Regreso al futuro
«Estaremos felices de localizar a los demonios disfrazados de nosotros.»
Para quien lo desconozca, Kingdom Come fue una miniserie superventas publicada en 1996, con guion de Mark Waid y dibujo de Alex Ross. Waid ya era un guionista reconocido pero esa serie le llevó al estrellato, convirtiendo a Kingdom Come en una serie de referencia de DC, la típica historia mil veces reeditada, que supone celebraciones, aniversario, ediciones especiales, etcétera.
Kingdom Come ocurría en el futuro de una tierra alterativa donde los héroes clásicos de DC dejaban paso a nuevos guerreros, mucho más sanguinarios, violentos e indiferentes a los inocentes. Eran una suerte de luchadores cuyo objetivo era la batalla, no salvar vidas.
La generación de superhéroes anteriores vivía de rentas, retirados y homenajeados en restaurantes temáticos.
Mark Waid, como profeta de los entomólogos de la continuidad, hacía una poco disimulada crítica al giro hacía la violencia y a la comercialización desalmada en los cómics. Recordemos que desde finales de los ochenta hasta prácticamente toda la década de los noventa hubo un cambio radical en el mercado en busca de los superventas llenos de sexualización y violencia.
Waid no tardó en establecer el paralelismo entre el camino fácil de las editoriales y el de los héroes que no tenían reparos en asesinar, que no creían en la redención ni la empatía.
En el presente tomo de World’s Finests, Waid, junto con Dan Mora, retoma el mundo de Kingdom Come.
En los números que van del 7 al 11 de la colección (publicados ya en el tomo anterior) vimos la llegada de David Sikelia (Boy thunder), un personaje superpoderoso que venía de un mundo agonizante. Superman lo arropó con su manto para intentar hacer de él un héroe noble. La cosa iba regulera hasta que David, mediante sus poderes y de forma involuntaria, saltó a otro mundo. Algo había en el chico, una semilla interior, que le hacía propenso a la violencia. Supergirl y Superman intentaron hablar con el mediante la empatía que supone haber vivido situaciones similares. El viejo tema de los cómics de DC. ¿Somos violentos por naturaleza o es culpa del entorno? ¿sociedad o responsabilidad individual? ¿educación o destino inevitable?
En el número 20 (novedad del tomo) volvemos a encontrarnos a David Sikelia (Thunderman / Magog). Lo ha encontrado Barry Allen peinando el multiverso. Llegó al mundo de Kigndom Come (Tierra 22) y fue acogido por Gog, un ser con el poder de un dios. Superman y Batman saltan a ese mundo para reencontrarse con un Sikelia rencoroso y ultraviolento. Algo que es el sino de esa Tierra, ya que los héroes que allí se encuentran (la mayoría equivalentes a los de Tierra uno) son también mucho más fríos y despiadados. El choque entre héroes de ambos mundos desvela una verdad y es que en Tierra 22 se encuentran todos sometidos a Gog, que les manipula para convertirles en armas de cara a su objetivo final, morir y alcanzar el Valhalla en el asalto a Apokolips. Mesianismo, pseudoreligión y promesas de vida eterna.
“Nuestros” héroes versión 22 despiertan del engaño para revelarse contra Gog. La inevitable paranoia de Batman es la que decanta la balanza.
Waid hace un ejercicio soberbio de acción superheroica, amor a los personajes, sabiduría de cultura pop y potentísimo subtexto.
El veterano guionista nos habla de la manipulación de los poderosos para lanzar a una población engañada y manipulada para creer que hace el bien, cuando solo se somete al objetivo interesado y egoísta de las élites. ¿Waid nos habla de Putin, Netanyahu, Trump…? ¿de todos ellos? ¿de ninguno? Da igual, porque al final importa la lectura que uno haga.
El tiempo que se le dedica, las páginas y texto invertidos en dejar claro que la violencia y la muerte son el camino fácil pero incorrecto, semilla de más dolor y destrucción, demuestra que Waid nos quiere hablar de otra cosa muy seriamente.
También es interesante la reflexión que surge de la posibilidad de cómo pueden ser letales fuerzas bienintencionadas como las de Batman, Superman… y el resto de héroes. Las armas solo generan daño y en malas manos…
Mientras leemos el tomo, nos ponemos del lado de Superman y Batman de Tierra Uno, no en vano son “los nuestros”, los protagonistas de la colección. En el momento que se genera la discusión entre los dos bandos, nos da a entender como muchas veces tomamos partido y creemos que un lado tiene razón, simplemente porque es al que pertenecemos, son “los nuestros”.
Todas estas reflexiones surgen de este cómic escrito con una maestría soberbia por Waid que saca lo mejor de si mismo como autor. Su respeto por la continuidad, su cariño por los personajes, su capacidad para respetar su esencia, explicarlo de forma moderna, entretenida, encajando las piezas, dándole un sentido y un mensaje potente y humanista. Porque estamos hablando de un cómic trepidante, emocionante y lleno de acción y peleas.
En el apartado gráfico tenemos a Dan Mora, uno de los mejores dibujantes del momento. Sin embargo, la gran cantidad de trabajo que asume y la premura de las fechas de entrega provocan que en este tomo se vea como toma atajos. Su capacidad sobresaliente hace que se permita el lujo de usar trucos sin menoscabo de la narrativa.
El uso de grandes viñetas estructuradas de manera que permita ahorrar en fondos y llenarlas de “lo fácil”, rostros más o menos hieráticos dando la apariencia de que se trata de un dibujo bien acabado, es algo que aprendimos leyendo a Byrne. Mora los usa con el mismo nivel de maestría.
Otro “truquito” del costarricense es meter algún dibujo impactante y molón, con escorzos y planos extremos, que abduce la mirada del lector y permite que el resto de la página sea mucho más simple y funcional.
No es una crítica, más bien es reconocer la calidad de un autor eficiente, espectacular y regular, que evita los odiosos bailes de dibujantes y da una sensación homogénea a la colección. También es verdad que cuando es necesario destruir los márgenes de las viñetas para implosionar la página con una ilustración espectacular, Mora cumple con creces.
Se trata, en conclusión, de un cómic excelente inmerso en la continuidad, entretenido y con mucho jugo. Uno de los mejores lugares de la DC actual para perderse.
PERO…
Hay un “pero”. No podemos dejar de nombrar el elefante en la habitación.
La edición de este tomo tiene tres aspectos “incomprensibles”. Por una parte, se evita el título de la colección en el tomo. El “Regreso a Kingdom Come” puede llevar a equivoco y pensar que, a pesar de la continuidad, este volumen es la secuela directa de la miniserie de Waid y Ross, no es así. Este tomo forma parte de la serie World’s Finests (no aparece en la portada), donde tenemos los números del 7 al 11 y del 20 al 24.
Otro aspecto “incomprensible” es que estén insertados los números, ya editados en el tomo anterior, del 7 al 11. Números que el seguidor de la colección seguramente ya tiene y que aquí se ve obligado a pagar, otra vez. ¿Dónde han quedado los cuadritos de texto donde decía “ver tal y cual número”? Es cierto que le dan cierta lectura unitaria, pero esto debería ser para una reedición futura y no para quien quiera leer la serie de forma, más o menos, normal.
Y el tercer punto es el formato. Tapa dura que queda bonita y encarece, que es totalmente diferente a lo que venía siendo la publicación en España. Pasamos de grapa, a tapa blanda, a tapa dura. ¿Cómo saldrán los próximos números? ¿En formato de lujo? Da miedo pensarlo teniendo en cuenta que el próximo es el 25, y eso siempre conlleva algarabías editoriales.
Lo mejor
• Waid se pone en serio.
Lo peor
• Las decisiones polémicas de la edición.
Ya lo comenté en su día, pero es que es muy sangrante el cutrerio rastrero de la editorial. No tiene la menor coherencia y todavía menos respeto a los seguidores (sus clientes). Saca los inéditos en tapa blanda, continuando el formato que tú mismo impusiste para esa colección y luego ya si tal, tapa dura con el material completo. Obligarte a llevarte material ya comprado en su día para ver cómo continúa es como poco miserable.
Así que, aunque le tenga unas ganas locas a este material, voy a pasar de él y que se lo metan bien dentro por el #*/@.
Es una decisión muy muy muy extraña. y está claro que va a generar mucho malestar entre los lectores.
Es que además es especialmente duro ver que cuando DC parece estar remontando el rumbo con todo el movimiento del Amanecer de DC y sacar colecciones bastante buenas y cohesionadas sea la época en la que peor lo está editando ECC por aquí.
Una época que debería ser medianamente ilusionante para el seguidor se está traduciendo en una incertidumbre absoluta.
Es una pena porque da la impresión de que todo esto provoca cansancio en los lectores, estos pasan, se vende menos y aumentan las decisiones incomprensibles… una bola de nieve
A mi esta esta edición es la que finalmente me ha convencido a pasarme a los tpbs americanos. ECC llevaba una temporada con decisiones mas que cuestionables, (eliminación de la grapa, tpbs a 30 euros inflados con material que no viene a cuento, errores de impresión, series que se quedan inéditas…) pero este tomo ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Me da lastima, porque como decís, esto pasa en un momento en el que DC esta muy interesante, pero no puedo seguir pasando por el aro de tapas blanda de calidad cuestionable por 30 euros, estando el americano a 18-19.
No se que pasara finalmente con los derechos de DC, y un lector no es indicativo de nada, pero por lo que dicen los libreros, al menos en volumen de ventas, no les va muy bien
A partir de 2025 yo también me paso al Previews y me jode muchísimo porque tengo sentimientos encontrados.
Por una parte, quiero que se edite DC bien en español y eso no va a ocurrir si quien tenga los derechos no venda los cómics que saquen, pero claro, si lo que sacan es o bien escaso o directamente una estafa en toda regla, tampoco voy a ser tan gilipollas de apoyarles y darles mi dinero.
Como bien apuntaban antes, es una bola de nieve que no para de crecer y el único final es el desastre para la editorial y el aficionado. Una pena.
pues sí, el momento actual es muy bueno, tanto lo que se está publicando en España como en USA que está a un nivel estelar.
La broma definitiva sería que después ECC sacase un tapa blanda de los mejores del mundo con el segundo arco de este tomo y otros números de la coleccion inéditos, y tuvieran que pasar por caja otra vez para no quedarse comparte de la colección colgada
Se me acaba de helar el corazón XD