No seré yo quien os descubra a estas alturas a Víctor Santos, autor por el que no somos pocos los que sentimos auténtica devoción desde que bajo el paraguas de 7 monos nos maravillara con Los reyes elfos, una deudor de las grandes epopeyas fantásticas tomando como punto de partida la mitología nórdica y que recientemente reeditó Dolmen Editorial en un fantástico volumen integral. Suyas también son obras como Pulp Heroes, Rashomon o Intachable por citar algunas de las que ha realizado para nuestro mercado. Poco a poco se va haciendo un nombre también en el mercado americano donde ha colaborado junto a Mike Oeming en la magnífica Mice Templar o formando tándem creativo nada más y nada menos que con Brian Azzarello en el título Filthy Rich para el sello Vertigo. Con cada nuevo trabajo Víctor se supera así mismo, siendo su trazo plenamente reconocible es cierto que en cada nuevo proyecto incorpora nuevas herramientas narrativas con las que sorprender al lector y hacer aún mejor su trabajo si cabe. Se podría decir que uno de sus puntos de inflexión fue Polar, el webcomic que publicó Dark Horse en Estados Unidos y que nos llegó a España de la mano de Norma Editorial, tres volúmenes con las que el autor valenciano daba una nueva vuelta de tuerca al género negro.
De entre sus últimos trabajos me gustaría destacar Violent Love, una maxiserie de diez entregas publicada por Image Comics en la que colabora de nuevo con el guionista Frank J. Barbiere con quien ya realizó Black Market para Boom! Studios, y en la que juntos construyen un emocionante relato de serie negra ambientado en la década de los setenta y ochenta aunque con ecos en el presente, una historia de múltiples capas con la que a base de pequeños cliffhangers define a la perfección a unos personajes multidimensionales así como sus motivaciones. Víctor consigue de nuevo sorprendernos, sabemos de su soberbia narrativa, pero en este proyecto está a un nivel muy superior de lo visto hasta la fecha arriesgando con composiciones de página propias de los grandes maestros del cómic, con recursos gráficos espectaculares que en vez de primar el lucimiento del autor quedan al servicio de la historia que nos cuenta haciendo aún más si cabe que la escena quede grabada en nuestras retinas. El color juega un papel capital en la historia, Víctor hace gala de una exquisitez envidiable a la hora de escoger una paleta u otra de colores en función de la situación para enfatizar lo que nos cuenta.
Violent Love es un proyecto brillante y no sólo por el trabajo de Víctor sino porque junto a él tenemos a Frank Barbiere, un guionista del que tan sólo había leído una breve incursión en Vengadores Mundiales durante la etapa de Jonathan Hickman al frente de la franquicia pero que al contrario de con este trabajo no había conseguido captar mi atención. Creo que con Violent Love se doctora con una historia que engancha al lector desde la primera página gracias a unos diálogos magistralmente escritos y un desarrollo envidiable de los personajes que se mueven en el gris, los hay malos, peores y aquellos que simplemente se comportan de esa forma porque se han visto arrastrado a ello, y la virtud de Barbiere es que cada uno de los personajes tenga su propia voz destacando por encima de todos la protagonista, Daisy Jane, una joven adolescente que tuvo que crecer a pasos agigantados en un mundo violento. La durísima trama argumental se apoya en su mayoría en la figura de Daisy, sus motivaciones y la forja de su carácter hasta convertirla en alguien con el que no cuesta empatizar, los diálogos son serios, no hay espacio para el humor, y apenas queda algo para el amor, ¿interesado? Con lo que si deja al lector es de estar leyendo una historia magníficamente estudiada como para dejar al lector con el corazón en el puño en no pocas ocasiones.
Quedan pocas páginas para concluir esta primera (¿y única?) maxiserie, y el cliffhanger con el que concluye este primer volumen es de esos que te deja hundido en el sofá orejero de lecturas comiqueras con lo que las emociones están servidas para el segundo y último volumen.
Esta nueva Image Comics que no deja de sorprendernos con proyectos sobresalientes le ha sentado de maravilla a Victor Santos, ahora sólo resta esperar que las ventas hayan sido lo suficiente buenas al otro lado del charco como para que tengamos más colaboraciones de Barbiere y Santos sea en el marco de Violent Love o en otros proyectos, juntos parecen haber sacado lo mejor del otro y quién sabe si no estaremos ante el nacimiento de un interesantísimo tándem creativo del estilo de Brubaker y Phillips.
Ni que decir tiene que recomiendo encarecidamente este proyecto, tanto para los amantes del género negro como para los seguidores del autor valenciano, tanto unos como otros quedarán satisfechos con esta soberbia historia.
Valoración - 8.5
8.5
Magistral
Magistral es quedarse corto a la hora de definir Violent Love, el nuevo trabajo de Víctor Santos y Frank J. Barbiere.
El otro dia estuve a punto de comprarlo… y al final me fui a por otro cómic. Con lo que me gusta a mí el trabajo de Víctor, caerá seguro. Black Market pintaba genial, me quedé con ganas de leerlo
Coincido bastante, me han encantado la composición de las páginas y los colores, aparte de la historia. Ya me estoy pillando el segundo volumen en inglés, que me puede el ansia.