War of Kings: The Savage World of Skaar (One-shot)

El espacio profundo. Starbolt, miembro de la Guardia Imperial, encuentra por accidente el acceso –aquél nefasto agujero de gusano– que conduce hasta el mundo de Sakaar. Uno de los navegantes shi’ar le informa de que muchas naves han caído en él a lo largo de los años, pero no se conoce que ninguna regresara o lograra trasmitir nada desde el otro lado.

Mientras Starbolt intenta descubrir si el agujero de gusano puede representar un peligro para el Emperador Vulcano o, por el contrario, puede servir a su causa, el crucero es atacado con crudeza por un nuevo navío que entra en juego. A bordo, Gorgón, de la familia real Inhumana, recientes enemigos acérrimos del Imperio Shi’ar –¿no estaréis leyendo esto sin haber pasado antes por todos los resúmenes de War of Kings que os estamos ofreciendo en Zona Negativa, verdad?–

Los kree, como era de esperar, piden la rendición inmediata de los shi’ar.

Inmersos en su mutuo ataque, las naves se acercan demasiado hasta quedar atrapadas por el campo gravitatorio que genera el agujero de gusano. Incapaces de eludir contra las leyes universales, los soldados de uno y otro transporte, se preparan para el impacto. Poco más pueden hacer.

Tanto los shi’ar que están bajo las órdenes de Starbolt, como los kree que siguen a Gorgón, sobreviven al impacto contra la dura piedra del suelo de Sakaar. Alguien los observa en la lejanía.

Dejándose llevar por su sangre guerrera, retoman el combate allá donde lo dejaron en el espacio. No pasa mucho antes de que la población autóctona dé señales de vida, comenzando por una raza de seres mecánicos –similares a robots salvajes– que dan buena cuenta de cualquier resto de tecnología que llega hasta el planeta. Las tropas kree y los soldados shi’ar perecen bajo el ataque de estos seres, dejando a Starbolt y a Gorgón solos.

Mientras los enemigos combaten, no lejos de su posición, el rebaño de rebeldes y desposeídos a cuya cabeza encontramos a Skaar observa los temblores de tierra temiendo que haya llegado el fin del mundo… otra vez. El viejo Sam, antiguo sacerdote sombra, dilucida la verdad. Reconoce a krees y shi’ar y teme que hayan acudido en respuesta al uso de poder desmedido que hizo Skaar cuando empleó la Antigua Fuerza –herencia de su madre–.

Skaar lanza unas rocas de gran tamaño y consigue separar a los adversarios. Ambos ponen pies en polvorosa. Mejor no averiguar qué o quién tiene la fuerza como para arrojar semejantes peñascos como si de guijarros se tratara.

Por separado intentarán encontrar refugio y comida para pasar la noche sólo para descubrir que Sakaar guarda tantos peligros en cada uno de sus recovecos que sólo hay una manera de sobrevivir: firmar una alianza. Mientras estén atrapados en Sakaar, colaborarán. Una vez abandonen el planeta, regresarán a sus respectivas posiciones de encarnizados enemigos.

Así, logran sobrevivir a la noche y ven amanecer. Un encuentro casual con una anciana desvela el dato de que el hijo de Hulk habita en ese mundo. Gorgón conoce el nombre de manera sobrada, dado que durante los eventos de Hulk Guerra Mundial, el gigante esmeralda atacó a los Inhumanos, en especial a su rey, Rayo Negro.

Skaar aparece de improviso para terminar con los extranjeros. Shi’ar e inhumano luchan codo con codo contra el vástago de Hulk, pero poco pueden hacer contra la furia de Skaar. Conoce el planeta y no teme a sus adversarios, mientras que ellos pugnan por sobrevivir en un terreno que les resulta ignoto. Al final, Skaar parece salir victorioso y se prepara para asestar el golpe de gracia a los extranjeros.

En ese momento, hace su conveniente aparición Mandíbulas, el can inhumano, que teleporta a Gorgón y Starbolt lejos de peligro, de regreso a los salones de la bella Attilan. Gorgón reconoce que Starbolt será tratado con la dignidad que merece un prisionero de guerra capaz de combatir como él lo hizo en Sakaar, pero el guardia imperial tiene otros planes. Con un rápido movimiento se hace con Luna, la hija de Crystal y Mercurio, amenazando con asesinar a la niña si no le dejan marchar. Antes de que nadie pueda tomar alguna medida, Mandíbulas, viendo peligrar la vida de su amiga, los transporta hasta el Mundo-trono Shi’ar. Allí es Gorgón quién ataca sin dar cuartel al enemigo, recupera a Luna y junto a Mandíbulas, desaparece de regreso al hogar.

Tanto Gorgón como Starbolt ofrecen sus informes a sus respectivos soberanos. Nada hay de interés en Sakaar salvo… salvo el Antiguo Poder. Tanto Vulcano como Rayo Negro comprenden que deben ser los primeros en hacerse con él, antes de que lo haga el enemigo.

Fin… por el momento.