Dejamos el número anterior de War of Kings: Ascensión con Chris perdido dentro de la mente de Razor, uno de los miembros de la Fraternidad de los Raptores que Talon ha conseguido despertar dentro del cuerpo de Darkhawk. Mientras, Talon y Razor han logrado establecer un acuerdo con el Rey Blastaar, nuevo dirigente de la Zona Negativa. A cambio de su ayuda, le devuelven la Vara de Control Cósmico.
Chris Powell intenta huir de las criaturas que no paran de repetirle una y otra vez: “¡Vuelve! ¡Vuelve! ¡Vuelve!” Se deja caer de una de las ramas del extraño árbol en el que penden las joyas Darkhawk y, al engancharse de la cadena que sostiene una de éstas, observa que dentro de la joya hay algo… algo muerto. Al desviar la mirada más allá, nota que las joyas están apagadas, mientras que sólo una conserva cierto fulgor. Sospechando que el aura resplandeciente tiene que ver con la vida del ocupante, se lanza hacia ella perseguido por las criaturas guardianas y se encuentra con un skrull. ¿Os acordáis del skrull que apareció en Invasión Secreta: War of Kings? ¿Ese que flotaba en mitad de la nada, aguardando una muerte segura cuando encontró una joya Darkhawk? Pues sí, chicos, el mismo.
En la Zona Negativa, Blastaar intenta asesinar a los raptores. Ahora que posee la Vara de Control Cósmico no necesita nada más… y, desde luego, no va a permitir que nadie le diga lo que tiene que hacer. Talon le explica que ha sido un regalo de la Fraternidad, a cambio de su ayuda. Como Blastaar no parece dispuesto a escuchar, Talon pronuncia unas palabras y la Vara regresa a su mano. Blataar desespera. Antes de entregar a nadie un arma tan poderosa, los raptores tomaron ciertas precauciones, como proteger arcanamente el objeto con el fin de que no pudiera ser utilizado contra ellos. La conquista de la Tierra puede esperar, le dicen los raptores al monarca. Blastaar protesta. Quiere expandir su imperio. Quiere hacerlo dentro del Universo Positivo. Si no es hacia la Tierra, ¿hacia dónde entonces? Talon lo tiene claro. Hacia los Territorios Cedidos que controla su antiguo adversario negativo, Ravenous. Si los invade y destruye a Ravenous, no sólo podrá quedarse con sus dominios, sino que, además, ganará el favor del Emperador Vulcano. Enseñarán a Blastaar a abrir portales entre dimensiones con la Vara de Control Cósmico. Estos le permitirán asaltar el Universo Positivo. Dado que el trabajo está hecho, Razor parte con destino a Chandilar, el mundotrono shi’ar. Parece que tiene una misión allí.
Mientras, en el Espacio Nulo, el general skrull le cuenta a Chris como, al terminar la Invasión Secreta, abandonó la Tierra para regresar, junto el resto de su armada, a su lejano hogar. De repente, fueron atacador por Attilan –la ciudadela flotante de los Inhumanos–, resultando aniquilados. En tanto aguardaba el abrazo de la muerte, flotando en el vacío, observó una joya brillando en mitad de la nada. Un amuleto de los raptores. Cada amuleto necesita del sacrificio de un individuo vivo para que la mente de uno de los miembros de la Fraternidad pueda caminar de nuevo. Mediante alguna clase de hechicería, el cautivo viaja hasta la gema, y queda atrapado en su interior, pendiendo del árbol, bajo la estricta vigilancia de sus guardianes, mientras el raptor camina libre por el Universo, enfundado en su armadura. Powell comprende que así es como Razor tomó posesión de su cuerpo, expulsándole hasta el Espacio Nulo. Se lamenta de no haber sido lo suficientemente fuerte, de carecer de la voluntad, como para tomar el control de su cuerpo y de la armadura Darkhawk.
Chris Powell es humano y, a causa de ello, dado que somos una raza relativamente joven en la vastedad del Universo, la armadura raptor no está diseñada para albergar a un miembro de nuestra especie, en contra del pobre skrull, que se está dejando la vida –literalmente– para que Talon pueda continuar con su maquiavélica obra. El general le confiesa a Chris que Talon le teme por ello, porque todas esos momentos temperamentales que le sucedían mientras vestía la armadura, eran un síntoma de que su mente estaba explorando y adaptándose a la tecnología raptor. De hecho, para muestra un botón. La voluntad de Chris parece haber cambiado el color de la gema, quizá mostrando un síntoma diferenciador, que contiene su cuerpo, mientras que su espíritu, ha sido capaz de abandonar la joya para visitar al skrull en la suya propia. Y parece que todo esto es sólo el principio…
En Chandilar, Razor observa a la multitud enfervorecida. Los shi’ar reaccionan ante la llegada de Lilandra, que reclama el trono para sí. La ausencia de Vulcano puede torcer las cosas en la capital del Imperio Shi’ar y Talon anima a Razor a intervenir.
El raptor toma posiciones. Transforma una de sus manos en un arma. Se coloca entre la muchedumbre y se camufla, adoptando la imagen de un shi’ar.
En el Espacio Nulo, el skrull termina su arenga. Talon teme a Chris porque es una anomalía. Una que puede emplear la armadura, adaptarse a una tecnología para la que no estaba diseñada y dominarla sin que ella le domine a él. La ira no es una desventaja. Es lo que le da su poder. Tan sólo tiene que aprender a focalizarla.
De repente, Chris ha regresado a su propia joya. Se concentra. Quiere volver a su armadura y, sobre todo, quiere a Razor fuera de ella. Y Chris Powell, más conocido como Darkhawk, consigue lo que se proponía por primera vez en mucho tiempo. Regresa a su armadura sin rastro aparente del miembro de la Fraternidad de Raptores.
Y lo hace justo para observar un auténtico caos en las calles de Chandilar. Lilandra Neremani, la que fuera Majestrix de todos los shi’ar, yace en el frío suelo. Está muerta. Y es él, su propia mano, la que ha ejecutado a la monarca.
Mientras Gladiador y Kaos saltan amenazantes hacia Darkhawk, Chris sólo puede preguntarse qué le ha obligado a hacer Razor mientras su mente estaba cautiva.
Continuará.
Indiferente,
Así es como me está dejando este personaje
Lo sacan de retrocontinuidad, le dan un papel para que haga un par de cosas importantes en la saga y luego, ya se verá.
Me recuerda a lo del Sentry
Y para colmo, no me trasmite nada, nada por lo que deba identificarme con él, nada de nada.
Eso sí, la War of King me parece una saga fascinante y los cambios que están sucediendo te dejan con la boca abierta. Mira que han habido «fregaos» con los Shiar y nunca hasta ahora a nadie se le había ocurrido hacer lo que han hecho aquí con Lilandra. En fin, ya veremos si es algo permanente o momentáneo. Con todo, me ha sorprendido mucho lo que le ha pasado a este personaje.
Van a ganar los Kree y van hacer un comic de los Shiar reveldes que intentan derrocar al imperio nada que ya no se haya leido antes.
muchas gracias buen resumen.
ya veo que no les gusta nada no se adelanten a los hechos hasta el momento war of kings esta muy entretenida no sean prevenidos