Deja que suene el vinilo
«¿Te la imaginas matando a alguien mientras nos lleva puestos?»
Los cómics pueden satisfacer las necesidades culturales de cualquier persona que se quiera acercar a ellos. Te pueden hacer reír, llorar, sentir tensión, miedo, asco, te pueden hacer pensar o incluso dar conocimientos. Plástico Vinilo tiene un poco de todo esto. Bueno, lo de pensar no mucho, pero dudo que esa sea la intención de los autores.
Venga sí, he copiado el primer párrafo de la reseña de Plástico, pero lo he hecho por un motivo, Doug Wagner y Daniel Hillyard lo han vuelto a hacer, solo que esta vez a lo grande. Recapitulemos.
Wagner es un guionista que ha realizado trabajos para DC o Dynamite, encargándose de pequeños escritos para personajes como Batman o Red Sonja, pero ya venía haciendo diversas historias de creación propia que veían la luz en Image, al igual que Vinilo, mediante la editorial 12 Gauge que ha dejado de publicar por su cuenta desde hace un tiempo para introducirse en la gran I. Hillyard tiene trabajos más contados, la mayoría precisamente en 12 Gauge. Ambos se juntan en The Ride, pero explotan en Plástico. A saber, aquella miniserie en la que raptaban a la novia de un hombre, solo que la novia era una muñeca hinchable y el hombre un asesino en serie.
Si Plástico era una macarrada capaz de darnos grandes momentos, Vinilo es todo eso y más.
La historia parte de una reunión en un lugar público entre el agente del FBI, Dennis, y el supuesto asesino en serie, Walter, donde el primero tiene la intención de hacer confesar al segundo sus crímenes. Una mujer y su séquito, vestidos de blanco, entran en escena para llevarse, bajo amenaza al agente, pero ¿Qué significa eso para Walter? ¿Ya no podrá seguir su juego del gato y el ratón? Como buen demente, culto eso sí, Walter se embarca en la misión de salvar a su perseguidor. ¿Os imagináis a Hannibal Lecter teniendo que rescatar a Clarice Starling del poblado de Midsommar pero lleno de mercenarios? Pues algo así.
Vamos a partir de la base de que estamos ante una historia que es independiente pero que guarda muchos puntos en común con la anterior. No es necesario, aunque siempre recomendable a quien guste de estas temáticas, leer Plástico para disfrutar de Vinilo. Aunque si se lee Vinilo primero quizás alguien se lleve un pequeño spoiler, pues Doug Wagner y Daniel Hillyard han creado un universo, muy turbio todo sea dicho, en el que los asesinos de una serie y la otra se conocen, de tal manera que Walter hace una referencia a Edwyn y Virginia, protagonistas del anterior tomo. Pero también es cierto que todo se queda en eso, en una simple línea de diálogo.
Vinilo toma un poco de los relatos policiacos sobre secuestros y algo de las historias sobre mercenarios militares que se deben infiltrar en una misión de recuperación, solo que los secuestradores son una secta del fin del mundo adoradores de los girasoles y los héroes una panda de retorcidos asesinos en serie, porque sí, Walter pide ayuda a sus amigos y estos no dudan en echarle una mano. En cierta medida la historia es un relato simple y sencillo, es rápido y va al grano, pero, al igual que ocurría en Plástico, resulta de una gran originalidad gracias a todos esos añadidos extra que la convierten en una absoluta locura llena de un humor algo negro.
Los personajes son una absoluta delicia. Tenemos cuatro asesinos más que cumplen varios arquetipos, a los que se dedica las páginas justas para que no los juzguemos demasiado pero estando bien desarrollados. No hay sobre-explicaciones, siempre se agradece que no tomen a los lectores por tontos, y se consigue que entendamos su personalidad así como su bestialidad. ¿Y porqué todo ello nos da un punto de ternura? Quizás ese sea el mayor mérito de Vinilo, conseguir conjugar a los personajes de esta manera, aún con su sadismo y sus locuras, pero obteniendo un resultado dulce, empático. Es extraño, nos pone constantemente de parte de asesinos en serie y no solo por su humor como lo hacía Plástico, siempre señalando que no hay buenos, son todos malos, adiós a los grises morales, pero es cierto que usa un truco muy manido para ello. Esta es la gran pega que se le puede poner a la serie, la motivación de la villana es algo floja, no está muy trabajada y todos esos tópicos que vemos en la obra aquí no consiguen la fuerza necesaria.
Otro punto que llama la atención es el juego que hacen con los tiempos. No es una historia que vaya en línea recta, los flashbacks son constantes. Al más puro estilo de las películas de robos, Vinilo va hacia atrás cada vez que presenta a un nuevo personaje para mostrar cómo el líder, Walter, los consigue reclutar para su misión. Se abusa del recurso ya que se hace una vez en cada número intermedio, pero funciona a las mil maravillas. Este ejercicio narrativo puede resultar algo confuso, en el buen sentido, pues Hillyard corta la acción en momentos clave para ofrecer esas pildoritas más pausadas, que es donde realmente se deja volar a los personajes. Tanto a nivel narrativo como de estilo se ve una mejoría en el trabajo del dibujante, más fondo y más expresividad hacen que el apartado gráfico gane. Pero lo que sí supone un cambio fuerte con respecto al anterior tomo es el color, pues Laura Martin optaba por tonos más apagados mientras que aquí toma el relevo el multi-premiado Dave Stewart le da mucho más brillo, más vida. Queda igual de bien pues son historias diferentes, el blanco de la secta, los girasoles, la sangre… Hay más predominancia de colores que contrastan mucho entre ellos, por lo que el cambio es más que bienvenido.
Básicamente Vinilo es otra buena macarrada de los mismos autores. Si te gustan los cómics sangrientos, llenos de locuras y algo de humor negro, o si ya te gustó Plástico, este tomo satisfará por completo tu yo oscuro. Por mi parte estoy deseando que Norma traiga el siguiente, Plush, que justo ha finalizado estos días en los USA.
Lo mejor
• Las risas. Evidentemente lo mejor es lo mucho que te ríes con algo tan loco como Vinilo.
• Y aún siendo la sangre y la violencia lo que plaga sus páginas, consigue unos momentos de ternura que son impensables.
• Doug Wagner y Daniel Hillyard se establecen como una pareja a tener en cuenta.
Lo peor
• Evidentemente si buscas un cómic trascendental, o la casquería no es lo tuyo, mejor ponte otro vinilo.
Guión - 8.4
Dibujo - 8
Interés - 8.4
8.3
Record!
Si te van las historias locas, con asesinos y mucha sangre Vinilo cumple con todo ello sobradamente.