, que ha visto como sus planes se chafaban al máximo y era traicionado por uno de sus mejores hombres. Finalmente, Dizzy se pasa al bando de los milicianos tras una misteriosa conversación con Graves. Por último, vemos las aventuras de Ronnie Rome en Roma, donde intenta localizar para Graves el cuadro que Echo Memoria robó en El falso detective. Y lo más importante: ¿quien murió en Atlantic City? Pues nada más y nada menos que el padre de Megan Dietrich, en lo que parece ser el primer acto de Graves contra una cabeza del Trust tras negarse a repetir «el crimen más importante de la historia». Al parecer Dietrich fue el que impulsó a Rose Madrid (el amor de Wilye Times) a actuar contra la casa de Medici. A saber cómo acabará esto…