Escalar una montaña; nadar por el fondo oceánico; vivir aventuras de otros mundos. Y todo sin salir de tu salón. Eso es lo que ofrece la realidad virtual, lo que muchos creen ya que será la panacea universal en el mundo gamer de aquí a no muchos años. De hecho, los dispositivos ya están listos, los primeros juegos comienzan a desvelar sus claves y NVIDIA se pone a punto para soportar todo este nuevo mundo de posibilidades digitales: Zona Negativa asistió esta semana al
El futuro de los videojuegos busca absorberte.
El evento se lleva a cabo en secreto, o eso parece. Una entrada sin grandes alardes, sin ambages, pero cuando entramos al edificio, situado en algún lugar en Atocha, enseguida comprobamos que allí algo se cuece. Los pósters y logos de NVIDIA no se hacen de rogar y a la poca prensa convocada nos entregan una bolsa con productos de la marca. «Queremos que sea algo calmado, exclusivo, que podáis probarlo con calma y sin agobios» nos dice el enlace de prensa de NVIDIA España. Dispuestos frente a unos sillones, los modelos de Oculus Rift ya están preparados para que los probemos. Cada ordenador, rodeado de pegatinas de la marca y funcionando con tarjetas NVIDIA de 970 en adelante, está conectado a una escueta pantalla. En el futuro, ya no serán necesarias las pantallas. Me ponen un mando de XBOX ONE en las manos y me invitan a colocarme los cascos y las gafas. «Esta es la versión de Oculus que ya se puede adquirir», me dicen. «Al módico precio de 700 euros» pienso yo. Más gastos de envío. De momento, Oculus no tiene distribuidor en España. Sin embargo, al empezar a jugar, el rastro de escepticismo desaparece.
Probamos primero el
Tras el primer contacto, toca el turno a
Sobrecogedor.
Otros juegos merecen mención: como el también en tercera persona,
Nos hacen pasar a otra sola, donde las cámaras para el HTC Vive ya están dispuestas. Una sala oscura que parece sacada de una novela de ciencia ficción. Nos colocan las gafas y nos hablan de Everest, una experiencia de realidad virtual que nos llevará a escalar el Everest. Sentir lo que un alpinista sentiría, contemplar la cumbre de las montañas como nunca antes; escalar, correr, sortear obstáculos… una experiencia ante todo realista, llena de detalles. Sumado a esto, la asombroso tecnología de HTC Vive, que nos da la oportunidad de movernos en un cuadro virtual que recrea nuestro movimiento en la pantalla. Sin más mandos que dos joysticks, uno en cada mano, que sirven tan solo para agarrar cosas, como si fueran nuestros dedos dentro del juego. Mientras recorremos el Everest dando cuidadosos pasos y contemplando las grutas, los peligrosos abismos y las formaciones naturales más asombrosas que hemos visto nunca, pensamos en el futuro de esta tecnología. El problema de tener que disponer de toda una habitación para colocar las cámaras, de tener cuidado para mantenernos dentro del cuadrado virtual…¿Volverán los salones recreativos? ¿Será ese el futuro? ¿Enormes naves industriales habilitadas para las más increíbles aventuras VR donde pagar por una hora de diversión como pocas veces hemos experimentado?
Puede ser.
Salimos de esa especie de reunión secreta teniendo un par de cosas claras: la realidad virtual, mola. Oculus Rift y HTC Vive son realmente increíbles. Y NVIDIA sabe lo que se hace: se ha adaptado a esta nueva tecnología para ofrecer una experiencia que todos podremos llevarnos a casa. Las nuevas tarjetas gráficas parecen hacer realidad lo imposible: traer los juegos a tu mente. ¿Se acabaron las pantallas, los monitores? ¿Jugaremos usando nuestro cuerpo como único mando?
Parece una realidad cada vez más posible.
video montaje: Miguel de Andrés