En el número pasado, dejamos a Adam Warlock siendo disparado por Vulcano con un rayo de energía meta-molón –¿cómo que no lo leíste? ¿No has visto lo que dije antes de los resúmenes…? Ah, bueno, empezaba a pensar que te saltabas la introducción e ibas directamente a los resúmenes. Je, je, je…–. El caso es que el chico dorado, lejos de cerrar el pico ante semejante acto de vandalismo, decide ponerse chulo con el Emperador de todos –o casi– los shi’ar. Adam le dice a Vulcano que retire sus naves y que termine esta guerra… pero el tercer hermano Summers no ha estado tanto tiempo en dique seco para que ahora le den órdenes, así que le responde que nanay. Adam, que ya no tiene la paciencia filosófica de antaño, le lanza una descarga de energía de no te menees. Este tipo empieza a caerme mejor en su chiquicienta resurrección. Mientras la Guardia Imperial –o lo que hay de ella en el crucero de su majestad imperial– acude en ayuda de su señor, éste le da la charla a ricitos de oro –ya sé que no es Thor, pero es que el apodo le viene al pelo, nunca mejor dicho…– sobre que la magia puede ser exótica, pero no es más que otra clase de energía y, como tal, él puede absorberla y emplearla para sus propósitos. Y como se ve en jaque, va el rubiales e intenta razonar exponiéndole que el Universo no podrá soportar la guerra entre los kree y su pueblo. A buenas horas, mangas verdes. Vulcano exclama que él es el Universo –¿alguien dijo ego?– y se lanza amenazador contra Warlock. Algo me dice que le trae al pairo lo que le pase a la Realidad mientras pueda seguir machacando –¿seguro que no es el hermano Banner perdido? Je!–
Mientras, en la fortaleza real de Attilan, sobrevolando Hala, capital del Imperio Kree, la Familia Real Inhumana informa al equipo de Guardianes de la Galaxia, que ha viajado al lugar en misión diplomática, que no reconocen su autoridad y que nada tienen que hacer allí. Martyr se pone chulita con Medusa ante la estupefacción de sus compañeros. Starlord le ruega que le deje manejar la situación, pero con ese nombre que se nos ha puesto Phyla-Vell… esto no va a terminar bien. Bug toma la palabra y explica que como individuos que viven en el Universo, este conflicto les afecta tanto como a cualquier otro, eso les confiere toda la autoridad que necesitan. Lástima que cierre su intervención con un piropo a los ojos de la reina inhumana, algo que su agresivo primo Gorgón no se toma precisamente bien. Medusa detiene la embestida del guerrero y recuerda a Starlord que los kree han sido atacados por las fuerzas shi’ar y que no permanecerán impávidos ante esta afrenta. En ese momento, Martyr –que tiene aún mucho por aprender en lo que a diplomacia se refiere– saca su espada. Gorgón y los guardias kree se lanzan sobre ella como posesos. Alguien debería haber advertido a esta chica que no se puede desenvainar en presencia de los reyes. Ay. Los Guardianes se preparan para un combate inevitable en la sala del trono de los Inhumanos.
La cabeza de cierto Celestial… un lugar que se está convirtiendo en habitual gracias a haberse convertido en cuartel general de los Guardianes de la Galaxia. Dragón Lunar no puede dormir y visita a Mantis y Cosmo para interesarse por las misiones del equipo. No hay noticias. De repente, Heather pregunta qué es un StarHawk. La palabra lleva rondándole la cabeza desde que llego a la estación. Y conociendo las capacidades de Dragón Lunar, esto tampoco resulta un buen presagio.
De regreso a la nave de Vulcano, Adam aclara que, a medida que el emperador shi’ar drenaba sus energías, él iba teniendo que improvisar. Lo que no menciona es que, mientras esto sucedía, su aspecto iba pareciéndose cada vez más al de Magus. De repente, hace su entrada la Guardia Imperial. Su hechicera intenta detener a Adam Warlock, pero él aprovecha para absorber a su vez –aquí todo el mundo es un tanto chupón– las energías de sus hechizos y recupera su aspecto. Afirma que esto aún no ha terminado mientras desaparece. Pero la hechicera de la Guardia Imperial ha tenido tiempo de marcarle con un último sortilegio. Vulcano monta en cólera y ordena a la Guardia Imperial rastrear a Warlock y terminar con su vida.
En Attilan, sólo la intervención de Crystal logra evitar un conflicto seguro entre la Familia Real Inhumana y los Guardianes de la Galaxia. Ella ruega a sus primos que escuchen las demandas del equipo. Si la guerra puede asolar el Universo, quizá deberían hacer un esfuerzo para ponerle fin antes de que todo vaya a peor. Pero Medusa y el resto de los Inhumanos no están de acuerdo. Sea como fuere, no habrá negociación entre krees y shi’ars. En ese momento, Martyr –sí, ella de nuevo… ¿qué diantres le pasa a Phyla-Vell últimamente?– toma a Crystal como rehén amenazándo con cortarle el cuello con su espada. Starlord no puede dar crédito. Le suelta la arenga, ordena que suelte a Crystal, se disculpa ante los Inhumanos y pide a la base que les teleporten. La diplomacia ha tocado fondo y poco más pueden hacer allí.
En tanto todo esto sucede en Attilan, en la base de los Guardianes, Mantis, Dragón Lunar y Cosmo reciben a un huidizo Adam Warlock. Sin saber qué ha sucedido con el resto de su equipo, el chico de oro llega justo a tiempo para explicar que las negociaciones con Vulcano han fracasado y que desechen toda esperanza de diplomacia con el Majestor Shi’ar. Un instante después, se percata de que está marcado mágicamente. Justo entonces, llega el equipo de Starlord. Peter sale escupiendo sapos y culebras sobre Martyr. Desgraciadamente, aún no ha pasado lo peor. Cuando se vuelve, ve que Phyla ha desobedecido sus órdenes y aún retiene a la manipuladora elemental inhumana.
En el preciso instante en que Starlord le está abroncando –otra vez–, Cosmo detecta múltiples señales de teletransporte con destino al Córtex. De una parte, se materializa la Guardia Imperial Shi’ar. De otra, el bueno de Mandíbulas ha seguido el rastro de Crystal hasta la base. Y, en mitad de todo, los Guardianes de la Galaxia sabiendo que acaba de armarse la de Dios es Cristo.
«He debido hacer algo muy malo en otra vida…«, piensa Peter justo antes del proverbial…
Continuará…
Ls serie es muy buena pero eso de los Nova corps es una vil copia de los Green corps quitando a la serie de Nova War og Kings es una muy buena serie sin tanto escandalo mediatico !!
No es por nada, pero parece que los crossovers «intermedios», es decir, los que se ponen un poco de relleno entre macro crossover y macrocrossover resultan al final ser de bastante más calidad que los megaeventos que se suponen que son la pera. Aún no me he leido nada de Guerra de Reyes claro está, pero por comentarios ya me da la impresión que supera a Invasión Secreta en calidad (lo que no es dificil) al igual que WWH superaba a Civil War….
Los eventos cosmicos, desde Aniquilacion hasta esta Guerra de Reyes, siempre han superado en calidad los macroeventos como Invasion Secreta o Guerra Civil, pero no se han promocionado tanto, y probablemente esto les favorezca, cuanta menos implicacion editorial, mayor libertad tendran los guionistas
Con libertad y talento salen estas joyas del entretenimiento, gracias Iván por las reseñas de esta ardiente saga.
Es increible lo divertida que esta siendo este arco, ahora queda esperar que no nos cancelen estas series como nos pasó con Capitán Bretaña, mientras a disfrutar.
Yo lo estoy flipando con la saga. Añadiendo además elementos de diplomacia política galáctica que quizás no aparecían tanto en las Annihilations. Mirando el penúltimo número de la colección principal, me temo un final no tan bueno como lo que llevamos leído, pero ya veremos.
Sin contar con el nivelazo que tienen las colecciones de Nova y los Guardianes de la Galaxia. Yo era aficionado hace años a ambas colecciones, y creo que los volumenes anteriores palidecen ante lo que estamos viviendo.
Es cierto que este número de Nova baja algo el nivel, pero lo ha recuperado después al instante. Madre mía, Robbie Rider.
Y los Guardianes, para ser sincero, me parece el mejor comic-book superheroico actual. Así lo digo. Lo tiene todo. Incluído un sentido del humor absolutamente formidable.
Mi momento favorito de lo que llevamos de saga: Rocket Racoon (¡vaya personaje!) amenazando con una fregona a Gladiator mientras le dice algo parecido a: «No le harías daño a un animalito con un pelaje tan suave, ¿verdad?» (gesto de acariciarse el antebrazo con la otra mano).