UNA VUELTA A LA GRANDEZA PARA NATASHA
«Parecía tan feliz, Buck. Como… Es ella. Pero es muy feliz. Vive en un sueño perfecto. Sinceramente, no sé si esto es algo de lo que deberíamos rescatarla.»
Desde que debutó en 1964 en las páginas de Tales of Suspense #52 como una espía rusa que se enfrentaba nada más y nada menos que a Iron Man ha sufrido una suerte desigual a nivel editorial. Compartió cabecera junto a Daredevil en la década de los setenta, formó parte de Los Campeones también en la década de los setenta y gozó de protagonismo en Los Vengadores llegando incluso a asumir el rol de líder del grupo a finales de los noventa. En cambio, a título individual ha contado con varias series limitadas algunas de una calidad más que notable con autores de la talla de Ralph Macchio, George Perez, Paul Gulacy, Greg Rucka, J.G. Jones, Richard K. Morgan, Bill Sienkiewicz, Mark Waid y Chris Samnee pero ninguno de estos proyectos o equipos creativos ha terminado de asentarse dándole la regularidad que un personaje como Natasha se merece. Para colmo, en su mayoría han optado por centrar sus historias en escarbar en su oscuro pasado relacionado con La Sala Roja en vez de mirar hacia adelante. Duele ver la numeración Legacy del personaje y ver que esta nueva etapa a cargo de Kelly Thompson y Elena Casagrande arranque con el número 41 de dicha numeración histórica.
Este primer arco argumental con el que debutan lleva por título Los lazos que unen y sorprende pues precisamente por su idiosincrasia de espía precisamente Natasha no ha sido muy dada a estrechar lazos con otros héroes, sí tuvo en el pasado relaciones sentimentales con Tony Stark, Matt Murdock, Clint Barton y recientemente con Bucky Barnes o el que fue su primer marido Alexei Shostakov, quizás por ello sorprende el valiente planteamiento de Kelly Thompson quien ya manifestó que no tenía interés en seguir buceando en su pasado y si explorar quién es realmente Nastasha a día de hoy, para ello construye una interesante historia de espías y conspiración que ubicará a nuestra protagonista viviendo una idílica vida, con un marido perfecto y un hijo precioso, además de un interesante trabajo como arquitecta y un status social que se ve reflejado en las comodidades con las que viven. Pero, si Natasha desapareció hace escasas semanas, ¿Cómo aparece ahora con esta nueva vida y con un hijo de año y pico? A esta pregunta tratarán de darle respuesta sus amigos Clint Barton y Bucky Barnes quienes dudarán si tratar de sacarla de dicha teórica farsa ahora que por fin parece haber alcanzado la felicidad.
Nada es lo que parece, todo tiene una explicación y Kelly Thompson juega con el lector desvelándose poco a poco detalles de este plan perverso y con unas consecuencias imprevisibles para Natasha, su marido James y su hijo Steve. Más allá de la tensión que guionista y dibujante consiguen con el desarrollo de la trama perfectamente ejecutado gráficamente, hay un par de escenas que consiguen por su impacto dejar boquiabierto al lector y sufrir por Natasha como si estuviésemos en su misma piel.
El guion de Kelly Thompson es de una calidad incuestionable y pone al personaje en una situación lo suficientemente novedosa como para estar atentos a sus planes. La trama está ejecutada al milímetro conjugando momentos de calma con varios cliffhangers que descolocan al lector, el final de este primer arco argumental repleto de acción con una Natasha y amigos totalmente desencadenados consigue que se dispare la adrenalina y una sensación de dolor y calma al llegar a su conclusión. Si el guion de Kelly Thompson es perfecto en su ejecución la elección de la dibujante Elena Casagrande no podía ser más acertada, espectacular en las escenas de acción y con varios splash-page que aprovecha para mostrar a Natasha en movimiento que consigue con ellos que te detengas a deleitar cada uno de los detalles, uno de sus puntos fuertes es sin lugar a dudas la expresividad, la vida que consigue insuflar a los personajes haciéndolos reconocibles en todo momento y consiguiendo transmitir en todo momento el estado de ánimo por el que están pasando. Los episodios cuatro y cinco del presente volumen están dibujados por Carlos Gómez y Rafael de la torre en sustitución de Elena Casagrande, su estilo de dibujo es de corte similar al de Elena con lo que impera una homogeneidad de estilos, y aunque bajo mi humilde punto de vista Elena tiene una mayor calidad lo cierto es que Rafael de la torre y especialmente Carlos Gómez han dejado no solo muy buenas sensaciones sino unos backups más que adecuados para la artista regular de la serie.
Hay que hacer una mención especial al portadista escogido para esta serie pues es ni más ni menos que Adam Hughes, uno de los mejores portadistas de la industria que se quita el estigma de portadista ‘sexy’ para regalarnos unas composiciones brillantes en todas ellas.
El arranque de esta nueva etapa es mucho más que prometedor, es el tipo de proyecto que los fans de la Viuda Negra tanto reclamamos, esperemos que no solo consiga asentarse como equipo creativo sino que además las ventas acompañen lo suficiente como aprovechando el filón del próximo estreno de la película con Scarlett Johansson como protagonista le termine de dar el empujón necesario como para que al menos los focos se pongan sobre el trabajo de Kelly Thompson y Elena Casagrande, se merecen esto y mucho más.
Lo mejor
• La valentía con la que Kelly Thompson afronta la historia y lo bien que le sale la apuesta.
• El maravilloso dibujo de Elena Casagrande.
• Volver a disfrutar un nuevo proyecto de Viuda Negra que ojalá se consolide.
Lo peor
• Tan solo el hecho de que se haya tenido que recurrir a otros autores para los números 4 y 5 aunque no desentonan con el trabajo de Elena.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Vibrante
Espectacular debut de la nueva serie regular de Viuda Negra a cargo de Kelly Thompson y Elena Casagrande.
El único pero que le pongo yo es que, con la de portadas y portadas variantes chulas que tiene la serie, han elegido la más fea para el tomo. Un saludo.
Un buen comienzo para la nueva serie de la Viuda Negra.
La historia quizá no es la más original, pero al menos no da la enésima vuelta al pasado de la sala roja y el dibujo es sensacional.