Vertigo Bazar: Y, el último hombre (Cómos y porqués)

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Edición original: jun. 2008; Vertigo (DC Comics).
Edición España: feb. 2009; Planeta DeAgostini.
Guión: Brian K. Vaughan.
Dibujo: Pia Guerra.
Entintado: Jose Marzan Jr.
Portadas: Massimo Carnevale.
Color: Zylonol Studios, Lee Loughridge.
Rotulista: Clem Robins.
Precio: 12,95 € (Rústica, 168 págs.)

 

Post de referencia. Y, el último hombre

Tras una larga espera (doce meses de diferencia con respecto a su conclusión en EE.UU.), por fin los lectores españoles tienen delante el final de una de las historias más importantes que ha dado la línea Vertigo a lo largo de este nuevo milenio. No obstante, si bien con el tomo Cómos y porqués las aventuras de Yorick, Ampersand & Co. por fin pueden disfrutarse enteramente en el mercado español, la edición disponible de las mismas queda un poco coja: una mezcla de tomos similares a los TPBs estadounidenses con unos primeros números disponibles en prestigios de dos números (Planeta) o tomitos descatalogados (Norma). Una auténtica pena que debería arreglarse en un futuro, tal vez poniendo la mente en la nueva edición en cartoné que ya está en marcha desde DC Comics o, mejor aún, poniendo a disposición del lector una reedición de los primeros TPBs con idéntico formato.

Sea como fuere, lo que toca hoy es hablar del sabor de boca que nos queda tras la última página, para lo cual me he decidido por realizar una fusión un tanto estrambótica: hablar al final de los números recopilados en la última entrega y rescatar primero el artículo que publiqué hace un año con motivo de la salida del número #60 en USA; un artículo que ha sido modificado para incluir nuevos detalles y que se revela ahora como gemelo del texto analítico global que le dediqué a la serie en septiembre de 2007.

Lo primero que hay que hacer, empero, es comentar la edición: la reproducción, como es habitual en la línea, es magnífica y muy cuidada. En el terreno del material complementario se incluyen por supuesto la portadas originales (más imprescindibles que nunca, como veremos más adelante) y un artículo de Brian K. Vaughan a modo de clausura que sabe a poco. La traducción, por su parte, es perfecta, si bien tiene tres pequeños detalles que se podrían haber mejorado: los pocos diálogos en francés que aparecen no están traducidos (en el original estaban así, pero deberían haberse incluido notas de traducción), el «alas» final incomprensiblemente traducido como «fin» (escandaloso que piensen que no se conoce a Shakespeare o no se posee internet) y una frase de contenido científico que se ha traducido demasiado literalmente (si bien resulta comprensible para el lector). Por lo demás, todo muy coherente con el aspecto de los tomos anteriores.

Especial fin de serie

Cuando en USA acabó Y, el último hombre, los chicos de Newsarama nos plantearon un fin de fiesta de altura: una entrevista a su guionista, Brian K. Vaughan, en dos partes (aquí y aquí) y otra a su dibujante, Pia Guerra. En el camino quedaban cinco largos años y sesenta números en los que Yorick Brown había sobrevivido a maquinaciones, piratas y extremistas acompañado por la Doctora Allison Mann y por su guardaespaldas personal, la Agente 355. Sin duda, un duro periplo a través de un mundo destrozado por una plaga que exterminó a todos los hombres sobre la faz de la Tierra; todos menos nuestro protagonista que, además de encontrar muchas respuestas, consiguió madurar y hacerse adulto. Así pues, bienvenidos a este reportaje especial para el que, espero, no sea necesario decir que hay SPOILERS a mansalva ¿verdad? Pues allá vamos…


Portada del #60 de
Y, el último hombre

Como en todo, hay que remontarse a los principios: Vaughan empezó esta serie como un veinteañero recién graduado, con muy poco bagaje «comiquil» a sus espaldas y totalmente inexperto. Pero, como al propio Yorick, el cómic que por entonces acababa de gestar le terminaría conduciendo a una cima de maduración, sólo que profesional y artística además de personal. Gran parte de este éxito se debe a que en Y, el último hombre no se limita a exponer una aventura más, sino a construir todo un contexto para ella hasta el más mínimo detalle: un mundo sin hombres. Al parecer, este desarrollo era ya profuso incluso en su propuesta original para Vertigo; detalles que tenían su origen en una especie de reivindicación: demostrar que tenía más cabeza de la que aparentaba el guionista que asumió con espíritu iconoclasta una –según él y las ventas– catastrófica etapa en Swamp Thing. Esta planificación –que le llevó a escribir el guión hasta quizás doce veces antes de entregarlo a su editor– también se hacía extensiva a los personajes principales de la serie, para los que Vaughan ideó dónde exactamente acabarían su peripecia, tanto emocional como geográficamente. Otro de los apartados destacables en esta planificación fue el exhaustivo estudio de estadísticas de «comparación sexual» hombre VS mujer que realizó en diversas bibliotecas (hasta que se dio cuenta de que «probablemente debería aprender a usar un ordenador»).


Portada del #1 de
Y, el último hombre

El resultado final desde luego ha sido impresionante: un gran respaldo por parte de los lectores, que entendieron el potencial de la historia planteada en el cómic (uno de los miedos de Vaughan era que la tomaran por carne de serie B), y una satisfacción artística absoluta por parte del autor, que ha desarrollado cada personaje en su justa medida y que ha negado siempre la necesidad argumental de plantear spin-offs. Eso sin contar que para el escritor, Y, el último hombre es su «gran embajador», tanto para desarrollar series nuevas como para llevar a cabo productos en otros medios (su participación como guionista en Perdidos). Evidentemente, Vaughan atribuyé el mérito a todo el equipo creativo, como es de suponer.

No obstante, sí es cierto que las reacciones analíticas han sido más variopintas, algo que Vaughan comenta jocosamente: «Me divertí con todas las reacciones, buenas y malas. Fue genial leer a un tipo diciendo que el cómic era basura misógina mientras que ‘Ms. Magazine’ decía que éramos el triunfo del feminismo; o el tipo que dijo que éramos propaganda sionista mientras que otros decían que el cómic contenía un discurso de odio antisemita […] Lo opuesro al amor no es el odio, sino la indeferencia, así que mientras que el cómic haga a la gente sentir algo, me siento genial».


Una de las portadas más impactantes
de Y, el último hombre

Pero vayamos a las siempre interesantes curiosidades argumentales: el guionista tuvo que cambiar el guión original para eliminar una secuencia que estaba ambientada en Afganistán y que implicaba a un –por entonces– oscuro grupo formado por talibanes… ¿el motivo? Os lo podéis suponer perfectamente. Por otra parte, es casi imposible mantener casi cualquier obra con un personaje principal sin diálogos y, ¿qué se necesita para dialogar sin parecer tarado o excesivamente trascendente? Un interlocutor. Solución: Vaughan introdujo a Ampersand como compañero inseparable de Yorick (y luego mucho más). ¿Por qué un mono y no cualquier otro animal? En sus propias palabras: «Los monos en las portadas venden. Es una regla tan vieja como el tiempo». Para preparar semejante personaje, Vaughan llegó a interaccionar con auténticos monos capuchinos.

Otro personaje con una buena preparación a cuestas fue la Agente 355, cuyo nombre nunca es revelado en la serie –si bien se lo susurra a Yorick al oído en el número #58 y puede ser adivinado mediante pistas que Vaughan dice haber dejado en los cómics y que comentamos en el spoiler–. Con este personaje el guionista quiso invertir el tradicional papel de «aventurero/damisela en apuros», convirtiendo a una mujer en el baluarte físico y resolutivo de su obra. Para conseguirlo, revisó varios libros de Historia en busca de eventuales mujeres espía, inspirado por el carisma de la Mata Hari de la Primera Guerra Mundial y encontrando una organización –real– de la era revolucionaria estadounidense: el Culper Ring. «Desde ese punto, 355 se escribió ella sola, signifique lo que signifique» sentencia el autor. Y precisamente en los últimos números vemos como esa inversión de papeles se lleva a las últimas consecuencias:

Aviso de Spoiler

Revisada a la luz de estos ejemplares, sobre la obra planea ahora un esquema típico de tensión sexual mantenida entre Yorick y su protectora. Historia de amor que, como todas las grandes, acaba de forma trágica: 355 muere porque «la historia así lo demanda» en una escena en la que «Pia Guerra puso toda su alma» a pesar de que supuso todo un mazazo para la artista, quien tuvo que narrar la muerte de su personaje favorito.

Por cierto, respecto al nombre de 355 y las pistas… bueno, en internet se comenta que tanto por el gesto del personaje en el número de su muerte (y la reacción de Yorick cuando se lo dice) como por la inscripción que hay en el árbol del número #60, la persona que se esconde detrás del número podría llamarse Peace (Paz). ¿Qué pensáis?


Agente 355

Hablando de Yorick… el nombre del personaje hace referencia a otro muy secundario de una obra de Shakespeare (y tan secundario: es el tipo al que perteneció la calavera desenterrada en Hamlet). La inspiración, en realidad, fue buscada: Vaughan necesitaba un nombre que empezara, como el cromosoma, por «Y» (otro de los nombres barajados fue Yossarian). En todo caso, para su hermana Hero –que también es el nombre de una de las protagonistas de Mucho ruido y pocas nueces– la conexión Shakespeare no es tal: Vaughan quería una villana cuyo nombre planteara una especie de oxímoron; villana que ha sido la creación cuya evolución más le ha sorprendido a medida que la ha desarrollado. Por cierto: una de las principales características de Yorick (su fascinación por el escapismo), nació de la necesidad de agregar un rasgo singular al personaje para que, aunque siguiera siendo un «hombre ordinario», no se convirtiera en un «don nadie»; es decir, para que cualquiera pudiera empatizar con él y al tiempo tuviera cierta consistencia. Para el resto de su personalidad, Vaughan se basó en sí mismo, si bien se congratula de no ser tan «irritante y suicida». Y aviso para navegantes:

Aviso de Spoiler

Hero vuelve en el final a tener uno de sus reseñables «giros» al mantener una relación con la exnovia que Yorick busca a lo largo de toda la obra, Beth.

En estos momentos, nos falta el tercer vértice de ese triángulo protagonista: la Dra. Allison Mann. Esta protagonista, que continuamente desafía los prejuicios y expectativas del lector fue para el escritor una de las más difíciles de construir en tanto en cuanto era para la que con menos referencias contaba (no por su lesbianismo, evidentemente; sino por su carácter de brillante bioingeniera). Nuevamente spoileando…

Aviso de Spoiler

Curiosamente, es la que tiene un final más feliz en el cómic: acaba sus días con el amor de su vida y sus clones desentrañan la solución para la plaga

Otro punto reseñable lo constituyen las Hijas de las Amazonas. Aunque gran parte de la construcción de estos personajes es autónoma, sí hubo cierta inspiración que vino de la mano de las feministas radicales Andrea Dworkin y Valerie Solanas y su Manifiesto SCUM. Vaughan también recalca que tanto él como Pia Guerra trabajaron estos personajes como si fueran asexuales, a pesar de que muchos lectores las tomen por «lesbianas furiosas». Por otra parte, ambos niegan que detrás del colectivo se oculte una crítica velada al feminismo, sino que su denuncia se orienta a cualquier «pequeña banda de extremistas cuidadosamente manipulados».

¿Y qué podemos decir de Pia Guerra? En primer lugar, que su compañero de trabajo le otorga todo el mérito de haber conseguido atraer a numerosas mujeres al mundo del cómic gracias a esta serie, en especial por su contribución a ciertas líneas argumentales (la más importante la de todo el arco Palabra clave) y la creatividad a la hora de retratar a los personajes femeninos. Toda una ruptura del prejuicio de que los cómics de ciencia ficción no son territorio abonado para el público femenino, idea que Vaughan aborrece y desprecia: «A las mujeres les gusta lo mismo que a los hombres –grandes historias bien contadas con buenos personajes– […] lo único que una mujer puede rechazar es una continuidad convulsa, una narrativa grafica confusa y un guión mediocre».


Portada del tomo
Palabra clave

Pero vayamos a las frases y anotaciones que Guerra nos ha dejado en su entrevista. Lo primero que nos aclara es que su entrada en la serie de debió exclusivamente a Vaughan, quien al ver alguno de los bocetos que llevaba tiempo mandando a Vertigo exclamó «Conseguidme a esta tía». Y así empezó a forjar sus diseños… algunos (como Yorick o 355) están ausentes de referentes gráficos existentes, pero otros fueron modelados a partir de personas reales, como la Dra. Mann (inspirada por Sandra Oh), Natalya (por su madre) o Ampersand (¡por su gato!). Respecto a sus preferencias, lo tiene claro: su personaje favorito es 355; el más difícil de dibujar fue Mann; el más fácil, Ampersand; y el que con más ganas se quedó de seguir dibujando fue 711 (de Palabra clave).

Pero su gran reto como dibujante de la serie tiene nombre, y es «realismo«. Desde los consabidos diseños arquitectónicos hasta detalles nimios, como que cualquier coche o artilugio tecnológico no fuera posterior al verano del 2002, o el ya famoso pelo de 355. Lo más molesto del asunto era encontrar al tiempo de haberse quebrado los sesos buscando referentes gráficos adecuados, un reportaje de National Geographic o una película (cita Chacal) que ilustraba a la perfección una imagen que había tardado horas en planificar. En cuanto a localizaciones, la mayor parte de ellas las conoció a través de Google Earth excepto una: París. A la ‘ciudad del amor’, Pia Guerra fue expresamente para documentarse; aunque esto tal vez sea inexacto. Al parecer, Guerra alude a que la invitaron a una convención fabulosa en el norte de España (¿Salón de Barcelona tal vez?) y que se tomó una semana extra para ver Barcelona y Londres, estirando el itinerario para ver París porque sabía que allí iba a suceder una escena importante del cómic.

¿Qué ha supuesto este cómic para Pia Guerra y cómo se ha tomado su final? «Ha sido como caer desde un edificio con todos los gritos y el miedo y aterrizar sobre una almohada gigante», analogía que viene al caso por la falta de giro en el último número. ¿Con qué se queda? Nuevamente con «Palabra clave», arco que parece ser el clímax para todos los implicados en la obra. No en vano, Guerra afirma que esta historia consiguió hacer llorar a Joss Whedon y que su más alta cota técnica fue «una página con 17 viñetas enlazadas como si fueran un haiku visual [reproducida más abajo]». Sin duda, un trabajo que marca técnica, emocional y profesionalmente.


Página de 18 del #20 de Y-TLM
(Palabra clave)

Bien bien bien… Vaughan, Guerra, todo estupendo pero… ¿QUÉ CAUSÓ LA PLAGA?

Aviso de Spoiler

Hay varias explicaciones: unas implican al padre de la Dra. Mann, otras son proporcionadas por Alter, etc. ¿Con cuál nos quedamos? Vaughan lo explica así: «Prometimos revelar la verdadera explicación de qué causó la muerte de todos los hombres, pero nunca prometimos decir cuando lo hicimos. Puede ser la teoría del Dr. Matsumori, puede ser la de Alter o puede haber estado escondida en una única viñeta de nuestros primeros veinte números y que sólo uno o dos lectores se hayan percatado.Todo lo que puede decir es que la causa detrás de la plaga está absolutamente expuesta en algún lugar de los cincuenta y nueve primeros números. Siempre he tenido mi propia y definitiva respuesta, pero por mucho que los lectores puedan pensar que quieren saberla, nunca ha sido acerca de eso sobre lo que el cómic ha tratado, por lo que su interpretación puede ser probablemente tan interesante como la mía […] Los giros son siempre una parte importante de un drama, pero hacerlos por gusto siempre me ha parecido vacío. Sorprender a la gente es relativamente fácil, pero creo que las buenas historias tienen la responsabilidad de hacer mucho más que eso».

Ahí queda la cosa… si me preguntáis a mí, opino que la explicación para la plaga sólo puede ser una: la que implica al padre de la doctora Mann, en tanto en cuanto es la única que explica por qué Yorick y Ampersand sobreviven

Así llegamos al final aunque, como Vaughan dice «Uno de mis profesores me dijo que si necesitas escribir ‘FIN’ para decirle a tus lectores que habían llegado al final, probablemente no tiene mucho de final». Y ahora, la valoración…

Comentario y valoración finales

A poco que haya leído –y como bien marca el propio índice del tebeo– el lector se dará cuenta rápidamente de que las peripecias de los personajes que hemos seguido durante tantos años tienen dos finales o, mejor dicho, un final y un epílogo. Podría pensarse que este tipo de recursos (el desligamiento argumental en el último episodio) es algo habitual en el mundo del cómic y de las series cerradas pero, sin embargo, en este caso no todo es tan simple: hay una clara diferencia, a mi juicio, entre la calidad de lo que hemos leído del número dos al cincuenta y nueve y el valor de lo que vemos en el número sesenta; un valor que podría hacernos mirar –tramposamente– hacia atrás para hacernos creer que hemos consumido una obra mucho más importante de lo que en realidad ha resultado ser.

En este sentido, el cierre de las líneas argumentales se produce claramente en el número #59, demostrando lo que ya hemos dicho de un tiempo a esta parte en las distintas reseñas de los arcos precedentes: si bien las aventuras de Yorick (y sus cliffhangers) han demostrado ser una fuente sobresaliente de entretenimiento magníficamente dibujada por Pia Guerra, se nota igualmente que todo el contexto que planteó en su momento Vaughan con el ejemplar primer número le ha venido muy grande. En efecto, se han desaprovechado muchas oportunidades embarcando al protagonista en una suerte de road comic e ignorando todas las posibilidades que una utopía tan potente como la de «un mundo sin hombres» ofrecía (tratada solo a pinceladas). Asimismo, si bien la plaga era un claro mcguffin, la exploración de sus causas ha sido decepcionante; como decepcionante me parece una conclusión que no puede evitar convertirse en un mero viaje de maduración y desamor corriente y moliente pese al duro golpe de efecto de matar a uno de los personajes más queridos por los lectores. ¿Qué nos queda pues? Entretenimiento puro y duro, formalmente impecable, técnicamente efectista, de una calidad notable pero conceptualmente engañoso.


Alas

SIN EMBARGO esta percepción puede cambiar al leer el número #60. No me andaré por las ramas: la entrega final de Y, el último hombre es una de las piezas más hermosas –por su desencanto crepuscular con un toque último de optimismo– que he tenido oportunidad de leer en mucho tiempo. Es más, incluso diría que es lo mejor que ha hecho nunca un Vaughan que prueba su maestría con los números únicos (lo mejor de la serie acaba siendo la apertura y el cierre) y su capacidad para entretener con solidez, a secas, en el desarrollo de series regulares.

Y es que si toda esa frustración, ese pesimismo, esa melancolía (la última aparición de Ampersand es sobrecogedora), esas nuevas formas de organizar el mundo y de recrearlo hubieran sido perceptibles a lo largo de cada entrega, estaríamos hablando hoy en día de una las obras maestras del cómic contemporáneo. Conclusión: Nos hemos perdido, y lo sabemos mejor que nunca, una utopía soberbia. A cambio nos queda un cómic que, pese a lo que pudiéramos creer, siempre versó sobre la maduración de un personaje que empieza la historia siendo un adolescente, la termina postrado en París siendo un hombre, y la clausura con un salto optimista hacia la libertad en un mundo que ya no le necesita. Alas…

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Juanjo Palacios
27 febrero, 2009 10:14

Da gusto leer series tan bien concluidas como esta, me atrevería a decir que es el final más redondo que he visto en un cómic.
Excelente artículo José!

Daniel Santos
Lector
27 febrero, 2009 10:43

El ultimo numero me recordo al ultimo episodio de Babylon 5, como este me pareció un numero muy emotivo y un broche de oro para una serie genial.

Para mí, el mejor momento de toda la serie

Aviso de Spoiler

es cuando 355 deja a Y con Beth, esa escena me produjo un escalofrío que todavía me recorre cada vez que la recuerdo. Sencillamente genial

Raúl Martin
Raúl Martin
Lector
27 febrero, 2009 11:27

Hola José,
Fenomenal artículo, ha englobado muy bien todo lo que había que decir sobre los principales puntos de la serie.
Sobre Y,TLM opino básicamente como tú. Creo que se desplegó un escenario inmenso y lleno de posibilidades y el guionista lo dejó un poco de lado para centrarse en el aspecto más aventurero. Yo pienso que debería haber hecho algo más parecido a la novela Apocalipsis de Stephen KIng, donde los supervivientes se ven ante la responsabilidad de crear un mundo nuevo.
También opino que el #60 fue genial, y que rescató a la serie de las pobres historias que estaba teniendo en su tramo final.
Tambien ha sido una historia muy buena el #40 de EX MACHINA, pero no se como tomarme la indiferencia del alcalde Hundred hacia Y, TLM y que se confiese no ser un Vertigo-boy. ¿Acabarían mal las cosas entre VERTIGO y Vaugham? Eso explicaría porque no se conoce ninguna nueva colaboración  entre el guionista y el sello que le lanzó a la fama.
Un saludo.

fletcher
Lector
27 febrero, 2009 12:44

A mi casi me hace llorar tomando mi desayuno en la cafeteria

Aviso de Spoiler

los finales de 355 y Ampersand…

Se me quedó un nudo en la garganta que casi hace que deje la gran tostada que me estaba tomando…

Una gran historia que volvere a releer muy pronto!!

Fletcher!!

David Fernández
27 febrero, 2009 13:41

En general, este tomo tiene un ritmo tremendo (paliando determinados altibajos que padeció la serie), los momentos a los que también alude fletcher, tremendamente impactantes y emotivos.

El último número es sencillamente precioso: un broche de oro a una serie que, pese a los altobajos a los que hacía referencia, siempre ha derivado en lecturas satisfactorias (al menos para un servidor). Y por supuesto, gran reseña, José.

Un saludo!

DaniSpite
DaniSpite
Lector
27 febrero, 2009 15:58

Con el punto de partida se podía tender a convertir Y,TLM en un dos cosas:
-La historia de un hombre y su mono, últimos machos en un mundo sin hombres.
-La historia de un mundo sin hombres, y sus últimos machos, un hombre y su mono.
Vaughan, se decantó por la última, pues esta obra gira en torno a los personajes.
La obra en general ha mantenido un alto nivel, pero este último tomo ha sido especialmente bueno.  Con la historia casi cerrada en la anterior entrega, en este solo quedaba cerrar las historias personales, pero Vaughan aún nos reservaba varias sorpresas.  En concreto,

Aviso de Spoiler

las muertes de 355 (realmente cruel arrebatar la felicidad a su protagonista y el lector) y de Ampersand (un mono especialmente expresivo)

son de una emotividad increíble.
Vaughan es dado a jugar al engaño con su lector, y lo hace con las dos grandes incógnitas del comic

Aviso de Spoiler

la causa de la plaga (con la cual solo teoriza) y el nombre de 355 (que solo es revelado a un personaje)

El último número me mostró un mundo

Aviso de Spoiler

deprimido, que años después sigue en la misma situación, y un protagonista derrotado.  Sin embargo, en el último momento, nos devuelve la esperanza

En resumen, Y,TLM es una pequeña genialidad.

Rafeques
Rafeques
27 febrero, 2009 19:58

Para mí, la muerte de Ampersand (no creo que haga falta ponerlo en spoiler) es uno de los momentos cumbre de los cómics de los últimos años. Más que la de 355, más que cualquier otra cosa de la serie. Y con este número se ha demostrado que Y supera a Predicador, ya que en la serie de Ennis no hay un tratamiento de la amistad tan profundo.

los pocos diálogos en francés que aparecen no están traducidos (en el original estaban así, pero deberían haberse incluido notas de traducción
Aquí no estamos de acuerdo. El autor no incluyó notas de estos diálogos en el original; así pues, no es voluntad del autor que el lector pueda comprender esos diálogos. Creo que eso es intervencionismo por parte de la editorial, no es un extra, sino que es estropear una parte de lo que la hace una obra de arte.

Visperas
27 febrero, 2009 20:13

A mí, Y, me enganchó desde el primer tomo y la he disfrutado muchísimo. Aún no he leído el último tomo aunque creo que has hecho una gran crítica de la obra. Estoy un poco disconforme con lo que dices sobre haber desaprovechado la utopia planteada en el primer número. El modelo Road Trip nos permite ver cómo está la situación en varios lugares del mundo y eso es un gran punto a favor. Evidentemente, siempre se quedan cosas en el tintero y hay mil historias que contar en ese mundo, pero Vaughan nos ha contado muchas de ellas y ha dejado el resto planteado desde el primer número para que los lectores imaginen como es un mundo sin hombres. EMHO si se distraído más con otras historias, el viaje habría acabado siendo demasiado largo, quizá.
En conclusión, un gran cómic.

Spiderjam
Spiderjam
1 marzo, 2009 12:39

Pues yo también  sentí ese nudo en el estómago con lo de 355 y lo releí un par o 3 de veces antes de continuar (aunque no hayan diálogos) pero confieso haber soltado lágrimas en el caso de Ampersand cuando lo he leído esta mañana, ains…
En cuanto al desarrollo en general, los primeros tomos fueron geniales, aunque fueron decayendo, después pasó una etapa más bien sosa/aburrida que ha conseguido remontar con los 2 últimos tomos.
¿Se podría haber conseguido una obra mucho más trascendente? Pues sí, pero no creo que fuese la intención de Vaughan, quizás por su poca experiencia en el momento del planteamiento.  

sierra
sierra
Lector
1 marzo, 2009 16:37

Hacía tiempo que un comic no me emocionaba tanto.  Después de 5 años leyendo el comic, y gracias al buen trabajo de los autores,  consiguiron que nos sintieramos identificados con yorick : cuando beth le dice lo que le dice (que putada¡¡) , lode 355 , y finalmente ampersand … ( todos nos acordamos de alguna mascota ) .
En mi opinión ,  han conseguido una gran obra, transcendiendo del típico entrenimiento al que tanto nos tienen acostumbrados las grandes editoriales y transmitir al lector unos fuertes sentimientos.  Realmente esto es lo que hace transcendente a esta serie.

JulioAT
JulioAT
1 marzo, 2009 21:26

La mejor serie larga y cerrada del noveno arte (y esto incluye al comic americano europeo, japones y todo lo que se les ocurra) publicada en esta década (por lo menos de todo lo que yo lei), quien no me de la razon que se anime a mostrarme algo mejor, yo se lo voy a agradecer porsupuesto.
Por otro lado gran reseña.

Phantomas
Phantomas
Lector
1 marzo, 2009 21:54

Acabada la serie, me quedo con un sabor agridulce.

Para empezar, lo primero uqe me gustaría decir es que Planera ha tardado un mundo en publicar este último tomo, en una actitud muy negativa por su parte.

Por lo demás, la serie me ha gustado y me ha mantenido atento a ella durante 5 años, que se dice pronto, a pesar de los altibajos que todos reconocemos…

Hay puntos que se podrían haber tratado mejor, como la distopia del mundo sin hombres, o algunos aspectos de este tomo que me resultan un poco insatisfactorios.

Personalmente, la resolución de la trama de la plaga en el tomo anterior no me disgusta en esa variedad de alternativas (yo también me quedo con la del padre de la doctora Mann), pero la conclusión de la historia de (des)amor entre Yorik y Beth me parece pobremente trabajada… Sí es cierto que se veía desde números anteriores como crecía la chispa entre 355 y Yorik, y que el final de esa relación es muy impactante y dramático, pero hay algo por medio que me chirria un poco. De igual modo, la conclusión de la misión de las israelies también me parece un poco simple.

Eso sí, como dice José, la serie se cierra con un número #60 de esos que marcan un hito, con un tono crepuscular aunque no derrotista, que pone los pelos de punta. Y en ese sentido, creo que emparenta la serie con mi comic favorito de todos los tiempos (Sandman), en tanto en cuanto ambos son la historia de una maduración, así como en el final trágico de los dos, por lo que aunque no acanza, para mi, el nivel de la obra por excelencia de Vertigo, si queda como un más que digno exponente de lo que personalmente espera de las obra publicadas en este sello.

Ricardo
Ricardo
Lector
2 marzo, 2009 0:53

plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas, plasplas….

A ese nº 60 y a la serie en general (y por supuesto a las reseñas de José).

Un saludo.

Ricardo.

Phantomas
Phantomas
Lector
2 marzo, 2009 10:24

Más o menos estamos de acuerdo, José, simplemente quería recalcar que a mi no me molesta que la historia real detras del comic sea la de maduración personal y emocional de Yorick, y no tanto la ciencia-ficción y desarrollo de ese mundo post-plaga (que habría estado genial que también lo hubiera tratado), sino que dado que al final la serie trata de eso, la resolución de la «trama central» (Yorick vs. Beth) me parece un poco floja, aunque lo salve con el golpe de efecto de la muerte de 355…

Y eso es hablando hasta el número #59, que ya puestos, en el epilogo también me resulto algo forzado la relación de Hero y Beth (posiblemente lo que menos me gustó de ese número)

Phantomas
Phantomas
Lector
2 marzo, 2009 10:25

En cuanto a lo de JulioAT… ¿de que siglo consideramos Planetary? 😉

Baynes
Baynes
2 marzo, 2009 10:57

Pues a mi no se me hizo un nudo en la garganta con lo de Ampersand, simplemente me heché a llorar… madre mia que mal rato, que expresivo es el j*dio mono!

Yo soy de los que prefieren haber seguido la historia de Yorick que no la de un mundo sin hombres, ya que si hubiera sido así he de suponer que hubiera sido una historia mucho más coral e impersonal, no creo que, por ejemplo, nos hubieramos acongojado con la muerte de ciertos personajes 😉

A parte de que me parecen más interesantes las historias personales que las de como podría un planeta sobrevivir a cierto cataclismo.

Gran artículo José. 

Grijaldo
Grijaldo
Lector
2 marzo, 2009 19:00

Pues estoy como la mayoria,que final tan amargo a la par que brillante,me ha encantado,pero de verdad que no me esperaba que fuese así,creo que los personajes merecian un final menos….como decirlo,tragico,pero quizá por eso me gusta tanto,en cualquier caso,para mí uno de los mejores comics que he leido en mi vida,una joya.

TigreHobbes
TigreHobbes
8 marzo, 2009 14:02

Gran reseña, como todas las que haces y que guardo junto a los comics.
No comparto lo de «conceptualmente engañoso», Vaughan no engaña a nadie, no creo que prometiera a nadie una interesante ucronía o una teoria sociológica. Su historia se ha centrado en los PERSONAJES desde el primer número y no en la CIENCIA FICCIÓN. Ahora bien, coincido contigo en que me hubiera encantado de haber sido así, pero no me parece justo para con la obra juzgarla por algo que, al menos a mi me parece, no pretende ser. Hay que juzgar las cosas por lo que son, no por lo que nos gustaria que hubieran sido. O algo asi.
El final contribuye a que la percepción general de la obra suba enteros… pero es justo, es tan BELLO.

Yo no encuentro otro final que le iguale, Sandman seguramente. Eso tiene merito.

Nunca más los monos me parecerán divertidos!

#24
#24
23 marzo, 2009 13:59

¿Por qué en la última página de la edición española se lee FIN y en la original (que se ve  en la reseña) ALAS?

kei
kei
23 marzo, 2009 15:49

Y una preguntica sobre el final. En el tomo 53 o 54, si mal no recuerdo, se veía el entierro de la madre de Yorick, y uno de los asistentes veía ratas en un cubo de basura, las cuales se habían extinto hace tiempo ante la ausencia de machos.
El número 60 de la colección revela que la plaga fue vencida gracias a la investigación de la doctora Mann… ¿cómo entonces volvieron a aparecer las ratas?

Gracias!

tryphio
Autor
24 marzo, 2009 11:53

Fantástica obra. Me queda el sabor agridulce de cuando acaba una gran historia. Ciero es que no es perfecta, pero ha sabido transmitir unas emociones… supuse que a 355/Peace (¿Creeis que ese es su nombre?) no le esperaba un buen final, pero cuando sucedió… aún tengo una sensación de lo más amarga. Al final Yorick se queda sin amor, y esto sí que me parece cruel. ¿El final esperanzador? Yo no lo veo así (que alguien me lo explique). Hero y Beth juntas… de verdad, para ser el último hombre de la tierra, qué destino más cabrón!!! Cincido con Kei en lo de las ratas (¿Cómo es posible?) Alguno de vosotros sois una de las dos personas que ,como dicen los guionistas, habeis descubierto en una viñeta la causa de la plaga? La compartís con el resto? jejeje Porqué dicen que el padre de Yorick y Hero, el profesor Brown, tiene un peso específico en el último número? Espero que sigamos comentando largo tiempo sobre mi comic preferido.

x-ternon
26 marzo, 2009 17:25

Algo tarde para comentar, pero hoy me he leído el último tomo, una gran serie sin duda, con varios momentos brillantes y algún momento no tan bueno pero creo que son los menos y lo achaco a algo comprensible en una serie de 60 números. Creo que sin ese último número la serie hubiera seguido siendo grande y desde luego prefiero el camino tomado de centrarse en los personajes, que es lo que hace que me involucre en cualquier historia, aún así no creo que pase tan de puntillas por las consecuencias de «su» mundo sin hombres de hecho el como lo trata me parece una aproximación muy realista a lo que podría suceder con los gobiernos, las religiones y en general como sería la necesaria reorganización social. Una lástima que su Ex-Machina esté un peldaño por debajo con algún momento bueno, y muchos mediocres, ral vez sea porque me da repelús el dibujo de Tony Harris, ojo, no digo que sea malo ni mucho menos, pero creo que simplemente es porque sus personajes no son carismáticos y ese punto medio entre drama político-municipal y acción superheróica realista no está bien conseguido.

alan
alan
17 julio, 2009 6:46

la verdad a mi la serie me encanto. el epilogo me parece una genialidad y lo unico qe pudo hacerme llorar

Aviso de Spoiler

( el momento d ela muerte del mono)

. toda la serie es buena.
ademas creo qe vieendolo desde otra perspectiva la obra en verdad no quiere montrar un mundo sin himbres sino el viaje personal de los personajes, un viaje de autodescubrimiento y cambios, dejando d elado la verdadera razond ela plaga( qe solo es la razo del viaje), la obra profundiza casa uno d elso personajes ( cosa q enos e ve en muchos comic).
la obra funciona como una tragedia, donde mescla las dos grandes tipos de tragedias, la tragedia griega, dond elos  hombres son solo jueguetes de los dioses quienes controlan sus destinos sin importar lo qe ellos hagan y la tragedia sheckspiriana, dodne las acciones d elos hombres forjan sus destino y depend ede ellos los finales. el comic en verdad nunca termina de definirse por una de las dos, eso e slo qe lo hace interesante, creer qe los personajes tiene el poder de cambiarse las cosas y en realidad son juegos divinos o culpa d ellos. el hecho de ser imparcial la hace exepcional.
en conclucion: la obra me encanto toda, ene special el ultimo numero, y creoq e el autor cumplio con su verdadero objetivo: encontrarle verdadero significado a ser el ultimo hombre de la tierra.

Hobbess
Hobbess
17 abril, 2011 18:54

Simplemente queria preguntar si el Lugar donde aparece la inscripcion de 355 en el tomo #60, el arbol, ya habia aparecido anteriormente en la serie, es que no lo focalizo en los tomos anteriores

DS
DS
Lector
17 abril, 2011 19:32

Hobbes:
No que yo recuerde, aparece más bien como lugar en el que Yorick podría haberla enterrado, o al menos un lugar que él consideraría como monumento fúnebre de la agente especial.  Asímismo, ese árbol, junto con el gesto que hace con los dedos 355 en la portada del número 59 son tomados como las pistas sobre el nombre de la mujer:

Aviso de Spoiler

Peace (Paz) – Sorprendente por lo paradójico

tenmakenzo
tenmakenzo
Lector
1 mayo, 2015 19:24

Llego tarde de fecha? creo que el que una persona se ponga a indagar en foros durante años atrás para ver opiniones y criticas, buscar respuestas y compartir sensaciones solo lo puede conseguir una gran serie.

Acabo de terminarla hoy y estoy noqueado, es un final muy digno y feliz el que recibe ampersand y por ello no me parece más triste y descuadrado que el de Paz, aún no entiendo por qué esa crueldad por parte de Brian hacia el lector.

y quiero soltar unas preguntas a ver si un alma furtiva me ayuda.

grandisima serie y me alegra que exista gente que la arrope con tanto cariño.
A qué se refiere Yorick cuando le susurra lo sé… lo sé en el final de ampersand?
donde creéis que irá después de fugarse?
Por qué en la escena final de París solo se ven niñas y ningún niño?

Gracias!!!