Vigilante: historia de una incógnita

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Edición original: Vigilante # 1-6; DC Comics.
Guión: Bruce Jones.
Dibujo: Ben Oliver y Bruce Jones.
Formato: Tomo recopilatorio de 144 págs.
Precio: 11,95 €.

Algunos trabajos no son bonitos, ni divertidos, pero alguien tiene que hacerlos. Cuando Superman está en otro planeta, defendiendo a otras razas y gentes, ¿quién protege a los ciudadanos de a pié de las maldades del mundo?

En el Universo DC, ese papel recae sobre un hombre normal que, cansado de los agujeros legales, los fallos policiales y los intereses políticos y gubernamentales, decide enfundarse en un traje y perseguir, en algunos casos, hasta la muerte, a aquellos criminales que han burlado el sistema.

Vigilante toma su nombre del castellano, aunque su acepción en el inglés implica, no sólo una persona que vigila, sino también, una que se toma la justicia por su mano.

Antecedentes

La primera persona en adoptar el nombre de Vigilante fue Greg Saunders, que debutó en Action Comics #42 (noviembre de 1941). Surgido como otros tantos en su época, Greg se convirtió en Vigilante tras la muerte de su padre, asesinado por unos bandidos. Como un cowboy justiciero, formó parte de los Siete Soldados de la Victoria junto a Green Arrow, Speedy, Star-Spangled Kid, Stripesy, Crimsom Avenger y Shining Knight.

Greg Saunders


Saunders tuvo un compañero, Jimmy Leong, que adoptó el nombre Stuff, the Chinatown kid. Juntos combatieron el crimen en Nueva York, con historias más bien corrientes y de corte mundano.

Finalmente, en Los Siete Soldados de la Victoria de Grant Morrison, fue asesinado y convertido en fantasma tras reunir al nuevo grupo.

A pesar de haber sido el primer Vigilante, Saunders no consiguió ser nunca tan conocido como su sustituto, quien aún permanece en la mente de muchos lectores gracias, en parte, a que en sus guiones estuvieron escritores de la talla de Marv Wolfman, Paul Kupperberg o incluso Alan Moore. Su primera aparición fue en el New Titans Annual #2. De la mano de Marv Wolfman y George Pérez, Vigilante sufrió una considerable revisión, dejando de lado el look de cowboy por uno más acorde con los nuevos tiempos. Bajo la máscara se encontraba Adrian Chase, fiscal del distrito en Nueva York que, ante el asesinato de su familia y la consiguiente pérdida de confianza en el sistema de justicia, decidió acabar por sus propios medios con aquellas personas que no habían sido castigadas por la ley.

Adrian Chase


De esta manera, Chase se convirtió en uno de los primeros personajes amorales del comic. Desde sus primeros números, esta nueva versión de Vigilante usaba técnicas no letales contra sus enemigos; hasta que en el número 37, un policía murió como consecuencia de sus actos, lo que le llevó a una conducta mucho más violenta y destructiva. Esta espiral de violencia le llevó a agredir brutalmente a un ex-convicto que resultó ser inocente, lo que supuso un golpe psicológico para Adrian, que le obligó a abandonar el traje.

En más de una ocasión Adrian dejó de actuar como Vigilante, momento que era aprovechado por compañeros y conocidos suyos, que asumían dicha identidad (aun sin que éste lo supiera). El primero en sustituirle fue el juez Allan Wells, quien llevó una violencia extrema a las calles de Nueva York. En un intento por detenerle, Chase se enfrentó a él y lo mató, para más tarde descubrir que quien se ocultaba tras la máscara era su amigo. Este hecho aumentó aún más su sentimiento de culpa.

La segunda persona en vestir el traje de Vigilante fue el alguacil, Dave Winston. Negándose a matar a los criminales, Dave aprovechaba la reputación de Vigilante para cumplir sus objetivos. Durante el secuestro de un avión en el que viajaba el propio Chase, Winston fue asesinado por el secuestrador, un criminal que respondía al nombre de Pacificador. En un intento de obtener venganza, Adrian volvió a vestir el traje de Vigilante. Durante la pelea fue desenmascarado ante las cámaras de televisión.

Tras estos sucesos, la violencia que rodeaba la vida de Adrian siguió aumentando hasta que éste comenzó a mostrar síntomas de problemas mentales: ataques de violencia, paranoia y sentimiento de culpabilidad, que se entrometían con sus labores de “justiciero”, llegando incluso al punto de matar a los policías que se cruzaban en su camino.

Finalmente, en el número 50, Adrian Chase se suicidó.

La penúltima persona en vestir el traje de Vigilante fue Patricia Trayce; surgida en la serie regular Deathstroke El Exterminador, de mano de Marv Wolfman y George Pérez, en abril de 1992. En su identidad civil era policía, aunque como Vigilante recibió entrenamiento del propio Deathstroke. La relación entre ambos llegó hasta el punto de convertirse en amantes. Después Patricia comenzó a actuar por libre.

Patricia Trayce


Vigilante #1-6

Metrópolis ha sido siempre una ciudad de luz, en la que los bajos fondos pocas veces se desvelaban como tales, y en la que vive un superhéroe que representa, precisamente, todos los buenos valores. Sin embargo, como cualquier ciudad, posee un lado oscuro. Nada es tan bonito ni tan limpio como puede llegar a parecer. Hay crimen al más bajo nivel: bandas callejeras, prostitución, extorsión, violencia… pero, desgraciadamente, esto no se aplica solamente a los oscuros callejones, sino que en los despachos y pasillos de oficinas, gubernamentales o no, existe la maldad, aquella que anida en lo más profundo hombre.

En este contexto de criminalidad en todos los niveles se enmarca la miniserie Vigilante, escrita por Bruce Jones y dibujada por Ben Oliver en 2005. Jones es un estadounidense que comenzó escribiendo comics de terror y ciencia-ficción. Sus primeros trabajos para Marvel fueron como freelance, con obras como Ka-Zar o Conan el bárbaro. Para DC escribió, entre otras cosas, siete números de Nightwing, la serie Deadman (Vértigo), y algunas series limitadas como Man-bat y OMAC. Actualmente, y desde el número 25, es el sustituto de Greg Rucka en Checkmate. Ben Oliver, por su parte, es un dibujante formado en 2000 AD. Ha trabajado en Juez Dredd, The Authority, The Losers y Thunderbolts, entre otros.

La miniserie, mezcla de thriller y serie policiaca, nos presenta una Metrópolis como nunca antes la habíamos visto. Lejos de la luz y grandiosidad del Daily Planet, Jones y Oliver nos muestran una ciudad oscura y corrupta. Una ciudad en la que Superman no tiene cabida. Una ciudad comparable con Gotham, o quizás peor.

Recientemente publicado por Planeta, la miniserie consta de 6 números que suponen la presentación de este nuevo Vigilante. Sin ningún extra, a excepción de las portadas originales y una introducción, tenemos una edición correcta y bien cuidada.

Argumento

Recientemente, diversos criminales han sido asesinados en Metrópolis. El modus operandi no es siempre el mismo, pero la brutalidad y violencia, así como una “V” hallada en el lugar del crimen, hacen que los detectives busquen consejo en la psiquiatra de la policía. A partir de ahí vemos cómo las vidas de distintos personajes se van cruzando, entrelazando y ligando a la misma pregunta: ¿quién es Vigilante? Ni siquiera él mismo lo sabe, y por eso recurre a la ayuda de un psiquiatra, para intentar descubrir su identidad.

Según avanza la trama, vemos cómo ésta se complica con la incorporación de dos nuevos personajes, uno de ellos estrechamente relacionado con la identidad y origen de Vigilante.

Personajes

Lansky: fotógrafo del Daily Planet, lo que verdaderamente quiere es llegar algún día a ser policía, por eso se involucra tanto en los casos, aportando ideas, hablando con testigos e intentando descubrir, antes que nadie, qué ha ocurrido. Emplea siempre una antigua cámara de fotos. La prefiere a las nuevas por todo lo que implican: sonido, olor y cuarto de revelado. Jones creó este personaje para diferenciar el mundo de Vigilante del de Superman; ya que, aunque residen en la misma ciudad, viven en mundos muy distintos.

Ry Sovereign: detective de la Policía de Nueva York, es el principal agente encargado de capturar a Vigilante y detener la ola de asesinatos que éste ha emprendido. Además, está totalmente enamorado de la psicóloga del departamento, Rene Carpenter. A nivel profesional, podría decirse que es el clásico poli malo. No le importa saltarse algunas reglas si con eso va a detener al asesino, y de paso conseguir un ambicionado ascenso. Un personaje importante dentro de la historia, tanto por su papel como agente del orden como por la relación sentimental que mantuvo con la Doctora Carpenter.

Benny Sholin: detective de la Policía de Nueva York y compañero de Ry, siente debilidad por los donuts. En cierta manera sigue las órdenes de su compañero y hace lo que éste le dice, aunque no esté del todo de acuerdo con los métodos. Su presencia es más bien de apoyo al Detective Soverign, que es quien carga con el peso.

Rene Carpenter: psicóloga de la policía que entabla una relación sentimental con el también psiquiatra Justin Powell. Buena conocedora de la mente humana, la Doctora Carpenter sabe cómo manejar una situación delicada y salir airosa de ella. Inteligente y seductora, la jóven psiquiatra pondrá en algún compromiso al Doctor Powell, especialmente por la relación que mantuviera con Ry Sovereign. Usará sus contactos para saltarse la ley un par de veces, con lo que intentará ayudar a Justin Powell y desvelar la identidad de Vigilante.

Justin Powell: psicólogo que ayudará a la policía en su investigación, ya que algunos de los asesinados por Vigilante eran pacientes suyos. El propio justiciero será uno de sus pacientes. Comparte despacho con Jules August y su secretaria, Lolly, es quien más vela por él (al menos, dentro de la oficina). Intentará minimizar las ansias asesinas de Vigilante, con el fin de «usar esas muertes de manera controlada». Verá cómo su relación con la Doctora Carpenter es más complicada de lo que cabría esperar, llegando a suponerle algún que otro problema físico, incluyendo pesadillas no muy agradables (al más puro estilo El Padrino).

Edward Culkins: asesino en masa y pedófilo que al salir de la carcel se convierte en objetivo de Vigilante. Tiene mucho que decir sobre quién es en realidad este enmascarado. Fue acusado y encarcelado por el asesinato de seis menores en un campamento de scouts a las afueras de Nueva York. Dada su enorme inteligencia, se las apañó durante su estancia en la cárcel para sobrevivir, aunque para ello tuviera que hacer algún que otro sacrificio. Estará especialmente vigilado por la policía, y más concretamente por los detectives Sovereign y Sholin. Aún y todo, este personaje dispone de más de un recurso, y sabe apañárselas muy bien por su cuenta, sin necesidad de contar con nadie.

Killer Kort: ex-marine y asesino de policías, que hará las veces de guardaespladas de Culkins. Dentro de la prisión se convirtió en el protector de Edward a cambio de ciertos «favores». También fue liberado recientemente. Es una máquina de matar, sádica y brutal que rara vez se detiene. Temido por los policías, este violento personaje intentará acabar con la mayor contundencia posible con la vida de Vigilante, sin importarle las posibles consecuencias de sus actos, ni los daños colaterales que pueda llegar a causar. Es, sin duda, el mayor problema físico al que el enmascarado deberá enfrentarse.

Vigilante: su identidad es un misterio, incluso para él mismo. Diestro en el combate cuerpo a cuerpo, es además muy cauto e inteligente, lo que le permite ir siempre unos cuantos pasos por delante de los criminales a los que piensa castigar, así como de la propia policía. Aunque la historia trata sobre él, no es un personaje que se deje ver constantemente, aunque su sombra e influencia sí que estará presente a lo largo de todo el cómic. En su papel como Vigilante, esta a la altura de las anteriores encarnaciones; siendo, como ellos, extremadamente violento en algunos momentos.

Aspectos técnicos y valoración personal

Jones y Oliver forman en esta miniserie un gran equipo. El estilo de Oliver encaja a la perfección con el guión oscuro de Jones, siendo uno el complemento de otro, y dando una gran sensación de unidad.

Algunas de las características del dibujo de Oliver son esenciales para crear esa sensación. Mediante la disposición de las viñetas, que no siempre están correctamente enmarcadas unas al lado de otras, sino que se superponen ligeramente, giran o inclinan, el dibujante dota al conjunto de una sensación de movimiento, de tensión y de acción muy bien conseguidos. Otra de las características importantes, es que en múltiples ocasiones, los personajes se nos presentan sin rostro; sabes quién es, pero no del todo (sabes que no conoces realmente al personaje). Ambos hechos contribuyen a generar misterio e incertidumbre. Todo es posible aquí, cualquiera puede desvelarse como lo que, a priori, no es; mientras el ritmo de la acción sigue su curso, llegando por momentos a niveles de supense tan bien conseguidos que parece que estás ante gran película de cine negro. Por supuesto, a esto también contribuye el juego de sombras, más que de luces, ya que éstas últimas son escasas. Penumbra, inseguridad y expectación en algunos momentos, hacen de este tomo una lectura realmente interesante.


Si algo hace peculiar a este comic es su planteamiento, ya que prácticamente hasta el final no conoces la verdadera identidad de Vigilante. Podría ser cualquiera, y para mantener la expectación, Jones nos va ofreciendo pequeñas pinceladas de todos los personajes, haciendo que algunos destaquen más que otros, pero nunca en exceso. En palabras del propio Jones: «Gran parte del argumento se basa en pistas que se presentan desde el primer número. […] Cada número cuenta, añadiendo otra pieza más del puzzle al conjunto» Personalmente creo que no es muy difícil averiguar quién es, lo cual aportó un mayor interés a la lectura, especialmente en el momento previo a que su identidad sea desvelada.

Algunos de los elementos en los que se basa Jones para crear su historia son, por un lado el cine negro de entre 1945 y 1955, aquí se ve claro mediante los claroscuros que envuelven a los personajes, dotándoles de personalidad, así como el propio género en sí. Por otra parte, es clara la influencia de Freud, el subconsciente y los recuerdos reprimidos, que son lo que dan forma a toda la historia. Como puede verse, «No hay nada gratuito aquí«. Según su escritor, es una historia «dirigida a un público al que le gustan las historias con distintos niveles y los thrillers psicológicos enlazados con la acción […] Tarde o temprano es una historia que se te mete bajo la piel«.

Inicialmente, Jones tenía la idea de continuar, a partir de esta miniserie, con la serie regular. «La miniserie tiene un caracter de resolución, no de algo definitivo«. De hecho, situarlo en Metrópolis servía para colocarlo dentro del Universo DC; todo en función de la idea de una serie regular (en la que tenía pensado incluir a Superman).


En más de una ocasión, y más en referencia a los antiguos Vigilantes, el personaje se ha comparado tanto con Punisher como con El Ejecutor de Don Pendleton. A este respecto, Jones asegura que, aunque recuerda las obras de Pendleton con nostalgia, su Vigilante no puede catalogarse como un asesino en serie, y su marco de actuación no sólo se limita a las calles.

En definitiva, es un cómic muy agradable de leer, que engancha y que lleva muy bien la trama. Los diálogos son buenos, ágiles y los personajes creíbles, aunque es difícil identificarte con alguno de ellos; quizás porque no sólo el dibujo los mantiene a cierta distancia (mediante el recurso de ocultarles el rostro), sino que la historia en sí te presenta pocos detalles sobre ellos. Pero claro, eso es parte de la gracia de la miniserie: 144 páginas que podrían resumirse como “¿quién es quién?”.

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brody
brody
Lector
18 junio, 2008 17:30

Recuerdo con nostalgia la etapa publicada por Zinco, era eso, entretenida. De todas formas, esta mini no me llama mucho. Espero mas opiniones!!!

Uruloki
18 junio, 2008 18:00

Todavía tengo por casa ese número 50 del suicidio de Chase…

Sergio Robla
Autor
18 junio, 2008 18:02

Brody, atento al año que viene para reediciones.

Miguel, un artículo estupendo, da gusto leer un artículo con tanto trabajo detrás. La miniserie me gustó mucho, me pareció una buena forma de actualizar el personaje, y me extrañó que no se aprovechase para más. Ahora que ha vuelto a aparecer en Gotham se quedará, a ver si está a la altura de su legado.

Prometeo
Prometeo
Lector
18 junio, 2008 18:02

La leí y me encantó,es una muy buena miniserie, tan buena que hubiera estado buenísimo el que tuviera una serie regular, o al menos, un par de miniseries más-

Muy recomendable, se sale de la media típica de superhéroes, mucho clima, todo muy bien construido, muy cuidado, y aunque sospeches de la identidad del Vigilante, cuando te lo muestran es impactante-

Jones construye un personaje que si bien es un jodido, muy jodido, te cae simpático y quieres que se salga con la suya.

En lo gráfico también es muy recomendable, muy buenos los climas que logra crear Oliver-

Espero que te haya convencido!

Saludos!

José Torralba
18 junio, 2008 18:19

Felicidades Miguel ¡pedazo de artículo! Cada vez te documentas mejor, maquetas mejor y escribes mejor (si es que es posible). A este paso nos dejas a todos en el paro y te quedas la web a solas con Morán y Sergio.

El Killer
El Killer
Lector
18 junio, 2008 18:39

Me gustaba la pinta del primer Vigilante, nose porque no me parecia ridicula, creo que le daba notoriedad al personaje…

Toni Boix
18 junio, 2008 18:51

Pues me sumo a las felicitaciones. Es de agradecer que emprendas los artículos con tanta ambición. Por mi parte, yo que no pensaba hacerme con este cómic, creo que cambiaré de idea 😀

afl
afl
18 junio, 2008 22:31

excelente articulo, la verdad a mi el planteamiento se me hace novedoso.. tal vez no espectacular pero si atractivo para leer por un buen rato. por otro lado, el que sea una serie limitada, pues le da un cierto valor agregado al comic, por que lo hece un comic de autentica coleccion.

Jorge
Jorge
Lector
16 junio, 2011 18:12

Una pena que esta miniserie no llegase a más y una grandísima pena que no reediten los números de el/los antiguo/s Vigilante/s (Adrian Chase y compañía) en un volumen o dos. Sería genial, pero parece que no va a suceder.
En cualquier caso, esta miniserie tiene bastante calidad. La recomiendo.
Por cierto, en el 2009 salió una nueva serie de Vigilante, por Marv Wolfman, pero no se ha editado en español.